LAS AGUAS PROFUNDAS DE TU ESTANQUE
El encuentro con la Sombra
Si practicaste los rituales anteriores habrás sentido que tu estanque luce más saludable que antes. También es posible que hayas notado un cambio en tu estado emocional, pero si quieres ir más allá, puedes realizar un trabajo profundo para que tus aguas se renueven por completo.
Cuando trabajamos con las aguas a nivel mágico a menudo sentimos que necesitamos hacer algo más para que nuestro estanque quede perfecto. Notamos que falta algo y si te ocurre esto significa que tu interior no está totalmente sano y necesitas renovar las aguas de tu estanque.
El trabajo avanzado con las aguas tiene mucho que ver con el inconsciente y ésas emociones profundas que se ocultan en la sombra de nuestra mente. Los psicólogos nos dicen que la sombra es ésa parte de nuestra psique que guarda la información que no nos gusta. Es la parte de nosotros que no vemos y no queremos ver.
En los últimos años el trabajo de sombras se ha puesto de moda en la comunidad mágica, aunque en realidad es un legado que nos hizo el psicoanalista Carl G. Jung, a finales del siglo XX. Según Jung la sombra de nuestra psique se puede explicar cómo ése cajón secreto que nunca quieres abrir. Es la parte que no te gusta de ti mismo y que no reconoces como tal.
En la vida diaria a menudo luchamos para ser buenas personas, porque la sociedad nos lo exige. Luchamos para ser buenos ciudadanos, buenos maridos y esposas, buenos padres y madres, buenos jefes o empleados. Esto lo hacemos porque creemos que así ha de ser. Es lo que aprendimos de pequeños y es lo que nuestra sociedad nos impone. Cuando esta lucha por mejorar viene desde afuera (obligada) entonces nuestra psique desecha todas las inclinaciones viscerales, echándolas en lo más profundo del inconsciente. Y ésa parte del inconsciente es nuestra sombra.
A lo largo del día todos tenemos pensamientos equivocados, sentimientos negativos y otras ideas que sentimos –pero reprimimos- porque sabemos que no es lo correcto. Cuando hacemos esto a menudo, entonces nuestro estanque se acumula y nuestra sombra crece sobremanera. Si esta actitud auto opresora la prologamos durante mucho tiempo, entonces ésa energía mental, se amontona en nuestra psique y si no es atendida llega un momento en que se revela de manera brusca. Cuando ocurre esto llega un momento en que la psique no aguanta más y dice ¡basta! Entonces es cuando las personas se divorcian de la mujer o del marido -que en realidad no aman-, cuando abandonan el trabajo o cambian de vida de manera brusca (porque no aguantan más). Cuando ocurre esto la sombra salió a la luz en busca de atención.
Dese el punto de vista psicológico la sombra no es buena ni mala, simplemente es lo que nos ocultamos a nosotros mismos. En ésa parte de nuestra psique, escondemos todos los errores, caídas, fallos, culpas, prejuicios, hipocresías, deseos, mentiras y vergüenzas que sentimos en nuestro interior. La sombra es todo aquello que deseamos y reprimimos, porque sentimos que sería inaceptable para nosotros mismos y los demás. Cualquier cosa que ocultamos y tratamos de evitar, la enviamos a ésa parte de nuestra psique para que no nos domine.
Si comparamos nuestra psique con nuestro estanque personal, la sombra sería la parte más profunda, ésa donde la luz del Sol no llega. Cuando buceamos en las aguas superficiales de nuestro estanque mental, la luz del Sol todavía ilumina el agua y podemos ver lo que hay en nuestro interior. Pero si nos sumergimos profundamente, llega un momento en el que la luz del Sol no puede iluminar el fondo del estanque. El fondo del estanque es nuestra sombra.
Algunos psicólogos dicen que en el interior de cada ser humano existe un monstruo perverso capaz de las peores atrocidades y un ser divino capaz de las mayores glorias. En el caso de la sombra, podemos decir que ésa parte nuestra es lo salvaje que hay en nosotros. La falta de moralidad y ética que todavía tenemos.
Aunque a la mayoría de las personas no nos gusta hablar de nuestra sombra, lo cierto es que todos la tenemos. Todos los seres humanos tenemos sombra y es algo que forma parte de nuestra personalidad. Incluso los maestros más sabios de oriente y occidente la tuvieron y precisamente porque supieron reconocerla y hacerla consciente, pudieron alcanzar la iluminación.
