67. EL PLANO MENTAL (I)

67. EL PLANO MENTAL (I)
El Plano Mental es uno de los más amplios que existe. La imaginación es su territorio, de modo que es tan grande como puedas imaginarlo. Es mucho más sutil que el Plano Emocional y obviamente mucho más que el Físico. Su energía es más etérica, más refinada, y esto hace que abarque más espacio y volumen en el Universo.
En el Plano Mental existen muchas energías. Son energías sutiles, creadas por psiques, que pueden estar viviendo en un cuerpo físico o no. En él se depositan y actúan las energías mentales creadas por los humanos, animales, espíritus y seres de otras dimensiones.
Teniendo en cuenta que es un plano invisible -pero poderoso-, conviene conocerlo.
El Plano Mental también se divide en distintos subplanos.
Puede resumirse en dos secciones principales: el elevado y el denso.
El elevado está lleno de pensamientos positivos y el denso de pensamientos negativos.
Cuando estos pensamientos se agrupan se forman energías, y se ven como filamentos muy sutiles. También se ven como “nubes flotantes” que nos rodean. A veces toman formas geométricas, parecidas a los objetos físicos que vemos en el Plano Físico, y actúan en nuestra vida influenciándonos.
Para ver estas energías mentales, necesitamos agudizar los sentidos psíquicos, ya sea a través de la meditación o mediante cualquier otra técnica que expanda la consciencia.
La parte fisiológica que está ligada al Plano Mental es nuestra mente.
Nuestro cerebro es el soporte físico de la mente.
Es a través de ella que podemos racionalizar, pensar y discernir.
La capacidad mental humana es poderosa.
Nos ayuda a controlar y a dirigir nuestro interior.
Ella es la que dirige nuestro barco y nos permite superar las embestidas de la vida.
Los maestros veteranos nos dicen que cuando practicamos la magia desde un estado mental adecuado, nuestro interior se alinea con las fuerzas sutiles que rigen la vida, y el Universo se inclina a nuestro favor.
Si quieres ser una bruja poderosa has de conocer el misterio de tu propia psique. Esto significa que necesitas programar tu mente para que te ayude a alcanzar tus objetivos. Aunque estés interesado en aprender las fórmulas y hechizos, lo cierto es que necesitas usar tu capacidad mental para que tu magia funcione como debe.
CÓMO FUNCIONA LA MENTE
El cerebro es el órgano más importante y característico del ser humano. Gracias a él pensamos y tenemos memoria. Biológicamente hablando el cerebro es el órgano central de nuestro sistema nervioso, y está programado para mantener la supervivencia del cuerpo.
En el interior de nuestro cerebro existen millones de células encargadas de recibir y transmitir información. La información se transmite a través de impulsos eléctricos llamados “sinapsis”. La sinapsis es la aproximación de las neuronas. Cuando las neuronas se acercan entre ellas se pasan la información a través de una descarga química que provoca la corriente eléctrica en la membrana de la célula. Gracias a esta comunicación, el cerebro es capaz de procesar la información sensorial que procede del mundo exterior y del propio cuerpo.
En este sentido el cerebro y su funcionamiento se parecen mucho a un ordenador. Si comparamos el cerebro con el mecanismo de un ordenador, la parte física sería el “hardware” y el “software” la información que hay en él. El hardware vendría a ser la parte orgánica del cerebro, -esto es la estructura que permite introducir información- y el software la propia información.
Así pues podemos decir que el cerebro está dividido en dos partes; la parte física -que es el soporte de la mente-, y la parte inmaterial -que es la información-. Los pensamientos, las ideas, los recuerdos y las opiniones que tenemos en la cabeza son la parte “no física” del cerebro. Las células, la materia gris y el propio cerebro, son la parte física.
El cerebro humano también se divide en tres secciones básicas. Por un lado está el cerebro reptiliano”, que es la parte primaria de nuestro cerebro. Es la parte que se encarga de las funciones básicas para sobrevivir. Reacciona al entorno, busca comida, protección, reproducción y salud. Es la que detecta el peligro y nos hace reaccionar para estar a salvos. Sin esta parte cerebral no sabríamos protegernos a nosotros mismos.
