LA CONSERVACIÓN DE LOS BIENES
El Arte de Proteger lo que tienes
El Otoño es una época ideal para trabajar la conservación de los bienes. Esta conservación no es otra cosa que aprender a mantener lo que has logrado con tanto esfuerzo. Si te has pasado el año trabajando para que tus objetivos se cumplan, no querrás que desaparezcan o que los demás los destruyan. Por eso es necesario aprender a proteger lo que tienes.
Cuando observas el ritmo estacional, te das cuenta que el Otoño te invita a proteger tu cosecha. El propio ciclo te invita a hacerlo. Cuando los primeros agricultores observaron el ritmo de la Tierra, se dieron cuenta que las cosechas se estropeaban y empezaron a buscar métodos para preservarlas. Estos métodos son tan diversos como el salado, el secado en cámaras oscuras o la elaboración de encurtidos. La idea de la conservación de alimentos surgió de forma natural. Como en Invierno no hay cosechas la comida escasea. Por eso es necesario preservar el alimento de algún modo.
Cuando aprendí el método de conservación a través del vacío, me di cuenta que la técnica encierra un mensaje vital. Y es que no importa lo abundante que sea tu cosecha ni lo mucho que te haya costado conseguirla. Si no la cuidas, se acaba. Aunque te hayas esforzado mucho para conseguirla, necesitas aprender a protegerla. Esta enseñanza se puede aplicar a cualquier aspecto de la vida, ya sea la salud, el trabajo, la familia, el amor o los amigos. Cualquier cosa en la vida necesita mantenimiento para durar en el tiempo.
Las estadísticas confirman que la gente del campo tiene una visión más clara de lo que son las conservas, el mantenimiento y la protección de los bienes. Esta visión viene por simple observación. En cambio la gente de ciudad tiene una visión diferente. Al llevar un estilo de vida más urbano (y despegado del ciclo agrícola) la tendencia común es al despilfarro. Aunque esta visión es general, lo cierto es que si te alineas al ciclo y aprendes a ser previsor, comprobarás que tu Invierno mejora.
La conservación de los bienes también está marcada en buena medida por el género humano. La mujer es especialista en conservar los frutos, los bienes y el dinero. En cambio el hombre tiende al despilfarro. A la hora de invertir, los hombres somos más apasionados y tendemos a actuar por impulsos. En cambio vosotras sois más prudentes. Lo pensáis más y este sentido de previsión os hace actuar con prudencia. La prueba de esto es que hay más indigentes hombres que mujeres en el mundo. Y esto significa que la energía femenina es protectora, contenedora, preservadora. Por eso la Diosa Fortuna puede ayudarte a desarrollar el instinto de conservación y a prosperar.
Cuando analizas el significado de la conservación a nivel humano, aprendes a tomar conciencia de lo que tienes que hacer para no perderlo. El Otoño es ideal para abordar este concepto, pues la energía tiende al interior. Los animales también lo saben, por eso en esta época conservan preparan sus madrigueras, recogen frutos secos para llenar su despensa y se preparan para el Invierno.
Si quieres hacer un trabajo de conservación, siéntate a la mesa y apunta las cosas buenas que tienes y lo que puedes hacer para mantenerlas.
¿Qué quieres conservar en tu vida?
¿Qué es lo que deseas mantener que ahora disfrutas?
¿Te preocupas de mantener tu relación con la familia, pareja y amigos?
¿Mantienes tus contactos vivos y animados?
¿Y qué tal con la salud?
¿Procuras cuidarte para que tu cuerpo se conserve bien?
¿Cómo llevas eso de ahorrar dinero y no malgastar?
¿Sabes controlar tus impulsos y evitar el despilfarro?
Hacerte preguntas con la idea de conservar, focaliza tu atención en lo bueno de tu vida. Te hace pensar y reflexionar. Cuando estés en ello quizás te sorprendas al ver la cantidad de cosas buenas que tienes y de lo importante que es mantenerlas. Aunque para muchas personas la idea de conservar es poco glamurosa, lo cierto es que si no te preocupas de hacer esto, tu vida empeora. Cuando mis amigas hacen este ejercicio de reflexión, se sienten emocionadas al descubrir lo importante que es proteger tus bienes. Si le dedicas atención al ejercicio, quizás cambies ciertas actitudes absurdas y decidas apostar por lo que de verdad te importa. La mayoría de la gente no valora las cosas hasta que las pierde. Y a veces es para siempre.
La Conservación de mis Bienes
(Septiembre 2019)
Deseo conservar mi Salud
Y para ello como sano, hago ejercicio y duermo bien
Deseo conservar a mi Familia.
Y para ello ofrezco mi amor, mantengo el contacto con mis seres queridos
Me preocupo por ellos y busco la armonía del clan.
También me acuerdo de felicitar los aniversarios y mantener la familia unida.
Deseo conservar mi Pareja
Y para ello escucho y atiendo sus necesidades
Escucho lo que ama y le acompaño en cada momento
Procuro hacerle feliz y que se sienta a gusto conmigo.
Deseo conservar mi Trabajo
Y para ello cumplo mis tareas
Me mantengo actualizado y trabajo cada día.