Buda, Jesús, Mahoma, Francisco de Asís, Teresa de Jesús y otros personajes ilustres reconocieron su sombra y aprendieron a sanarla por medio de la aceptación. Cuando Jesús se fue al desierto después de ser bautizado por su primo Juan, en realidad no fue a enfrentarse con el diablo sino a encontrarse con su propia sombra. Cuando Teresa de Jesús reconoció sus pasiones y luchó contra ellas, en realidad luchó contra ésa parte oscura de su propia psique. Y cuando Buda alcanzó la iluminación y venció a su propio ego, lo que hizo en realidad fue abrazar su sombra y trascenderla. Todos los seres humanos tenemos sombra. Y la única forma de evitar que nos domine consiste en aceptarla, integrarla y trascenderla.
Jung recomendó analizar nuestra sombra y reconocerla para librarnos de ella. Y para eso recomendó ser sinceros con nosotros mismos. Cuando aceptamos que tenemos pensamientos negativos, ideas peligrosas o tendencias malvadas, nuestra sombra deja de crecer y nuestra mente se equilibra. Si este reconocimiento lo hacemos de forma sincera, buscando nuestra paz y bienestar, entonces, nuestra psique se armoniza y se descarga de tensiones. Según Jung la sombra es más destructiva, insidiosa y peligrosa cuanto más se reprime. Porque es entonces cuando se proyecta generando psicosis o neurosis.
Todo lo que nuestra sociedad considera pecado, tabú, vergonzoso, escandaloso, no aceptable o condenable se acumula en la sombra de nuestra psique. La sombra es todo lo que reprimimos, ya sea por educación, por nuestras creencias familiares o formación religiosa. A nivel teórico la sombra resulta muy interesante de analizar porque nos ayuda a conocernos más a nosotros mismos, aunque en la práctica no es tan sencillo ni hermoso como parece.
Teniendo en cuenta que la sombra forma parte de nuestra psique, aceptar esa parte nuestra y reconocerla es aceptar que no somos perfectos y reconocer que nosotros también tenemos esos pensamientos. Cuando estudié la vida de los místicos de oriente y occidente, entendí mucho mejor la idea de la sombra y comprendí que la clave para evitar que nos domine consistía en reconocerla y aceptarla. Si eres capaz de reconocer que tienes sombra (pensamientos negativos, ideas descabelladas, vergonzosas, etc), entonces ya has hecho la mitad del trabajo.
Cuando reconoces tu sombra dejas de alimentarla. Si encima la expresas verbalmente entonces la sacas de tu psique y esta deja de controlarte. Cuando somos valientes para hacer esto, algo cambia en nosotros. Nuestras emociones se agitan, nuestro estanque se remueve, pero ésa sombra deja de controlar nuestro inconsciente y el estanque luce mucho más limpio.
La clave pues, para que la sombra no nos domine consiste en darle luz a través del reconocimiento. Cuando las personas tienen malos pensamientos, ideas peligrosas, oscuras o perversas y las expresan para sí mismos -a través de una terapia sanadora-, ésas ideas dejan de controlar la psique. A menudo el simple hecho de pronunciarlas les hace comprender lo equivocado que estaban y comprenden que ésa no es la mejor manera. El simple hecho de reconocer lo que sentimos lo saca de nuestro estanque.
Jung recomienda aceptarnos tal y como somos para poder integrar la sombra y alcanzar la iluminación. Trabajar con la sombra y afrontarla es la única forma de liberarla. En cambio descuidarla, ignorarla o pensar que no tenemos sombra, es permitir que siga enturbiando nuestro estanque (haciendo que perdamos la paz y el control). Si ya has hecho “La Sanación del Agua” tu estanque lucirá mucho más claro. Pero si quieres dar un paso más, en esta lección vamos a bordar el trabajo a nivel avanzado.
Cuando la sombra no se reconoce, nuestro estanque se convierte en un nido de tiburones hambrientos. Y cuando crecen y salen a la superficie de nuestra vida hacen que actuemos de manera brusca. Es entonces cuando terminamos dañándonos a nosotros mismos y a los demás. Cuando cometemos acciones malvadas, desequilibradas, para luego arrepentirnos y volver a escondernos.
CÓMO ACTÚA LA SOMBRA
Lo que niegas te somete, lo que aceptas te libera
Los psicólogos saben que cuanto más luchamos con nuestras inclinaciones, deseos, tendencias, etc, más se acumulan en nuestra psique -atormentándonos- sin parar. Si piensas que debes rechazar tu sombra o combatirla, estás condenado a ella ¡para siempre! Y ésa es su mayor trampa. La sombra busca salir a la superficie de tu consciencia para poder realizarse. De modo que cuanto más reprimes tus deseos, más poder tienen sobre ti.
La sombra se alimenta a base de creencias, miedos, dudas, juicios, valores, mentiras, engaños, autoengaños, excusas, justificaciones, envidias, irresponsabilidad, ego mal enfocado, chismorreos, críticas, posicionamientos, actitudes absolutas, extremistas, religión, fanatismo, ignorancia, etc.
