LAS FASES LUNARES
Si has observado las salutaciones diarias te habrás dado cuenta que no he incluido el saludo de la madrugada en la secuencia. Esto es así porque la noche está regida por la Luna y ella es la protagonista del momento. La presencia de la Luna y sus fases cambiantes cobra especial importancia en el arte mágico. Ella ha estado presente en la brujería tradicional desde los tiempos antiguos. Ha sido aliada de brujas y magos, pero también ha inspirado a cazadores y poetas de todas las épocas.
Para los que entendemos la Naturaleza como un organismo vivo e interconectado, no nos resulta difícil aceptar la influencia cósmica de la Luna. Debido a que el satélite se encuentra relativamente cerca de la Tierra, su presencia es la que más nos influye. Su tirón gravitatorio y sus ciclos cambiantes la convierten en nuestra mejor aliada.
Muchos estudios científicos afirman que si no tuviéramos un satélite como la Luna, la vida en la Tierra sería diferente. El giro planetario sería más corto y los días y noches durarían menos tiempo. El clima también se volvería inhóspito y el flujo de las mareas se detendría. Aunque todavía se están realizando muchos estudios acerca de la influencia lunar, lo cierto es que su presencia es de suma importancia para las brujas. Sus fases Creciente, Llena, Menguante y Nueva, mueven la energía a favor o (en contra) de tu magia. Si estás haciendo un hechizo y quieres contar con la energía lunar, necesitas saber en qué punto se encuentra para ajustar tu petición. De la misma forma que usamos los días de la semana y los planetas/dioses/espíritus en nuestra magia, podemos incorporar la energía lunar para que nuestro hechizo sea más efectivo. De todas las energías cósmicas que nos influyen, la de la Luna es la más importante (aparte del Sol, obviamente).
En el apartado anterior te he dicho que los días de la semana no son reales desde el punto de vista científico. En cambio las fases lunares y sus ciclos sí que lo son. ¿Por qué? Porque la Luna está ahí, creas o no en ella, y sus cambios se pueden medir astronómicamente. A través de las mediciones astronómicas se puede saber cuándo cambia de fase, cuando está Llena o Nueva (sin importar cuando fue la primera Luna Nueva o Llena desde su origen).
En la mayoría de las religiones paganas la Luna se considera femenina por excelencia, aunque algunas religiones (como la sumeria) la consideraban masculina. Hoy en día se acepta que la Luna es femenina debido a la influencia que ejerce sobre la Tierra, la agricultura, el celo de los animales, la menstruación de las mujeres y las mareas. Todas estas cualidades son femeninas, de modo que la Luna es femenina.
Algunas personas ven la Luna como “La Abuela Cósmica”, porque el título de “La Madre” le pertenece a la Tierra. Como se sabe que la Luna es un trozo del planeta que se desprendió por un asteroide, se piensa que la Luna es la protectora del planeta y por eso se le llama la abuela. Actualmente todas las brujas conocen la importancia de la Luna, y de manera instintiva trabajan con ella. Pero si acabas de empezar, vamos a explicar sus fases para que tú también conozcas y aproveches su poder.
La Luna tarda 28 días aproximadamente en completar su ciclo. A este ciclo se le llama “Mes Lunar” o “Ciclo Lunar”. Este ciclo es lo que tarda la Luna en dar una vuelta completa alrededor del planeta. El movimiento de la Luna alrededor del planeta se mantiene más o menos estable a lo largo del año, aunque no es un movimiento geocéntrico, sino que varía de acuerdo a las fuerzas gravitacionales del planeta. Esto provoca que algunas veces la Luna se vea más grande y brillante y otras veces más pequeña y lejana. Cuando la Luna está más lejos de la Tierra se encuentra en apogeo. Y cuando está más cerca se le llama perigeo. Al igual que la Tierra, la Luna gira sobre sí misma, pero lo hace de tal forma que nosotros siempre vemos su misma cara. Su giro es sincrónico al del planeta, por eso no podemos ver su lado oculto.
En este ciclo de 28 días, la Luna nos muestra distintas fases. Estas fases las vemos porque la luz del Sol la ilumina. La Luna no emite luz propia, sino que refleja la luz del Sol como si fuera un espejo. Cuando la Luna se encuentra justo entre el Sol y el planeta, no podemos verla porque la luz del Sol nos lo impide. Es entonces cuando decimos que hay Luna Nueva. Conforme pasan los días la Luna va adelantando al Sol en su giro y empieza a reflejar más luz. Cuando la Luna se pone enfrente del Sol (con el planeta en medio) este la ilumina totalmente y decimos que hay Luna Llena. A partir de este día la Luna se va quedando atrás y cada día que pasa va perdiendo luz y decimos que está en Cuarzo Menguante. Cuando vuelve a frente al Sol, vuelve a ser Luna Nueva.
En estos 28 días, la Luna va girando poco a poco y nosotros vamos viendo sus cambios. Estos cambios se han dividido a lo largo de los años en cuatro fases principales:
Luna Nueva
Cuarto Creciente
Luna Llena
Cuarto Menguante
Conforme pasan los días la Luna pasa de una fase a otra. Obviamente lo hace poco a poco, pero en siete días ya se nota el cambio. Astronómicamente tanto la Luna Llena como la Luna Nueva duran un día exactamente, aunque su influencia se nota tres días antes y tres días después. Como te puedes imaginar cada una de sus fases tiene su propia magia, de modo que vamos a conocerlas para aprovecharlas al máximo.
