111. COMO BENDECIR EL AGUA

  CÓMO BENDECIR EL AGUA

La Sacralización de la Fuente de la Vida
Desde tiempos ancestrales el Agua ha formado parte de las ceremonias religiosas y se ha incluido en las liturgias como elemento sanador, purificador y regenerador. Los chamanes, los sacerdotes y las sacerdotisas de todos los pueblos, han bendecido el Agua en nombre de la divinidad porque veían en ella la fuente de la vida. Para hacerlo invocaban a sus dioses y diosas locales, para que convirtieran el agua normal en agua sagrada.
Cuando investigas un poco en la historia descubres que bendecir el agua es un acto presente en todas las culturas. No es algo que pertenezca a una religión concreta, pues su simbología es universal. En todos los pueblos del mundo las aguas se han vinculado a la pureza original del alma y para darle mayor significado se consagra en el nombre de la divinidad. Y así, todos los pozos, fuentes, ríos y mares que fueran necesarios para el sustento se asocian a un dios o diosa para que el agua dé vida y curación. Cuando analizas las versiones del agua bendita a lo largo y ancho del mundo, te das cuenta que “todo es igual”. No importa qué religión tengas o en qué divinidad creas, el agua es sagrada para todos porque sin ella no podemos vivir.
El autor Mircea Eliade (filósofo e historiador de las religiones) afirma en sus obras:
“Cualquiera que sea el conjunto religioso en que se presenten, la función de las aguas es siempre la misma: la de desintegrar, abolir las formas, lavar los pecados, purificando y regenerando al mismo tiempo. Su destino es preceder a la creación y reabsorberla, sin poder salir nunca de su propia modalidad, es decir, sin poder manifestarse en formas. La finalizad de las lustraciones y purificaciones rituales con aguas es actualizar en un instante “aquel tiempo” en que tuvo lugar la creación: son una repetición simbólica del nacimiento de los mundos o el hombre nuevo”.
En el antiguo Egipto el agua estuvo asociada a la vida por razones obvias. Debido a su escasez, su necesidad la convertía en sagrada y fue asociada a los dioses principales. Durante la fiesta de la resurrección de Osiris, los sacerdotes encabezaban la procesión con un símbolo fálico y un cuenco con agua. Ambos objetos representaban la unión de Isis y Osiris, y de tal unión surgía la vida. El falo representaba a Osiris (Principio Masculino) y el cuenco con agua a Isis (Principio Femenino). Como la Tierra necesitaba ser regalada para favorecer los cultivos, cuando se producían las crecidas del Nilo, se creía que Osiris (el Nilo) resucitaba propiciando la vida a través de Isis (la Tierra). En los ritos funerarios egipcios el agua también se usaba para liberar al muerto de la rigidez cadavérica y esto le permitía renacer en la otra vida . Los sacerdotes egipcios bendecían el Agua en el nombre de los dioses y la usaban para distintos propósitos sanadores. Con el tiempo esta costumbre pasó a otras culturas (como la judía, la griega y la romana) que aprendieron a ver en el Agua el mismo principio.
En Grecia y Roma los pozos y fuentes eran considerados sagrados y alrededor de ellos se celebraban festivales para honrar el principio de la vida. Cuando las sacerdotisas del Oráculo de Delfos iban a realizar sus profecías se lavaban en la fuente Kassotis para estar limpias de cualquier negatividad. Los sacerdotes y los visitantes también debían purificarse antes de consultar al oráculo, pues se pensaba que la pureza interior era necesaria para que el oráculo hablara.
En el Islam el agua se usa de la misma forma. Antes de rezar los fieles practican las "abluciones" necesarias para estar limpios ante Alá. Según el sufí Ibn^Arabi de Murcia, al hacer las abluciones, los creyentes expulsan de sí mismos todo orgullo, mostrándose en condiciones adecuadas para rezar al creador.
En el Hinduismo el Agua está presente en los siete ríos sagrados y tienen el poder de limpiar el alma. Cuando los difuntos son quemados las cenizas se arrojan al río Ganges para que el alma limpie su karma y quede limpia de cualquier deuda.
En el Sintoísmo (religión nativa de Japón) el culto comienza con la purificación del Agua para restablecer el orden y el equilibrio en la Naturaleza.
En el Budismo el Agua se usa en los funerales como recordatorio de que todos venimos de la misma fuente y a ella volveremos.
En la cultura china el Agua también es símbolo de vida y el dragón original vive en el Agua.
En la tradición védica el Agua también está asociada a la vida y al principio materno, pues se sabe que durante nueve meses que dura el embarazo, el bebé flota en las aguas primordiales antes de nacer.