Cuando la sombra crece en nosotros, dejamos de ser auténticos y guardamos muchos secretos. No nos atrevemos a conversarlos por miedo al juicio de la familia y al rechazo social. De modo que si quieres ser una persona equilibrada y feliz, debes aceptar lo que escondes en la sombra y sacarlo a la luz de tu consciencia. Esto no significa que de repente desates todos tus instintos salvajes que llevas dentro, lo que significa es que necesitas aceptarlo para poder sanarlo.
La sombra también es la causante de que las personas tengamos doble moral. Es la que nos hace criticar algo apasionadamente y luego buscarlo a escondidas. Es la que nos hace tener una esposa decente por el día, y una amante oculta por la noche. También es la que hace que seamos políticamente correctos, y después cometamos acciones ilegales a escondidas. Cuando nuestros políticos nos cuentan maravillas y luego nos decepcionan porque cometieron delitos fiscales, estamos viendo un ejemplo de la sombra. Cuando nuestro jefe nos cuenta algo maravilloso pero luego vemos que sus actos no son coherentes, estamos viendo su sombra. Y cuando alguien pregona una idea pero luego descubrimos que su vida es lo contrario a lo que cuenta, estamos descubriendo su sombra. Todos los seres humanos tenemos sombra y la clave para que no nos domine consiste en aceptarla.
CÓMO RECONOCER NUESTRA SOMBRA
A menudo los sueños y pesadillas sacan a la luz nuestra sombra y nos permiten tomar consciencia de lo que guarda nuestro estanque. Cada vez que tenemos pesadillas, sueños eróticos, extraños y fuera de lo que vivimos a diario, estamos buceando en nuestra sombra y sacándola a la luz para que tomemos consciencia de lo que guarda nuestra psique. Analizar los sueños es una forma muy efectiva de revisar nuestra sombra y descubrir qué hay en ella.
Otra forma de analizar nuestra sombra consiste en observar lo que criticamos, enjuiciamos y tachamos de inaceptable. A menudo lo que criticamos es lo que tenemos guardado en nuestra sombra. Ocurre a veces que si vemos algo inaceptable en el otro lo condenamos y nos enfada porque así sea. Si alguien dice o hace algo incorrecto o vergonzoso nos hace sentir lo peor, pero ahí también hay una enseñanza que podemos aplicarnos a nosotros mismos.
A menudo la sombra de los demás nos ayuda a encontrar la nuestra propia. Muchas mujeres celosas que criticaron a su marido por ser un Don Juan, descubrieron que en realidad, ellas mismas deseaban actuar de la misma forma pero que no se lo permitían. A causa de su educación, creían que debían ser esposas sumisas, fieles y dulces. Pero al analizar su sombra (motivada por la del marido), descubrieron que en realidad, ellas también querían vivir una vida amorosa sin fronteras. En estos casos la sombra del marido activó la suya propia y reconocerlo les ayudó a equilibrarse a sí mismas. He conocido muchos casos así, y lo más curioso del asunto es que cuando lo reconocen, dejan de sentirse atormentadas por los celos y sanan su interior. Con esto no estoy diciéndote que te busques un amante, sino que observes lo que te molesta del otro y analices si eso que tanto te irrita, quizás no sea cosa tuya también.
Muchas veces criticamos a nuestra madre, padre, hermanos, cuñados, suegras, sin fundamento, cuando en realidad el asunto no va con nosotros. Y luego descubrimos que en realidad, ésa crítica no es más que una forma de proyectar nuestras frustraciones en los demás. Las personas a veces nos hacen de espejo, mostrándonos lo que realmente queremos. Y cuando ocurre esto en realidad ésa persona está mostrando una parte de nuestra sombra.
Si estás mirando los negocios de los demás y los estás criticando, tal vez tu sombra quiera tener un negocio propio y no hayas podido tenerlo. Si críticas a tu vecina porque tiene una vida íntima libre, y a ti te molesta su modo de vida, tal vez tu sombra haya escondido la idea de hacer lo mismo y no te lo permitas. Aquí tu vecina puede mostrarte “tu otro yo”, realizando lo que tú no te atreves por educación (o cobardía). La hipocresía es una característica común en la sombra.
LA SOMBRA EN LA SOCIEDAD
Diablos, Excusas, Falta de Sinceridad
La sombra está presente en todas las mentes humanas desde el origen de nuestra creación. Según Jung la sombra de cada ser humano actúa como un arquetipo. Es decir, como un modelo conductual que utiliza nuestra psique para manifestar lo que siente. A nivel colectivo la sombra de la humanidad abarca toda la oscuridad de la raza humana. Es ahí donde se conservan todos los secretos, mentiras, engaños, vergüenzas, deseos, tendencias e inclinaciones que guardamos los seres humanos.