Deseo conservar mi Luz interior
Y para ello practico mis devociones y alineaciones mágicas.
Mantengo mi conexión con el Espíritu
Y cuido mi alma con atención.
Deseo conservar…
Si quieres acompañar tu redacción con algún gesto simbólico que te permita expresarte, pon la lista en tu altar de abundancia. Añade una copa de vino (o zumo para brindar), enciende las velas y recita una plegaria que te ponga en sintonía:
Yo Soy el Cáliz de la Riqueza Abundante
Yo Soy el Cáliz de la Riqueza Abundante
Recibiendo la Luz de los dones eternos
Manteniendo en mi templo todo lo bueno
Yo Soy quien protege los bienes perfectos
Oh Copa Sagrada, Madre de la Vida
Aumenta mis logros y aleja la discordia
Eleva mi ser a la gloria del Sol
Para que la bonanza de mi hacienda se mantenga
Yo Soy el Cáliz de la Riqueza Abundante
Recibiendo la Luz de los dones eternos
Manteniendo en mi templo todo lo bueno
Yo Soy quien protege los bienes perfectos
Oh Madre del Sol envía tu Luz
Extiende tu Amor bienhechor en mi causa
Protege mi hogar con tu bello resplandor
Para que la pobreza jamás nos alcance
Yo Soy el Cáliz de la Riqueza Abundante
Recibiendo la Luz de los dones eternos
Manteniendo en mi templo todo lo bueno
Yo Soy quien protege los bienes perfectos
Bebe parte del vino y deja el resto en el altar como ofrenda. Cuando pasen varios días retira la copa dando las gracias. Si lo deseas puedes repetir esta oración varios días seguidos para que tu mente se active. Cuando tu mente genera energía positiva ésa frecuencia te hace pensar de forma diferente y actuar en consecuencia. Quizás tu lista de conservas te haga gastar menos, observar lo que compras o plantearte un plan de ahorro. La conservación de los bienes es un concepto que abarca cualquier cosa que ames en la vida, y si el ejercicio te hace pensar significa que lo estás haciendo bien.
LA RESPONSABILIDAD DE TU COSECHA
Hazte Responsable de tu Suerte y no dependas de nadie
Cuando aprendes a conservar tus bienes y tomas conciencia de la situación, te das cuenta que la vida está llena de personas que lo perdieron todo por no proteger sus ganancias. Estas historias son perfectas para reflexionar y verlas como modelos de lo que no hay que hacer.
Hace unos años conocí a un muchacho y su novia. Los dos tenían mediana edad y mantenían una relación amorosa. Los dos estaban divorciados, pero la vida hizo que se conocieran y empezaran una relación. La pareja duró varios años aunque los problemas pronto surgieron. La chica tenía un problema con la bebida y él no supo (o no quiso ayudarla). Ella tenía su trabajo estable y un apartamento en el centro. Pero él no trabajaba y vivía a costa de ella. Aunque él podía trabajar se excusaba diciendo que la crisis era la causa y estuvo en el paro más de seis años. Con el tiempo ella enfermó y murió de un infarto. Los padres de ella tomaron medidas y recuperaron su vivienda. No tenían relación con él, pues no era una buena influencia para su hija. Con el tiempo el chico acabó viviendo de la caridad.
Cuando hablé con él, me explicó que la vida le había traído muchos problemas. Su versión era que sus suegros lo habían echado de su casa, aunque en realidad él mismo no supo valorar lo que tenía, ni generar abundancia. Mientras estaba con ella vivía de su salario, y en lugar de buscar empleo se pasaba el tiempo en los bares. Obviamente esto hizo que se quedara sin nada. Al contarme la historia se sentía herido. No comprendía cómo sus suegros se portaron así.
¿Pero acaso la casa es tuya?
¿Acaso te has preocupado de labrar tu propio futuro con un empleo como hizo ella?
¿Por qué no buscaste trabajo en estos años?
¿Por qué no intentaste crecer en vez de ser un mantenido?
Cuando le hice estas preguntas no dio respuesta. Salió por la tangente alegando que él no era responsable de la situación. Aunque intenté darle información para encontrar trabajo, cualquier cosa que le decía, él la rechazada. En realidad lo que él quería era encontrar a otra mujer a la que chulear. Hoy en día vive de la caridad y sigue pensando que le robaron “su casa”.
Muchas personas creen que los demás debemos mantenerlos sin que ellos trabajen. Son como garrapatas sociales que viven a costa de los demás. Y si intentas ayudarlas terminan atacándote a ti por qué no piensas como ellos. Cuando me encuentro casos así (y créeme que son muchos) nunca termino de entender en qué piensan estos hombres. No comprendo su forma de pensar por mucho que lo intente. Creo que en realidad, se acostumbran a lo bueno y no se dedican a ser autosuficientes con su vida. Por eso cuando pierden lo que daban por sentado, se sienten abrumados y no saben cómo reaccionar.
En estos casos la mayoría de las veces la mujer escoge mantener a la pareja con tal de no estar sola. Prefiere trabajar y que él esté en casa en vez de aceptar la realidad y tomar medidas. Es una pena que haya casos así, pero los hay y de ellos podemos aprender bastante. La conservación de los bienes encierra una enseñanza que se extiende a tu vida íntima, familiar y social. Si te haces responsable de tu suerte y cuidas tu trabajo, amistades, familia, etcétera, tendrás posibilidades de tener un buen futuro. Pero si no lo haces acabas sólo y en la ruina.
