CONJURAR EL ÁNIMA DE LAS PLANTAS
Unificar energías para lograr un mismo fin
Conjurar el ánima de una planta es convocar su energía. Es dirigirte a su principio vital para que se una a tu propósito y colabore con tu causa. Para hacerlo tienes que estar conectado a tu propio espíritu, pues sólo desde tu propia ánima puedes conjurarlas.
Según el Diccionario de la Real Academia Española conjurarsignifica “aliarse con alguien”, “llamar”, “rogar” o “pedir asistencia”desde una autoridad -para que ocurra algo-. En el arte mágico la palabra conjurar significa unir varias fuerzas para que el resultado se produzca. Es convocar un poder y aliarlo al tuyo.
Los conjuros son oraciones llenas de poder. Cuando dices “Te conjuro” estás llamando a ésa energía colaboradora. Las ánimas de las plantas son energías colaboradoras. Nos ayudan a lograr resultados. Y si el conjuro lo pronuncias con fe y confianza, su ánima sale en tu ayuda.
Los conjuros tienen una historia oscura. En la Edad Media se usaron para atar a los diablos y arrojarlos al infierno. También se usaron para anular el efecto de las tormentas, frenar el granizo y desterrar enfermedades.
Cuando los aldeanos dicen “Te conjuro tormenta de granizo para que te alejes de esta tierra…”, están exhortando a la tormenta para que cese en su furor. Esto lo vemos en grimorios curiosos como el Enquiridión de León Papa y otros tratados de magia popular.
Aunque la palabra conjuro tiene mala fama, en realidad no es más que un llamado a la acción. Se supone que si conjuras algo, es porque tienes poder o autoridad sobre ello, y estás preparado para manejar la energía que conjuras. No puedes conjurar algo si no tienes autoridad o poder para hacerlo. Pues intentarlo, pero si lo haces sin poder, no funciona.
La clave para conjurar cualquier cosa consiste en anclarte a tu fuente de poder. Esta fuente de poder, no es otra cosa que tu verdadera voluntad –brotando del alma-. Cuando rezas desde el corazón, tus pensamientos y emociones están alineados a tu verdadera voluntad. Y ésa alineación de energías da fuerza a tus palabras. Entonces tus oraciones son escuchadas. Y tus conjuros se vuelven eficaces.
Cuando las brujas y magos conjuramos el ánima de las plantas, no lo hacemos para doblegar su voluntad, sino para que escuchen nuestra petición y se unan a la causa. Si dices “Te conjuro oh Mandrágora para me ayudes a atraer el dinero”, estás llamando a su ánima para que ella, amablemente te preste su energía. No la estás amenazando con destruirla si no te ayuda. Lo que haces es invocar su ánima desde el amor y la confianza.
Cuando aceptas que las plantas –y árboles- tienen ánima, no las extorsionas para que te ayuden. Prefieres conjurarlas desde el amor.
A menudo conjuro a las ánimas vegetales para que me ayuden. Antes de hacerlo centro mi ser con “El Ejercicio del Enraizamiento”, clarifico mi voluntad y me anclo a mi valor intrínseco. Si no hago esto antes de hablar, mi conjuro se lo lleva el viento. Pero si lo hago centrado, las ánimas de las plantas me prestan su ayuda.
Decir “Te conjuro” suena poderoso.
Y lo es cuando lo dices con autoridad.
No hace falta gritar para que tu conjuro funcione.
Lo único que hace falta es centrar tu voluntad.
Todos tenemos poder y autoridad para conjurar.
Porque la autoridad real viene de tu alma.
Si tienes claro que el poder viene de tu interior, entonces estás listo para conjurar.
CÓMO EMPEZAR A CONJURAR
Para conjurar el ánima de las plantas y pedir su colaboración, debes reconocer el campo energético que tienen, aceptarlocomo tal e integrarlo en el tuyo. No puedes conjurar el Roble si lo ves como materia muerta o interiormente piensas que no te escucha. Aunque estés usando unas hojas de Roble recogidas hace un mes, en ellas se encuentra impregnada una energía vital y si la conjuras, ésa energía responde a tu llamado.
Conjurar…aliarse con alguien para lograr un fin.
Fíjate que palabras tan bellas. Cuando conjuras, tu alma y el ánima vegetal trabajan juntas.
¿Por qué vamos a quedarnos con la mala propaganda de la Edad Media?
Rescatemos su belleza y devolvámosle el significado más útil que tiene…!
Para que los conjuros sean efectivos se aconseja pronunciarlos, susurrarlos o cantarlos. La voz es la llave que abre la puerta para que el conjuro se active y funcione. Si escribes un conjuro pero no lo pronuncias, entonces no tiene puerta de salida. Se queda latente en tu mente, hasta que tú lo pronuncias.
