LA PURIFICACION DEL HOGAR

 LA PURIFICACIÓN DEL HOGAR

La Liberación de las Hojas Muertas
El Invierno es una época ideal para trabajar la liberación de manera profunda. De la misma forma que los árboles sueltan sus hojas para sobrevivir, nosotros podemos aprovechar el Invierno para liberarnos de lo que no necesitamos. Muchas brujas profesionales dedican los primeros días de Diciembre a liberar su hogar con un programa de limpieza. Este programa incluye una purificación completa de la casa y termina con un baño de relajación.
La magia de la liberación está basada en deshacerse de las cosas que no amas y quedarte sólo con lo que te aporta felicidad. Para hacer esto lo mejor es empezar por un simple cajón y luego ampliar la tarea al resto de la casa. Tirar lo inservible y ordenar tu habitación es maravilloso porque aligera el corazón y te abre a nuevas aventuras.
Si tu vida va regular y sientes que lo necesitas, tal vez debas empezar el Invierno poniendo orden en tu casa. La liberación del hogar es absolutamente necesaria para que tu vida pueda avanzar. Aunque no lo parezca, tu hogar refleja tu estado mental y emocional, de modo que ordenar tu casa significa ordenar tu vida.
Actualmente existen muchos programas que te ayudan a ordenar la casa. Estos programas enseñan un estilo de vida minimalista y limpia. El método KonMari es el más famoso de todos. Está basado en las enseñanzas de Marie Kondo, una japonesa experta en la organización del espacio. En su obra “La magia del orden”, Kondo enseñó distintos métodos de organización para que nuestra vida fuera más ligera. Lo bueno del sistema es que una vez lo aplicas, tu mente cambia para siempre. Cuando ordenas tu casa con disciplina y la mantienes, automáticamente pasas a otro nivel de producción. Tu mente se transforma y eso hace que tu vida mejore.
Cuando apliqué este programa por primera vez, me di cuenta que el hecho de limpiar y ordenar mi casa con el sistema KonMari, cambió mi mente y se abrió a nuevas posibilidades de abundancia. Aunque esto parezca un contrasentido, en realidad no lo es. Cuando liberas tu hogar de objetos caducados, te das cuenta que tu mente busca nuevas formas de generar abundancia. Si este impulso aprendes a controlarlo y mantienes el orden, entonces tu hogar se mantiene ligero y tu mente también. La mente humana odia los espacios vacíos, pero cuando aprendes a valorar las superficies despejadas, tu vida cambia por completo.
¿Cómo va a cambiar mi vida el hecho de ordenar mi casa?
Si no me crees compruébalo por ti mismo. Abre un cajón y revísalo con todo detalle. Analiza qué guardas y atrévete a desechar lo que ya no usas ni amas. Ordénalo de nuevo y observa cómo te afecta el hecho de verlo ordenado. Cuando ordenas tu casa con disciplina, comprendes que no necesitas tantas cosas para vivir. Aprendes el arte del minimalismo y te das cuenta que ya tienes de sobra para ser feliz.
La magia de la liberación también se puede aplicar a las casas de las brujas y los magos. Cuando veo los espacios sagrados de los practicantes, me doy cuenta que sus espacios están abarrotados de frascos, libros, productos y docenas de cosas que ya no utilizan. Aunque tener esos tesoros mágicos está bien, si aplicas el método, verás que tu rendimiento espiritual es mayor. Cuando apliqué el programa en mi espacio sagrado, me di cuenta que tenía tantos productos mágicos que ni me acordaba. Al descubrirlo decidí aplicar el método en la sala para ver qué ocurría. Para eso ordené los frascos por categorías. Puse las hierbas juntas, las esencias juntas, los inciensos juntos, los minerales juntos y las velas juntas. Al hacerlo comprobé que tener productos repartidos era un error. Me hacía perder tiempo y a veces compraba dos veces el mismo producto porque no me acordaba que lo tenía.
En su método, Marie Kondo aconseja ordenar las cosas por categorías, pues al hacerlo te das cuenta de cada cosa que tienes. Si tiendes a comprar velas rojas y las repartes por la casa, quizás no te acuerdes de ellas. Pero si las guardas todas juntas, tendrás un control absoluto sobre ellas.