LA CONCIENCIA DE ABUNDANCIA
El Conde del Castillo
Cuando éramos pequeños mi madre nos contaba la historia del conde del castillo. Por lo visto hace muchos años vivía en el pueblo un conde con gran fortuna. Gracias a la herencia que recibió de su familia, compró el castillo del pueblo y se convirtió en uno de los hombres más ricos de la zona. Con el tiempo este conde se hizo presa de la oscuridad y empezó a gastar dinero sin control. Invertía en juegos, alcohol, mujeres y negocios impulsivos. Como se sentía con poder, pensaba que todo lo podía comprar y esto le llevó a la ruina. Cuando este hombre enfermó, todos sus amigos desaparecieron y acabó totalmente sólo. Murió en la calle pidiendo limosna a causa de su mala vida.
Esta historia la contaba mi abuela a mi madre y ella a nosotros. La historia es real, pero mi madre le añadía énfasis para que tomáramos conciencia de lo importante que es valorar lo que tenemos.
A lo largo de los años, la vida me ha enseñado que esta historia se repite continuamente.
Cuando era adolescente un amigo tuvo la suerte de recibir un premio en la Lotería nacional. Su padre era aficionado a la Lotería y cada año encargaba varios boletos por Navidad. El vivía en Valencia y un año ¡le tocó el premio gordo! Durante ese año su vida familiar fue normal. El padre se dedicaba a la inmobiliaria e invirtió más en su empresa. Al año volvió a jugar y ¡le volvió a tocar la Lotería! La racha de buena suerte parecía imparable y todo mejoró. Sin embargo, la ambición del padre y el egoísmo de los hijos, pronto salió a flote. En lugar de mantener la armonía alcanzada, el padre se divorció de su mujer. La empresa la pasó a su hijo (mi amigo) y las demás hermanas fueron desheredadas. Mi amigo recibió todo el dinero y eso fue lo peor que le pudo ocurrir. Como él estaba obsesionado con ser famoso, se apuntó a una academia de modelos. A los cinco años estaba lleno de problemas, deudas y causas legales pendientes. Por lo visto se encargó de gestionar la empresa del padre, robando a los clientes y metiéndose en asuntos de drogas. Esto hizo que los vecinos le dieran una paliza y el muchacho acabó en el hospital. A los pocos años volvió a las andadas y creó una empresa de publicidad. Como su mente estaba obsesionada con el dinero, volvió a estafar a los clientes y acabó en la cárcel. Ahora está arruinado y vive de mala manera.
El problema en estos casos es la falta de equilibrio. Si algo bueno ocurre en tu vida, necesitas tener un punto de anclaje que te mantenga centrado a la Tierra. Necesitas algo (o a alguien) que te permita mantener la armonía. Si no haces y te crees intocable acabas perdiéndolo todo.
La conciencia de abundancia es saber que la buena suerte depende de ti (y no del dinero que recibas). Si has recibido un premio estupendo, pero no eres consciente de la suerte que tienes, antes o después lo quemas todo. Lo gastas en cosas que no necesitas, haces inversiones erróneas o empiezas proyectos que nunca salen.
Las estadísticas confirman que los millonarios que recibieron un premio o herencia suntuosa, terminan endeudados y llenos de problemas. Esto ocurre porque no se preocupan de proteger su fortuna. En lugar de hacerlo gastan y gastan sin razón. Los impulsos frenéticos, los caprichos temporales, los malos consejeros y divorcios carísimos son la causa.
Con las personas famosas sucede lo mismo. Según un artículo de la revista Sports Illustrated, el 60% de los jugadores de la NBA se arruinan a los cinco años de su retirada. Aunque esto no ha de ser cierto en todos los casos, las estadísticas no mienten y deberían hacerte pensar. Cuando las personas alcanzan fama piensan que la popularidad será para siempre. Pero lo cierto es que si no se preocupan de gestionar sus finanzas, acaban en la ruina.
Muchos famosos supieron aprovechar su tirón para invertir en negocios seguros y aprovecharon la ocasión. Pero otros no tanto. Cuando explico este concepto a mis amigos, les pongo el ejemplo de Madonna y Michael Jackson. Ella ha sabido gestionar su fama de forma equilibrada a lo largo de los años. Él desgraciadamente no supo.
Cuando recuerdo estos casos me doy cuenta que el arte de la conservación llega cuando tienes conciencia de abundancia. La cosecha que obtengas en la vida, el triunfo, la fama, etcétera, no es la meta final de tu destino. Tan sólo es una herramienta que te ha dado la vida para que aprendas y la aproveches. Si eres prudente y actúas con sabiduría, sabrás aprovechar la ocasión y pensar en el futuro. Pero si no lo eres, acabarás como el conde del castillo.
