67. EL PLANO MENTAL (V)

67. EL PLANO MENTAL (V)
LAS FUERZAS DEL PLANO MENTAL
Un Plano lleno de Energías Psíquicas
Cuanto más conoces el poder de la mente, mejor la usas. En el arte mágico la meditación, la liberación de las creencias limitantes, la anulación de programas negativos, la activación de los positivos, la visualización y tu plan de acción (junto con las demás técnicas que has aprendido), forman parte de tu equipo de “herramientas invisibles” para cambiar tu destino.
Cuidar tu estado mental es tan importante como cuidar tu cuerpo físico.
Si has aplicado todas estas técnicas y lo has hecho con atención, tu mente ya no es la misma. Ahora se ha empoderado. Pero si no lo has hecho estás perdiendo oportunidades. Es necesario que comprendas que nadie puede entrenar tu mente, si tú no lo haces. Y esto será una constante en tu vida.
Además de nuestra propia psique, en el Plano Mental existen otras energías que debemos conocer. La psicología oficial nos ha enseñado a identificar estas fuerzas para que sepamos cómo son y cómo actúan en nuestras vidas.
En esta lección las he resumido para que las comprendas y veas cómo funcionan.
LOS ARQUETIPOS: son ideas generales, pensamientos comunitarios creados por el inconsciente colectivo. Se ven como modelos que guían nuestra forma de pensar, sentir y actuar. También se pueden identificar como las estructuras mentales originales que dan lugar a otras formas de pensar más concretas.
La palabra “Arquetipo” significa “elemento fundamental”, “modelo principal” o “prototipo”. Y trata de definir ése patrón por el que se expresa la mente. Se piensa que los arquetipos los originaron los primeros seres humanos, que fueron desarrollándolos y pasándolos de generación en generación.
En los últimos años se ha hablado mucho de los arquetipos y algunas personas tienen problemas para entender qué son y cómo funcionan. En realidad, estos arquetipos son como pistas invisibles por donde la mente se expresa en su forma de actuar.
Cuando la mente se desarrolla, trabaja a través de patrones y programas como ya hemos visto. Algunos de estos patrones son muy abstractos, pero podemos identificarlos por la forma en que los expresamos. Y ésa forma de expresarlos son los arquetipos.
Los arquetipos más básicos son: “La Madre”, “El Padre”, “El Niño Divino”, “El Héroe”,” “La Muerte”, “El Renacimiento”, “El Dios del Sol”, “El Anciano Sabio”, “El Ángel Custodio”, “La Mujer Libre o Doncella”, “El Matrimonio”, ”La Vieja Bruja” etc. Estos modelos mentales vienen a ser como formas concretas que la mente usa para expresar sus ideas, comportamientos, fuerzas y energías. Y nos permiten manifestar aspectos de nuestra vida social, familiar e íntima.
Al existir en el inconsciente colectivo, todos los seres humanos actuamos mediante arquetipos. Y así, el héroe que busca aventuras, el niño interior que necesita cariño, la madre protectora que nos cuida, la madrastra terrible que nos odia, el sabio que nos orienta o la doncella que busca su amor ideal, vienen a ser arquetipos. Es decir, modelos conductuales de nuestra psique. Por eso cuando oímos hablar de ellos nos resultan familiares, porque en realidad, ya existen en lo más profundo de nuestro inconsciente.
Todos nosotros trabajamos (nuestra mente) a través de arquetipos. Cuando somos niños adoptamos la forma de comportarse, caminar, hablar y vivir de nuestros padres. Imitamos sus formas de manera inconsciente. Conforme crecemos vamos observando a otras personas cercanas (hermanos, primos, abuelos, compañeros, jefes, etc) que nos sirven como referentes para vivir la vida. Los vamos cambiando según vamos evolucionando. Todo esto nos ayuda a desarrollar nuestra mente, pero conforme conectamos con nuestra propia esencia, dejamos ésos modelos y construimos los nuestros propios.
Los arquetipos podemos encontrarlos en los cuentos populares que inventaron los autores antiguos. En cada cuento los personajes representan un arquetipo personificado. Y así, “Blanca Nieves y los Siete Enanitos”, “La Cenicienta”, “Pinocho”, “La Bella Durmiente” o “Los Tres Cerditos y el Lobo”, muestran en forma de leyendas, figuras arquetípicas que personifican un modelo conductual.