Cuando terminé de ordenar mi sala, me di cuenta que tenía muchísimos Pentáculos, velas, aceites, lociones, libros, piedras, imágenes y mil y una cosas repetidas. Al ordenarlo entendí el método y dejé de acumular. Ahora era consciente de lo que tenía porque estaba ordenado y a la vista.
El método japonés aconseja guardar las cosas a la vista para que seas consciente de todo lo que tienes en cualquier momento. Y aunque uses cajones o armarios, la clave está en que cuando abras el cajón, veas todo lo que hay en él. Si utilizas cajones o armarios para guardar tus cosas, asegúrate de que al abrirlo, se vea todo sin problemas. No escondas nada de tu vista, así tendrás control sobre cada objeto.
Para que puedas aplicar este método, puedes añadirle toques mágicos para que te resulte agradable. Piensa en la organización de tu hogar como una misión sagrada que te dedicas a ti mismo. Si ves tu espacio como algo sagrado, comprenderás que tanto el altar como el resto de la casa merecen tu atención. Tu magia no puede estar centrada sólo en tu altar, sino que debe extenderse al salón, la cocina, los baños y cualquier estancia que te pertenezca.
1. Ponte ante el altar y recita una oración que te ayude a empezar tu programa.
Oh Gran Espíritu, fuente de la Luz
Purifica mi mente de toda la discordia
Haz que mi hogar sea bendito
Y que la salud y la pureza me acompañen
Invoco la energía ligera del Viento
Al poder sagrado del Fuego
A la energía sanadora del Agua
Y al poder abundante de la Tierra
Declaro que mi hogar se transforma
Liberando mi ser de cualquier necesidad
Yo Soy una extensión de tu Luz
Yo Soy una extensión de tu Amor
Yo Soy una extensión de tu Poder
Gracias oh Sabio Espíritu
Que me has oído
2. Pon música de ambiente y empieza a ordenar la casa. Comienza por tu habitación y centra tu mente en liberarte de lo que ya no utilizas. Si no sabes cómo hacerlo analiza cada objeto y pregúntate si te da felicidad. Si no es así, deshazte de él. Mételo en una bolsa y sácalo de tu casa. Si no quieres tirarlo a la basura, véndelo o regálalo, ¡pero hazlo! La cuestión de este programa es eliminar el exceso de cosas que tienes para que tu vida fluya. Aunque el ser humano tiende a acumular objetos porque sí, esta idea bloquea la llegada de nuevas oportunidades y daña tu psique. Por lo tanto, enfoca el programa en la liberación. Si al tomar el objeto tienes dudas, vuelve a preguntarte si lo amas. Si el objeto no te produce felicidad real, deséchalo. Si es un recuerdo y no quieres perderlo porque te sientes culpable, puedes hacerle una fotografía y guardarla en el ordenador. Así podrás recordarlo y liberarte del objeto. Con la ropa procede de la misma forma: si eres de los que tienen muchísima ropa y no sabes ni dónde ponerla, aprende a doblarla con el sistema vertical y verás que ganas espacio. Echa un vistazo en Internet y mira vídeos sobre cómo doblar la ropa al estilo KonMari. Si lo aplicas verás que el método funciona de maravilla.
3. Cuando hayas terminado la habitación extiende el trabajo al resto de la casa. Revisa los baños y empieza a poner orden en todas esas cremas, botes, colonias y utensilios que tienes. Haz el favor de tirar ése frasco vacío de crema que no usas, y siéntete libre al hacerlo. Si necesitas organizarte mejor, recurre a recipientes con compartimentos para organizar tus botes por secciones. Retira del lavabo cualquier cosa que no uses a diario y guárdala en los cajones. Aprende a liberarte de las esponjas de baño (son antihigiénicas) y todas esas toallas viejas que ya no te gustan. ¿Para qué quieres tantas? Guárdalas en un armario y permite que el baño sea práctico y funcional. Si descubres un producto caducado, tíralo a la basura y aprovecha lo que tienes hasta terminarlo. Comprende que la organización te da el control de tu baño y eso también beneficia tu salud.