HECHIZO PARA PROTEGER TUS BIENES
Sal en la cabeza y Harina en los pies
Una forma de proteger tus bienes y asegurar la abundancia consiste en practicar el hechizo de la harina y la sal. Este hechizo pertenece a la magia popular y se pone en práctica cuando queremos mantener nuestra suerte. Para hacerlo vas a necesitar un kilo de sal, otro de harina y dos platos hondos.
1. Cuando llegue Septiembre (o el fin de la cosecha), prepara los ingredientes.
2. Pon la sal en un plato y en el otro la harina.
3. Ahora coloca la sal debajo de tu cama a la altura de la cabeza.
4. El plato de harina ponlo en los pies (en el suelo).
5. Cuando los tengas puestos, afirma en voz alta:
Sal en mi cabeza y harina en los pies
(7 veces)
6. Deja los platos tal cual hasta que acabe el año (31 de Diciembre). Ese día retíralos y arrójalo todo a la basura. Los platos puedes conservarlos, pero tanto la sal como la harina debes liberarlas. Lo mejor es tirarlos al contenedor. En esta sal y harina se han concentrado las energías negativas, disgustos, ruinas y problemas que pudieras tener.
La idea de este hechizo es asegurar la prosperidad de tu vida terrenal (harina en los pies) y tu sentido de lucidez (sal en la cabeza). Cuando aprendí este ritual me pareció interesante y desde entonces lo recomiendo. Se supone que si todo va bien tu año será próspero y la suerte no te abandonará.
Nota: si alguna vez vas a limpiar y sin querer mueves la harina arrojándola por el suelo, significa que algo bueno viene a tu vida (suerte, oportunidades, negocios, etcétera.). En cambio si lo que tiras sin querer es la sal, significa que te está protegiendo de envidias, chismes, negatividades, etcétera. En cualquier caso has de limpiar los restos y dejar lo que quede en el plato hasta el 31 de Diciembre.
HECHIZO PARA AHORRAR DINERO
La Olla de la Diosa Fortuna
Si te apetece abordar la abundancia desde un punto de vista terrenal y efectivo, quizás quieras aprovechar el Otoño para empezar un plan de ahorro. Si al hacer tu lista has descubierto que eres abundante pero no terminas de ahorrar, aplica un método que te permita contener tus ganancias. Actualmente existen diversos métodos de ahorro que puedes probar para que tu economía mejore. Hay métodos basados en los gastos hormiga, otros en el calendario y otros que van por semanas.
Los expertos cuentan que ningún método es efectivo si no lo aplicas con una visión de futuro. Es decir, para ahorrar de verdad, necesitas tener una razón de peso que te empuje a hacerlo, de lo contrario abandonas. Cuando descubrí los métodos de ahorro que usaban las personas y empecé a guardar dinero, me di cuenta que yo no usaba ningún método concreto. Simplemente lo hacía. Y al lograrlo comprobé que no hay mejor motivación que ¡las ganas que tengas de hacerlo! Sin embargo, muchas personas necesitan un empuje mágico para lograrlo y aquí es donde entra este hechizo.
Tiempo adecuado: en cualquier momento
Elementos Necesarios:
1 Olla de barro con tapa
1 Fotografía tuya
1 Fotografía de lo que quieres lograr (viajes, cambio de muebles, etc.)
Procedimiento:
1. Toma la Olla de barro y colócala en tu altar de abundancia. Si no lo tienes ponla donde esté a buen recaudo.
2. A continuación pon tu foto al lado de la cazuela o encima. Coloca también la foto de lo que quieres lograr para recordar porqué ahorras.
3. El paso siguiente consiste en crear un ritual que te haga poner dinero en la olla y generar emociones felices. Para lograr esto toma algo de dinero y recita una oración, poema o afirmación que te produzca felicidad. No importa el estilo ni la tradición, lo importante es que te haga sentir feliz. Por ejemplo:
Oh Espíritu del Oro y Diosa de Fortuna
Haced que la Riqueza aumente
Que la Abundancia colme mi destino
Y mis arcas brillen bajo el Sol
(3 veces)
Yo Soy una Conciencia de Riqueza Abundante
(3 veces)
Las Bendiciones del Dinero llueven sobre mí
(3 veces)
4. Recita la oración y deja el dinero en la olla. Pon la tapa y piensa en tu objetivo cumplido. Imagina que ya lo estás viviendo y siéntete feliz de disfrutarlo.
5. Haz esto cada semana hasta completar la cantidad que necesitas. Si tu salario es mínimo y no puedes ahorrar mucho, destina un 10% de tu sueldo para que puedas ahorrar. Está comprobado que si apartas esta cantidad y la metes en la olla, con el tiempo ahorrarás una cantidad interesante.
Lo más agradable de este método es que cuando pasa el tiempo te das cuenta que la olla se llena de dinero. Aunque la tapa esté puesta, cada vez que añades cantidad, ves que tu riqueza crece. Lo ideal es mantener la olla cerrada para evitar la tentación de gastarlo. Si tienes hijos o vives con más gente, conserva esta olla a buen recaudo. No les digas que estás haciendo este truco, así no gafarán tu proyecto. Te diré, que a mí me gusta usar la olla porque me recuerda a la Madre Tierra, pero si lo ves más seguro ¡usa una hucha!