En el Zoroastrismo (religión antigua de Irán) el agua dulce es sagrada y está prohibido escupir, orinar o lavarse las manos en un río para no quitarle el carácter sagrado y vital.
La necesidad del Agua para la vida la convierte “per se” en un elemento sagrado. Y este pensamiento es común en todas las culturas. La capacidad que tiene el agua de regar la tierra, fertilizar los campos y calmar la sed, la vuelven sagrada.
En el judaísmo el agua se asocia a la matriz divina original (La Diosa), y se usa para recuperar la pureza antes de presentarse ante el Dios Padre. Antiguamente los templos hebreos disponían grandes piscinas para bañarse y purificar los pecados. Esta costumbre la adoptaron los sacerdotes hebreos de los egipcios y después pasó al cristianismo.
En el cristianismo el uso del agua bendita no se adoptó hasta el siglo III porque los padres de la Iglesia cuestionaron su auténtica función. Teniendo en cuenta que tanto el apóstol Pablo como Jesucristo habían criticado la excesiva ablución de los fariseos, su inclusión en la liturgia se retrasó notablemente. La tradición cristiana dice que Alejandro I (sexto papa) instituyó el uso del agua bendita, a la que había que añadir sal, para purificarla de la influencia demoníaca. Cuando se aprobó su presencia empezó a utilizarse como símbolo de renacimiento a la nueva vida. Además de servir para bautizar a los conversos, los sacerdotes empezaron a usarla para rociar a los fieles, bendecir altares y practicar exorcismos.
En algunos sectores de la Iglesia el Agua se trataba especialmente para simbolizar diversas virtudes. La tradición gregoriana recomienda preparar agua bendita con sal, vino y cenizas, bendecidos individualmente. Esta fórmula se conoce como agua gregoriana, La fórmula se atribuye a Gregorio Magno, que fue el que desarrolló la idea del Purgatorio en la doctrina católica. Con este agua el obispo purificaba el altar, las paredes interiores, el pavimento de las Iglesias dedicadas de nuevo al culto y el cemento con que se cerraba el sepulcro del altar. Sin embargo esta costumbre dejó de utilizarse porque la inclusión de estos elementos se parecía demasiado a las fórmulas alquímicas y esotéricas de los magos.
Como puedes ver el agua es sagrada en todas las religiones porque su principio de vida es similar para todos. Cuando recorremos las religiones de Oriente y Occidente, descubrimos que en todas ellas existe un concepto sagrado de las aguas. Las brujas y los magos actuales bendecimos el agua para insuflarla de energía positiva y usarla en nuestros ritos personales y comunitarios. La usamos para limpiar nuestra energía, despojar nuestras casas, acondicionar el altar, bendecir objetos, descargar herramientas, limpiar figuras y a nosotros mismos. Desde el punto de vista mágico el Agua representa el vientre de la Gran Madre, la sangre de la Tierra, y en ella encontramos la regeneración interior que es necesaria para elevar la consciencia.
A diferencia de las religiones abrahámicas, nosotros no la usamos para limpiar el pecado original, porque sabemos que tal pecado no existió jamás. Eso fue un invento para manipular a las masas y favorecer la conversión de los gentiles. Nosotros la usamos para vincularnos a nuestra pureza original, pues sabemos que formamos parte del Gran Espíritu. No la usamos para ser dignos del amor divino sino para conectar con nuestra auténtica esencia. Como sabemos que la vida nos aleja de nuestra pureza interior, recurrimos a ella para limpiar nuestro estanque y elevar nuestra frecuencia. También lo hacemos para sanarnos a nosotros mismos de la negatividad, equilibrar nuestras emociones encrespadas y recuperar la paz interior.
A lo largo de los años he probado distintas formulas de agua bendita y he comprobado que ciertamente funciona. Cuando está bien preparada, el agua bendita es un agente purificador de alto poder. Te diré, que a menudo recurro a ella para ayudar a las personas que me visitan, y he comprobado que hacerlo eleva la energía, disipa la negatividad, destierra a los Espíritus Oscuros, purifica los Fluidos y descarga los ambientes de energías negativas. También sirve para alejar la tristeza, disolver manías, obsesiones y Larvas Astrales.
¿Pero qué la convierte en bendita?
El agua bendita se diferencia de la normal porque ha sido sometida a un ritual que la convierte en vehículo de información positiva. Cuando se bendice con amor, ésta recoge el programa energético de la persona que oficia la bendición. Y ese programa se mantiene en ella haciendo que cualquier persona que la tome o la use, se impregne de ésa energía.
¿Puedo yo mismo bendecir el agua?