4. Ahora pasa a la cocina y haz lo mismo. Revisa cada sartén, cacerola y cubiertos que tienes. Si no los amas ni usas, sácalos de tu casa ahora mismo. Abre los armarios y mira cuantos tuperware tienes ahí. ¿De verdad necesitas tantos? Si ves que tienes más tapas que recipientes, pon orden y desecha los que no uses. Quédate con dos o tres como repuesto, y los demás ¡sácalos de tu casa! Abre los cajones y pon orden en cada rincón de tu cocina. Si tienes la costumbre de guardar los paquetes de pasta, legumbres, judías, etcétera, en la bolsa, mételos en botellines transparentes para que veas lo que hay en su interior. Los botellines pueden apilarse, te dan más espacio, y dan sensación de orden al abrir el armario. Recuerda que cuando abras el mueble debes ver todo lo que tienes a primer golpe de vista. Si te acostumbras a ordenarlo así, tu espacio te rendirá el doble y cocinarás con mayor alegría.
5. Cuando termines la cocina pasa al salón. Abre el mueble del comedor y los cajones. ¿Qué tienes guardado? ¿Papeles? ¿Documentos caducados? ¿Fotos repartidas de aquella boda que odias? Pon orden y guarda las fotos que están sueltas. Si tienes muchas fotos de personas en casa, atrévete a quitarlas ¡todas! Guárdalas durante un mes y observa cómo te sientes. He comprobado que muchas fotos a la vista drenan tu energía. Te llevan al pasado y no te dejan evolucionar. Cuando les digo esto a mis amigas, algunas me miran con incredulidad total, pero cuando lo prueban se dan cuenta que funciona. Si te gustan las fotos puedes tener una o dos como norma, pero evita que tu casa sea una exposición. Continúa con el salón y observa qué objetos guardas cerca del televisor. ¿De verdad tienes cintas VHS? ¿Para qué las guardas si ya no tienes vídeo ni las miras nunca? Plantéate tirarlas o pasarlas a un CD -si es que de verdad las amas-. Los reproductores de vídeo hace tiempo que ya no se fabrican, y puedes pasar tus recuerdos a CDs o Pendrive. También puedes subirlos a sistemas online gratuitos de almacenamiento como Google Drive, One Drive, etcétera. Hacer esto te trae al presente y te libera de ése pasado que ya no existe. ¿Te vas dando cuenta? Cuando decidimos poner orden y nos liberamos de cosas que guardamos, nuestra mente se refresca. Se libera de cadenas y de repente te sientes más liviano. Cualquier trabajo de liberación te sana psíquicamente. Ahora observa el sofá y los sillones. Si hay demasiados cojines pon orden y guarda las mantas en su lugar o dóblalas. Un sofá lleno de trastos no trasmite confort y te ancla en la depresión. Si la mesa del comedor está llena, retira todos los objetos y pon una o dos cosas como decoración. Haz lo mismo con el aparador y quita todas esas cosas que no transmiten armonía. Acostúmbrate a tener superficies despejadas y verás que el ambiente se transforma.
6. Cuando termines el salón, pasa a los dormitorios, trasteros, garajes y demás estancias. Pon orden en cada lugar para que tu casa transmita limpieza, liberación y paz. Si lo estás haciendo bien, cuando entres en cada habitación notarás que la energía fluye y la habitación responde con armonía. La cuestión de este programa es liberar tu hogar de objetos inútiles. Comprende que con ellos también se va tu malestar, de modo que no te sientas culpable por ello.
7. Cuando termines tu día date un baño de relajación con sales aromáticas y siéntete feliz. Estás liberando tu vida de hojas muertas para que tu salud se renueve y eso merece un premio. Acude a tu altar y repite la oración. Vete a dormir sabiendo que estás tomando el control de tu vida y al día siguiente retoma el programa.
Aunque este programa parece fácil de hacer, no siempre resulta rápido de aplicar en todos los casos. Cuando enseño el método a los demás, observo que muchas personas se aferran a los objetos como si la vida se fuera con ellos. Algunas personas son más acaparadoras que otras y acumulan de manera compulsiva. Este problema encierra un trauma psicológico y requiere más terapia y disciplina. En realidad, lo que hay detrás de esta actitud es un aferramiento al pasado. Cuando acumulas trastos inútiles, estas buscando seguridad. Sin querer piensas que esos objetos te darán protección y en algunos casos los asocias a la riqueza. Si actúas así, piensa que en realidad esa sensación no es cierta, porque si lo fuera, las personas que padecen Síndrome de Diógenes serían millonarias y felices (y no lo son).
