EL PODER DE LOS HECHIZOS
Encuentra el que necesites y haz que funcione
Ahora que has aprendido la base de los hechizos, es el momento de conocer más cosas sobre ellos y descubrir su poder. En la comunidad mágica los hechizos se ven como “trabajos” que nos ayudan a lograr objetivos. Estos trabajos son tan variados como las personas que los practican.
Cuando reviso mis libros de hechizos me doy cuenta que la variedad es muy abundante. Si escojo un libro escrito por una bruja pagana o Wiccana, observo que los hechizos tienen un punto religioso vinculado a la creencia de ésa bruja. Esto es lo más habitual porque añadirle el toque de nuestra fe nos ayuda a personalizar nuestro hechizo.
Si escoges un libro de magia escrito por un practicante de la Santería, Hoodoo o Quimbanda, notarás lo mismo. Posiblemente las oraciones que te dé el autor, sean las de su fe o estén relacionadas con ella. Si el hechizo te gusta pero quieres adaptarlo a tu estilo, quizás quieras eliminarle la parte religiosa y personalizarlo a tu gusto. O tal vez desees darle un nuevo enfoque y dirigirlo por otras intenciones. Cuando encuentro un hechizo interesante en un libro, a menudo veo que la oración no me impacta. El hechizo está bien, pero el rezo o la deidad presentada no me seducen. Cuando ocurre esto adapto el hechizo a mi fe para que me sienta totalmente identificado con él.
Personalizar los hechizos es aceptable (y necesario) porque la magia siempre es algo personal. Si encontraste un hechizo perfecto para ti, quizá no sientas la necesidad de retocarlo, pero si notas que necesitas cambiar algo, puedes hacerlo. Obviamente has de procurar que tu hechizo este en armonía con el patrón energético que sigas, pero la idea de personalizar tus hechizos debería ser una norma básica.
En el “Hechizo de la Vela y los 7 Nudos” te he mostrado cómo elaborar un trabajo mágico con todos los detalles energéticos. Ese hechizo sirve para todo, pero también hay “recetas” y rituales que no requieren tanto tiempo y trabajo. Existen recetas mágicas que nos pueden ayudar a lograr objetivos simples, sobre todo cuando has comprendido la mecánica energética.
A lo largo de mi historia he practicado miles de fórmulas mágicas sencillas. Sin embargo, he comprobado que los hechizos sencillos funcionan mejor cuando incluyo la parte energética que te he enseñado. Hacer magia es mover las energías invisibles, y más allá de reunir los objetos físicos o las correspondencias que escojas, necesitas darle tu energía. Cuanto más te entrenas en la visualización, en la generación de emociones positivas y la proyección de la energía, mejores son los resultados (por simples que sean las recetas).
Starhawk dice:
Los hechizos son un aspecto importante en la formación mágica. Requieren la combinación de las facultades de relajación, visualización, concentración y proyección, y por lo tanto, nos permiten practicar la coordinación de estas habilidades y desarrollarlas todavía más .
Cuando era adolescente leí el libro de Karen Lara “Moderno Formulario de Hechicería”. Curiosamente una de mis maestras también lo leyó. Cuando un amigo le preguntó qué podía hacer para tranquilizar a su profesor, le dijo que hiciera la receta de las tres velas amarillas que venía en el libro. Yo me quedé bastante sorprendido porque esperaba un ritual grandioso -con más pompa y parafernalia-. Sin embargo ella sólo le aconsejó ese trabajo. En ese ritual, debías poner un bolígrafo de tu jefe en el interior de un triángulo formado por tres velas amarillas. Luego debes relajarte, concentrarte y visualizar el resultado final de la relación que quieres tener con él. Una vez consumidas las velas, debes entregarle el bolígrafo al profesor para que lo use. Y al usarlo, la carga energética que tú le hayas incluido al bolígrafo, será la que provoque el cambio.
Aquí, la fuerza del hechizo descansa en ti, en tu capacidad mental de concentración y proyección de la energía. El bolígrafo es el objeto que condensa la energía. Las velas amarillas representan la sabiduría, pero si tú mismo no haces el trabajo energético, el ritual no funcionará como esperas.
Los hechizos funcionan gracias al poder interno que les otorgamos nosotros mismos. Pero si no hacemos la parte energética, no se activan. Cuando observo a los aprendices mágicos me doy cuenta que sin querer piensan que el propio ritual lo hará todo. Sin darse cuenta piensan que cuanto más azúcar más dulce será, pero la magia no es así necesariamente. Tú puedes hacer un ritual de lo más poderoso si comprendes que el poder está en ti. Si en este caso te relajas, enciendes las velas y te concentras en lo que deseas y lo haces durante 7 días seguidos, tu mente proyectará la energía necesaria y el resultado se dará como esperas.
Los hechizos exitosos pueden ser muy simples en cuanto al material que necesitas. Pero la clave está en la energía. Hace unos años conocí a una vidente y bruja de lo más interesante para mí. Su forma de trabajar era muy sencilla y natural. Cuando alguna persona tenía un problema, ella le preparaba un perfume mágico compuesto por esencias y otros productos naturales. Preparaba el perfume con total tranquilidad, lo cargaba de energía en su altar durante una semana y luego se lo entregaba al cliente. Al usar este perfume el cliente se impregnaba de la energía y su vida mejoraba notablemente. En este caso, la bruja no usaba elementos complejos, al contrario. Recurría a elementos muy sencillos. Pero como su coherencia, capacidad de concentración, visualización y proyección, eran formidables, el resultado era un perfume absolutamente cargado de energía positiva. Lo más curioso es que ella insistía mucho en que el éxito de los trabajos no radica en el producto que usas, sino en la carga energética que tú les incluyes.