Atención: este sistema de ahorro está destinado a las personas que tienen una economía más o menos constante. Obviamente no se puede aplicar a las personas que no trabajan o que no tienen ganancias suficientes. Si cobras cuatrocientos euros y tienes que mantener a tu mujer y dos hijos, evidentemente no podrás ahorrar mucho. Bastante haces con sacarlos adelante. Pero si tienes un salario aceptable, aplica el sistema.
Algunas brujas imprimen la oración en una tarjeta y la colocan sobre la olla de Fortuna. Esto lo hacen porque al verla recuerdan el impacto emocional del ahorro y les da felicidad. Si lo deseas puedes imprimir la oración en una cartulina, recortarla y colgarla en la tapa. También puedes pintarla con dibujos, símbolos, emblemas o cualquier signo que transmita riqueza.
LA CUENTA INVISIBLE
Un método de ahorro efectivo
Otro método que puedes usar para ahorrar sin darte cuenta, es el sistema de la cuenta invisible. Consiste en abrir una cuenta donde sólo ingreses el dinero que ahorras. Actualmente los bancos y cajas ofrecen servicios online para ahorrar sin comisión. Estas cuentan no tienen gastos de mantenimiento y si te informas verás que puedes usarlas.
Si quieres intentarlo abre una cuenta a tu nombre y usa tu banca online para manejarla. Donde indique “Título” o “Identificación”, escribe el objetivo de tu ahorro. Por ejemplo: si estás ahorrando para cambiar de coche escribe “Coche Nuevo”. Y si estás ahorrando para cambiar la cocina pon “Cocina Nueva”. Así, cuando entres en tu cuenta y veas el título sabrás identificarla enseguida.
En esta cuenta debes ingresar cada mes un 10% de tu salario mensual. Si eres autónomo y no tienes nómina, destina una parte de tus ganancias a la cuenta. Aquí debes ser muy disciplinado contigo mismo y entender que ese dinero ya no es tuyo. Es para tu proyecto, de modo que ¡no lo tocarás!
El sistema de la cuenta invisible es efectivo cuando te lo propones de verdad. Cuando he usado este método, he comprobado que la clave está en no usar esa cuenta. Para los gastos diarios uso otra cuenta. Y ésa la destino únicamente al ahorro. También he comprobado que asociar una tarjeta de crédito con esa cuenta es altamente peligroso. Si el banco te obliga a tener una tarjeta de crédito, rómpela o no la lleves contigo. Guárdala en cualquier otro lugar donde sepas que no la usarás. Así no tendrás tentaciones de usarla.
Está comprobado que las personas que usan tarjetas de débito o crédito, gastan más que las que usan el dinero físico. La razón es que a nuestro cerebro le gusta que usemos tarjetas porque siente placer al hacerlo. Sin embargo, detrás de esta sensación hay una trampa: tu dinero. Cuando usas la tarjeta para todo tiendes a gastar más porque no detectas el impulso placentero de tu cerebro. En cambio si te olvidas de ella y sólo la usas en ocasiones especiales, podrás controlarte.
11 TRUCOS PARA AHORRAR MÁS DINERO
Que funcionan de maravilla
Cuando tomas en serio tus finanzas y decides ahorrar, te das cuenta que existen muchos trucos efectivos que puedes aplicar. De entre todos los trucos que he aplicado en los últimos años, estos once puntos son los que más me han funcionado. Los he incluido aquí para que puedas aplicarlos.
1. Analiza tus gastos mensuales. Esta parte me la enseñó mi banquero y es sumamente importante. Consiste en llevar un control exhaustivo de tu dinero. Para hacerlo apunta tus gastos fijos, lo que pagas de hipoteca, préstamos, alquiler, teléfono, Internet, luz, agua, colegios, comida, etcétera. Saber esto te da conciencia financiera y te permite provocar los cambios necesarios. Cuando vayas a comprar conserva los tickets del súper, gasolineras, restaurantes y comercios. Si al pagar el vendedor te dice: ¿Quiere ticket? Acostúmbrate a decir “Sí” y guárdalos todos. Cuando pase el mes revísalos y haz la suma. Quizás descubras que el parking del trabajo te cuesta 100€ al mes y no lo sabías. Aunque estos gastos sean necesarios debes saberlo para tomar conciencia de la situación. Nadie alcanza fortuna si no tiene verdad en sus finanzas, de modo que haz la observación y analiza tus gastos mensuales.
Nota: si el sistema de los tickets no te gusta, usa el método online. Entra en tu cuenta bancaria y revisa en qué gastaste el dinero. Si nunca lo has hecho y lo pruebas, quizás te sorprendas al ver la cantidad de cosas que compras por impulso. La mayoría de la gente no tiene consciencia de lo que compra a lo largo del mes, y este punto ciego hay que corregirlo. Algunas aplicaciones bancarias te permiten filtrar tus movimientos para ver los ingresos, transferencias, cargos, recibos, cheques, etcétera. Si no sabes usar estas aplicaciones consulta a tu banquero.