LUNA NUEVA. Ocurre cuando la Luna se encuentra entre 0 y 45º justo delante del Sol. No se ve en el cielo y por esto a esta fase también se le llama “Luna Oscura”. Marca el comienzo del ciclo lunar. Es el nacimiento de la Luna y ocurre una vez cada 28 días. Sale al amanecer y se pone al atardecer. Aunque parezca extraño, el Mediodía es cuando la Luna Nueva está sobre nosotros ejerciendo su mayor influencia. Esto no significa que no puedas trabajar por la noche, pero está bien saberlo para que aproveches su poder. Dos días después de este punto, la Luna empieza a verse en el cielo como un arco débil por el Este. Es una especie de Luna Creciente mínima, pero conforme pasan los días refleja más luz. La Luna Nueva está asociada a todo lo misterioso, oculto y velado por razones obvias. Es un tiempo perfecto para meditar, conectar con tu interior, conocerte más a ti mismo, sentir tu alma y descubrir la verdad. También ayuda a despertar tus dones dormidos. Los rituales destinados a conectar con el “Yo Sabio” alcanzan su máximo poder durante este día. Esto es así porque la Luna Nueva provoca que nuestra mente está más receptiva. Algunas autoras cuentan que durante la Luna Nueva nuestro planeta se alinea con el centro de la galaxia, y esto favorece la conexión espiritual. Personalmente he comprobado que es cierto y estará bien que practiques meditación este día. Si practicas meditación o quieres hacer ejercicios psíquicos para desarrollar tu poder, la Luna Nueva es tu mejor aliada. Aunque parezca que no hay Luna, en realidad ella está ahí, sólo que no la ves físicamente. A nivel mítico la Luna Nueva está asociada con todas las Diosas Oscuras (como Hécate, Perséfone, Kali, Innana, etc) y es cuando más nos ayudan. Es un buen momento para honrar a los ancestros, agradecer los favores obtenidos a lo largo del mes y hacer balance mensual. Al igual que ocurre con la Luna Llena, el efecto de la Luna Nueva dura tres días (el anterior, el propio día y el posterior). De modo que puedes aprovechar estos días para conectar y meditar. Si estás pensando en sembrar, iniciar proyectos o inaugurar un negocio nuevo, este día será perfecto para hacerlo. A nivel corporal la Luna Nueva es perfecta para cortarse el pelo y las uñas, beber infusiones depurativas o ayunar. A nivel energético la Luna Nueva ayuda a desterrar lo que estamos eliminando o a terminar proyectos. Por ejemplo: si estás haciendo un ritual de Limpieza en Luna Menguante, puedes programar el ritual para que termine un día antes de la Luna Nueva y así aprovechar su poder. En este caso la Luna Nueva será “el camión de la basura” que viene a llevarse lo que no te interesa. Muchos magos y brujas (yo incluido) hacemos esto para aprovechar el tirón de la Luna Nueva y limpiar negatividad. Es decir, la Luna Nueva nos ayuda a evacuar las energías que no deseamos. A nivel simbólico la Luna Nueva es como un agujero negro que se lleva lo que no te interesa. Y si esto lo sabes aprovechar, podrás hacer limpiezas, destierros y trabajos de sanación de lo más interesantes.
CUARTO CRECIENTE. Ocurre cuando la Luna se encuentra entre 45 y 90º por delante del Sol. Sale por el Oeste a media mañana y se pone después del atardecer por el Este. Se considera la fase del crecimiento porque cada día que pasa la Luna tiene más luz. La mayor fuerza del Cuarzo Creciente es el punto medio entre la media mañana y el atardecer. La fase creciente dura siete días hasta que llega a Llena. Esta fase favorece cualquier ritual, proyecto o tarea que necesite incremento. Tanto si estás haciendo un hechizo para atraer clientes, como para atraer el amor, el Cuarto Creciente te ayuda. Su energía favorece todo lo que ha de crecer, subir, aumentar, mejorar o elevarse. Los rituales destinados a lograr salud, amor, suerte, abundancia o méritos, se practican en esta fase. Al igual que la Luna crece día a día, es el tiempo de realizar tareas mundanas y mágicas que mejoren nuestra vida. Ahora es tiempo de acción, movimiento y avance. Como la Luna Creciente dura una semana, puedes aprovechar el tiempo para hacer septenarios o cualquier ritual que necesites. Las relaciones personales, los contactos, los mensajes, los anuncios publicitarios y las comunicaciones, son más activas en esta fase. Si estás haciendo un ritual no te olvides de fortalecer tu petición con actos mundanos, lógicos y psicológicos -que aceleren el resultado-. Expande tus contactos, busca información y permite que la Luna te traiga la ayuda que buscas. La Luna Creciente tiene muy buena onda con las personas que enfocan su energía en lograr lo que desean. Ella es el “turbo de tu cohete”, de modo que necesitas aprender a usarla correctamente. Si durante esta fase notas que surgen problemas en tu proyecto, piensa que tal vez no estés alineado a tu verdadera voluntad. Mira los obstáculos como aprendizajes que necesitas tener en cuenta y sigue adelante. A nivel psicológico la Luna Creciente es fantástica para hacer afirmaciones positivas, aumentar la autoestima y fortalecer tu seguridad interior. Ella es la gran aliada de los entrenadores personales, coach y enseñanzas autoayuda. A nivel mítico la Luna Creciente está asociada a las Diosas Doncellas (o Vírgenes) como Artemisa, Diana la Cazadora, Brigith, Perséfone, Atenea y Eostre. Ella es la energía libre, joven e independiente de la Naturaleza. El crecimiento de los hijos, los animales domésticos y el crecimiento de las huertas, se benefician de su energía. Cualquier acción, ritual o técnica que busque fortalecer puede realizarse en esta fase.