En otra ocasión supe de una curandera que programaba Limones y Manzanas para ayudar a las personas. Esta curandera era muy sencilla en técnica, pero su magia era asombrosa. Cuando alguien estaba pasando por un mal momento, tomaba un Limón fresco, lo acariciaba pensando en su objetivo y proyectaba en él la petición. Una vez cargado se lo entregaba a la persona y le pedía que conservara el Limón en su hogar (donde nadie pudiera tocarlo). Si el Limón se secaba indicaba que todo iba bien. Pero si se pudría entonces había que desecharlo y preparar otro -porque había recogido negatividad-. Lo más curioso es que la técnica funcionaba a la perfección porque ¡ella la hacía funcionar! Aunque es cierto que el Limón y la Manzana son frutos llenos de energía, lo cierto es que aquí, el trabajo energético de la curandera era la clave. Su intención, concentración, visualización y amor por ayudar a los demás, le permitían concentrarse y cargar el fruto de poder.
Cuando aprendí a hacer magia y entendí el mecanismo energético que hay detrás de los hechizos, comprendí mucho mejor lo que decían estas brujas. La parte más importante de una receta mágica no es la fórmula que sigas, sino la energía que tú le incluyas. Con esto quiero decirte que tus hechizos no han de ser necesariamente complejos para que funcionen. Han de ser elevados en vibración. Si encuentras un hechizo simple para mejorar tu suerte y te gusta el sistema, inclúyelo en tu formulario personal. Mejóralo con las técnicas mentales que has aprendido y comprueba por ti mismo los resultados. Algunos libros incluyen recetas mágicas muy simples pero si los refuerzas con las técnicas psíquicas, verás que funcionan de maravilla.
¿PUEDO DISEÑAR MIS PROPIOS HECHIZOS?
Por supuesto que puedes. Si has leído toda la información que te he dado hasta ahora, y la estás practicando, estás preparado para diseñar tus propios hechizos. La clave está en verlos como concentradores de energía para que te ayuden a proyectar tu poder y voluntad. Si usas el listado de las correspondencias y aplicas las técnicas de concentración y proyección, podrás diseñar hechizos para cualquier objetivo.
En este curso podría mostrarte cientos de hechizos diferentes para distintos propósitos, pero en lugar de eso, quiero que aprendas la mecánica que los hace funcionar. Si lo que buscas son recetarios, en librerías especializadas encontrarás docenas de estos libros. Los libros cuyo título son “Hechizos para…” son compendios repletos de fórmulas. Algunos son modernos y otros se inspiran en el mundo antiguo.
Cualquier bruja profesional sabe muy bien que los mejores hechizos son los que salen de su interior. Los mejores encantamientos son los que surgen de la necesidad y el deseo. Si estás pasando por un mal momento económico y sientes que puedes hacer un hechizo con un billete, raíz de Cúrcuma, Hierbabuena y Laurel, tal vez ésa sea la fórmula exacta para ti. A menudo el “Yo Sabio” nos filtra información para que actuemos y aprovechemos el poder que surge desde adentro. Y si lo aprovechamos, los resultados aparecen.
Cuando empecé en el mundo mágico comencé a coleccionar libros de hechizos, rituales y fórmulas. Sin querer pensaba que el secreto de la magia estaba en la propia fórmula y esto me hizo recoger muchísima información. Cuando entendí la mecánica energética que había detrás de los hechizos, dejé de acumular estos libros porque al fin lo entendí. Para diseñar un hechizo efectivo sólo tenía que seguir el programa de trabajo energético, escoger los elementos que sintiera correctos a mi petición y ponerme en marcha. La clave pues, no era buscar ingredientes extraños u olvidados, sino cargarlos de energía intencional y proyectarla al Universo.
Incluso en la alta magia que usa muchísimos ingredientes, la parte energética es la clave. A menudo practico rituales de alto nivel con muchísimas velas, incienso, aceites, minerales, metales y otros productos concretos. Estos rituales son grandiosos y tienen mucho poder. En ellos se invoca la asistencia espiritual para que la vida de la persona cambie. Sin embargo, la clave para activarlos esta en el poder mental y energético del mago. Si estoy haciendo un ritual poderoso con sesenta velones para mejorar la vida de una persona, además de preparar el material, necesito trabajar desde mi interior para que la persona reciba la ayuda. Necesito enraizarme, visualizar, generar emociones y proyectar la energía al Universo. Si no hago esto como es debido, el ritual no saldrá bien.
Encontrarás brujas que trabajan sus hechizos con hierbas, aceites, raíces, velas, sahumerios y lociones. Otras que prefieren sistemas más elaborados o magia ceremonial. Y otras que son muy religiosas y usan mucha oración en su técnica. En realidad, ninguno de estos sistemas es más poderoso en sí mismo que otros, porque si tú los usas correctamente y tienes fe en el sistema, el hechizo funcionará.
LA FE MUEVE LAS MONTAÑAS
El Poder de tus creencias crea tu magia
La fe es una herramienta psíquica de lo más poderosa. Es un acto de confianza que se genera en nuestra psique y esa vibración abre la puerta de la magia. Cuando hacemos hechizos y nos ponemos en marcha, estamos guiándonos por nuestra fe. Estamos creyendo que a través de nuestro ritual podremos lograr lo que queremos. Y ése estado mental permite que la manifestación se produzca.
A muchas personas les cuesta tener fe en la magia porque lo consideran infantil. Esto es realidad, es una mala interpretación del concepto mágico, pues como ya has aprendido la magia no es más que un cambio de frecuencia. No es algo físico como la materia, pero sí que actúa en nuestro mundo haciendo que el cambio se produzca.