2. Mira cada día tus cuentas bancarias. Aunque hoy en día casi todo el mundo usa las aplicaciones online para manejar su dinero, todavía hay personas que no usan estos servicios. En lugar de hacerlo relegan la responsabilidad a sus maridos, esposas o hijos. Hacer esto es un error porque no te permite controlar tu fortuna. Si eres tú el que manejas tu dinero, acostúmbrate a mirar tus cuentas cada día. Hazlo desde tu teléfono para estar al tanto de cada movimiento. Aunque sepas qué cantidad de dinero tienes en el banco, mirar la cuenta te animará a generar prosperidad. Cuando mi economía era baja y tenía pocos recursos, me di cuenta que evitaba entrar en mi banca online. Como sabía que tenía poco dinero, en lugar de consultarla, me olvidaba de ella. Esta reacción escondía el miedo a aceptar la realidad, de modo que no entraba en la aplicación. Por supuesto que esto provocaba un bajón en mi conciencia de abundancia, pues al no verla, retrasaba mis avances. Cuando las cosas mejoraron empecé a mirar las cuentas cada día para estar informado. En lugar de esperar a que ocurriera algo bueno, me hacía responsable de mi cosecha. Y al hacerlo empecé a prosperar. Si eres pobre y no quieres ver tus cuentas porque te pones nervioso, cambia de actitud. Revisar tus cuentas de forma diaria y comprende que ellas reflejan tu conciencia de abundancia.
3. Evita pedir préstamos personales. Si tienes la costumbre de pedir préstamos para irte de vacaciones, cambiar la cocina o comprarte un coche, piénsalo bien antes de hacerlo. Los préstamos personales tienen un interés más elevado porque se supone que son para caprichos o necesidades superfluas. ¡Y ahí está el engaño! Los bancos saben muy bien que ofrecer préstamos bajos a un interés alto, es un buen negocio. Por eso los ofrecen sin parar. Cuando veo a los banqueros ofrecer dinero, me doy cuenta que no dicen toda la verdad. Por un lado te ofrecen dinero fácil pero se olvidan de recordarte que ¡tienes que devolverlo! No te dan ideas para generar dinero, sólo quieren que cumplas con los pagos. Cuando descubres esto te das cuenta que los bancos son expertos en ruinas, deudas, fracasos empresariales y quiebras. Por eso saben cómo engatusar a la gente con préstamos fáciles. Ya sé que la hipoteca es algo parecido a un préstamo y en algunos casos son inevitables, pero los préstamos personales son engañosos y lo mejor es evitarlos.
4. No gastes tu dinero en cosas innecesarias. Si este punto lo aplicas te darás cuenta que funciona de maravilla. A veces compramos cosas porque pensamos que son baratas y ahí está el error. Si ves un producto a 1 € y piensas que está muy bien lo comprarás porque es barato. Pero si no lo necesitas ¡es caro! Lo es porque no lo necesitas. Si tienes la costumbre de visitar bazares multiprecios, mercadillos o centros comerciales, aprende a controlar tus compras. Si revisaste tus cuentas y descubriste en qué gastas tu dinero, tal vez tu mente cambie y comprendas que no puedes seguir ese ritmo de derroche. Invertir en cosas servibles es aceptable, pero no te engañes y pienses que lo necesitas si no es verdad. Si eres empresario y tienes un negocio, aplica el mismo sistema. Invierte en lo que de verdad necesitas, pero aprende a recuperar tu inversión. Si no lo haces así, tal vez te veas sin liquidez y sufras apuros.
5. Cuando vayas a comprar algo pregúntate:
¿Realmente lo necesito?
¿Qué pasaría si no lo compro?
¿Puedo pasar sin ello?
¿Puedo ser feliz si no tengo esa blusa, perfume o producto?
¿Incrementará mi prosperidad o me generará más deudas?
Cuando tomas en serio tus finanzas empiezas a hacerte preguntas y descubres lo tramposo que es nuestro cerebro. Estamos tan acostumbrados a consumir sin pensar, que si cortamos esa pulsión nos sentimos fracasados. A veces pensamos que si no compramos seremos menos que los demás o nos quedaremos desfasados. Pero si aguantas la tentación, descubrirás que tu validez como persona no depende de ningún objeto. Si no compras esa blusa tan cara, puedes usar otra. Y si no puedes comprar ese perfume, usas otro y en paz. Por supuesto que puedes darte un capricho de vez en cuando, pero si tu meta es ahorrar, puedes pasar de estos productos y no morir en el intento. Cuando mi economía era baja y no podía comprarme perfumes, los creaba yo mismo con esencias. ¿Y sabes qué? La gente se percataba igual porque olían muy bien. Cuando pude vivir en abundancia y costearme perfumes caros, me di cuenta que también eran geniales. Pero vivir sin ellos me hizo entender que la elegancia no está en el perfume, sino en tu educación.
6. Olvídate de los restaurantes por un año entero. Si sales una vez a la semana a cenar y dejas de hacerlo, te darás cuenta que ahorras bastante. El gasto medio de una pareja cuando sale a cenar es de unos 45€ a la semana. Esto al año suma unos 2.340€, lo cual es una cantidad interesante. Los latinos tenemos la costumbre de comer o cenar fuera los fines de semana. Sin embargo, puedes recortar tus citas y planificarlas una vez al mes. Aunque necesites salir en ocasiones especiales como fiestas, cumpleaños, eventos, etcétera, si recortas esto verás que ahorras bastante. Por supuesto que la idea de cenar se extiende a cualquier clase de servicio de comida externa. Es decir, renuncias a desayunar, almorzar, comer, merendar o cenar fuera de casa. Si tienes amigas para tomar café y para ti es importante quedar con ellas, tal vez no quieras suprimir este hábito, pero si suprimes las comidas verás que funciona. Este punto también se incluye a la comida para llevar (pizzas, chinos, burguer, etcétera) pues detrás de estos servicios se va tu dinero.