LUNA LLENA. Ocurre cuando la Luna se encuentra entre los 180 y 225º por delante del Sol. Sale por el Este al atardecer y se pone al amanecer por el Oeste. Ahora la Luna va en la mitad de su viaje y está totalmente llena de luz. Astronómicamente esta fase dura una noche y marca su plenitud de su ciclo. Toda la noche se nota su energía, de modo que cualquier hora desde que oscurezca hasta que amanezca, será favorable para la magia. La Luna Llena dura una noche, pero se considera que la noche anterior y posterior, también gozan de su poder (porque se ve casi llena en el cielo). Si madrugas en Verano, tal vez veas la Luna Llena en la parte occidental de la ciudad. Verla llena por la mañana es impactante. Esta fase es la mejor para hacer rituales, hechizos y ceremonias. Sirve para todo, pues es la Diosa Blanca por excelencia. Los rituales de protección, adivinación, plenitud, celebración, fertilidad, hijos, hogar, viajes, misterios femeninos, etc, están bendecidos con su energía. Los trabajos de amor, atracción, salud, belleza y desarrollo espiritual, también se llevan a cabo en esta fase. Los practicantes de las antiguas costumbres solemos celebrar rituales de petición, ceremonias de poder y otras prácticas que desarrollan nuestra fe. En algunos grupos mágicos se celebran bailes, danzas, representaciones artísticas y otros actos rituales, cuyo objetivo es conectar y celebrar la presencia de la Diosa. También es habitual preparar tés psíquicos o pociones para desarrollar la videncia y tener sueños premonitorios. Sin duda esta fase ha sido la más usada en el mundo antiguo, y hoy en día los magos y las brujas seguimos aprovechando su poder. Durante esta noche los sentidos están muy despiertos y activos, dirigidos hacia el exterior, y esto ayuda en las relaciones personales. La Luna Llena se asocia al amor y al romance, así como a las aventuras pasajeras. A nivel energético es una aliada perfecta para fortalecer y recargar nuestras herramientas. Muchas brujas sacan sus oráculos adivinatorios y los dejan en el exterior para que reciban la bendición de la Luna. Para esto los ponen en el balcón o terraza, pues saben que los rayos plateados de la Diosa capacitan los oráculos. Esto también se puede hacer con los amuletos, joyas o minerales para que se recarguen. Si estás usando mucho un oráculo o una joya personal y te apetece recargarla, sácala al exterior (donde sea seguro) y déjala los tres días de Luna Llena. Recibirá la energía del Sol y de la Luna y eso hará que se equilibre. Luego recógela y llévala contigo. Si es un oráculo tal vez notes que funciona mejor, y si te ocurre esto significa que ciertamente se limpió y recargó. A nivel mítico la Luna Llena está asociada a todas las Diosas Madre, como Isis, Deméter, Cibeles, Ariadna, Mari y Anna. Ella es “La Diosa Blanca” (o Reina del Cielo) que adoró el hombre antiguo y al que nosotros seguimos invocando. Cuando los brujos pedimos favores a la Luna Llena, lo hacemos sabiendo que ella es una diosa que nos cuida y escucha. Una tradición antigua afirma que puedes mostrarle tres monedas a la Luna Llena, y luego usarlas como amuleto de buena suerte. Se supone que si lo haces conectado, tu abundancia crecerá.
CUARTO MENGUANTE. Ocurre cuando la Luna se encuentra entre los 270 y 315º por delante del Sol. Sale por el Este a medianoche y se pone por el Oeste, a mediodía. Se considera la fase de la disminución porque cada día que pasa, tiene menos luz. La mayor fuerza del Cuarto Menguante ocurre entre la medianoche y el mediodía. La fase dura siete días (igual que el Cuarto Creciente) y es perfecta para trabajos de deducción. Todos los rituales, hechizos, oraciones y técnicas que busquen liberarse de algo, frenar la negatividad, limpiar, purificar, desterrar el mal o deshacernos de lo que no queremos, se potencian en esta fase. Los hechizos de apaciguamiento, calma, relax, reconciliaciones y sanación emocional, también resuenan con ella. Ahora que la Luna mengua es tiempo de limpieza, de quitar lo que nos molesta o incordia. Es momento de revisar la casa y desechar lo que ya no sirve. Si tienes jardín es el momento de ararlo, abonarlo y ponerlo en condiciones. Si tienes plantas en casa es el momento de quitar las hojas muertas. Si te gusta hacer limpiezas energéticas puedes aprovechar esta fase para hacerlo. Puedes fregar el suelo con agua, sal y vinagre. También puedes hacer limpieza en tu armario y tirar o regalar lo que ya no usas. ¿Para qué conservas tantas cosas que no sirven? Pon música alegre y empieza con tu limpieza. Cuando termines date un baño relajante y bebe un té con plantas depurativas. Aprovecha esta semana para depurar tu vida a todos los niveles. Elimina todas esas fotos que odias y pon orden en tus redes sociales. Conforme pasan los días la Luna se va quedando sin Luz y esta fase es como la ancianidad de la Luna. Esto en realidad es muy bueno porque nos ayuda a tomar consciencia de lo que realmente deseamos. A nivel mítico la Luna Menguante se asocia con las Diosas Ancianas (o Veteranas) y son perfectas para recoger sabiduría. La Morrigan, Medusa, Lilith, Isis la Negra, Hécate y otras diosas oscuras, entran dentro de esta fase. Te diré, que a mí personalmente la Luna Menguante me invita a reflexionar y a enfrentarme con mi verdadera voluntad. Es como ése momento en que la fiesta terminó y reflexionas sobre cómo ha transcurrido la velada. Si todo ha ido bien, en este momento te sentirás tranquilo, orgulloso y feliz. Pero si algo está errado, puedes rectificarlo para mejorarlo. Si no sabes qué hacer en esta fase, haz llamadas telefónicas y programa visitas. Ve a ver a ésa amiga que olvidaste o a los abuelos que ansían tu presencia. Relaciónate con los demás y disfruta de su compañía.
Como puedes comprobar, el ciclo lunar es un viaje vital de nacimiento, crecimiento, madurez, vejez, muerte y renacimiento. La Luna (al igual que la Naturaleza) sigue un patrón que se repite continuamente. Este patrón nos enseña que todo es cíclico en la vida y si aprendemos a alinearnos a su ciclo, nuestra magia (y nuestra vida) se armonizarán con el cosmos. Ninguna fase lunar es buena o mala en sí misma, simplemente ofrece su propia influencia.