Los cuentos populares están llenos de información psicológica. Narran una historia en la que cada personaje cumple una función. Cuando analizamos estos cuentos de forma adulta (psicológica y filosófica), encontramos muchas enseñanzas. En la mayoría de ellos hay un personaje malvado, otro bondadoso y otro herido que necesita afrontar un desafío. También hay una persona buena y otra mala que personifican las fuerzas del bien y del mal.
Estos cuentos tratan de enseñarnos cómo es la vida, nos invitan a crecer, a superar nuestros miedos y a guiarnos por el corazón. En todos ellos se nos dice que si superamos las pruebas, seremos bendecidos con la felicidad añorada y podremos realizarnos como seres completos.
En su origen, estos cuentos -procedentes de Europa- eran mucho más directos y duros. Algunos encerraban un alto contenido sexual, como puede ser “Caperucita Roja”, que en realidad viene a expresar el cambio que vive una niña cuando se convierte en mujer.
Con el tiempo fueron modificados y endulzamos para adaptarlos a los niños. Esto se hizo para que fueran aceptables por la sociedad del momento. Pero resulta curioso comprobar que los cuentos originales eran algo diferentes.
Leídos bajo un aspecto terapéutico los cuentos populares nos ayudan a descubrir aspectos ocultos de nuestra psique. Si vuelves a leer el cuento de “Los Tres Cerditos y el Lobo”, tal vez encuentres en él, enseñanzas interesantes que te sirvan.
En este cuento se dice que los tres cerditos construyeron su casa. Cada uno de ellos decidió hacerla según su propia idea. Uno la hizo de paja y al terminarla pasó a divertirse. El segundo la hizo de leña. Tardó un poco más y luego paso a divertirse. El tercer cerdito, en cambio la hizo de piedra. Le costó mucho más tiempo, pero siguió hasta terminarla. Mientras los dos cerditos se divertían y criticaban su trabajo, él siguió y siguió construyendo su casa sólida. Cuando vino el lobo, sopló la casa de paja y la derribó enseguida. El cerdito tuvo que huir a la casa de madera donde se encontraba el otro. Luego vino el lobo y prendió fuego a la casa de madera. Los dos cerditos tuvieron que salir huyendo a la casa de piedra. Al final, cuando el lobo intentó destruir la casa de piedra, pero no pudo hacerlo y los tres cerditos pudieron sobrevivir.
Analizado bajo el aspecto psicológico las tres casas nos revelan tres formas distintas de hacer las cosas. La casa de paja es la más rápida de hacer pero también la más débil y no aguanta el soplo del lobo. Aquí podemos ver el mensaje de “no busques el camino fácil”. Este ejemplo nos dice que la ley del mínimo esfuerzo no funciona. El segundo cerdito crea su casa con leña, pero tampoco resiste al paso del tiempo. Viene el lobo y la quema. Es obvio que la casa de madera sigue expuesta a peligros. En cambio la tercera casa, hecha de piedra, resiste el soplo del lobo.
Cada cerdito representa una actitud ante la vida, una manera de hacer las cosas: mal, regular y bien. Sólo uno de ellos decidió construir su casa de piedra. Aunque le costó más tiempo y esfuerzo, fue la que resistió la agresión del lobo.
El lobo, obviamente es el peligro, los imprevistos, los avatares del destino y las dificultades. Antes o después todos nos enfrentamos al lobo de la vida y necesitamos estar preparados para resistirlo. Si no hemos construido nuestra vida sobre un cimiento sólido, nuestra casa se hunde. Viene el lobo y sopla.
Cuando analizamos la fábula de manera filosófica podemos encontrar otras enseñanzas que nos ayudan a entender mensajes como: “esfuerzo personal”, “obligación antes que diversión”, “no guardar rencor”, “ayudar a tus hermanos”, etc.
Lo bueno de los cuentos populares, es que al escucharlos nuestro inconsciente se activa y aprende muy bien la lección. También decide con qué parte del cuento quedarse o se identifica más con uno de ellos.Si personificamos el cuento en nosotros, podemos identificarnos con uno de los tres cerditos o con el lobo.