A lo largo de los años he conocido a muchísimas personas con problemas de organización. Observando sus vidas comprobé que no deseaban vivir en el ahora. Cuando les contaba las ventajas del método, una parte de su mente comprendía el desorden y querían solucionarlo. Pero aún así, no tenían fuerzas para hacerlo. Cuando alguien intentaba ayudarlas y ordenaba su casa, a las pocas semanas volvían a llenarla de trastos.
El problema en estos casos son ellos mismos (sus mentes enfrascadas). De modo que si no decides sanar interiormente, tu hogar seguirá reflejando tu desorden. Hasta que no comprendas que tu casa es un reflejo de tu interior, no tomarás la decisión. Por lo tanto, decide vivir en el ahora y suelta ya tus hojas secas.
Nota: si vives con más gente, no tires nada que no sea tuyo. Si tu marido ama su maqueta de aviones, por favor ¡no la toques! Pregúntale antes de tirarla, porque si él la ama, habrás violado su intimidad y quizás le provoques un disgusto. Cuando vivimos con más gente necesitamos entender que los demás también deciden. Comprendo que te pongas furiosa si tu marido tiende acumular cosas que no te gustan, pero el trabajo de liberación debería hacerlo él o los dos juntos. Cuando limpiamos y ponemos orden en casa, un ambiente de superación se instala en la familia. Es algo contagioso y me gusta ver cómo nos unimos para que el hogar transmita salud.
ENFOCA TU MENTE EN EL MUNDO ESPIRITUAL
Nada físico te llevarás al Más Allá
Las personas mágicas podemos ver la liberación del hogar como una tarea espiritual.
Si te cuesta liberarte de algo y en realidad no lo usas, hazte las siguientes preguntas:
¿Puedo llevarme este objeto al más allá?
¿Si no lo tuviera qué pasaría?
¿Realmente lo necesito para ser feliz?
¿Qué pasará con él cuando me muera?
Nada de lo que tienes en tu hogar te acompañará contigo al cielo. De modo que aprende a ver esos objetos que no usas como estorbos. Despegarse de objetos es cuestión de actitud. Si piensas que lo vas a necesitar, no te preocupes demasiado. Cuando lo necesites buscarás una solución en el momento.
Lo más importante de este método es empezar terminar toda la casa. Si no acabas toda la casa, volverás a acumular objetos sin sentido. Los pasarás de una habitación a otra y el desorden seguirá. En cambio si empiezas el programa y lo terminas (aunque sea en varios días), tu mente cambiará y querrás mantener el orden en todo momento.
Si quieres recordar este método en cuatro puntos piensa:
ü Conserva en tu casa sólo lo que te hace feliz.
ü Ten conciencia de lo que tienes en cada momento.
ü Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar.
ü No te falta espacio ¡te sobran cosas!
Si sientes que necesitas tener un ideal mientras limpias y ordenas, piensa en alguien que admires y pregúntate cómo tendría su casa. Ninguna persona exitosa tiene una casa desordenada porque comprende que el desorden refleja tu estado interior. Cuando limpio y despejo mi espacio, automáticamente pienso en las hojas secas del árbol. Si la Naturaleza lo hace, yo también debo hacerlo. De modo que ponte en marcha y disfruta del trabajo.
He comprobado que mover los muebles para limpiar y verlos cambiados mientras limpias, también impacta tu mente. Cuando mueves tu escritorio para limpiar y ves el proceso del cambio, algo se reforma en tu psique. La sensación es de “estoy rompiendo mi patrón” y eso es bueno. Aunque luego pongas los muebles igual, el hecho de removerlos y verlos así, te da sensación de alegría. Y cuando pintas la casa sucede lo mismo.