Ahora que tienes esta información puedes incorpórala en tus hechizos (si es que todavía no lo has hecho) y observar los resultados.
¿Qué fase es la que más te gusta?
¿Con cuál te sientes más identificado?
¿Cuál es la que vibra contigo?
¿Por qué?
Te diré que a mí personalmente la fase que más me atrae es el Cuarto Menguante y la Luna Nueva. Puede que te parezca extraño pero cuando descubrí el poder que tienen estas fases, entendí mucho mejor mis visiones. Cuando empecé a observar mi nivel de videncia en las fases del mes, me di cuenta que en Luna Menguante y Nueva acertaba más, percibía mejor las energías y no sabía por qué. Al observar esto decidí investigar el mes lunar para descubrir la razón, y comprobé que en estos días mi intuición estaba más afinada.
No todos tenemos que sentir sincronía con la Luna Llena porque sea la más poderosa. Algunos magos sentimos mayor conexión con otras fases y descubrirlo es importante para afinar tu talento. Si quieres descubrir cuál es tu fase regente empieza por buscar cómo estaba la Luna cuando naciste. Mira en Internet o busca en calendarios lunares. Actualmente existen muchas aplicaciones para teléfonos móviles que puedes descargarte de manera gratuita. Estas aplicaciones te permiten ir atrás en el tiempo o poner la fecha de tu nacimiento para ver cómo estaba la Luna en ése momento.
¿Cómo estaba la Luna en tu nacimiento?
¿Era Llena o Menguante?
¿Era Creciente?
Sea cual sea la fase apúntala en tu agenda y observa cómo trabajas la magia y la adivinación en esta fase. Quizás descubras que estás más atinado en tus predicciones o sientas que tu mente se conecta mejor. Cuando llegue tu fase, invoca a la Luna, sal al exterior y pídele su ayuda. Imagina que te envía su energía y siente que te ayuda. Reza también a los espíritus de la Luna y observa cómo te sientes. Yo hice todo esto para experimentar y me llevé una grata sorpresa al comprobar lo bien que funcionaba. Si eres profesional del Tarot o curandera, también puedes invocar su ayuda cuando estés trabajando. Puedes saludar a la Luna desde tu interior y conjurar su poder antes de empezar tus sesiones.
Las cuatro fases de la Luna nos ayudan muchísimo cuando tomamos consciencia de su poder. La clave está usar la fase de manera constructiva. Un resumen directo que nos ayuda a saber qué fase conviene podría ser:
Luna Nueva: proyectos, agradecimiento, honra ancestral, meditación, adivinación.
Luna Creciente: abrir caminos, rituales de suerte, salud y amor.
Luna Llena: conexión, poder, celebración, psiquismo y servicio a los demás.
Luna Menguante: limpiezas energéticas, liberaciones, destierros, anti enemigos.
Aunque soy consciente que otros brujos dividen las fases lunares en ocho sectores, empezar el trabajo lunar con las cuatro fases principales es suficiente. Si ya tienes experiencia y quieres trabajar con las ocho fases lunares te recomiendo el libro de Zsuzsanna E. Budapest “La Gran Madre Luna” y el de Edain McCoy “Magia y Rituales con la Luna”. En estos libros encontrarás muchísimos datos interesantes que puedes aplicar para incrementar tu formación.
EL SALUDO DE LA LUNA
Una forma de conectarte a la Luna y sentir su poder consiste en saludarla como si fuera una diosa. Cuando me formé en la Wicca y estudié el poder de la Luna, me di cuenta que se podían diseñar oraciones diversas para conjurar su energía y usarla en los rituales. Al comprobar su efectividad decidí diseñar una oración que me permitiera conectarme a ella. Al practicarlo me di cuenta que mi mente se alineaba a su poder y mi “Yo Sabio” se activaba de forma inmediata. Esto me hizo entender que si invocaba a la Luna, mi energía aumentaba.
El Saludo de la Luna
Os Saludo oh Amada Luna
Viajera de los Cielos y Lámpara de la Noche
Dama de Luz blanca y luminosa
Señora de tres caras y de tres vestidos distintos
Doncella, Madre y Vieja Bruja
Tú que eres la guardiana de la noche
Yo vengo en busca de tu amistad
Influye positivamente en mi vida y en mis sueños
Envíame tus fluidos brillantes y poderosos
Otórgame la gracia que necesito
Para que pueda ejercer el oficio de los sabios
Sin daño alguno y por el bien común
Que así sea
Si quieres probar el saludo recítalo cada noche y observa cómo te afecta. Si la Luna te llama puedes repetirlo durante todo el mes lunar. No importa si lo haces en Creciente, Llena, Menguante o Nueva. Como el saludo incluye los conceptos de la Triple Diosa (Doncella, Madre y Vieja Bruja) puedes recitarlo en cualquier fase.
La mejor forma de sacarle partido a este saludo es practicarlo durante un mes lunar entero. Sal cada día sal al exterior y busca la Luna. Obsérvala y respira profundo. Recita el saludo y deja que su magia te inunde. Cierra los ojos y visualiza que un rayo plateado procedente de la Luna te bendice. Imagina que sus dones te inundan colmándote energía. Cuando termines la meditación sigue con tu vida diaria o vete a dormir. Hacer esto durante un mes es magnífico para recargarte de energía positiva, limpiarte y empoderarte. Si estás pasando por un alto pico de trabajo y te sientes agotado, conéctate con la Luna y recárgate de energía. Si el saludo lo haces relajado y concentrado, notarás que tu fuerza aumenta.