7. Deja de comprar ropa. Quizás no lo hayas pensado pero la media de gastos en ropa por persona es de unos 800 €. Esta cifra es aproximada, pero aun así es bastante dinero. Si quieres ahorrar de verdad, usa la ropa que tienes. Revisa tu armario y descubre si hay cosas que dejaste de llevar porque sí. Estoy seguro que en tu armario tienes muchísima ropa que no usas, y eso es dinero almacenado. Si dejas de comprar ropa durante un año entero y eres constante, verás que tu economía mejora. Ya sé que cuando llegan las fiestas populares, los cumpleaños, las bodas, las comuniones o cualquier evento social, nos gusta estrenar algo. Y puedes comprar ropa para esas ocasiones. Pero si cierras el grifo y te controlas, verás que tu economía aumenta.
8. Aprende a regatear y aprovecha las ocasiones. Cuando estuve en Egipto aprendí muy bien el arte del regateo. Aunque en España no hay costumbre de regatear en las tiendas, en otros países sí que es común. Si necesitas comprar una cama nueva porque la vieja está rota, puedes acudir a una tienda local y preguntar el precio. Si el vendedor es el dueño y le haces una contraoferta, tal vez acepte y salgas ganando. Cuando mi vecina quiso cambiar una cómoda para el comedor, fue a la tienda para verlas y se dio cuenta que tenía una cómoda preciosa. La cómoda valía 1.000€ y era exquisita. Ella le preguntó al dueño si había rebaja. El dueño le dijo que no porque era una pieza única. Al mes volvió a la tienda con 700 € y le dijo: ¡Si quieres setecientos euros por ella, aquí los tengo! Le enseñó el dinero que llevaba en el bolso y el dueño aceptó la oferta. Esta experiencia me enseñó que a veces el regateo puede funcionar y si llevas el dinero en mano, tal vez el vendedor lo acepte. Por supuesto que esto no ha de ser una excusa para gastar más, sino para que aproveches las ocasiones que de verdad te interesan.
9. Deja de jugar en los juegos de azar. ¿Cuánto dinero gastas al mes o al año en juegos de azar? ¿No lo sabes? Si juegas y no lo sabes, ya vas mal. Aunque los juegos de azar forman parte de nuestra cultura, está demostrado que a la larga generan más pérdidas que ganancias. Si estás acostumbrado a jugar 10€ a la semana, al año son 520€. Y estoy seguro que los premios que obtuviste fueron mínimos en proporción al gasto. Aunque es cierto que puede tocarte la Lotería, a la larga siempre pierdes. De modo que aprende a corregir este impulso. Si quieres jugar a la Lotería porque es algo cultural plantéate hacerlo una vez al año o en una ocasión especial. Pero evita hacerlo cada semana como norma. Si la Diosa Fortuna tiene reservado un premio para ti, buscará la forma de que te llegue. Pero apostar cada semana sólo te lleva al derroche.
10. Procúrate varias fuentes de ingresos. Este consejo es fantástico y deberías aplicarlo. Aunque hayas recortado todos los gastos superfluos, si no tienes una fuente de ingresos aceptable necesitas hacer algo más para ganar dinero. Si eres asalariado puedes plantearte hacer más horas en la empresa o vender lo que no necesites. Si eres autónomo puedes crear otro negocio para complementarlo con tu trabajo estable. La idea de crear otra fuente de ingresos es absolutamente esencial para ganar más dinero. Los grandes empresarios no apuestan todo a una carta, sino que diversifican sus entradas de dinero. Y eso también puedes hacerlo tú. Cuando mi sobrino me preguntó qué podía hacer para ganar más dinero, le pregunté cuantas horas libres tenía al día. Me dijo que terminaba de trabajar a las tres de la tarde. Esto significa que tenía toda la tarde libre, por lo tanto podía descansar dos horas, comer y luego dedicar dos horas a un trabajo extra. Cuando se lo planteé, ni si quiera lo pensó. No había caído en la cuenta que podía hacer algo más y empezó a investigar. Al hacerlo descubrió que podía vender maquinaria y empezó un nuevo proyecto. Aunque tu principal fuente de ingresos sea tu trabajo, siempre puedes hacer otras cosas para aumentar tu fortuna. Si no sabes qué negocio empezar, piensa que hoy en día tenemos Internet. Si aprendes a manejarte en las redes sociales, puedes ofrecer productos o servicios. Los negocios online son infinitos y la clave está hacer lo que te gusta. Si te gusta la repostería y conoces el sector, puedes vender productos de cocina. Si te gustan los videojuegos y conoces el sector, puedes crear una tienda de videojuegos. Y si te gusta lo erótico y conoces el sector, puedes crear una sex-shop online. La cuestión es pensar qué se te da bien y convertirlo en tu fuente extra de ingresos.