Algunas personas no leen oraciones en voz alta para no darles poder. Si lees una oración poderosa, pero no la pronuncias, entonces no la liberas. No le das poder ni autoridad para actuar. Pero si la dices con intención, sintiendo emociones profundas y pensando en tu deseo, entonces la energía sale disparada para actuar.
Los conjuros viajan por el espacio-tiempo a través del elemento Ether, que es el más sutil de los elementos. A nivel astral se ven como vibraciones concentradas llenas de información. Y cuando los pronuncias su programa actúa.
La mayoría de nosotros conjuramos las plantas de forma espontánea. Lo hacemos cuando tomamos pétalos de Rosas para curar un corazón roto o cuando recurrimos a la Ruda para protegernos de la envidia. También lo hacemos cuando necesitamos ayuda inmediata y pedimos que el Tomillo nos ayude. Cuando hacemos esto, conjuramos el poder herbal de forma instantánea. Lo hacemos porque estamos alineados a nuestro propósito, sin miedos ni dudas.
Los conjuros funcionan cuando nuestro llamado es sincero. La oración que uses es menos importante que la necesidad y el deseo concentrado. Si estas viendo sufrir a tu hijo por una enfermedad, y quieres ayudarlo, no te paras a pensar qué oración usarás para conjurar el ánima del Roble. Irás en su búsqueda y tu propia necesidad (guiada por el amor) hará que el conjuro te salga espontáneo.
Muchas madres conjuran las hierbas medicinales sin saberlo. Lo hacen desde el amor sincero que busca (intención) sanar a sus hijos. Cuando las madres dan medicinas a sus hijos, sin querer invocan ayuda para que éstas funcionen mejor. Luego, cuando el problema está resuelto, olvidan las palabras que dijeron, porque su necesidad hizo brotar de su interior las palabras cargadas de poder (conjuros).
He comprobado que sea cual sea la técnica que utilice para conjurar el ánima de las plantas, lo importante no es la prosa que utilice, sino la claridad mental que tenga y la emoción que sienta en mi interior. Si estoy preparando un ritual de éxito y conjuro el ánima del Laurel para alcanzar la victoria, y lo hago conectado a mi interior (con mente clara y emoción sincera) mi conjuro funciona. El ánima del Laurel capta mi llamado y presta su energía para mi hechizo. Pero si tengo dudas o no sé lo que quiero, el Laurel no capta mi energía (porque está descentrada) y entonces, el conjuro no funciona.
Según el diccionario para que los conjuros tengan éxito deben pronunciarse en el nombre de una autoridad. Y ésa autoridad no es otra cosa que tu verdadera voluntad. Cuando tus pensamientos, sentimientos y palabras están alineados a tu verdadera voluntad, tu alma te presta la autoridad necesaria para que tus conjuros funcionen. Y ése es el secreto.
DISEÑA TUS PROPIOS CONJUROS
Aquí tienes cinco puntos esenciales que te ayudarán a diseñar tus propios conjuros:
1. Usa palabras concretas que dirijan tu intención.
2. Especifica la ayuda que necesitas.
3. Nombra a un poder superior que beneficie tu caso.
4. Se coherente con lo que dices.
5. Pide que sea sin daño alguno y por el bien de todos.
Veamos un ejemplo sencillo:
Yo te conjuro oh ánima de la Hierbabuena
En perfecta paz y con perfecta confianza
Para que me ayudes a mejorar mi profesión
Despejes mis caminos laborales y me des tu provisión
En el nombre de la Madre Tierra y el Dios del Sol
Que tus bendiciones me traigan la victoria
Sin daño alguno y por el bien común
Que así sea
¿Qué estás diciendo en realidad cuando pronuncias esto?
Desmenucemos el conjuro:
1. “Yo te conjuro oh ánima de Hierbabuena, en perfecta paz y con perfecta confianza…”. Si dices esto ante un puñado de Hierbabuena, estás conjurando su ayuda para mejorar tu trabajo. Si sólo dices esto, pero estás conectado (en paz y confianza), la Hierbabuena te ayudará aportándote su energía. Con esta frase ya estás pidiéndole su ayuda para que la planta se alíe contigo. Y si no dices nada más, ella te ayudará.