Cuando observamos la Luna durante un mes entero, descubrimos detalles curiosos que pasamos por alto. La primera vez que hice la observación mensual, me di cuenta que la Luna tarda cincuenta minutos en salir cada día por el horizonte. Y este retraso se debe a la rotación del planeta. Si la Tierra no rotara, veríamos la Luna cruzando por el cielo durante dos semanas y luego no la veríamos hasta la quincena siguiente. Cuando me encontraba observando la Luna empecé a investigar al respecto y me di cuenta de lo poco que la conocía. Aunque ella había estado ahí desde siempre, no conocía sus aspectos científicos. Buscando información en Internet, encontré información científica, mágica y esotérica. También supe de las supuestas ruinas que se piensa que allí existen y otros misterios increíbles.
La parte que más me gustó, fue la observación solitaria y en silencio. El hecho de subir a la terraza, rezar y abrirme a ella, hizo que mi mente se expandiera. Hacer todo esto me ayudaba a escuchar mi interior y eso me hizo amarla aún más. Cada vez que la veía en el cielo sentía una gran alegría y deseaba saludarla. Era como sentir que la Diosa estaba presente y eso me hacía sentirme acompañado.
Cuando llegó la Luna Menguante me di cuenta que el final de su fase se parecía a la ancianidad de la vida. Y entendí porqué a la Luna Menguante la llamaban “Anciana”. Aunque la fase estaba menguando yo quería estar ahí y saludarla cada noche. En ésa fase entendí lo importante que era cuidar a los mayores, respetarlos y tratarlos con cariño. Comparar la fase final de la Luna con la vida humana, me hizo entender lo importante que es cada etapa existencial.
Cuando observas la Luna durante un mes entero, te das cuenta de todas estas cosas y más. Y es que no es lo mismo leer esto aquí, que vivirlo por ti mismo. Si te atrae la Luna y quieres mejorar tu conexión, intenta buscarla cada día, haz el saludo y conéctate a ella. Haz esto durante un mes entero y observa los resultados. Si te comprometes y lo haces, habrás conectado con La Diosa Blanca y tendrá a una aliada maravillosa de por vida.
MÉTODOS BRUJESCOS PARA TRABAJAR CON LA LUNA
Los sistemas que puedes probar
Existen muchos métodos efectivos para trabajar con la Luna. Durante mis prácticas mágicas he observado que algunas brujas recurren a un método y otro dependiendo del tiempo que tengan y la necesidad. Estos métodos son simples y efectivos y estará bien que los conozcas.
Trabajar con la Luna Presente. Aunque la Luna nos influye incluso cuando no se ve, encontrarás brujas que no practican la magia hasta que no se hace visible en el cielo. Esto lo he podido observar en varias brujas que tienen muy en cuenta la Luna. Para hacer sus trabajos esperan a que la Luna aparezca en el cielo. La razón de esta práctica es que si la Luna está presente, su energía llega con más intensidad. Si quieres trabajar de este modo tendrás que consultar el calendario para ver cuando sale la Luna (y cuando se pone). Si vas a hacer un ritual en Luna Llena no hay problema porque sabes que al anochecer aparece por el horizonte. Y durante toda la noche está presente. Conforme pasen los días, la Luna se irá retrasando en su salida 50 minutos, de modo que cada día saldrá más tarde. Si estás aprovechando el Cuarto Creciente el problema es menor porque sale a media mañana y se esconde después del atardecer. De modo que podrás hacer tu magia durante el día y por la tarde. Si vas a trabajar en Cuarzo Menguante sabes que la Luna sale a Medianoche y se esconde al Mediodía. Y si vas a trabajar con la Luna Nueva puedes aprovechar toda la mañana para que ella te acompañe. Trabajar así es bastante aceptable porque la Luna la tienes ahí, vigilando tu magia y siendo testigo de tu causa. Aunque este método parezca complejo, en realidad es sencillo cuando conoces sus ritmos. En algunos rituales se pide que la Luna esté presente mientras trabajas tu magia (como en el ritual de “La Sal Negra”, por ejemplo). Esto es así porque la presencia de la Luna empodera tu energía.
Aprovechar el Ciclo Lunar Completo. Otro sistema de trabajo lunar es el que aprovecha el ciclo completo para trabajar un aspecto concreto de la vida. Por ejemplo: si estás trabajando en tu negocio seriamente, puedes usar las cuatro fases de la Luna enfocándote en la petición. En Luna Nueva puedes hacer un ritual de abre caminos, inicio o inauguración. Puedes encender un velón, hacer oración y pedirle a la Diosa Blanca que te ayude. En Luna Creciente puedes enfocar la energía para mejorar tus contactos, hacer afirmaciones, quemar un sahumerio de fortuna o usar un perfume de prosperidad. En Luna Llena puedes hacer un ritual especial para pedir bendiciones y poder. Puedes visualizar que ya tienes el éxito que deseas y generar emociones de victoria. También puedes encender una vela blanca o darte un baño de suerte para mantener la energía positiva. En Luna Menguante puedes enfocar la intención en limpiar los obstáculos del camino y quitar envidias. Para eso puedes quemar Diente de León en un caldero, rociar Agua Florida o hacer cualquier técnica desobstructora. Y en Luna Nueva puedes volver a repasar tu plan y ver lo que necesitas mejorar o agradecer. Este sistema es efectivo y normalmente se aplica en peticiones importantes. Cuando algún cliente me pide una limpieza profunda, le recomiendo usar este sistema porque es de lo más completo. Cuando veo que alguien está afectado por la magia negra o se encuentra en plena crisis existencial, le recomiendo encender un velón de limpieza cinco veces: en Luna Nueva, Cuarto Creciente, Luna Llena, Cuarto Menguante y otra vez Nueva. Es decir, el velón se repite cinco veces para que las cinco fases queden cubiertas. Esto hace que ninguna energía hostil se escape.