¿Cuál es el personaje que más se ajusta a tu vida en estos momentos?
¿Has sido el lobo en algún momento?
¿Construyes tu vida sobre paja, madera o piedra?
¿Sobre qué cimiento se soporta tu salud, familia, amor, trabajo, etc.?
Cada personaje del cuento expresa una parte de nuestra psique, ya sea luminosa o de sombra. Y la piscología nos dice que todos esos personajes viven –potencialmente-en nosotros –porque son arquetipos-.
Elegir un personaje u otro, depende de nuestra propia actividad mental actual. Puede que en más de una ocasión hayas sido el lobo para alguna persona -sin darte cuenta-. Y verlo forma parte de tu iluminación consciente.
La psicología moderna ha recuperado los cuentos populares como un medio de aprendizaje. Si quieres aprender más, te recomiendo el libro de Bruno Bettelheim “Psicoanálisis de los cuentos de Hadas”, y “Cuentos para pensar” de Jorge Bucay.
¿Te acuerdas de cuando eras niño y te contaban cuentos?
¿Cuál era el que más te gustaba?
¿Cuál era el que más odiabas?
¿Qué personaje se parecía a ti?
Muchos de estos cuentos hablan del cambio que vive el personaje principal de la edad infantil a la adulta, y de los avatares que se encuentra por el camino. “La Bella Durmiente” es uno de ellos. En este cuento, la niña tiene una madrasta terrible que la odia y la maldice. Cuando llega el momento de cumplirse la maldición la niña se pincha con la aguja de una rueca y sólo el beso de amor verdadero puede despertarla. En este cuento la madrastra actúa bajo el arquetipo de mujer malvada o bruja terrible que por envidia a la joven, trata de destruirla. El cuento nos da muchos mensajes profundos, y si queremos aprender más debemos analizarlos.
Los cuentos que se han llevado al cine (o dibujos animados) siguen dando mensajes profundos. Algunos de ellos se han modificado para transmitir otro mensaje. Si ves la nueva película Angelina Jolie “Maléfica” verás una nueva versión de “La Bella Durmiente”. Aquí, el director nos cuenta una historia algo distinta.
Maléfica es la madrastra malvada, pero nos enseña que en su origen, ella era muy buena. Sólo quería ser feliz y sentirse amada por alguien. Cuando conoce al futuro rey, se enamora de él, pero él la engaña y le corta sus alas de hada. Traicionada y llena de dolor Maléfica decide proteger su reino apartándose de los seres humanos. Cuando el chico se convierte en rey, tiene un hijo y Maléfica acude al castillo para maldecir a la niña. Para asegurarse de que la maldición se cumpla, Maléfica vigila a la niña hasta que se convierte en mujer. Sin darse cuenta, Maléfica está protegiendo a la niña y le va cogiendo cariño. Aunque no quiera reconocerlo, ella actúa como una madre protegiéndola de peligros. Cuando pasa el tiempo y llega el momento de que se cumpla la maldición, Maléfica trata de impedirlo, pero no puede hacerlo, y la niña se pincha el dedo en la aguja de una rueca -cayendo en el sueño eterno-.
En esta versión, aparece un príncipe y besa a la niña, pero como se acaban de conocer, no se despierta. El joven todavía no siente amor por ella, de modo que no se despierta. Maléfica ha comprendido que quiere mucho a la niña, como si fuera su hija, y en un momento de dolor, besa la frente a la niña y ésta se despierta.
Si analizamos esta versión del cuento, podemos entender el dolor de Maléfica y ver que el amor verdadero puede hacer milagros. Aunque ella no es la madre real de la niña, el hecho de vigilarla, cuidarla y protegerla durante tanto tiempo, ha despertado el amor hacia ella como si fuera su hija. Y es este amor el que obra el milagro.
Si tienes hijos te recomiendo que leas los cuentos propios a su edad, y les hagas preguntas para que ellos piensen, razonen y puedan discutir los personajes.
¿Qué nos está diciendo el cuento?
¿Qué enseñanzas nos da?