El cerebro reptiliano no es intelectual, sino instintivo. Reacciona de forma inmediata y es el que nos hizo reaccionar ante los depredadores en la antigüedad. Si vivimos una amenaza, nuestro cerebro reptiliano se activa para que escapemos. Su nombre “reptiliano” se lo dieron los científicos porque los reptiles sólo tienen desarrollado esta parte en su cerebro.
Por encima de esta parte se encuentra el cerebro límbico. Es el cerebro de los mamíferos. Se encarga de captar y gestionar las emociones y regular la memoria. Nos ayuda a sentir y relacionarnos con los demás. Gestiona los afectos, el amor, el cuidado de los hijos y la consciencia del otro. Es la parte de nuestro cerebro que regula nuestras emociones.
Por encima de estas dos partes se encuentra el cerebro humano o neocórtex. Es la que nos hace propiamente “humanos”. Esta parte se encarga de gestionar nuestros sentidos sensoriales y desarrollar nuestras funciones mentales. Nos permite concentrarnos, tener voluntad, imaginación y habilidades psíquicas. Es el cerebro que soporta la consciencia y gestiona toda nuestra mente.
CONSCIENTE, SUBCONSCIENTE, INCONSCIENTE Y SUPRACONSCIENTE
Consciente”, “Subconsciente” e “Inconsciente” son palabras que escuchamos a menudo en nuestras conversaciones diarias. Las usamos con frecuencia sin detenernos a pensar lo que significan realmente.
Cuando decimos que una persona “no es consciente de lo que hace” queremos decir que no se da cuenta de sus actos. Cuando decimos “lo hice de forma inconsciente” estamos diciendo que hicimos algo sin prestar atención, de forma automática, o sin pensar en los efectos.
Para comprender los distintos grados de percepción que tiene la consciencia, los psicólogos han diseñado un sistema gráfico que la divide en distintos niveles. Cada nivel representa un punto de iluminación o un grado más profundo de consciencia.
Psicólogos como Janet, Schopenhauer, Bergson y otros ya definieron el término “inconsciente” en sus teorías. El famoso Psicoanalista Sigmund Freud explicó los niveles de la consciencia comparándola con un iceberg. Ya sabes, esa montaña de hielo que flota en el océano, con forma puntiaguda y llena de irregularidades.
Si analizas el gráfico de un iceberg y lo comparas con la mente humana, encontraras pistas acerca de cómo funciona el inconsciente. Los marineros que conocen el mar, saben muy bien el peligro que encierra encontrarse con un iceberg. La parte que no se ve es la más peligrosa, pues aunque parezca que el iceberg está a unos metros, su estructura inferior es más ancha y puede llegar a tocar el barco. El Titanic se hundió por esta razón.
Freud mostró el gráfico del iceberg como ejemplo para explicar la consciencia, de modo que la parte de hielo que sobresale por encima de las aguas sería el consciente y lo que permanece oculto por debajo el inconsciente. El subconsciente sería la parte intermedia que conecta ambos estados.
Como puedes adivinar encontrar los límites entre ambos niveles resulta complejo. Pero lo que queda claro es que; aquello que ahora tienes en la mente es lo consciente. Lo que tienes olvidado es lo inconsciente, y lo que ahora no tienes en la mente pero puedes recordarlo con facilidad, está es el subconsciente[1].
Si te digo que pienses en el colegio de la infancia y te pido que lo recuerdes, tu consciencia buscará en tu memoria ésa imagen. Esa información está en tu registro personal, en tu inconsciente, y al recordarlo, tu cerebro saca la información de tu subconsciente y la hace consciente. El recuerdo está conservado en el depósito de tu inconsciente y cuando lo traes a la memoria lo haces consciente.