2. “Para que me ayudes a mejorar mi profesión. Despejes mis caminos laborales y me des tu provisión…” Esta frase especifica tu intención. Indica la ayuda concreta que necesitas. Quieres que tu profesión mejore, tus caminos se abran y tengas provisión. Con esta frase la Hierbabuena sabe lo que tiene que hacer, y ella, que es una experta en asuntos laborales, te ayudará a mejorar tu profesión. Especificar la ayuda que pides es recomendable, sobre todo cuando conoces las virtudes mágicas de la planta que estás conjurando. ¿Puede la Hierbabuena hacer las dos cosas? ¿Puede despejar tus caminos y darte provisión al mismo tiempo? Sí, claro que puede. La Hierbabuena es una aliada magnífica para alejar la pobreza y mejorar la vida profesional. Suaviza las relaciones personales, quita el miedo y es estimulante. Todas las plantas hacen varias cosas y si conoces el poder que tienen, puedes conjurarlo en tu causa.
3. “En el nombre de la Madre Tierra y el Dios del Sol…”. Al incluir esta frase estás añadiendo un poder superiorque beneficia tu caso. Este poder es la energía vital del planeta y de nuestra estrella madre. Cuando dices esto, estás ligando la energía de la Hierbabuena a la tuya, a través de un poder superior. Incluir cualquier forma de divinidad liga tu conjuro al Gran Espíritu para que tenga autoridad. No es algo obligatorio, pero empodera el efecto. Si tu conexión con la Madre Tierra y el Dios del Sol es buena ¿porqué no incluirlos en tus conjuros? La energía de las hierbas está ligada a la Tierra y el Sol, de modo que añadirlo le irá bien. Si lo prefieres puedes nombrar al Gran Espíritu o ésa deidad local con la que tienes tanta afinidad. Las brujas italianas que siguen la corriente Strega incluyen en sus conjuros a la diosa Aradia, que es la patrona de las brujas. Lo hacen porque su vínculo espiritual (fe) les invita a hacerlo. Las devotas de Isis la nombran en sus rezos curativos como fuente de sanación. Y los seguidores de Cernunnos lo añadimos como guardián del bosque. En este punto debes atender a tu fe y nombrar sólo aquello en lo que crees. Cuando incluyes un poder superior que beneficia la vida, abres la puerta a sus energías benditas. Ahora el conjuro no sólo actúa en tu nombre, sino que lo hace en el nombre de la divinidad y dejas que la solución llegue más allá de tu capacidad humana.
4. “Que tus bendiciones me traigan la victoria. Sin daño alguno y por el bien común, que así sea”. Pides la bendición de la Hierbabuena para que te ayude, sin daño alguno y por el bien común. Aunque se supone que esto ya lo damos por hecho, está bien incluirlo en tu conjuro. Todos queremos que nuestros conjuros sean positivos y ayuden, pero decirlo (o susurrarlo) remarca tu patrón positivo. La frase “sin daño alguno” pide que la solución llegue de forma suave, sin agresividad. Y la frase “por el bien común, que así sea”, indica que buscas el bienestar general de todos. Aunque es una frase sencilla, con ella ajustas el conjuro a las fuerzas del bien. Aunque la mayoría de las veces somos amables y buenos, los humanos también somos rebeldes y a veces tenemos pensamientos extraños. Incluir esta frase evita malos pensamientos. Es mejor incluirla como seguro de buena voluntad, que no hacerlo.
De acuerdo, con estas claves puedes diseñar conjuros efectivos, combinar tu amor, dirigir tu intención y despertar el ánima de las plantas. Te diré, que la tradición mágica recomienda diseñar conjuros en rima, aunque si tu intención está clara no es necesario.
Para que te animes a diseñar tus propios conjuros aquí tienes otros ejemplos.
¿Qué tal si conjuramos la raíz de Angélica para protegernos?
Yo te conjuro oh Raíz de Angélica
Para que te conviertas en mi escudo protector
Deseches los ataques enemigos y me des tu bendición
En el nombre de la Madre Tierra
En el nombre del Dios del Sol
Que tus energías se activen en mi campo protector
Sin daño alguno y por el bien común
Que así sea
Aquí estamos pidiendo ayuda a la Angélica para que nos proteja. Estamos incluyendo una fuerza mayor al nombrar a la Madre Tierra y al Dios del Sol. También estamos aceptando sus energías en nuestro campo energético -para que lo empodere-. Todo sin dañar a nadie.
Este conjuro lo puedes aplicar a cualquier planta protectora. La Ruda, el Enebro, la Ortiga y la Pimienta Negra, son protectoras. Y si necesitas su ayuda puedes conjurarlas con esta oración.
Si quieres añadir el nombre de tu deidad favorita porque así lo sientes, hazlo:
Yo te conjuro oh Raíz de Angélica
Para que te conviertas en mi escudo protector
Deseches los ataques enemigos y me des tu bendición
En el nombre de la Madre Isis, Señora de la Magia
Que tus energías se activen en mi campo protector
Sin daño alguno y por el bien común
Que así sea
¿Y qué pasa si además de trabajar con un poder superiorquiero añadir la energía de los espíritus? ¿Puedo hacerlo?