Tal vez tu hijo de seis años te pregunte porqué el lobo quería comerse a los cerditos o porqué la madrastra de la bella durmiente maldijo a la niña. Si te preguntan, trata de darles una respuesta clara. Enséñales que el lobo en realidad representa a la gente malvada, y que en la vida real existen los lobos. Enseñarles la realidad de las cosas, de acuerdo a su nivel de comprensión es importante. No puedes envolver a tus hijos en una nube rosa todo el tiempo, pues antes o después tienen que saber cómo es la vida.
A través de los cuentos los niños aprenden muchísimo, sobre todo si les explicamos lo que quieren decir en realidad. Cuando lees un cuento profundo a un niño, su inconsciente acoge muy bien la lección. Si escoges el cuento de “La Cenicienta” y ya son mayorcitos, tal vez comprendan que ellos no deben dejarse humillar por nadie, ni hacer el trabajo que no les pertenece.
En el cuento de “La Cenicienta” vemos a una niña que pierde a su madre y vive con su padre. Ahora su padre se ha casado con otra señora que tiene más hijas y a ella la trata muy mal. No la quiere porque no es su hija y le encarga todas las tareas domésticas. Si este cuento se lo lees a una mujer adulta, comprenderá el mensaje y podrá verse en algún papel del cuento:
¿Soy la Madrastra?
¿Soy la Cenicienta?
¿Soy una de las hijas?
¿O quizás soy el Padre ausente que no se entera de nada?
“La Cenicienta” nos da tantos mensajes como cualquier otro cuento. Si lo analizas por encima enseguida ves mensajes como: “valoración”, “respeto”, “no dejarse humillar”, “no aguantar malos tratos psicológicos ni físicos”, “ser un buen padre”, “preocuparte de lo que ocurre en casa”, etc.
En cada cuento, novela, programa de televisión, películas de cine, etc. encontramos personajes que actúan bajo un arquetipo concreto. Todos ellos cumplen una función y nos enseñan cómo actúa la mente.
La luz y la sombra, el bien y el mal, el placer y el dolor, la alegría y la pena, etc, están presentes en la vida y en cada uno de nosotros. Y los arquetipos son las formas en que expresamos ésas energías.
La Luz y la Sombra de la Psique
Los arquetipos se pueden resumir en dos aspectos básicos: luzy sombra. El psicoanalista Carl Jung hizo un gran trabajo sobre la sombra del ser humano para que pudiéramos entenderla mejor.
La “sombra” no se refiere a la maldad que existe en la vida, sino a ésa parte oculta de nuestra consciencia. Es lo que no vemos de nosotros mismos, lo que escondemos a los demás, nuestro lado más feo.
A nivel psicológico podemos compararla como “el basurero del inconsciente” porque en él se esconden nuestros malos pensamientos, egoísmo, maldad, vergüenza, odios, deseos reprimidos y cualquier otro patrón mental negativo que ocultamos -porque no es aceptable para la sociedad-.
La sombra es todo aquello que deseamos y reprimimos, porque pensamos que es inaceptable. Es lo que no nos permitimos sacar a la luz.
En la vida diaria a menudo luchamos para ser buenos, porque la sociedad nos lo exige. Luchamos para ser buenas personas, buenos maridos, buenos jefes o buenos empleados. Esta lucha por mejorarnos, al mismo tiempo desecha todas ésas inclinaciones ocultas acumulándolas en lo más hondo de nuestro inconsciente.
Jung nos recomendó abrazar la sombra interior para equilibrarla y aceptarla como nuestra y así, poder ser completos. Si piensas que debes rechazar tu sombra, entonces estás condenándote a vivir subyugado a ella. Ésa es su trampa. Y para liberarte debes aceptarla, y reconocer que la tienes.
Cuanto más luchamos contra nuestra sombra, más poder tiene, más se acumula en nuestra psique atormentándonos. Si estás luchando contra un deseo que tienes y no te deja en paz, y tú lo reprimes mucho, antes o después ése deseo te va a dominar. Y aquí, aceptar lo que sientes y reconocerlo será el único medio saludable de liberarte de él.
La sombra busca salir en ti para poder realizarse. Si es un deseo bueno, obviamente puedes aceptarlo y darte el permiso para cumplirlo. Pero si es un deseo que daña a alguien, entonces tienes que buscar una solución equilibrada.