El ejemplo del iceberg es muy gráfico y nos ayuda a comprender cómo funciona nuestra mente. Para Freud todos los traumas y bloqueos personales estaban originados en el inconsciente y sólo cuando se hacían conscientes se alcanzaba la liberación. Freud fue un pionero en psicología y abrió el camino dentro de la psicología con su sistema de terapia. Tiempo después llegó su sucesor Carl Gustav Jung (médico psiquiatra, psicólogo y ensayista de origen suizo) y desarrolló varios conceptos mentales que nos permitieron expandir el conocimiento.
El punto clave del inconsciente está en que él recoge toda la información, pero si no nos damos cuenta de la información que recoge, no podremos usarla en todo su esplendor. Es más, puede que nos sabotee y nos genere limitaciones sin sentido. Si durante tu infancia viviste acontecimientos traumáticos relacionados con el dinero y tu inconsciente conservó y catalogó esos recuerdos como negativos, tal vez esa información siga dirigiendo tu vida sin darte cuenta y ahora tengas problemas con el dinero.
Si descubres que tu cerebro guarda información tóxica que te afecta en tu vida presente, necesitas iluminar tu inconsciente para que deje de afectarte. Sólo cuando tomamos consciencia de esta información y le hacemos frente con la intención de aceptarla y sanarla, podemos liberarnos de su influencia. Nadie alcanza la iluminación sin hacer consciente lo que esconde el inconsciente.
Los psicólogos están convencidos de que gran parte de la actividad mental de nuestro cerebro actúa de manera inconsciente, pero nos influye profundamente en nuestra conducta consciente. De hecho se afirma que es el inconsciente el que gobierna la mayor parte de nuestros actos.
Teniendo en cuenta que cada persona es diferente, cada cerebro acepta y registra las experiencias de forma diferente -de acuerdo a su propia consciencia-. Un acontecimiento impactante puede serlo si nuestra consciencia así lo percibe. Pero si no lo percibe como tal no le afectará igual.
Si te despiden del trabajo y tu mente procesa la información como una oportunidad para cambiar de rumbo, tu mente aceptará ese cambio y procesará la información de buena manera. Pero si tu mente vive el cambio como un peligro, una pérdida o una amenaza para tu vida, tal vez tu inconsciente conserve ésa experiencia y te genere un trauma. No todas las personas reaccionan igual a la hora de adaptarse a las circunstancias y no todo el mundo es capaz de verlo bajo esta perspectiva. Algunas personas necesitan meses y años para superar problemas. Otras se sienten liberadas enseguida. Hay personas que se aferran al problema del pasado durante meses y no avanzan hasta que se dan cuenta de la situación y deciden superarlo.
Aunque parezca que el inconsciente sólo esconde pensamientos negativos, déjame decirte que también es el país de las maravillas. Si tu inconsciente guarda un paraíso de sueños, amor y felicidad, podrás usar ésa información y alinearte con ella para que tu mente actúe. Los sueños, los ideales, las esperanzas y todos los pensamientos positivos que tenemos acerca de la vida, también están en el inconsciente. Son ellos los que nos hacen luchar por una vida mejor y son ellos los que hemos de usar en nuestra magia.
A parte de estos tres estados de consciencia también está el supraconsciente, que es ésa parte de ti que es sabia. Es tu “Yo Sabio”, lleno de conocimiento, sabiduría, información y poder. El “Yo Sabio” también es conocido por otras líneas esotéricas y místicas como el “Yo Superior”. Es la parte trascendental de nuestra psique.
Cuando te conectas a tu “Yo Sabio-Superior” estás sacando de tu mente lo mejor y más bello de tu persona-psique. Se piensa que el “Yo Sabio-Superior” es la chispa divina que está en nosotros y así es. Es nuestra alma llena de energía divina, y que necesitamos activar para que nuestra vida evolucione.
Para conectar con ésa parte profunda de nuestro ser necesitamos mirar hacia el interior, conectar con nuestro corazón y buscar nuestra auténtica voluntad. “La Meditación de la Galaxia” y el rezo sincero, son formas de conectarnos al supraconsciente.