A menudo la sombra se personifica a través de mitos para sacarla de nuestra psique y verla como algo externo a nosotros. Esta idea está motivada por el fuerte deseo de no reconocer nuestros males internos y apartar ésas ideas de nosotros. Cuando personificamos la sombra a través de un personaje externo, estamos tirando “balones fuera” para sentirnos mejor con nosotros mismos. Es una forma de hacer soportable la sombra, aunque en realidad es un engaño creado por nuestra propia psique.
En un intento de mirar hacia afuera en lugar de dentro, el inconsciente humano a menudo proyecta la sombra concentrándola en un personaje mítico. En nuestra cultura grecolatina la figura más popular que personifica la sombra de la humanidad es el diablo. En este sentido el diablo representa el mal, la oscuridad, el engaño y el sufrimiento. También representa los deseos sexuales no confesados, la perversidad, los vicios y cualquier acción amoral que podamos imaginar.
El personaje del diablo es un personaje inventado. En realidad viene a representar la parte oscura de nuestra psique, que no nos atrevemos a mirar ni reconocer. A nivel psicológico el diablo tiene la función de definir un conjunto de conceptos, energías, tendencias y fuerzas que nuestra consciencia luminosa no puede asumir.
Si aceptamos que el diablo en realidad no existe y comprendemos que su figura no es más que una parte de nuestro interior, entonces entenderemos cómo actúa nuestra psique y podremos liberar nuestra sombra con mayor rapidez.
“No es culpa mía, es del clima”
“Fui tentado por mi amiga”
“Lo hice sin querer”
“Fue mi esposa la que me llevó por mal camino”
“No fui yo, fueron los espíritus oscuros que me tentaron”
¿Te suenan estas palabras?
A menudo usamos estas frases para evadir nuestra responsabilidad y la auténtica naturaleza de nuestros deseos. Buscamos excusas y justificaciones a nuestro mal comportamiento. Cuando hacemos esto, estamos alejándonos cada vez más de nuestro autenticidad y la sombra nos gana la batalla.
Si escarbamos en la historia encontraremos ejemplos de cómo las personas (ilustres o no), desviaron su responsabilidad, afirmando que una fuerza externa a ellos les obligó a portarse mal. Cuando en la edad media los monjes decían que eran tentados por el diablo provocándoles deseos sexuales “no aceptables”, estaban ocultando su auténtica naturaleza. Pero como no se lo permitían acusaban al diablo de la tentación. Luego, al bloquear y negar ésa parte de sí mismos, cometían abusos sexuales, depravaciones y otros actos malvados porque su sombra no aguantó más y salió desbocada. Todos conocemos los casos de abusos sexuales que se cometen en los ámbitos eclesiásticos, y la razón de este crimen es porque los sacerdotes no reconocen su sexualidad.
¿No sería mejor abolir la abstinencia y tener una vida sexual sana?
Si los sacerdotes pudieran casarse y tener una vida sexual natural, se evitarían estos crímenes. Pero como se empeñan en asegurar que el celibato es una ordenanza divina, continúan acumulando sombra y dañando a los inocentes.
En los últimos años la sombra ha cambiado de traje. A menudo se ve como magia negra, maldiciones, extraterrestres oscuros, diablos, arcones y cualquier otra forma que la consciencia capta. Muchas personas habiendo escuchado acerca de la magia piensan que son víctimas de ataques sin serlo. Cuando he tratado a personas así -haciéndoles pruebas energéticas para ver si realmente tenían algo oscuro encima-, he descubierto que no había magia alguna, ni seres dañando a la persona, sino una mente desquiciada que no quería aceptar la realidad de su vida.
Echar la culpa de tus problemas a la magia negra o a los diablos, no te va a solucionar la vida. Pero ser responsable de tu vida sí. Sé que resulta muy tentador culpar a una fuerza externa de tu mala suerte, pero cuanto más pienses así, más alejado estarás de encontrar la solución. Con esto no estoy diciéndote que la magia negra no exista, ni que los espíritus oscuros no existan, sino que a menudo nos entusiasmamos con estas ideas cuando en realidad el problema es nuestro.
Si buceas en las aguas más profundas de tu psique quizás encuentres diablos, seres oscuros y otros arquetipos que expresan tus miedos primarios. Es natural descubrir cosas así, sobre todo cuando no hemos superamos nuestros traumas. Pero si te atreves a hacerlo sabiendo que en realidad ésa parte de tu psique, eres tú, podrás descubrirlos, desarmar su poder y tu mente recuperará el equilibrio haciéndose más fuerte.
CÓMO IDENTIFICAR NUESTRA SOMBRA
La mejor forma de reconocer nuestra sombra y dejar de alimentarla consiste reconocer lo que sentimos y expresarlo con total sinceridad. Cualquier terapeuta profesional sabe muy bien que reconocer la sombra no es fácil porque en esencia es un reconocimiento de nuestros fallos. Pero si quieres atajar tu sombra, limpiar tu estanque y recuperar la paz, necesitas sacar a la luz lo que guardas en lo más profundo de tu interior.