Hace unos años conocí a un chico que visitó a una bruja veterana. Me contó que al visitarla le dijo: me han dicho que la Diosa Hécate es muy efectiva para realizar trabajos mágicos. ¿Es cierto? La bruja le contestó:
“Tu mente es la que trabaja bien con ella. Si tú crees en la Diosa y sientes afinidad a su energía, entonces puedes trabajar con ella. Pero si no crees en su poder y no tienes afinidad, los trabajos mágicos que hagas con ella, no saldrán como deben. No busques afuera tus aliados mágicos. Busca primero dentro de ti y descubre por ti mismo qué energías, dioses, diosas o elementos mágicos son los que mejor te funcionan. Si la Diosa Hécate te atrae, tal vez ella misma te haga ver que sí puedes trabajar con ella. Lo hará a través de sueños, inspiraciones, visiones o corazonadas. Tal vez lo haga apareciéndose en tu vida o a través de imágenes suyas que te persigan. Puedes meditar con ella para ver si te aporta sabiduría. En cualquier caso, eres tú el que debes decidir….”
La bruja tenía razón. Cuando queremos diseñar hechizos debemos escuchar lo que sentimos en nuestro interior, ir probando y ver lo que funciona. Si instintivamente crees en una diosa o dios y confías en él, tu mente hará que tu magia funcione porque tu interior estará alineado a ésa energía.
Algunas corrientes mágicas nos enseñan que la magia no es religiosa. Y no lo es. Pero lo que sí ayuda es la fuerte convicción que tienes al practicarla. Si tú crees que encender una vela azul te ayuda a relajarte y a conectarte con los planos divinos, cuando la enciendas así será. Tu mente se alineará a tu petición y tu interior generará la energía necesaria para que la conexión se produzca con la ayuda de la vela.
A menudo nuestras creencias mágicas se activan cuando alguien con autoridad nos aconseja hacer un determinado ritual para lograr un objetivo. Si tu maestro te recomienda hacer un ritual con Ajos para atraer la suerte y te cuenta que es un ritual efectivo, y tú crees en él, probablemente lo pruebes. Quizás ésa convicción que se acaba de activar en tu psique te lleve a practicarlo y luego descubras que ciertamente funciona. Los magos caoístas trabajan de esta forma . Y hay que decir que el método funciona. Funciona porque cualquier magia ha de ser realizada desde la más absoluta sinceridad en lo que crees. Si haces un hechizo pero no crees en él, probablemente no funcione. Pero si lo haces creyendo en el resultado, tu energía hará que así sea.
Cuando tu mente se concentra en un objetivo y cree que es posible, tu estado mental se altera y tu consciencia cambia de frecuencia. Este estado te acerca al resultado y a través del ritual proyectas la energía para que se cumpla tu objetivo. Tener fe en la magia hace que nuestro inconsciente y supraconsciente se activen y trabajen a nuestro favor. Por lo tanto, la fe es un elemento indispensable en la práctica mágica.
Aunque no lo parezca, la mayoría de los magos y brujas usamos la fe en nuestras prácticas. Si no crees en algo no lo utilizas porque tu mente lo rechaza. Pero si crees en algo (y no importa qué) entonces lo buscas y aprovechas. Recurrir a la fe para mejorar nuestra magia, empoderar nuestros hechizos y transformar nuestra vida, es la mejor herramienta que tenemos en tu interior. De modo que si quieres diseñar tus propios hechizos, conecta con tu fe, conecta con tus creencias sagradas y luego ponte en marcha.
HACER MAGIA PARA LOS DEMÁS
El Peligro de Involucrarte en la Vida de Otros
Algunas brujas practican la magia para mejorar sus vidas y la de su familia, pero no pasan de ahí. Piensan que hacerlo es demasiado peligroso porque aceptar “encargos mágicos” puede dañar a alguna de las partes. Esto es cierto cuando no sabes lo que haces, pero no ha de ser necesariamente así.
Si estás empezando en el arte mágico te recomiendo que seas prudente antes de ofrecer tu servicio a los demás. Piensa que todavía estás aprendiendo y no has alcanzado la maestría completa en la magia. Con el tiempo quizás decidas prestar tu ayuda, pero antes de hacerlo asegúrate de que tu formación es amplia y completa.
Conozco a muchas brujas que a los pocos meses de aprender, empezaron a realizar hechizos para otros y se dieron cuenta que su arte dañaba más que sanaba. Esto ocurre cuando dejas que tu ansiedad por practicar te domine. Si estás empezando acepta tus límites, sé honesta contigo misma y comprende que la magia para otros requiere mucha experiencia para que funcione.
Cuando hacemos magia para ayudar a los demás, a menudo nos entusiasmamos con lo que nos cuenta la otra persona, pero ese entusiasmo puede hacer que movamos ficha de manera incorrecta. Los brujos profesionales recomendamos ser muy honestos con lo que hacemos cuando decidimos ofrecer nuestros servicios a la comunidad.
¿Aceptarás trabajos de magia amatoria?
¿Te involucrarás en la vida íntima de los demás?
¿Saltarás la ética y harás cosas dañinas?
¿Qué tipo de servicios vas a ofrecer?
¿Por qué quieres ayudar a tu cliente, amiga o vecina?
Hacer magia para otros requiere mucha prudencia, responsabilidad y visión. Los hechizos que influyen en las personas sólo funcionan cuando creamos un vínculo energético con la otra persona. Para que este vínculo se establezca, necesitas conocer algo de la persona, identificarte con ella y ponerte en su lugar. Si estás haciendo magia para ayudar a tu hermana a sanar su corazón, necesitas ponerte en su lugar, identificarte con su dolor (aunque sea parcialmente) y pedir que suceda lo mejor para ella. Si esto lo haces así, entonces tu magia se elevará y le aportará tu ayuda.