Si quieres ser una persona completa, con una psique sana, debes aceptar que también tienes sombra. Cuanto más lo aceptes menos sombra tendrás y más auténtico serás. Ser uno mismo es la clave para equilibrar la sombra y evitar que nos domine. Si vives una vida doble vida o sientes que lo estás haciendo, entonces tu sombra pide atención.
A menudo expresamos la sombra con las personas más cercanas a nuestra vida. y ser conscientes de ellos es el punto de iluminación. Si eres bueno en la calle, pero malvado en casa, entonces ahí estás sacando tu sombra. Necesitas darte cuenta de lo que ocurre o de lo contrario te domina.
Muchos psicólogos siguen usando la terapia de sombras como medio de autonocimiento. Consiste en verte de manera objetiva para que seas más consciente de tus actos y puedas liberarte. Si descubres algo de ti mismo que no te gusta, pero lo aceptas, entonces estás en el camino de la transformación y liberación. Podrás vivir de manera íntegra, fiel a ti mismo. Pero si tratas de negar tus partes feas, entonces estás condenado a vivir siempre con ellas.
Aunque pienses que la sombra no debería existir, en realidad tiene que estar, para que el equilibrio coexista en nuestra psique. El propio Jung explicó que para sentirnos completos necesitamos aceptar nuestra sombra, pues sólo así podremos liberarnos de ella.
Si notas que te molesta la presencia de tu sombra, entonces estás en peligro.
Cuanto más niegues tu sombra, más poder tiene sobre ti.
Deja de combatir con ella y mírala como una parte de tu psique.
Si a aceptas, dejará de molestarte.
La sombra se alimenta a base de miedo, dudas, juicios, valores, chismorreos, críticas, posicionamientos, actitudes absolutas, extremistas, mentiras, engaños, autoengaños, envidias, ego mal enfocado, etc.
La sombra de nuestra psique también se considera un arquetipo. Este arquetipo a nivel colectivo abarca la oscuridad de la raza humana. Es ahí donde se conservan todos los delitos, vergüenzas, pecados, violaciones, asesinatos, injusticias, dolores y malesde la humanidad. Los personajes malvados de los cuentos, expresan la sombra de forma comprensible. Ya sea a través del lobo, de la bruja malvada o de cualquier otra figura legendaria, la sombra cumple su papel en la historia.
La figura más popular que personifica la sombra en nuestra cultura, es el diablo. En este sentido el diablo representa el mal, la oscuridad, el engaño y el sufrimiento. Es un personaje inventado por nuestra mente para definir un conjunto de conceptos, energías y fuerzas.
Si aceptas que el diablo no existe en realidad, y te vuelves responsable de tus propios demonios mentales, entonces estarás libre de su influencia. Dejarás de culpar a los demás de tus fracasos y serás responsable de tu propia psique.
Cuidar nuestra mente también forma parte de nuestro entrenamiento mágico. De la misma forma que cuidamos nuestro cuerpo físico y emocional, necesitamos cuidar nuestra mente. Porque es ella la que está por encima de los anteriores gobernándolos.
Cuando comencé a desarrollar mi videncia empecé a ver la sombrade las personas en su rostro. Cuanto más sombra tenía la persona, más oscura era su cara en mis visiones. Analizando su historia descubrí que ésas personas sufrían mucho, pero al no saber gestionar su mundo interior, se convertían en malvadas. Acumulaban frustraciones, deseos no expresados, ideas extrañas que ellos mismos no se atrevían a expresar porque su educación se lo impedía. En muchos casos los hombres deseaban tener amantes, pero como estaba mal visto reprimían ése deseo haciendo que su propia energía interior librara una batalla terrible. También encontré casos de madres que estaban hartas de sus hijos y desean ser libres par vivir su propia vida, pero como es obvio, no podían hacerlo porque eso no era “correcto”. Al persistir en este pensamiento-emoción, las personas vivían en una lucha constante y sus luces y sombras eran terribles. Esto provocada que sus mentes fueran auténticos campos de batalla entre “debo hacer esto “ y “quiero hacer esto otro”.