Si estás pintando el salón y ves el desorden que hay antes de volver a la normalidad, tu mente entiende que estás en pleno proceso de transformación. Es como si tu cerebro entendiera que necesitas cambiar, y eso te anima a tener una vida ligera. En casa pintamos cada tres años y medio aproximadamente. Debido al uso de las velas e incienso, es normal que el techo y las paredes se ensucien. Pero cuando pintamos y removemos todos los muebles, algo se transforma en nuestra mente. Es como si no subiéramos al tren de la actualidad y eso nos aporta alegría.
Te diré, que leer estos consejos aquí es fácil y rápido. Pero cuando los aplicas te das cuenta que cada paso requiere un esfuerzo. Comprendo que es más fácil mirar las casas de los demás y soñar despierto, pero si quieres tener una buena vida necesitas tomar el control de la tuya. Nadie vive por ti, de modo que si quieres vibrar en armonía necesitas entender esta idea y aplicarte.
LA PURIFICACIÓN ENERGÉTICA DEL HOGAR
Libera tu hogar de negatividad
Cuando tu casa esté limpia y ordenada físicamente, procede a purificarla energéticamente. Existen muchas formas de limpiar la casa de negatividad, tantas como brujas existen. Después de probar muchas técnicas he comprobado que lo sencillo sigue siendo efectivo. Si quieres hacerlo de forma rápida, sigue estos cuatro puntos:
ü Quema Palo Santo o Salvia. Enciende las velas del altar y recita la oración anterior. Ahora toma Palo Santo y préndelo con las velas. Cuando prenda agítalo para que se apague y salga humo. Ahora recorre la casa con el palo humeante y pásalo por todas las habitaciones. Mientras lo haces piensa que ése humo está purificando tu hogar de cualquier malestar. Cuando el humo deje de salir, vuelve a prenderlo y termina el recorrido. Abre las puertas y ventanas para que la casa se oxigene. Hacer esto purificará el ambiente de envidias, Mal de Ojo y Espíritus Oscuros. Cuando termines, apaga las velas del altar y da las gracias por ello. Nota: si lo que prefieres es Salvia, procede del mismo modo.
ü Lava el piso con agua jabonosa, sal y vinagre. Añade un chorro de vinagre de vino blanco y un puñado de sal al agua de fregar el suelo. Añade un chorro del jabón que uses habitualmente y comienza a limpiar. Fregar el suelo con esta mezcla purifica la estancia de envidias y negatividad. Esto es algo que hacemos en casa regularmente pues a menudo las visitas descargan malestar emocional. Si tu suelo no permite usar vinagre siempre puedes recurrir al amoníaco como purificador. Cuando acabes, arroja el agua del cubo al inodoro o a la calle. Aclara el cubo con agua y guárdalo en su lugar.
ü Utiliza Quemadores de Esencias Naturales. Si no puedes quemar nada en casa, utiliza esencias para ambientar el hogar y mantenerlo purificado. Los difusores de esencias van genial cuando no se puede quemar nada en casa. Para esto te recomiendo esencias 100% naturales, pues las sintéticas no sirven. La esencia de Eucalipto, Azahar, Mirra, Naranja, Cedro o Sándalo, van de maravilla. Para quemarlas pon una velita de té en el difusor y añade un poco de agua en el cuenco que hay encima. No debes añadir la esencia sin agua, porque se quema y huele mal. Si quieres que el agua tenga más poder, añade unas pizcas de sal para que purifique el ambiente.
ü Bendice la casa con tu amor. Tu casa es tu espacio sagrado, de modo que bendecirla aporta luz y protección. Para bendecirla ponte ante la puerta de entrada, relájate y piensa en el Espíritu. A continuación levanta las manos y recita la oración anterior. Recorre cada estancia al tiempo que visualizas luz de colores. Imagina que cada habitación se llena de alegría, paz, abundancia, amor, felicidad. Siente que tu casa es una parte de ti. Cuando termines de hacer esto, relájate y da por terminado el ejercicio.
Si eres una bruja experta conocerás estas técnicas y seguramente ya las estés utilizando. Terminar el programa con una limpia mágica le da el punto espiritual a tu programa. Te recuerda que la ligereza mejora tu vida y eso te anima a practicar.
¿Qué es lo primero que vas a tirar?
¿Lo has hecho ya?
¿A qué esperas para soltar tus hojas muertas?
¡Hazlo y cuéntame cómo te va!
Sabio y Bendito seas
El Brujo Shiva
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