Una forma rápida de identifica la sombra consiste en observar cómo hablas y actúas. Si quieres descubrir tus sombras observa qué criticas con más ahínco, qué nombras con más acaloramiento y qué te disgusta de los demás. Observa lo que juzgas, condenas y repudias. A menudo nuestras críticas esconden patrones oscuros propios que no vemos, y al criticar descubrimos que nosotros también actuamos así.
¿Te molesta muchísimo que tu suegra sea desastrada?
¿Has comprobado si tú también eres así?
A menudo lo que criticamos nos delata, de modo que observa lo que criticas y te molesta de la gente. Aquello que te altera, te saca de tus casillas o te hace enfadar (“no lo soporto”, “me pone enfermo”, “me saca de mis casillas”, “me hierve la sangre cuando lo veo”, etc.) puede darte mucha información. Si tu vecino se viste con ropa muy rara y te pone enfermo velo, el problema no es de tu vecino, ¡es tuyo! Si él no te molesta y sigue su vida, ¡déjalo en paz! Analiza qué es lo que realmente te irrita y céntrate de nuevo en ti.
Otra forma de descubrir la sombra consiste en explorar qué emociones ocultas has ido reprimiendo a lo largo de tu vida:
“Quería decirle esto y no me atreví”
“Siempre quise tener un amante”
“Sentí que me traicionaba a mí mismo”
“Dejé de ser yo mismo”
“Sabía que estaba en lo cierto y me lo callé”
Revisar lo que te quedó pendiente y siempre quisiste hacer pero no te atreviste, puede ayudarte a sacar tu sombra. Ser valiente para reconocer lo que sentimos es la clave.
Otra forma de descubrir tu sombra consiste en observar tu impulsividad, lo que expresas y lo que callas. Lo que no dices, da tanta información como lo que cuentas.
Si te apetece hacer un ejercicio de observación neutral grábate a ti mismo con tu grabadora de audio. Enciende tu grabadora y mantenla encendida mientras transcurre tu día. Hazlo hasta que te olvides de que estás grabando. Cuando termine el día escúchate a ti mismo. Analiza cómo suenan tus palabras y saca tus propias conclusiones.
Cuanto más nos analizamos a nosotros mismos, más posibilidades tenemos de menguar nuestra sombra. Si eres capaz de observar tus vicios ocultos, manías, costumbres, mentiras o autoengaños, habrás alumbrado tu sombra y podrás vivir una vida coherente. Lo bueno de trabajar la sombra es que nos ayuda a descubrir cosas de nosotros mismos que no veíamos.
Cuanto más sincero eres contigo mismo y con los demás, menos sombra acumulas y más claro se vuelve tu estanque. El hecho de reconocer tu sombra hace que tus aguas se vuelven transparentes. Una vez reconoces lo que sientes puedes cambiar ésos pensamientos, sentimientos y emociones, y transformarlos por otros más acordes a tu verdadera voluntad.
Nota: si estás pensando que la sombra es la maldad, detente. La sombra no es la maldad. Tan sólo es el aspecto psíquico de tu interior que tratas de ocultar. Tal vez te parezca difícil ser transparente, pero el punto está en que no te engañes a ti mismo. Si piensas que la sombra no debería existir, ten en cuenta que ella sólo cumple una función psíquica. Es como tu basurero mental, el lugar donde desechas las cosas que consideras inaceptables para ti mismo..
¿KARMA NEGATIVO, PECADOS, IMPUREZAS?
Las Aguas que te Purifican
En muchas culturas del mundo se practican rituales lustradores para limpiar el alma y descargar el sufrimiento que acumula nuestra psique. Tanto en oriente como occidente, el Agua se usa para limpiar los pecados, sanar las heridas, liberarse del karma negativo y ésas energías tóxicas que nosotros mismos generamos. Estos gestos rituales son universales y se aplican siempre con el mismo fin.
En la cultura huichol se practica un ritual cada año asociado a la purificación del corazón. Este ritual está relacionado con la recolecta del Peyote, pero previamente los asistentes tienen que confesar sus pecados para estar limpios antes de la recolecta. El mismo ritual lo encontramos en la religión judía, cristiana, romana y griega.
En la antigua Grecia los rituales purificadores con Agua se celebraban asiduamente en las procesiones y en los templos. También se acompañan con la quema de hierbas y perfumes, (entre otros actos mágicos). Cuando alguien había cometido una deshonra, un delito o un acto impune, debía purificarse mediante un ritual sagrado para volver a su estado original de pureza. Esto también se hacía en los espacios sagrados, cosechas, animales de granja y ejércitos antes de las batallas.