Pedir que “suceda lo mejor para todos” es probablemente la frase más acertada que puedes decir al realizar (y terminar) tu hechizo. Ése pensamiento debe guiarte en tu trabajo cuando hagas hechizos, porque si no lo haces, corres el riesgo de contaminarte con la energía que tú mismo generes. Si haces el hechizo sin esta pauta, seguramente los Espíritus Oscuros se acerquen a ti y terminen dañando tu campo energético (Aura). Esto ocurre cuando no sigues la ética y olvidas que tu magia ha de estar guiada por el bien común.
Consultar el Tarot antes de practicar también puede ayudarte a saber por dónde van los tiros. Ten en cuenta que no todo el mundo te contará la verdad cuando te pidan ayuda. Aunque pienses que la persona necesita auxilio, el oráculo puede darte mucha información al respecto. Imagina que tu vecina te pide ayuda para que el trabajo de su marido mejore y acabas de empezar. Quieres ayudarla y como sabes “algo” de magia decides ayudarla. Para hacerlo has pensando en un hechizo de buena suerte, de modo que buscas en algún libro y lo haces pensando en el bien del marido. Al poco tiempo lo despiden.
¿Qué ha ocurrido aquí?
Seguramente algo se te escapó de tu visión y eso te llevó al error. Si no te has preocupado de analizar toda la historia, quizás te sientas contrariado contigo mismo y con tu magia. No sabrás porqué fracasó tu hechizo y te sentirás inseguro. Conocer los detalles de cada caso es absolutamente necesario antes de mover las energías, porque si no lo haces, puedes dañar más que ayudar. Quizás el marido de tu vecina estaba destinado a ser despedido y eso le anime a buscar otra cosa, pero si ocurre, tu vecina pensará que tu magia no funciona (y con razón).
Las brujas y magos jóvenes, a menudo omiten consultar el Tarot antes de hacer magia y esto les lleva al fracaso. Se dejan llevar por lo que les cuenta su cliente y luego vienen las decepciones (o cosas peores). Cualquier bruja profesional sabe muy bien que consultar las artes adivinatorias es necesario para que no se escape ningún cabo suelto.
Imagina que antes de ayudar a tu vecina, decides hacer una lectura para ver qué ocurre con su marido. Recurres al Tarot y al hacer la sesión aparecen estas cartas:
El Emperador La Luna El Diablo
El Ermitaño La Torre La Muerte
La Fuerza El Sumo Sacerdote La Emperatriz
Al observar las cartas te quedas confusa porque La Torre domina la lectura. También aparece El Diablo, La Luna y La Muerte. Está claro que la cosa no pinta bien y si el hombre no hace nada para cambiar, terminará sin trabajo.
Al analizar la lectura vemos que El Emperador abre la tirada. El Emperador es él, y que aparezca con La Luna y El Diablo, te está anunciando que él mismo no es “trigo limpio”. Él no actúa de forma sincera y eso le va a traer malas consecuencias. El Ermitaño con La Torre y la Muerte anuncian el fin de una etapa de manera brusca. La Fuerza, El Sumo Sacerdote y la Emperatriz, anuncian que podrá reponerse gracias a la ayuda de una mujer y a su propia capacidad creativa, pero si no cambia, su vida laboral no mejorará.
Leyendo las cartas de arriba abajo vemos que El Emperador, El Ermitaño y La Fuerza, anuncian que él está encerrado en su forma de pensar y no quiere cambiar. Su línea de pensamiento está muy aferrada (La Fuerza) y eso no ayuda. La Luna, La Torre y el Sumo Sacerdote indican que su interior está dominado por la sombra y la insinceridad. Y eso debería hacerle reflexionar.
Para solucionar el problema podría hablar con sus superiores y ver qué fallos comete para mejorar (¿Pero estará dispuesto?). El Diablo con La Muerte y la Emperatriz hablan de que el cambio llegará de mala manera. Quizás lo despidan y se sienta sorprendido pero si no aprovecha la experiencia y aprende, volverá a sucederle lo mismo. La presencia de la Emperatriz también indica que es la mujer la que lleva los pantalones en la casa, y si no va con cuidado terminará siendo ella la que le “saque las castañas del fuego” y mantenga a su marido.
A nivel mágico esta lectura nos recomienda ser prudentes. La Torre en el centro ya anuncia que cualquier hechizo destinado a mejorar la vida laboral de este hombre provocará hechos inesperados. De modo que en lugar de tratar de cambiar el mundo externo, tu magia debería enfocarse en mejorar el nivel de responsabilidad, profesionalidad y respuesta del marido.
¿Te das cuenta de lo sutil que puede ser la vida?
A menudo creemos que hacer hechizos para cambiar lo exterior es la clave, cuando en realidad la solución viene desde adentro. Si me identifico con este caso y me pongo en el papel del hombre, debería centrarme en mejorar como profesional, aprender más y cultivar mi disciplina.
¿Por qué no se lo dice a su marido para que se ponga las pilas?
Una buena dosis de sabiduría laboral, podría ayudarle, y si de verdad quiere mejorar podrá mantener su profesión. Si pensaste en hacer un ritual para ayudar a este hombre y aparecen estas cartas, es obvio que necesitas cambiar tu enfoque mágico y trabajar su propia energía. En este caso podrías hacer un hechizo para que su actitud cambie y sea más responsable. Podrías hacer un ritual para que su energía mental se refresque o cualquier hechizo que active la sabiduría en él. En cualquier caso, en este ejemplo el hombre mismo debería actuar, porque si no sabe lo que su mujer está haciendo, posiblemente la magia que tú hagas no funcione como esperas. Es cierto que podrías hacer “El Hechizo de la Vela y los 7 Nudos” para darle suerte, pero teniendo claro el mensaje del Tarot.