Cuando vivismos batallas de este estilo, necesitamos encontrar una solución que nos aporte felicidad, de manera equilibrada. Si no lo hacemos terminamos enfermando o volviéndonos locos. Nadie quiere volverse loco por esto. Y conocer la sombra es el camino para liberarnos.
La sombra busca salir como sea. Si no lo hace, requema tu mente. Nadie puede retener la sombra sin dañarse a sí mismo. Antes o después ella te controla, te daña o te vuelve loco. Si sigues bloqueándola entonces tu energía se requema por dentro. Empiezas a gastar energía vital de mala manera. Esta energía es tu fuego interno (chispa divina) y cuando tus pensamientos y sentimientos se requeman -porque los retienes-, entonces ése fuego arde mal, hace humo, y ese “humo negro” es lo que ensucia tu Aura.
Te diré, que la sombra de una persona puede verse en su rostro. Se percibe en la cara de la persona y en su mirada. Cuando me encuentro con personas así, sé que ésa persona está sufriendo mucho porque no puede vivir la vida que quiere. Se siente limitada, como encarcelada a una realidad que no le gusta pero no puede cambiar.
Para solucionar esto, debemos entender que la sombra “somos nosotros”.
No puedes curar tu sombra si piensas que no va contigo.
Debes aceptar tu mundo interior y sanarlo con terapia emocional.
Porque nadie externo a ti, es el responsable de tu energía.
Consejo. si estás sufrimiento muchísimo no te lo calles y trata de expresarte. Busca familiares o amigos de confianza con los que puedas desahogarte y sanar tu interior. Si no tienes a nadie cercano, visita a un terapeuta y “suéltalo todo”. Si eres religioso ve a un sacerdote o sacerdotisa que te escuche. Lo importante es que vacíes tu carga mental para que tu mente se equilibre y recuperes la paz.
¿Cómo identificar la Sombra?
ü Observa qué es lo que más te molesta de la gente. Aquello que te altera, te saca de tus casillas o te hace enfadar (“no lo soporto”, “me pone enfermo”, “me saca de mis casillas”, “me hierve la sangre cuando lo veo”, etc.).
ü Fíjate en todo lo que te causa miedo en tu interior, frustración, envidia, malestar y analiza porqué. Aprende a observarte en tercera persona, sin implicarte emocionalmente y fíjate en cómo actúa tu mente. Si ves que no puedes controlarte, recurre al humor y piensa que la vida no es tan seria como tú te pensabas.
ü Observa lo que juzgas, condenas, criticas, repudias. Si ves que criticas algo que en realidad lo deseas para ti, entonces tienes envidia. Aprende a reconocerla y trata de sanar tu interior.
ü Sé consciente de tu impulsividad inconsciente, de tus palabras, de lo que callas, de lo que no cuentas. Lo que no dices, da tanta información como lo que cuentas.
ü Mira si tienes vicios, manías, costumbres extrañas que te dañan y equilíbralas.
ü Explora qué emociones ocultas has ido reprimiendo a lo largo de tu vida: “Quería decirle esto y no me atreví”, “siempre quise tener un amante”, “sentí que vendía mi alma al diablo”, “dejé de ser yo mismo”, “sabía que estaba en lo cierto y me lo callé”.
ü Revisa qué sueños no puedes cumplir ahora, que te consumen por dentro. ¿Qué es lo que me quema por dentro poniéndome negro?
ü Sé sincero y escucha tu interior.
Si quieres ser una persona completa, necesitas unir tu luzy tu sombra en una sola consciencia. Si la sombra se sana, dejamos de repetir comportamientos, situaciones, dramas, frustraciones, ruinas, fracasos, divorcios, etc. En cambio, cuando no se sana, la sombra vuelve a cobrar fuerza porque no le prestamos atención.
Nota: muchas personas confunden la sombra con la maldad, y no es así. La sombra no es más que ése aspecto psíquico de tu interior, y trabajarlo es parte de tu formación. Tal vez te parezca difícil ser transparente, pero el punto está en que no te engañes a ti mismo. Si eres valiente para ser sincero contigo mismo y los demás, vivirás la vida que realmente quieres y serás íntegro. Aquí, nadie más que tú mismo puede hacer este trabajo porque estamos hablando de tu propia psique.