11. Aprende a usar el dinero extra a tu favor. Si has ganado dinero extra aprende a guardarlo o a usarlo a tu favor. Si tienes deudas destina una parte de ese dinero para liberarte de ellas. Cuando recibimos dinero extra nuestro primer impulso es gastarlo en caprichos o cosas innecesarias. Esto ocurre porque vino sin esfuerzo. Y esa es la trampa. En cambio si ves ese dinero como un regalo de la Diosa Fortuna aprenderás a respetarlo más. Cuando mi madre recibía dinero inesperado, lo guardaba hasta el punto en que se olvidaba de él. Cuando hacía limpieza y lo encontraba se sorprendía así misma al ver que lo tenía. Esa costumbre se me quedó grabada cuando era adolescente y desde entonces yo hago lo mismo. Si no quieres guardar dinero en casa, usa tu cuenta invisible. Si lo haces lo agradecerás en el futuro.
Como puedes imaginar estos puntos sólo funcionan cuando tienes una meta a futuro. Si necesitas ahorrar para dar la entrada de un piso o hacer un viaje, el ahorro será más fácil porque sabes que el sacrificio merece la pena. En cambio si no tienes ninguna meta, tal vez te cueste contenerte. Si estos métodos los aplicas durante un año entero, te sorprenderás y comprobarás que funcionan.
OBSERVA TU CICLO PRÓSPERO
Y aprende aprovechar su ritmo
De la misma forma que la Naturaleza tiene sus ciclos, nuestra prosperidad tiene un ciclo que varía a lo largo del año. Esto lo saben muy bien los economistas que estudian las tendencias del mercado. Los economistas que se encargan de observar el ciclo anual, dividen el periodo de prosperidad en diversas etapas: crecimiento, expansión, punto muerto, recesión, etcétera, sin embargo he comprobado que tu ciclo puede incluir otras etapas que son esenciales en tu vida. Por ejemplo: cuando aprendí a dividir mi año próspero por secciones, me di cuenta que mi ciclo se componía de siete secuencias:
ü Creación de Servicio o Producto
ü Publicidad o Lanzamiento
ü Crecimiento
ü Expansión
ü Punto muerto
ü Recesión
ü Renacimiento
La creación es el tiempo que tardas en fabricar un producto o servicio. Si el producto o servicio no es tuyo, es el tiempo que tardas en encontrar lo que quieres ofrecer a los demás. La publicidad (o lanzamiento) es el momento en que publicas tu producto/servicio y lo das a conocer. El crecimiento es cuando las personas lo piden o piensan en pedirlo. La expansión es cuando la demanda crece y el dinero llega. El punto muerto es cuando tu proyecto no crece, pero tampoco mengua. La recesión es cuando deja de interesar. Y el renacimiento cuando lo reinventas.
Estos siete pasos son esenciales para entender cómo funciona tu trabajo, profesión, negocio o empresa. Evidentemente que cada punto va por orden. pues si te saltas alguno quizás no entiendas porqué fracasas.
Cuando observas tu ciclo próspero te das cuenta que la abundancia parece seguir un ritmo concreto. Por ejemplo: los restaurantes aumentan sus ganancias los fines de semana y en las fiestas populares. Pero no todos seguirán esa pauta. Quizás los restaurantes de playa funcionen sólo en Verano y el resto del año no. Y eso es necesario saberlo. Las librerías están muy activas a finales de Agosto y Septiembre (o en época de exámenes), pero el resto del año se calman. Las floristerías se activan en “San Valentín”, “El Día de la Madre” o “El Día de Difuntos”. Y las agencias de viajes tienen mayor riqueza durante las vacaciones. Cada sector tiene un ciclo que determina las subidas y bajadas de dinero y conocerlo puede ayudarte bastante.
En el año 2018 me di cuenta que mi ciclo próspero sufría recesión en el mes de Agosto. Como la gente pasa más tiempo fuera de casa, mira menos Internet y tiende a comprar menos. Al darme cuenta de esto decidí tomar medidas para que mi tienda se animara. Para hacerlo quité los gastos de envío nacionales y el resultado fue un aumento de ventas. Aunque al principio parecía que esto ocasionaría más gastos, en realidad fue al revés. Cuando los compradores online vemos que un producto no tiene gastos de envío, tendemos a comprarlo. Al hacer esto observé que las ventas se duplicaron y esto me enseñó que en época recesiva podemos hacer cosas para corregir la tendencia. La cuestión de todo esto es observar tu ciclo próspero y encontrar ideas que te permitan potenciarlo.
Cuando nuestro ciclo próspero está en receso, necesitamos aprovechar el tirón para compensar las vacas flacas. Si sufres un periodo muerto en tu economía, no te agobies y céntrate en lo que puedes hacer. Practica devociones y rezos para que tu mente se empodere. Busca métodos que te permitan reinventarte y no dejes que la corriente te ahogue. Aunque parezca que ya lo has hecho todo, siempre hay cosas nuevas que puedes probar. Continúa buscando y pronto descubrirás ideas que te permitan mejorar tu economía.
Sabio y Bendito seas
El Brujo Shiva