La mayoría de las brujas Wiccanas no practican la magia sin el consentimiento de la otra persona, lo cual es bastante razonable. En la mayoría de los casos contar con la ayuda de la persona es absolutamente necesario para que el cambio se produzca. Todos somos responsables de nuestro destino y recordarlo es la clave.
Con este ejemplo quiero mostrarte lo complejas que somos las personas. No todo el mundo tiene el valor de ser sincero cuando busca tus servicios mágicos, y si te dejas arrastrar por lo que te cuenta el cliente, te expones a la negatividad. A veces es mejor no hacer nada y dejar que el destino siga su curso, que involucrarse sin tener toda la historia sobre la mesa.
Con la magia amatoria sucede lo mismo. Muchísimas personas intentan hacer magia sobre el ser amado para atraerlo y atarlo, y con mucha frecuencia el tiro sale por la culata. Cuando alguien intenta hacer magia sobre el ser amado, a menudo la persona que hizo la magia termina atándose a una vida que no le gusta. El mal uso de la energía mágica provoca esto.
Cuando una persona intenta hacer un amarre (ligadura mágica) para atraer al ser amado, provoca una atadura que termina dañándola así misma. Por esta razón deberías omitir esas prácticas y centrarte sólo en lo que consideras correcto. Los amarres y hechizos amorosos influyen más en la persona que los hace, que en el ser amado. Conozco a muchas mujeres que hicieron amarres para atar al marido (que se iba con otras) y con los años fueron ellas las que se sintieron atrapadas en un matrimonio acabado. No encontraban la fuerza suficiente para divorciarse y eso les provocó gran dolor.
A lo largo de mis años mágicos he conocido cientos de casos así, y te puedo asegurar que no vale la pena intentarlo. Si estás enamorada de Lucas, no es correcto hacerle un hechizo a Lucas para atraerlo. En vez de eso es mejor hacer un hechizo para atraer el amor a tu vida. Si Lucas es la persona correcta, allí estará. Pero si no lo es, te habrás ahorrado un montón de problemas.
Con esto te estoy diciendo que mantenerse en la ética mágica es el mejor salvavidas que puedes tener en tu sendero mágico. Si omites estas prácticas y te mantienes en la ética, verás que tu evolución se acelera y tu vida te lleva por senderos positivos.
Antes de hacer magia para los demás, yo siempre consulto el Tarot para ver qué mensaje tiene que ofrecerme. Recuerdo que en una ocasión una señora me pidió ayuda para que su matrimonio mejorara. Aunque no suelo involucrarme en las relaciones de los demás, en ése momento decidí ayudarla. Ella me dijo que notaba a su marido extraño y distante. Temía que tuviera una amante y por eso vino a verme.
Al realizar la lectura aparecieron estas cartas:
El Emperador El Diablo La Muerte
Los Enamorados La Templanza El Juicio
La Fuerza El Sumo Sacerdote El Sol
Las cartas eran buenas y no se veía infidelidad ni engaño. Aunque El Diablo aparecía, La Muerte anulaba su poder, de modo que no se podía hablar de infidelidad. Estaba claro que había un problema sexual, pero no se podía hablar de engaño.
Al leer la primera fila de arriba abajo vi El Emperador, Los Enamorados y La Fuerza. Esta combinación anunciaba que el hombre sí la quería. Él la amaba, de modo que no había otra mujer. El Diablo, La Templanza y El Sumo Sacerdote anunciaban deseos sexuales, pero las cartas eran demasiado espirituales. En cambio La Muerte, El Juicio y El Sol, anunciaban que algo había muerto en la relación, pero se podía resucitar.
Estaba claro que él no la engañaba pero su apetito sexual había disminuido.
Al contarle esto a mi clienta me dijo que así era. Su marido ya no la buscaba como mujer y ella se sentía confusa. El marido andaba sobre los cincuenta, y había entrado en ésa etapa en la que los hombres se ponen raros. No es que la engañara, sencillamente su cuerpo ya no respondía como antes (y eso le hacía sentirse inseguro como hombre). En lugar de hablarlo abiertamente, él la rehuía en la cama y eso provocaba que ella pensara en lo peor.
Para ayudarla en su caso le dije que planeara un viaje a solas con su marido donde no tuvieran responsabilidades de hijos ni trabajo. La mujer aceptó y planificó su viaje. Para ayudarla mágicamente le preparé un perfume de atracción con plantas amatorias. Le dije que mejorara su imagen y actuara como cuando eran novios. Ella aceptó encantada y él se dejó seducir. Al no presionarle, él se sintió tranquilo y seguro de su capacidad amatoria. Pasaron un fin de semana agradable, fueron a bailar y se amaron de nuevo. Cuando mi clienta vino a verme me contó que su relación mejoró. Su marido estaba más seguro de sí mismo, era más comunicativo y se sentía mejor con ella.
En este caso el Tarot nos ayudó a ver cuál era el problema.
¿Te imaginas que yo, sin saber leer el Tarot le hubiera hecho magia para atar al marido o doblegar su voluntad?
¿Qué habría pasado?
Seguramente habría perjudicado la relación porque en este caso no había engaño. Lo que faltaba era comunicación. Gracias al oráculo pudimos ver lo que ocurría y actuar correctamente. En este caso no hice magia sobre el marido, sino sobre mi clienta para que fuera más atractiva.
Usar el Tarot como guía es de gran ayuda, sobre todo cuando adquieres experiencia con él. Lo mejor para que el Tarot nos ayude es practicar, practicar y practicar. De modo que si vas a usar el Tarot para otros, asegúrate de tener experiencia acumulada. Habrá casos donde tu cliente no cuente la verdad y tendrás que fiarte del Tarot (y de tu intuición) en todo momento.