Hacer magia en cada fase. Este método es el más simple pues aprovecha cada fase para enfocarse en un aspecto concreto de la Luna. Muchas brujas practican la magia de acuerdo a la fase lunar para propiciar su vida diaria. Y lo hacen con rituales sencillos que abarcan todos los aspectos de la vida. Por ejemplo: en Luna Nueva honran a los ancestros y agradecen las cosas buenas que tienen. Para eso encienden un velón especial, visitan el cementerio y hacen meditación. Cuando sienten que todo está bien, aprovechan la Luna Nueva para trabajar sobre sí mismas y desarrollar su poder interior. En Luna Creciente encienden un velón abre caminos o de buena suerte para que sus negocios prosperen. Trabajan afanosamente y se centran en elevar su autoestima. También potencian sus contactos y hacen todo lo necesario para atraer prosperidad. En Luna Llena practican una ceremonia más detallada, se bañan con hierbas psíquicas, beben tés y consultan oráculos. También sacan sus oráculos, piedras y herramientas al exterior para recargarlas de energía bendita. Y en Luna Menguante limpian la negatividad del ambiente, ordenan su altar y ponen un velón de limpieza con hierbas -para refinar las energías. Yo también he estado trabajando con este sistema y he visto que funciona. Se pueden hacer rituales sencillos y efectivos para mejorar tu vida, sin trastocar las otras áreas de tu vida. La clave está en organizar tu agenda, y trabajar en armonía.
El Sistema de los 14 Días. Este sistema divide el ciclo lunar en dos etapas sencillas: crecimiento y decadencia. Sabemos que un día después de la Luna Nueva, empieza a crecer hasta que se convierte en Llena. De modo que tienes 14 días para trabajar la magia del incremento. Si estás haciendo un trabajo especial y quieres aprovechar toda esta energía, puedes hacer magia cada día para que la Luna incremente tu magia. En este caso podrías hacer el hechizo durante 14 días seguidos para que el efecto sea mayor. Un hechizo repetido durante dos semanas seguida acumula mucha energía, de modo que este sistema podrías reservarlo para peticiones importantes. Los hechizos en esta fase pueden abarcar suerte, trabajo, expansión, salud, o cualquier cosa que necesitas incremento. En cambio, la fase decadente podrías reservarla para hechizos de limpiezas, exorcismos, anti enemigos o cualquier cosas que deseas menguar. Si te gusta este método, el último día podrías hacer algo especial para terminar el ritual. En las peticiones de logro podrías darte un baño de suerte o hacer una meditación de victoria. Y en las peticiones de destierro podrías darte un baño de descarga o hacer una meditación de liberación. El sistema de 14 días es bastante interesante y se puede aplicar sin problemas. En lecciones posteriores te enseñaré varios rituales que siguen este método para que puedas aprovecharlo al máximo.
LA CONSCIENCIA LUNAR
Y tu Hora Mágica
Cuando entendemos que la Luna es nuestra mejor aliada, ocurre algo maravilloso. De repente la sentimos, sabemos dónde está y en qué fase se encuentra. Es como si ahora estuviéramos sintonizados con ella y necesitáramos sentir su presencia. Muchas brujas rurales han encontrado en la Luna a su aliada perfecta tanto para el desarrollo psíquico, como para su trabajo mágico. Lo mismo se puede decir de las brujas urbanas.
Si te acostumbras a trabajar con la Luna y analizas los resultados, quizás establezcas tu propio sistema y compruebes lo que te funciona mejor. Por ejemplo: cuando estoy haciendo un ritual en Luna Creciente para lograr un objetivo, a menudo el logro llega al siguiente mes, en Luna Creciente. Es decir, el resultado final llega justo en la misma fase en que proyecté mi hechizo. Cuando ocurre esto sé que la petición necesitaba un ciclo lunar completo para manifestarse. Esto ocurre en peticiones grandes que requieren mayor esfuerzo.
También he comprobado que mis Espíritus Colaboradores trabajan mejor en Luna Menguante y en Nueva. Esto es así porque yo nací en Luna Nueva y de alguna manera ésa fase me ayuda a conectar mejor con el más allá. Cuando invoco la ayuda de los espíritus para lograr un objetivo y lo hago en Luna Menguante (o casi Nueva) veo que la respuesta es inmediata. A veces el resultado llega al día siguiente y esto siempre me sorprende. Creo que la razón está en que yo mismo conecto mejor en esa fase y mi “Yo Sabio” está más activo (lo cual redunda en el resultado).
Hace unos años preparé un velón de suerte a las tres de la mañana en Luna Menguante (casi Nueva). Lo preparé en total silencio mientras los demás miembros de la casa dormían. Al día siguiente lo encendí y en menos de seis horas obtuve el resultado que esperaba. Analizando la situación entendí que mi estado mental es mucho más productivo por la noche en ésa fase, y esto mejoraba la efectividad de mis hechizos. Quizás los Espíritus Colaboradores también noten la influencia de la Luna, pero creo sinceramente que el resultado aumenta porque yo mismo conecto mejor en ésa fase.
Si sabes en qué fase lunar naciste y la hora, intenta trabajar la magia en ésa fase y hora. No importa si es de madrugada, a medianoche o al amanecer, ¡prueba! Quizás descubras tu hora de poder y entiendas que trabajar en ése momento es lo mejor que puedes hacer por ti mismo. Yo lo hago así, sobre todo en las peticiones que realmente me interesan. Y he comprobado que ¡funciona! Cada uno de nosotros está conectado de manera diferente a la Luna, de modo que necesitas observar tu hora, practicar y evaluar.
Si estás haciendo magia para los demás y quieres que tenga más éxito, también puedes usar este sistema. Si tu hija mayor está pasando por una crisis laboral, puedes hacer un hechizo para mejorar su vida. Si lo haces en “su” hora entonces la energía del hechizo estará alineada a ella y tu magia le ayudará mucho más. Quizás pienses que esto es muy incómodo porque te toca madrugar o trabajar a deshoras, pero si la necesidad es verdadera ¡lo harás!