Claro que sí.
Si sabes que tus espíritus te ayudan, puedes incluir una frase que los nombre para que aporten su energía bendita.
Yo te conjuro oh Raíz de Angélica
Para que te conviertas en mi escudo protector
Deseches los ataques enemigos y me des tu bendición
En el nombre de Aradia, patrona de las brujas
Que tus energías se activen en mi campo protector
(Piensa en tus espíritus protectores)
Yo os llamo oh Espíritus Protectores
Para que aportéis vuestra energía poderosa
Acudid a mi conjuro en esta hora
Proteged mi camino
Guiad mi destino
Para que pueda recorrer el sendero de los sabios
Sin daño alguno y por el bien común
Que así sea
Tus conjuros pueden ser tan largos o cortos como quieras. Pueden incluir deidades, espíritus o tu propio “Yo Sabio”. Cuanto coherentes sean para ti, mejor funcionarán.
-Brujo tengo un problema. No creo en nada. Sólo creo en mi “Yo Sabio” también llamado “Yo Superior”. ¿Qué hago?
Puedes usarlo como “poder superior” y dejarlo que actúe. Si eres muy científico como para llamar a una diosa o dios con el que no tienes relación, pero sí crees en tu “Yo Sabio”, entonces añádelo a tu conjuro. El “Yo Sabio” es ésa parte de ti que ya está conectada al Gran Espíritu, de modo que incluirlo como fuente suprema estará bien.
Yo te conjuro oh Raíz de Angélica
Para que te conviertas en mi escudo protector
Deseches los ataques enemigos y me des tu bendición
En el nombre de mi Ser Superior
En el nombre de mi Luz y Amor interior
Que tus energías se activen en mi campo protector
Sin daño alguno y por el bien común
Que así sea
Los conjuros pueden ser muy versátiles. Son tu manera de pedir ayuda a las ánimas vegetales y buscar alianzas en tu caso.
Después de conjurar las plantas es el momento de vincular su energía vital a tu propósito.
Para hacerlo debes enfocar la atención en tu intención. Debes unir la energía de la planta a la tuya para que sepa lo que tiene que hacer -más allá del tiempo y del espacio-.
Para esto procede como sigue:
1. Mira la planta y piensa en los poderes que necesitas (protección, seguridad, etc).
2. Respira y siente que su energía vitaldespierta y capta tu necesidad.
3. Visualiza que la planta desprende luz. Ponle el color que quieras.
4. Pon tus manos sobre ella (sin tocarla) y envía tu petición en una frase corta:
“Protección…, Protección…., Protección…”
5. Visualiza el resultado que quieres. Siéntete protegido.
6. Eleva tus vibraciones sintiendo amor y felicidad.
7. Siente que todas las fuerzas aliadas se unen formando un campo de fuerza alrededor de la planta.
8. Cuando sientas que la planta está cargada, traza el símbolo del Pentagrama para sellar el conjuro. Hazlo en el aire, con tu mano dominante.
Está hecho. Ahora la planta sabe lo que tiene que hacer y los espíritus también. Tu mensaje ha sido enviado a través de tus vibraciones, palabras y deseos.
Ahora podrás usarla en cualquier fórmula mágica y recibir su bendición.
Y si no vas a usarla de inmediato, guárdala en tu armario mágico.
Está conjurada y te ayudará cuando lo necesites.
Consejo: con esta técnica puedes conjurar cualquier planta con fines medicinales y mágicos. Te diré, que el punto esencial de cualquier conjuro es tener claro lo que quieres y generar emociones acordes. Si estás haciendo el conjuro pero tus emociones dominantes son el miedo, la duda o la desesperación, tu propio campo energético no vibrará en armonía, y ésas vibraciones no colaboran con la planta. Ya sé, que cuando estamos desesperados, necesitamos ayuda inmediata, pero si quieres ser una bruja eficiente, necesitas aprender a equilibrarte. La histeria no es buena colaboradora. Baja la vibración, y te conecta a energías oscuras. De modo que antes de conjurar nada, asegúrate de que tú mismo estás equilibrado.
Ayudas en la Conjuración: si quieres acompañar tus conjuros con velitas, minerales o palabras escritas -que enfoquen tu intención-, también puedes hacerlo. A menudo escribo palabras cortas que expresan mi intención y las pongo al lado de la planta que estoy conjurando. También suelo poner piedras y cantos rodados acordes a la energía que conjuro. Esto te ayuda a enfocar tu atención y empodera el efecto.
Sabio y Bendito Seas
El Brujo Shiva