Imagina que un cliente está pasando por un mal momento y te pide ayuda. Por lo visto la relación con su esposa va mal y él piensa que está con otro. Aunque sus palabras son convincentes, quieres consultar el oráculo para salir de dudas. Haces una lectura y aparecen las siguientes cartas:
La Sacerdotisa El Carro El Mago
La Fuerza El Mundo El Diablo
Los Enamorados La Estrella El Sol
Las cartas son bastante buenas, aunque El Diablo está presente. Esto anuncia un engaño, de modo que debes averiguar qué tipo de engaño hay. Si eres imprudente, tal vez pienses: “Está claro, tu esposa te engaña”.
¿En serio?
Fíjate que la carta de La Sacerdotisa está bien aspectada. Si La Sacerdotisa es la esposa, las cartas que le acompañan abajo son La Fuerza y Los Enamorados, de modo que la esposa sí que lo ama. En cambio, si lees las cartas de arriba-abajo, ves que El Mago (él) aparece con El Diablo y El Sol.
Según estas cartas ¿Qué le dirías a tu cliente? Es evidente que él no cuenta toda la verdad, porque el Tarot anuncia que es él mismo el que tiene deseos de ser infiel y posiblemente lo sea.
¿Te das cuenta?
Esta lectura la tuve una vez en mi consulta y así fue. En este caso el marido me preguntó por su mujer cuando en realidad era él el que la engañaba. Cuando hacemos lecturas para los demás debemos ser muy neutrales con la información que nos da el Tarot. Si no tienes en cuenta la lectura y haces un hechizo para mejorar la pareja (sin saber lo que ocurre) acabarás usando mal tu energía -porque creíste en lo que te contó el consultante-.
En más de una ocasión me han venido clientes preguntando si su esposa o marido eran infieles, y el Tarot anunciaba lo contrario. Esto me enseñó que no puedo fiarme plenamente de lo que cuentan las personas, y mucho menos involucrarme en la magia sin saber.
Incluso poniéndonos en el peor caso, la magia que involucra a varias personas necesita estar guiada bajo la ética. No puedes actuar como un juez sin tener en cuenta a los demás.
¿Qué pinta la esposa en todo esto?
¿Se le ha dejado hablar?
¿Cómo se siente ella?
¿Has tenido en cuenta sus sentimientos?
Si estás pensando en hacer magia para los demás, has tener en cuenta la información del oráculo antes de hacer nada. No te dejes arrastrar por peticiones oscuras y mantente en la ética. La magia es un don sagrado que todos tenemos en el alma y ha de usarse para el bien común.
CÓMO HACER MAGIA PARA LOS DEMÁS
Buscando el bien común
La mayoría de las brujas que conozco no hacen magia para los demás sin contar con el permiso explícito de la persona que recibirá la ayuda. Esto es así porque no desean interferir en el destino de la persona sin que ésta lo sepa. La razón de esta norma está basada en el libre albedrio y razón no les falta. Si alguien quiere ayudarte con el poder de un hechizo, tú querrías enterarte ¿verdad? Yo por lo menos sí, y por eso precisamente creo que esta norma es aceptable en general. Sin embargo habrá casos donde la persona no esté presente o no se pueda pedir permiso porque la persona se niegue a cualquier ayuda.
¿Qué hacer en estos casos?
Pedirle al alma de la persona permiso y entregar el trabajo a la red energética del Espíritu.
Si estás intentando ayudar a tu hermana que es anoréxica y le pides permiso para hacer magia para curarla, probablemente no te lo dé. Aunque le expliques que es por su bien, su malestar psicológico rechazará tu ayuda.
En este caso tú podrías pensar:
“Vale, le he pedido permiso, me ha dicho que no, de modo que soy libre de toda responsabilidad. Puedo seguir con mi vida porque ella misma rechaza mi ayuda”.
Aunque esta respuesta parece correcta, en realidad tampoco ayuda. Si alguien está enfermo y se daña así mismo, no está equilibrado psíquicamente como para tomar decisiones importantes. Aunque no uses la magia para ayudarla, sí que puedes orientarla, llevarla a terapia o buscar un grupo de apoyo para que su autoestima mejore. Si aun así, quieres hacer algo mágico por ella, puedes acudir a tu altar, encender una vela verde, rezar por ella y visualizarla sana y feliz. Hacer esto es magia, pero si lo haces con amor y buscando su bien, la energía que proyectes será positiva y no dañará.
La raíz de toda curación es el amor. Y si proyectas ése amor hacia ella, tu vibración positiva le llegará. Si su alma acepta la ayuda, entonces la magia funcionará. Pero si la rechaza, la energía enviada volverá a ti. Si lo que has enviado es sanación, felicidad y paz, y ella lo rechaza, no has de temer nada porque ésa energía que vuelve te aportará sanación, felicidad y paz.
La magia que hacemos sin el consentimiento de los demás vuelve a nosotros cuando el otro la rechaza. Cualquier persona puede rechazar una ayuda inconscientemente, y esto se sabe por los resultados que obtienes. Imagina que haces magia para atraer a una persona concreta. Pones un velón de atracción pero la persona amada lo rechaza. Al poco tiempo te das cuenta de que empiezas a ligar más, atraes a otras personas y no sabes por qué. Esto ocurre porque la persona rechazó tu magia y la energía volvió a ti (haciéndote más atractiva).
Si vas a hacer magia para alguien si su consentimiento, asegúrate de que lo que envías es bueno. De lo contrario prepárate para recibir más de lo mismo. En la comunidad mágica a menudo se habla de la ética mágica y de las cosas que son aceptables y las que no. Aunque el debate siempre está abierto, a la hora de la verdad no todo el mundo lo comprende.