La Vela Negra que saca la sombra que nos domina
Si quieres analizar tu sombra puedes practicar este ejercicio. Sirve para revelar aquello que nos consume por dentro y sacarlo a la luz.
Elementos Necesarios:
1 Vela negra o velón
Sal fina de cocina
1 Plato o bandeja
1 Diente de Ajo
Procedimiento:
1. En el plato o bandeja rocía un poco de sal en forma de lluvia. Hazlo de modo que el fondo del plato se cubra con la sal extendida.
2. Toma la vela negra (apagada) y acércala a tu corazón. Siente que la vela capta tu sombra y la cera se impregna de ella.
3. Parte el diente de Ajo y restriégalo por la vela. Esto hará que la vela pueda encontrar lo que tienes dentro y sacarlo.
4. Pon ahora la vela sobre el plato encima de la sal. Procura que se mantenga recta. El Ajo tíralo a la basura.
5. Enciende la vela negra con una cerilla y deja que se consuma.
Esta vela actúa como buscadora de tu sombra para sacarla a la luz a través de la cera. Si notas que la vela “llora” (expulsando cera), hazle fotos con tu cámara para ver qué mensajes te cuenta.
Cuanto más llore la vela, más está mostrando tu sombra. Si no llora nada, todo va bien, hay una buena comunicación entre tu mundo interior y exterior.
Para que puedas interpretar los mensajes de la cera consulta la lección “Liberar el Poder con Fuego”. Así aprenderás a ver lo que te cuenta la vela.
A menudo las velas blanca y negra del altar también lloran y muestran mensajes. Si te ocurre que tu vela negra llora mucho, indica que tu interior (sombra) requiere atención. Presta atención a tu interior para sacarla a la luz y date cuenta de que ella está ahí.
Aceptar la sombra, sanar emocionalmente y descubrir que nadie nos juzga nos devuelve la paz interior. Muchas personas con ideas religiosas piensan que no pueden aceptar su sombra porque sería desatar el diablo en ellas. En realidad, detrás de esta creencia no hay más que miedo a ser uno mismo.
El Gran Espíritu no está aquí para juzgarnos, sino para compartir su energía vital con nosotros. Y si te permites sanar por dentro podrás ser más dichoso y feliz.
Los Arquetipos vistos como Dioses
Los mitos y leyendas están llenos de arquetipos variados. Las mitologías acerca de los dioses y diosas, reflejan aspectos de la vida a través de figuras legendarias. Cada cultura en el mundo tiene su propia mitología y esta no es más que un reflejo de cómo piensa ésa cultura.
La cultura griega por ejemplo, está llena de dioses y héroes que cuentan una historia. Detrás de estos mitos siguen presentes los arquetipos. Algunos psicoanalistas han identificado los arquetipos en estos “dioses” y han descubierto el patrón psicológico que existe detrás de cada uno
En este sentido los “dioses” no son más que ejemplos sobre cómo actúan los arquetipos. Y así, el dios Zeus sería el arquetipo del padre autoritario, con voluntad y poder. Afrodita sería el arquetipo de la belleza, la seducción y el placer. Ares sería el arquetipo de la guerra, la pasión y la fuerza bruta. Y Hermes sería el arquetipo del comunicador, mensajero y viajero.
Aunque no creas en estos dioses como “seres”, puedes ver sus historias y leyendas, como metáforas que expresan distintas formas de sentir la vida y aprender de sus vivencias.
Todas las culturas del mundo están llenas de leyendas que funcionan bajo estos arquetipos. Si buscamos la figura arquetípica del “dios del cielo” que encarna la justicia y el poder del padre, la encontramos en Zeus, pero también lo vemos en la cultura romana, hebrea, sumeria, egipcia, maya, celta, etc. Este es un arquetipo celeste universal, de modo que está presente en todas las culturas.
¿Los arquetipos los ha creado el ser humano?
Se piensa que sí, porque es el inconsciente colectivo el que cataloga esos conceptos abstractos personificándolos en la figura de diosesy diosas. Algunos terapeutas han recurrido a las figuras de los dioses para intentar entender mejor nuestro comportamiento, hacernos más conscientes y mejorar nuestra vida.