La idea litúrgica de la purificación pasó a Roma, que también invocaba la asistencia divina a través del Agua cuando se necesitaba la purificación de un delito. Cuando los niños nacían recibían purificaciones para librarse de cualquier espíritu oscuro que pudiera acercarse al nacer. Esto se hacía a los pocos días del alumbramiento y al finalizar la ceremonia se entregaban objetos de Oro al bebé para que tuviera salud y suerte.
En la religión hebrea la purificación de los pecados (errores, deshonras, karma, etc.) también se hacía a través del Agua. El purificador más conocido y relevante fue Juan el Bautista. Y fue él el que bautizó a Jesús.
En el caso de Juan sabemos que antes del bautismo exigía la confesión del pecado cometido y luego usaba el Agua para descargar la psique y devolver la pureza original. Sin un reconocimiento del error la sanación a través del Agua no se producía, de modo que la confesión era esencial para que el ritual funcionara.
Si analizamos el trabajo del Bautista desde el punto de vista psicológico y mágico, comprenderemos perfectamente lo importante que es vaciar nuestra psique de la sombra, pues sin este ejercicio de sinceridad, nuestra psique no puede limpiarse de las aguas negras que la contaminan. Impedientemente de si creemos o no en Juan, lo cierto es que su trabajo ayudaba a las personas, servía de terapia y les hacía conectarse de nuevo con su bondad interior.
Algunos expertos afirman que Juan perteneció a la cultura esencia, que era un grupo religioso ascético cuyas práctica rituales estaban asociadas a la purificación a través de las aguas. Se piensa que él lo aprendió de los esenios y luego la costumbre pasó a los cristianos.
En el mundo antiguo los rituales purificadores podían ser de diversos tipos. Podían ser generales (para el mantenimiento o la limpieza de pecados simples) o profundos (para la enmienda de crímenes u otros delitos cometidos). Los sacerdotes de los templos eran los encargados de practicar estos rituales. Normalmente la purificación se llevaba a cabo por el propio devoto, pero si el crimen era muy grave (adulterio, robo, traición, homicidio, etc.) los servidores del templo debían llevar a cabo la purificación sumergiendo el cuerpo entero de la persona en el Agua. Normalmente las aguas mágicas, purificantes y sagradas que usaban los sacerdotes eran aguas tratadas con sal, plantas, cenizas y otros elementos sanadores. Estas aguas eran preparadas especialmente para que cumplieran su función, y su uso perduró durante siglos.
Como podemos observar detrás de todas estas prácticas se encuentra un denominador común: la purificación de nuestra psique.
¿Pero son efectivas?
¿Realmente el Agua limpia los pecados?
¿Realmente ayuda a despejar el alma?
Sin lugar a dudas sí.
Cuando te sientes pecaminoso, sucio, indigno o con un sentimiento de culpa, tu psique se siente atormentada, dividida, en batalla. En ése estado mental no puedes invocar la asistencia divina porque tu mente no está equilibrada. Aunque lo hagas tu invocación no funciona correctamente porque interiormente te sientes indigno, bloqueado, con el canal energético “sucio”. En cambio, si te purificas de ésa negatividad, entonces sí que puedes invocarla porque te sientes digno de ella.
Desde el punto de vista científico y moderno estos rituales pueden parecernos absurdos, pero es cierto que a nivel interior (mágico y energético) nos ayudan a encontrar la paz en nosotros mismos. La idea de que el Agua puede limpiar el alma de los errores cometidos es universal. Todos los rituales purificadores, cuando son realizados con sinceridad y conciencia nos limpian el corazón, despejan la psique y sanan el alma del lastre que arrastramos. A su vez el ritual nos devuelve la pureza, nos da sanación y regenera la felicidad original.
EL PODER DE LA CONFESION
La Lista de las Falta cometidas
Analizando el poder terapéutico de las aguas, la historia de las religiones y las terapias psicológicas modernas, descubrí que el poder de la confesión es efectivo cuando deseas restaurar tu estanque y tomar el control de tu vida. Si estás pensando en realizar una purificación con el Agua y antes practicas un examen de consciencia para reconocer tus errores, la purificación que hagas será muy efectiva. Pero si te bañas y no limpias tu interior reconociendo tus fallos, entonces el ritual que hagas no tendrá tanto poder porque interiormente no estás “reconociendo tu sombra”.
¿Cómo te sentiste cuando hiciste “La Sanación del Agua”?
¿Te sentiste mejor?
Si te ayudó a estar en paz me alegro. Pero si todavía sientes que te quedan restos emocionales sin sanar, aquí tienes un ritual que te ayudará a vaciar por completo tu estanque y a dejarlo como nuevo.