La hora personal también se puede usar para preparar amuletos, mezclar hierbas, rezar, meditar, pedir ayuda a los espíritus o preparar productos mágicos. Si estoy preparando un perfume de suerte y lo hago en mi hora mágica, sé que el resultado es mejor. Si la fórmula requiere varios días de preparación, lo haré a la misma hora porque el esfuerzo vale la pena. Y sólo añadiré ingredientes a ésa hora, porque es cuando estoy alineado a la Luna.
Imagina que naciste a las 14:00 horas. Quieres preparar un perfume de suerte y quieres hacerlo en tu hora. El primer día compras los ingredientes y los pones en tu altar. Lo haces en tu hora mágica. El segundo día preparas el perfume, añades el alcohol y esencia de Canela. Lo dejas reposar en el altar y ya no lo tocas. El tercer día añades esencia de Pachulí, lo agitas y lo dejas reposar. El cuarto día añades esencia de Cedro, lo remueves y lo dejas reposar. El quinto día enciendes las velas del altar y lo cargas de energía intencional. Para eso pones tus manos sobre el frasco y visualizas el éxito que deseas. Hacer todo esto en tu hora mágica incrementa el poder del perfume. Si tienes tiempo para hacerlo todo el mismo día, obviamente puedes hacerlo de un tirón, pero algunas fórmulas requieren varios días y si aprovechas tu hora, mejorarás el resultado.
Los septenarios mágicos o las novenas espirituales también pueden realizarse de esta forma. Si estás haciendo un septenario para un hechizo, puedes esperar a tu hora para realizarlo Y si estás rezando una novena a un dios o espíritu elevado, también. Cuando era adolescente conocí a una curandera que trabajaba la magia con la ayuda de los Espíritus Colaboradores. Ella lo hacía siempre a altas horas de la madrugada. Cuando descubrí la hora personal, entendí porqué lo hacía. Sin embargo ella no me contó el secreto. Se lo guardó sin darme ninguna explicación. Cuando descubrí el misterio me qué pensativo y me dije: ¿Para qué tanto misterio? A veces los secretos mágicos parecen indescifrables, pero cuando los descubres entiendes la razón. La buena noticia es que ahora tú ya conoces el misterio y si lo aplicas verás que funciona de maravilla.
LA LISTA DE LOS DESEOS DE LA LUNA
Tu Luna Madre te asiste
Antes de terminar esta lección tan intensa, quiero enseñarte un ritual que practico todos los años para lograr objetivos. Es un ritual personal que diseñé hace bastantes años y me ha dado grandes resultados. Me gusta tanto que he decidido incluirlo aquí porque entra dentro de los rituales que deberías practicar.
Tiempo adecuado: Luna Llena (en tu hora de nacimiento)
Elementos Necesarios:
1 Papel y bolígrafo
1 Vela Plateada
1 Copa de Vino o zumo de frutas
Procedimiento:
1. Prepara tu altar y coloca en él los ingredientes.
2. Relájate y entra en un estado de ánimo mágico. Haz el “Ejercicio de Enraizamiento” para sintonizarte (o cualquier ejercicio mental para pon tu mente a punto).
3. Toma una cerilla y enciende la vela negra del altar. Afirma:
Hágase la Luz en este altar
4. Enciende la vela blanca y di:
Que la Luz sea
5. Enciende la vela roja del fuego y el incienso.
6. A continuación sal al exterior recita “El Saludo de la Luna”:
Os Saludo oh Amada Luna
Viajera de los Cielos y Lámpara de la Noche
Dama de Luz blanca y luminosa
Señora de tres caras y de tres vestidos distintos
Doncella, Madre y Vieja Bruja
Tú que eres la guardiana de la noche
Yo vengo a ti en busca de tu amistad
Influye positivamente en mi vida y en mis sueños
Envíame tus fluidos brillantes y poderosos
Otórgame la gracia que necesito
Para que pueda ejercer el oficio de los sabios
Sin daño alguno y por el bien común
Que así sea
7. Visualiza su energía ayudándote.
8. Vuelve al altar, enciende la vela plateada y afirma:
La Luz de la Diosa es activa
La Luz de la Diosa es vital
La Luz de la Diosa es eterna
9. Respira profundamente y di:
Tu Luz Diosa Blanca guía mis pasos
Llenando mi ser con tu gran bendición
Despierta en mi alma la gracia sagrada
De darte servicio con fe y devoción
Gracias Señora porque estás aquí
10. A continuación empieza a escribir tu lista de los deseos. Hazlo sabiendo que la Diosa te escucha. Si lo deseas puedes empezar anotando la fecha en que te encuentras, tu nombre completo y fecha de nacimiento. También puedes empezar escribiendo: “Gran Madre, Diosa de la Luna, pido que…” y empezar a escribir lo que quieres. Escribe lo que deseas sin importar si son cosas materiales, profesionales, personales o familiares. También puedes pedir dones espirituales, como videncia, mayor intuición o sueños premonitorios. La clave está en escribirlo sin dudas (sabiendo cierto lo que quieres).
11. Cuando tengas escrita tu lista, colócala en el altar. Pon encima la copa de vino y recita:
Yo te invoco oh Madre Luna
Señora de la Magia
Diosa de los Mil Nombres
Astarté, Isis, Artemisa, Hécate, Aradia
Escucha hoy mi petición y atiende mi llamado
Pido (empieza a leer tu lista)
12. Cuando termines de leer la lista, afirma:
Te doy las gracias oh Gran Madre
Que tus bendiciones divinas desciendan
Y que todo sea por el bien común
Que así sea, que así se cumpla
¡Hecho está!
13. Ahora que has presentado tus deseos, bebe un sorbo de vino (o zumo) y siente que las bendiciones de la Diosa entran en ti. El vino (o zumo) representa los dones del cielo y la abundancia de la Tierra.
14. A continuación moja con unas gotas de vino las esquinas del papel. Esto hará que tu lista tenga mayor energía de éxito.