Sí, puedes hacerlo. Los magos y las brujas sabemos que todos podemos bendecir el agua porque la clave está en la intención. Para bendecir el agua no necesitas ser un sacerdote o sacerdotisa consagrada a una deidad concreta. Lo que necesitas es concentrarte y proyectar tu amor hacia ella. Cuando alguien proyecta su voluntad sobre el agua y la carga de energía positiva y amor, sus moléculas se armonizan y estas pasan la información a tu cuerpo (o espacio sagrado) haciendo que se armonice también.
Gracias a los informes de Ulrich Holst, descubrí que la clave del agua bendita se encuentra en sus moléculas. Al igual que los demás elementos de la Naturaleza, el agua está compuesta por moléculas atómicas. Estas moléculas generan un campo electromagnético en constante movimiento. Normalmente las moléculas del agua se mueven girando sobre sí mismas hacia la derecha y la izquierda -constantemente-. Este giro molecular es variable, pues no siempre gira del mismo modo.
Cuando el agua que usamos está equilibrada, sus partículas giran a la derecha e izquierda de manera equitativa. Las partículas que giran a la derecha proveen energía a las células de nuestro cuerpo. Y las partículas que giran hacia la izquierda drenan la energía. Cuanto más equilibradas estén las moléculas de un agua, más sana es para el cuerpo y mayor poder tiene sobre nosotros. Si por alguna razón el giro de las moléculas se desequilibra, entonces ése agua no es sana para nosotros y si la bebemos continuamente terminamos enfermando. Cuando el agua de las fuentes, ríos o pozos se contamina y desequilibra, el campo electromagnético de sus moléculas se daña. Y si la bebemos, nuestras células se dañan y el cuerpo se enferma.
Lo bueno del asunto es que nosotros podemos cambiar el giro de las moléculas a través de nuestra consciencia (voluntad). De modo que si quieres bendecir el agua y convertirla en agua sagrada, necesitas comprender que tu intención, emoción y pensamiento positivo son la clave para que ése agua se convierta en bendita.
Cualquier agua saludable puede convertirse en bendita si así lo decides. La clave está en verter tu amor y buena voluntad hacia ella para que cumpla su función sanadora. De modo que el secreto para bendecir el agua está tu voluntad.
RITUAL PARA BENDECIR EL AGUA
El Espíritu y la Gran Madre
Tiempo adecuado: Luna Llena
Elementos Necesarios: Recipiente con Agua
Procedimiento:
1. Llena un recipiente con Agua limpia y ponla sobre el Pentáculo.
2. A continuación relájate y practica “El Ejercicio de Enraizamiento”.
3. Cuando termines el ejercicio toca la campana tres veces para marcar el comienzo del ritual.
4. Toma una cerilla y enciende la vela negra del altar diciendo:
Hágase la Luz en este altar
5. Enciende la vela blanca y di:
Que la Luz sea
6. Enciende la vela roja del Fuego y el incienso (varillo o cono).
7. Relájate y siéntete conectado con el Espíritu.
8. A continuación visualiza una luz blanca brillando sobre el altar y cubriéndote de su energía. Sientes que esta luz desciende sobre ti y te llena de amor. Cuando te sientas realmente conectado, pronuncia unas palabras que te ayuden a expresar tu intención.
Oh Gran Espíritu que otorgas la Vida
Que alimentas nuestro mundo y el mundo invisible
Ilumina mi sendero por la Tierra y por el Cielo
Para que mi alma se conecte a tu Poder
Concédeme tu Bendición oh Sabio Espíritu
Para que pueda servirte a través de los Oficios
Sin Daño alguno y por el Bien común
Que así sea
9. A continuación coloca tus manos sobre el recipiente de Agua y recita la siguiente bendición:
Oh Gran Madre, Diosa de la Magia
Bendice esta agua con tu poder
Haz que sea un instrumento de pureza y sanación
Para que expulse las influencias negativas y nos de la lustración
Yemaya, Afrodita, Isis, María
Señora de los mil nombres
Que este agua sea llena de tus virtudes
Y que tu Amor nos acompañe siempre
Sin daño alguno y por el bien común
Que así sea
10. Siente que la Diosa escucha tu oración. Visualiza que su energía materna carga el agua de cualidades sanadoras.
11. A continuación pronuncia palabras positivas para cargar el agua de energía. Relájate, mira el agua con amor y susurra las palabras:
Amor
Sanación
Pureza
Libertad
Abundancia
Alegría
Gratitud
Paz
Los dones de la Diosa brillan
¡Que la Felicidad se haga presente!