Tiempo adecuado: En cualquier momento
Duración: el tiempo que necesites
Elementos Necesarios:
1 Papel y un marcador
Procedimiento:
1. Busca un lugar íntimo y escribe en el papel tu nombre completo y fecha de nacimiento. Añade también la fecha actual.
2. A continuación empieza a escribir ésas cosas malas que hiciste y que no te gustan de ti mismo. Anota todo lo que consideras negativo, pecaminoso, errado o deshonroso. Si no sabes cómo hacerlo puede empezar diciendo:
Confieso al Espíritu de la Diosa que….
Y a continuación escribe lo que sientas.
3. Si quieres hacer un trabajo completo comienza por tu infancia y escribe aquellos actos indignos que cometiste y por los que te sientes arrepentido. Sé sincero y escribe sin emitir juicios sobre ti mismo. El objetivo de este ritual consiste en sacar lo que te consume por dentro sin juicios. Tan sólo busca expulsar lo que llevas dentro a través del reconocimiento, de modo que permítete escribir lo que sientes.
4. Incluye cualquier cosa que te venga a la memoria. No importa si son cosas ya pasadas o que ya pudiste remediarlas. Si te llegan a la mente y todavía te sientes mal por ello, escríbelas en la hoja.
5. Cuando tengas la lista revísala y observa si falta añadir algo.
¿Incluiste esas cosas negativas que hiciste a tu hermana, padres o abuelos de pequeño?
¿Añadiste esas peleas que tenias con los compañeros de clase, con los profesores o tu primer amor?
Anota todo lo que recuerdes. No temas recrearte en el escrito, pues cuanto más saques de tu interior, mejor será para ti. El ejercicio sólo funciona cuando eres absolutamente sincero, de modo que escribe con verdad absoluta.
Consejo: si notas que el ejercicio te remueve por dentro haz el listado durante varios días seguidos. Tómalo como una terapia sanadora y encuentra el momento adecuado. Todos cometemos fallos y errores que no nos gusta ni si quiera escribir, pero hacerlo es precisamente lo que te ayudará a vaciar tu estanque. Si al escribirlo te ves a ti mismo poniéndote excusas o razonando el porqué lo hiciste, vuelve a centrarte. Aquí no buscamos condenas ni reprimendas, tan sólo una confesión sincera.
Ahora que tienes el escrito terminado, consérvalo a buen recaudo y pasa al siguiente ritual.
EL CALDERO DE LA DIOSA
Limpieza, Sanación y Regeneración
Tiempo adecuado: En cualquier momento
Duración: el tiempo que necesites
Elementos Necesarios:
1 Caldero grande (o balde de cocina)
Sal Bendita (Ver Lección “El Poder de la Sal”)
Plantas o Flores Sanadoras
Ceniza de Olivo
Agua
Procedimiento:
1. En este ritual vamos a usar hierbas purificantes para que le den mayor poder al Agua que vamos a usar. Una mezcla de hierbas que puede ayudarte muchísimo es:
Corteza de Limón Limpieza
Pétalos de Rosas (o Geranio) Sanación Emocional
Ruda Limpieza y lealtad
Con esta mezcla es más que suficiente para que tu agua sagrada esté lista, pero si quieres crear tu propia fórmula consulta “El Listado de las Propiedades Mágicas de las Plantas”.
2. Llena el caldero con agua y ponlo en el altar.
3. Relájate y practica “El Ejercicio de Enraizamiento”.
4. Bendice el Agua con el ritual que más te guste.
5. Una vez tengas el agua bendita añade las hierbas y unas pizcas de ceniza de Olivo.
6. Ahora que estás listo recupera tu lista de faltas. Ponla en el altar y prepárate para confesar tus errores a la Gran Madre. Sí, en este ritual vamos a confesar nuestros errores a la Diosa para que ella nos escuche.
7. Pon tus manos sobre el caldero y di:
Oh Gran Madre, Señora de la Aguas
Aquí me presento ante tu vientre
Para pronunciar con dolor mis deshonras
Yemayá, Afrodita, Isis, María
Señora de los mil nombres
Yo invoco tu asistencia bienhechora
Para que escuches con amor mi confesión
Confieso que….
8. Lee tu lista. Hazlo despacio, tomando consciencia de que estás reconociendo tus errores ante la Fuente de la Vida. A través del caldero y el Agua estás dirigiendo tus disculpas hacia el Espíritu de la Naturaleza. Piensa que la Diosa te está escuchando. Ella no te juzga ni condena, simplemente desea tu felicidad.
Nota: si te sientes mal al confesar tus errores porque estás tomando consciencia, afirma después de cada frase:
Perdóname oh Gran Madre
Pedir perdón a la Diosa te ayudará a solar el lastre y te hará comprender que Ella no te juzga ni condena.