15. Ahora que has presentado tus deseos, es el momento de recitar “La Carga de la Diosa” para sintonizarte con poder de la Diosa.
La Carga de la Diosa
Escuchad las palabras de la Gran Madre, la que en tiempos antiguos llamada por muchos nombres: Artemisa, Astarté, Diana, Melusina, Afrodita, Cerridwen, Isis, Dana, Brigith y por muchos otros nombres. Siempre que tengáis necesidad de alto, una vez al mes y mejor cuando la Luna esté llena, os reuniréis en algún lugar secreto, y me adoraréis a mí, la Reina de todas las brujas. Allí os reuniréis vosotros, los que buscáis el conocimiento, pero que todavía no habéis encontrado sus más profundos secretos. Y yo os enseñaré lo que aún es desconocido. Y seréis libres de toda esclavitud, y como símbolo de la libertad estaréis desnudos en vuestros ritos, y bailaréis y cantaréis, haréis música y el amor, todo en mi alabanza, pues mío es el éxtasis del Espíritu y el goce en la Tierra, pues mi Ley es el Amor hacia todos los seres. Mantened puro vuestro más alto ideal, avanzad siempre hacia él. No permitáis que nada os detenga u os desvíe del camino. Pues mía es la Puerta secreta que abre la Tierra de la Juventud, y mío son el Cáliz del vino de la Vida y el Caldero de Cerridwen que es el Santo Grial de la Inmortalidad. Yo Soy la Diosa de la Gracia, la que obsequia el goce a los corazones de los hombres. En la Tierra otorgo el conocimiento del Espíritu Eterno, y más allá de la muerte doy Paz y Libertad y reunión con los que ya se fueron. No pido nada en sacrificio, pues soy la Madre de todo lo viviente y mi Amor lo vierto por toda la Tierra. Escuchad las palabras de la Diosa de las Estrellas, el polvo de cuyos pies conforman los cielos y cuyo cuerpo circunda el Universo. Yo Soy la belleza de la Tierra verde, y la Luna blanca entre las estrellas. Soy el misterio de las aguas y el deseo en el corazón del hombre. Alzaos y venid hacia mí, pues soy el Alma de la Naturaleza, la que da vida al Universo. De mí proceden todas las cosas, y a mí volverán todas. Y ante mi rostro, amado por Dioses y hombres, dejad que vuestro Ser Divino interior quede envuelto por el éxtasis del infinito. Que la adoración hacia mí esté en el corazón de quien se regocija, pues todos los actos de amor y placer son mis rituales. Que haya belleza y fortaleza, poder y compasión, honor y humildad, gozo y reverencia en nuestro interior. Y vosotros que pensáis encontrarme, sabed que vuestra búsqueda no será satisfecha a menos que conozcáis el misterio. Si aquello que buscáis no se encuentra en vuestro interior, jamás lo encontraréis en el exterior. Pues yo he estado con vosotros desde el principio del tiempo y soy la que se alcanza al final del deseo .
16. Toma la copa de vino y elévala hacia lo alto afirmando la presencia de la Gran Madre. Afirma:
El Espíritu de la Diosa está sobre mí
Bendice mis empresas y proyectos
Alumbra mi camino con el Sol
Protege mi morada con la Paz
Resguarda mi persona con tu Manto
Y extiende bendiciones a mi paso
Gracias Gran Madre porque estás aquí
Junto a mí
17. Bebe un sorbo, levanta la copa y afirma:
En Paz nos hemos encontrado
En Paz nos despedimos
Y en Paz nos volveremos a encontrar
Hasta nuestro próximo encuentro
Salve y Despedida
18. Vuelca la copa y derrama un poco de vino en el suelo. Es la bendición que derramas sobre la tierra y tu hogar. Afirma;
Que esta tierra sea bendita y santa
En el nombre de la Diosa
Que así sea
19. Deja la copa en la mesa y deja consumir la vela plateada y el incienso. Apaga las velas del altar o déjalas consumir si lo deseas Relájate y respira.
El ritual ha terminado.
Cuando la vela plateada se consuma, toma la lista de los deseos y consérvala en un lugar privado. Puedes guardarla bajo tu altar, en tu agenda o entre las hojas de un libro. Los restos de sal y cenizas arrójalos al agua.
Cuando llegue la próxima Luna Llena, toma la carta y sal al exterior. Mira la Luna (si está visible) salúdala y lee la lista. Analiza si alguna petición ya se cumplió, y si es así, táchala de la lista y pon “Gracias”. Repasa la lista cada mes y ve observando tu avance. Si pasa el año y algún deseo todavía es válido para ti, haz el ritual de nuevo y crea otra lista actualizada. Añade los deseos nuevos que tengas y los antiguos -si todavía los quieres-. La lista anterior quémala en el exterior y arroja las cenizas al viento o al agua.
Aunque existen muchos formatos de “La Lista de los Deseos”, incorporar este ritual con la energía de la Luna es de una ayuda increíble. Lo bueno de este ritual es que no sólo conectas con la Luna y ruegas su asistencia, sino que aprovechas tu hora mágica. Cuando pasan los meses y ves lo que has pedido se cumple, te sorprendes de los cambios producidos. Yo práctico este ritual todos los años y siempre me sorprendo. Escribir una lista con lo que quieres es la mejor forma de clarificar tu psique y despejarla. A veces tendemos a lanzar peticiones al cosmos sin pensar lo que pedimos, pero al escribirlo de forma ritual, nuestra mente se relaja y concentra. El rito hace que filtres las peticiones erróneas y te mantiene en la ética. También sirve para ver tu evolución y comprobar tus avances.
Nota: si quieres hacer este ritual en la siguiente Luna Llena (aunque no sea Enero) puedes hacerlo. Hazlo en tu hora mágica y enfócate en lo que deseas. Yo lo hago en Enero porque es un mes de proyectos, pero tú puedes hacerlo cuando quieras.
Sabio y Bendito seas
El Brujo Shiva