La psicoanalista Jean Shinoda Bolen ha estudiado profundamente estos mitos para encontrar nuestro arquetipo interior, tomar consciencia de nuestros roles ante la vida y liberarnos de ellos -si así lo decidimos-. Bolen es una terapeuta extraordinaria y ha trabajado profundamente en los roles mentales de hombres y mujeres. Si quieres saber cual es tu dios arquetípico en estos momentos de tu vida, deberías leer sus obras. Tal vez descubras que en estos momentos Mercurio es tu dios arquetípico o que el año pasado estuviste bajo el arquetipo de Zeus o Hades, y comprendas más cosas sobre ti.
En este curso estamos trabajando con los arquetipos de la Madrey el Padre. Cuando rezamos a la Gran Madre (vista en la Naturaleza) y al Gran Padre (representado por el Sol), estamos conectando con los arquetipos más antiguos de la historia. Se piensa que el arquetipo de la Madre es el más antiguo porque la madre es la que nos da la vida y alimenta. El concepto del Padre viene después.
Esta Pareja Divina representa pues, a todas las fuerzas naturales y celestes que nos alimentan, cuidan y protegen. Cada vez que rezas a la divinidad entendiéndola como Madre y Padre, algo en ti se remueve. Tu mente se siente cómoda, en terreno conocido, porque estos arquetipos son los primeros que creó nuestra psique.
Los Arquetipos en la Adivinación
En muchos sistemas de adivinación los arquetipos se utilizan para representar ideas, fuerzas y energías. Los 22 Arcanos Mayores del Tarot representan arquetipos de manera gráfica. Al estar representados con escenas, personajes e imágenes, estas láminas expresan ésos modelos psíquicos originales, que fluctúan con nosotros y nosotros con ellos. Es por esto que el Tarot funciona como instrumento de adivinación y autoconocimiento.
Como el inconsciente se comunica a través de imágenes, figuras y símbolos, los arquetipos se pueden manifestar a través de dibujos del Tarot. Si miras la carta de “La Muerte”, verás que está representada por una calavera. Y la calavera para el inconsciente significa el fin de algo. Lo es porque el inconsciente colectivo ha catalogado ésa imagen con ése significado a través del símbolo.
Aprender el lenguaje del inconsciente colectivo nos ayuda a entender cómo se comunica la mente inconsciente con la consciente. Si ya conoces los Arcanos Mayores, puedes verlos como arquetipos. El Loco es el eterno buscador, el Mago “el ser consciente que usa su propia energía”, la Sacerdotisa “la interiorización”, la Emperatriz “la madre productiva”, etc.[1]
Te diré, que prácticamente todas las técnicas adivinatorias están basadas en este lenguaje del inconsciente colectivo. Los sueños premonitorios, el Tarot, la lectura de los Posos del Café, las cenizas del incienso o la cera de las velas, actúan de esta forma. Y si aprendes este lenguaje arquetípico, puedes descifrar el mensaje y acceder a la información que te cuenta tu inconsciente a través del oráculo.
Si eres una persona muy intuitiva, tal vez tu mente inconsciente capte muy bien la información que te ofrece el inconsciente colectivo, sin necesidad de estudiar simbología. Cuando aprendí el sistema de adivinación del Café con Leche (Ver Lección), descubrí que para leerlo no hacía falta interpretarlo de manera técnica. Lo único que tenía que hacer era mirar la figura que aparecía en el Café y la información llegaba a mi mente de manera directa. Y así, mi mente sabía que una calavera representaba “muerte”, una aguja filosa “intervención hospitalaria”, un cocodrilo “enemigos al acecho”, y luces blancas y redondas “llegada de dinero”. Con esto quiero decirte que tú ya estás conectado al inconsciente colectivo y a toda la información que ahí reside. Y lo único que tienes que hacer para aprender a descifrar los mensajes consiste en escuchar tu instinto.
[1] Si quieres aprender más sobre el Tarot como herramienta psicológica, te recomiendo el libro de Alejandro Jodorosky “La Vía del Tarot” Editorial Siruela, S.A. Y “El Tarot y el Viaje del Héroe” de Hajo Banzhaf.
Sabio y Bendito Seas
El Brujo Shiva