9. Cuando hayas terminado tu confesión, moja tus manos en el agua. Remueve las hierbas y la ceniza y siente su energía sanadora. Visualiza que el agua limpia tu interior de cualquier karma negativo, pecado, deshonra o infamia que hayas cometido. Mientras lo haces recita “La Oración del Agua”:
La Oración del Agua
Que corra el agua, que corra el agua
Bendita Señora del mar encantado
Que corra el agua, que corra el agua
Limpia pecados y males anclados
Que corra el agua, que corra el agua
La Diosa del mar escucha mi ruego
Que corra el agua, que corra el agua
Lustrados ya quedan el alma y el cuerpo
10. Lava tu rostro, cuello y nuca con ella. Rocía también unas gotas sobre tu cabeza y siéntete purificado por la Diosa. Cuando termines la limpieza afirma algo como:
El caldero de tu vientre es la Fuente que me limpia
Manantial de compasión que me concede tu perdón
Oh Gran Madre, Señora de la Magia
Purifica mi interior con tu energía
Haz que sienta tu perdón en mi interior
Y que mi alma recupere la alegría
Sin daño alguno y por el bien común
Que así sea
11. Deja consumir las velas y el incienso. El agua del caldero arrójala a la Tierra para que la absorba. Si vives cerca de un rio o el mar puedes arrojarla allí. No contaminará y disolverá la negatividad que haya podido recoger.
Cuando termines el ritual quema tu lista de faltas y arroja las cenizas al agua o al viento. Ahora que estás purificado, sanado y regenerado. Es el momento de sentirte perdonado y en paz. La Diosa te ama. El Espíritu de la Naturaleza te ama, por lo tanto aprende a conectarte con tu luz interior y continúa el camino en paz.
Nota: si lo deseas puedes repetir este ritual durante tres días seguidos. Puedes hacerlo si sientes que te ayudó a descargar tu sombra y a liberarte. Algunas personas cuentan que este ritual les hizo reencontrarse con su pureza original. El hecho de escribir en una carta sus errores, leerlos en voz alta y confesarlos ante el altar, les ayudó a sanar por dentro y a liberarse. De eso trata este ritual y si lo haces con consciencia comprobarás que el esfuerzo merece la pena.
Atención: si la palabra “pecado” te suena incorrecta o demasiado religiosa, puedes cambiarla por otra más acorde a tu fe. Puedes sustituirla por “errores”, “caídas”, “fallos”, “equivocaciones” etc. En esta lección he usado ésa palabra porque todos conocemos su significado, pero tú puedes cambiarla si no te gusta.
Desde la Experiencia: te diré, que yo practico este ritual una vez al año para revisar mis acciones y limpiar mi psique de sombras. Lo hago el 31 de Octubre porque es el fin del año mágico. Al hacerlo me siento puro, limpio, liberado. Es como presentarme ante la Diosa Creadora y confesarme con ella directamente. Aunque sé que la Diosa no juzga a sus hijos, lo cierto es que practicar este ritual por voluntad propia, hace que mi energía se aligere.
Cada vez que practico el ritual, percibo que mi conexión con el otro lado aumenta, mi poder mágico se incrementa y mis oraciones se hacen más fuertes. Sé que esto ocurre porque mi psique se descarga de la sombra y eso favorece mi desarrollo mágico.
También he comprobado que el ritual te ayuda a empoderarte a nivel espiritual. Cuando las personas nos sentimos culpables por algo y no sanamos nuestro interior, nuestra energía se intoxica y ésa energía atrae a los espíritus del Bajo Astral. En cambio cuando reconocemos nuestras caídas y las confesamos, los espíritus oscuros dejan de acercarse porque ya no encuentran razones en ti para acercarse. Si confesaste tu pecado ante la divinidad y de verdad estás arrepentido y te esfuerzas para mejorar, nadie puede venir a acusarte de nada porque has enmendado tu error.
Si algo he comprobado es que una persona llena de sombras no puede practicar la magia “blanca” con éxito porque su interior bloquea el flujo de energía. En cambio cuando ésa misma persona libera su interior reconociendo sus caídas y se enmienda, entonces la energía divina del Espíritu fluye sobre ella de nuevo y su magia es poderosa.
Cuanto más limpio esta tu estanque menos poder tienen las energías negativas y más feliz eres. La limpieza por el Agua nos ayuda incluso a ser más psíquicos y mejores videntes. Cuando estás en paz con la divinidad, tus rezos, bendiciones y palabras tienen más fuerza. Esto ocurre porque al limpiarte de sombra tu luz aumenta y ésa luz se percibe incluso en el más allá.
Resumen: confesar los errores cometidos es una experiencia profunda y sanadora a todos los niveles. Cuando se hace desde la humildad y la más absoluta sinceridad, nuestro interior se remueve y nuestro espíritu se eleva. Si eres muy orgulloso como para hacer un ritual así y piensas que tú no tienes fallos, vuelve a pensarlo. Todos los seres humanos cometemos errores y todos nos merecemos una segunda oportunidad.
Sabio y Bendito seas
El Brujo Shiva