Cuando empecé en el arte mágico y adquirí cierta experiencia en mi trabajo, empecé a ofrecer mis servicios a la comunidad a través de las redes sociales. Al hacerlo me di cuenta que de vez en cuando las personas me pedían cosas oscuras. En lugar de buscar peticiones positivas, la gente pedía amarres, dominios, congelamientos, hechizos de venganza y otras cosas terribles. Confuso ante la demanda, decidí no practicar rituales para nadie. El hecho de que la mayoría de las peticiones fueran oscuras, me quitó la ilusión.
Tiempo después empecé a repasar mi formación y entendí que sí podía ayudar a los demás -sin cruzar las fronteras éticas-. Para hacerlo empecé a ofrecer servicios concretos que no infringieran las normas. Si alguien me pedía un ritual para atraer el amor o mejorar su relación, practicaba un hechizo que aportara paz y armonía en el nombre de todos los involucrados. En lugar de centrarme en la petición de mi cliente, buscaba el origen del problema y pedía la esencia del deseo. Si una mujer pedía dominar a su marido, la informaba de que lo único que yo podía hacer era un ritual de paz y tranquilidad. Al mantenerme en la ética me di cuenta que mi magia ayudaba bastante. La clave era no ceder a las peticiones oscuras y ofrecer mi ayuda de forma sincera.
También observé que entregar mi hechizo a la sabiduría divina del Espíritu, era lo más acertado. Si haces un ritual para atraer paz a un matrimonio y lo haces sin manipular el amor ni la voluntad de sus miembros, entonces tu magia es positiva y elevada. Pero si lo haces con la intención de subyugar al marido, entonces tu magia es oscura. Recuerda que la intención es la pintura que colorea tu magia.
Si alguien te pide ayuda para mejorar su relación con su jefe, puedes hacer un hechizo para que sus relaciones laborales mejoren. Puedes hacerlo pidiendo que suceda lo mejor. Y si el hechizo está bien hecho, seguramente el resultado acontezca. Quizás tu cliente cambie de trabajo o simplemente de actitud. Pero enfocarte en una petición positiva será la mejor opción.
Aunque soy consciente de que muchas brujas cruzan las fronteras éticas, he comprobado que mantenerme en la ética es lo mejor que puedo hacer por mí mismo y los demás. Cuando me encuentro casos donde una madre pide ayuda para su hijo que es drogadicto, además de aconsejarle que lo ingrese en un centro, le recomiendo hacer un hechizo de limpieza mental. Si el hijo no da el permiso (o la madre prefiere no pedírselo porque sabe que no lo dará) entonces el hechizo se lo entrego a la voluntad del Espíritu y al alma del muchacho. Si su alma la acepta, la energía llegará. Hará que se sienta más lúcido y sano. Pero si la rechaza entonces el ritual no dañará a nadie. A menudo las personas enfermas, los drogadictos, alcohólicos, etc, se sienten atormentados mentalmente por su adicción, pero espiritualmente sí aceptan la ayuda. Cuando la aceptan la ayuda, una mejora se produce en ellos, y eso indica que su alma aceptó la energía.
¿CÓMO SABER SI ALGUIEN RECHAZA TU HECHIZO?
Aprende a detectar las energías
Cuando la persona rechaza tu hechizo los resultados no aparecen como esperas. La energía vuelve a ti y eso se nota incluso cuando estás practicando el ritual. Si estás haciendo un trabajo para ayudar al hijo de tu clienta y él rechaza tu ayuda, notarás que el hechizo no sale bien. Cuando estés en ello sentirás que hay interferencias o bloqueos energéticos que te impiden hacer el trabajo. Quizás te sientas torpe. Quizás notes que al rezar te equivocas, pierdes la concentración o sientes que tu hechizo no fluye. Cuando reces por él y digas su nombre, tal vez notes que algo no va bien y ésas sensaciones indican de que la energía no está fluyendo.
La mejor forma de saber si alguien acepta tu hechizo o lo rechaza, es a través de las sensaciones que tú percibes. Hace unos meses hice un hechizo para ayudar a un cliente a mejorar en el trabajo. Para ayudarle hice una sesión de Tarot y las cartas anunciaban cambios positivos y suerte. A nivel mágico preparé un velón conjurado con hierbas, esencias y minerales. El hechizo sería a través del propio velón, de modo que lo preparé diligentemente.
Cuando puse el velón en el altar, añadí un papel con sus datos y su foto. Después de enraizarme, invocar al Espíritu y pedir ayuda. Encendí el velón pensando en él. Cuando llegó la hora de visualizarlo feliz, empecé a sentir que había energías densas en su persona y petición. Esto lo percibí a través de mi interior. A través de mi videncia sentí que mi cliente estaba actuando mal. No valoraba lo que tenía, se sentía emocionalmente dividido y eso le hacía tener ideas fantasiosas. Él era el dueño de una empresa con éxito, pero emocionalmente se sentía muy inseguro.
Para limpiar ésas energías empecé a visualizar luz blanca plateada flotando sobre el velón y envolviendo la foto que había puesto en el altar. Empecé a visualizar todo el altar con luz y al hacerlo me di cuenta de que él tenía muchas ideas absurdas acerca de su trabajo y destino. No tenía claro lo que quería, pensaba en demasiadas cosas y eso no le dejaba avanzar. Al acabar el hechizo dejé consumir el velón. En seguida me puse en contacto con mi cliente y le conté lo que había ocurrido. Me confirmó que efectivamente había pensado en cambiarse de lugar, pero no tenía claro cómo hacerlo. Aunque lo tenía todo en la vida, sentía que su familia no lo valoraba y eso le causaba dolor. En este caso mi cliente sí que aceptó la ayuda mágica, pero al hacer el hechizo capté que algo no iba bien en su estado emocional. Al explicarle lo que sentí, me contó que necesitaba reconocimiento familiar y eso era lo que realmente le hacía sentirse mal. Fue hablar sobre esto y sentir que la energía fluía de nuevo.