12. Cuando sientas que el agua ya está cargada, toma tres pizcas de sal y arrójalas al agua. Traza el símbolo del Pentagrama sobre ella y afirma:
Gracias Gran Madre
Porque estás aquí
13. Coloca un paño blanco encima del recipiente para evitar que el agua se ensucie. Deja consumir las velas y el incienso. Cuando las velas se hayan consumido el agua estará lista para usar.
Con este ritual estás bendiciendo el agua y cargándola de energía positiva. En esta oración he nombrado a las deidades femeninas más comunes, pero si lo deseas puedes variarlas de acuerdo a tu devoción personal.
Si te apetece empoderar el agua con algún mineral puedes incluir en el recipiente una punta de Cuarzo Blanco, Verde o Rosa para darle más energía. Aunque no es necesario hacer esto para que el agua quede bendita, el poder mineral siempre ayuda, de modo que si lo sientes correcto, hazlo.
Ahora que tienes el agua bendita es el momento de usarla. La forma de usarla es sencilla y directa. Cuando necesites limpiar tu espacio de negatividad, rocía unas gotas de agua por la casa, rincones y muebles. Hazlo pensando en tu objetivo sanador y siente que la energía circula. A la hora de rociarla puedes usar tus dedos como en técnica “La Proyección del Agua”, o quizás prefieras una rama de Olivo, Romero o Laurel como aspersorio.
Si lo deseas puedes recitar palabras positivas o jaculatorias en el momento de rociarla. Por ejemplo:
Oh Agua purifica mi ser con tu energía
Haz que mi templo sea bendito
Y que la armonía se mantenga en él
El agua bendita tiene tantos usos como puedas imaginar. Si preparaste Agua Florida y quieres potenciarla puedes añadir un chorro de agua bendita al frasco para incrementar su poder. También puedes mezclarla a partes iguales con colonia infantil y usarla en tu aseo personal. Si eres madre y quieres bendecir a tus hijos puedes ungirles la frente y la cabeza con ella. A ellos les encanta que mamá les dé bendiciones porque perciben el amor con que lo haces.
¿Puedo beber el agua bendita?
Sí, puedes hacerlo, pero si vas a beberla, reduce la cantidad de sal en la fórmula. Añade sólo una pizca para dos litros de agua y pruébala para ver cómo te sabe. Beber agua bendita para limpiar nuestro cuerpo es aceptable. Yo la bebo de vez en cuando para sentirme en paz y feliz. Evidentemente bebo el agua recién preparada pues conforme pasa el tiempo se estropea. De modo que si la vas a beber asegúrate de que no hayan pasado más de dos días después de su bendición. Cualquier agua que se encuentra en reposo tiende a estropearse, de modo que bébela sólo cuando sepas que es agua saludable.
¿Dónde guardar el agua bendita?
Puedes conservarla en un frasco de cristal que mantengas en tu laboratorio. Algunas brujas aconsejan usar botellas de vidrio verde porque conserva mejor el agua. También puedes usar botellines o jarras de cocina. Lo mejor es conservarla lejos de la luz solar para que no se estropee. Si quieres tener una copa siempre presente en el altar, puedes ponerla para ungirte con ella cuando lo necesites.
El agua bendita es una herramienta magnífica para descargar el Aura de negatividad. Cuando las personas vienen a casa y se notan cargadas, las rocío con agua bendita mezclada con Agua Florida para despojarlas. Para hacerlo pulverizo su cabeza, cuello, espalda y manos con la mezcla al tiempo que proyecto la energía sanadora. Esto les ayuda a refrescar sus emociones y a sentirse más positivos en sí mismos.
Bendecir el agua es un ejercicio sanador a todos los niveles. Cuando me pongo a ello, me doy cuenta que el propio ritual hace que observe mi estado interior. Comprendo que si yo mismo no estoy en paz, sereno y feliz, no podré proyectar todo mi amor hacia el agua. De modo que antes de hacerlo equilibro mis emociones para elevar mi vibración al máximo. Pienso que si no estoy vibrando en una frecuencia positiva, el agua no captará la bendición como debe, de modo que antes de hacerlo me armonizo a mí mismo.
Nota: algunas brujas aprendices tienen problemas para bendecir el agua porque se sienten inseguras de su propia capacidad. Erróneamente piensan no tienen suficiente poder y cuando terminan el ritual dudan sobre si el agua está o no está bendita. Esto pasa cuando no practicas los ejercicios, cuando no limpias tu estanque y dejas que la duda se apodere de ti. Si piensas que no estás preparado para bendecir el agua retoma los ejercicios y pon orden en tu estanque. Luego bendice el agua y cree firmemente que ya está bendita.
Sabio y Bendito seas
El Brujo Shiva
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