Cuando haces hechizos para otros, debes vincularte con el alma de la persona para que la energía fluya. Debes pensar en su bien. Si notas que hay interferencias, bloqueos o energías densas, tenlas en cuenta. A menudo las energías se manifiestan en nosotros a través de sensaciones, videncias, flashes de información o percepciones. Estas energías no son tuyas, vienen de la persona, y si sabes diferenciarlas notarás si tu hechizo va bien o por el contrario necesita algo más.
A menudo cuando estoy haciendo un ritual para otros, sé si el hechizo ya está funcionando o no. Incluso antes de terminarlo lo sé. Lo sé porque mientras trabajo estoy presente en el hechizo. Estoy concentrado en la petición y al mismo tiempo escucho lo que siento en mi interior. Sé que suena demasiado complejo para entenderlo, pero la clave para saber si un hechizo ha salido bien está dentro de ti.
Aunque existen muchos sistemas para saber si un hechizo ha funcionado o no, aprender a escuchar tu interior es la clave.
¿Te sientes bien?
¿Te sientes fluyendo?
¿Sientes que la persona es feliz?
¿Qué te dice su foto?
¿Está triste o alegre?
¿Al mirar o decir su nombre qué sensaciones tienes?
Hacerte estas preguntas y escuchar tu interior te permite saber si la energía que envías tiene un buen receptor. La clave para sentir está en practicar, agudizar tus sentidos y desarrollar tus dones de bruja.
Consejo: si quieres desarrollar tu percepción, no busques atajos extraños. Haz los ejercicios que te he enseñado, practica tus paseos mágicos, tus devociones diarias, los ejercicios de concentración y las visualizaciones que has aprendido. Cuanto más lo hagas más desarrollarás tus poderes.
CÓMO PERSONALIZAR TUS HECHIZOS PARA OTROS
Y Hacer que Funcionen
Si vas a hacer hechizos para otros necesitas personalizar el trabajo para que la energía proyectada ayude a la persona. Si por ejemplo quieres hacer “El Hechizo de la Vela y los 7 Nudos” para mejorar su vida, lo único que tienes que hacer es practicar el ritual buscando su bien. A la hora de escribir la petición necesitas incluir sus datos personales. Si incluyes su nombre completo y fecha de nacimiento tanto mejor, pues eso te ayudará a concentrarte. Si tienes su foto o algún objeto suyo también puedes incluirlo en tu altar como punto de concentración.
Después de enraizarte y conectarte a Tierra y Cielo, ya puedes comenzar con el hechizo. “La Oración del Arte Mágico” la rezarás para ti (para mantenerte guiado), y la proyección del circulo protector también. Luego, cuando estés haciendo el hechizo necesitas concentrarte en la persona, visualizar que es feliz y que su vida mejora. A la hora de tomar la vela y proyectar tu deseo, debes pensar en ésa persona. Para concentrarte puedes hacer el ejercicio de “La Escala Numérica” (o cualquier otro que te ayude a relajarte). Una vez estés en condiciones mentales adecuadas, encenderás la vela y rezarás por ella. Cuando tengas que generar emociones intensas de felicidad, lo harás pensando que la persona ya ha logrado lo que quería y se siente dichosa. Yo tengo la costumbre de visualizar a la persona rodeada de luz y en felicidad total. Eso me ayuda a dirigir la energía. Después de hacer esto rezarás a tus Espíritus Colaboradores pidiendo ayuda y esto lo harás durante toda la semana.
La magia para otros es exactamente igual que la que haces para ti mismo, sólo que pensando en la persona que ayudas. A la hora de proyectar la energía al Universo lo harás pensando que la energía concentrada sale disparada en su ayuda. Cuando hacemos magia para otros necesitamos implicarnos mental, psicológica y energéticamente con el caso. Si no lo hacemos así, no funciona, pues la magia para otros requiere la misma entrega, servicio y amor que la que haces para ti mismo.
Te diré, que la magia a distancia funciona igual de bien porque a nivel energético todos estamos unidos por la red cuántica del Espíritu. No importa si tu cliente vive en América y tú en Europa. Si sabes concentrarte bien y diriges tu hechizo con amor, la energía saldrá disparada y automáticamente se pondrá en marcha. A lo largo de mis años de práctica he realizado cientos de rituales para ayudar a otras personas y he visto que funciona. Funciona cuando te implicas realmente y deseas que la persona mejore en su vida.
Nota: además de hacer tu hechizo también puedes ayudar a tu cliente con las enseñanzas psicológicas que aprenderás aquí. Si le enseñas a relajarse, a visualizar y a rezar, estarás dándole herramientas formidables para que su vida mejore. Cuando las personas vienen a verme en busca de ayuda, a menudo comienzo con una sesión de adivinación para ver qué les ocurre. Luego les recomiendo practicar las enseñanzas del pensamiento positivo para que tomen el control de su vida. A menudo una orientación es suficiente para cambiar de rumbo, pero si necesitan más ayuda, entonces recurro a los hechizos o a cualquier otra práctica positiva que considere oportuna. También les entrego oraciones impresas, pautas de comportamiento y les recomiendo libros para que aprendan más. Cuando la persona acoge la información y la pone en marcha, un cambio en su vida se produce.
Sabio y Bendito seas
El Brujo Shiva