Cuando elevamos la consciencia a un nivel elevado, ésta se expande y puede percibir otras realidades, tener más inspiración, visiones, y conexión con otros mundos y seres. Para el supraconsciente no hay nada nuevo bajo el Sol, porque él ya está conectado a todas las energías universales.
LOS PROGRAMAS MENTALES
Al igual que un ordenador, nuestra mente humana tiene la capacidad de almacenar sensaciones, ideas, datos y reproducirlos posteriormente. Es lo que conocemos como memoria. Cuando recibimos una información del mundo exterior, la memoria la almacena a dos niveles: uno para los datos más recientes (consciente), y otro para los más antiguos (inconsciente). Estos datos se guardan en la memoria gracias a que el cerebro fabrica unas proteínas especiales, responsables de la permanencia de los recuerdos. Y así, cada vez que vemos, oímos, olemos, tocamos, etc, nuestro cuerpo sabe si esa sensación la ha experimentado antes o si la recibe por primera vez.
El cerebro es como una esponja. Lo absorbe todo. El problema está en que si sólo absorbe información tóxica, tu mente funciona de manera tóxica, porque responde de acuerdo a ésa información. Si sólo añades miedos, dudas y rencores, eso es justo lo que obtienes en la vida. En cambio si añades esperanza, alegría y paz, tienes más posibilidades de alcanzar la felicidad.
El cerebro funciona mediante "programas". De modo que si quieres usar tu mente para alcanzar la victoria, necesitas cambiar tu programa mental por uno que te permita lograr lo que quieres. Los miedos, la culpa, los traumas, la negatividad, el pesimismo y todos ésos pensamientos oscuros que pasan por tu cabeza con la intención que quedarse ahí, son los que dan forma a los programas mentales que te limitan. En cambio el amor, la alegría, el perdón, la libertad, la generosidad, el merecimiento y la autoestima, son los creadores de un programa mental positivo.
Los programas se originan en nuestra mente desde el principio de nuestra vida. Se anclan a nuestro inconsciente y este los libera a través de nuestros pensamientos. Cuando nacemos nuestra mente va absorbiendo todo lo que percibe para aprender, y esto define nuestra personalidad primaria. Dependiendo de las vivencias, emociones, amor o desamor que sintamos, nuestra mente catalogando ésas vivencias y nuestro cerebro crea los programas de la infancia. Estos programas quedan grabados en nuestro inconsciente durante toda la vida y si son felices nos ayudarán, pero si son tóxicos o llenos de dolor, nos complican la vida.
Se sabe que la infancia y adolescencia son claves a la hora de crear programas mentales. Un niño es como una esponja, y su mente absorbe toda la información que recibe del exterior. Un adolescente también. Teniendo en cuenta que sus mentes son frágiles y altamente manipulables a la información externa que reciben, sus mentes pueden ser alteradas con creencias tóxicas. Las creencias se forman cuando somos niños. Según los estudios se consolidan en la infancia y en la adolescencia se filtran. Dependiendo de lo que escoja tu mente, tus programas se quedarán o marcharán.
Todo lo que vivas en ese periodo puede determinar tus ideas y la vida que tienes ahora. Si durante tu infancia sufriste acoso escolar, insultos o malos tratos, tu mente estará dañada y puede que ahora mismo tengas problemas para relacionarte con los demás. Puede que ésa experiencia te haya convertido en una persona distante o quizás tú mismo seas algo agresivo en tus relaciones ahora.
Los programas mentales se crean sin que nos demos cuenta, y sin embargo dominan nuestras vidas. Para cambiar estos programas necesitamos tomar consciencia de nuestro interior y sanar cualquier conflicto emocional que tengamos dentro. Aunque pienses que no se pueden cambiar, en realidad sí que se puede. El punto está en tomar consciencia y sanarnos interiormente. La meditación, la aceptación, el perdón y el amor, son formas de borrar programas mentales tóxicos y dar paso a los buenos. El uso de afirmaciones positivas, vivir cosas buenas compensando aquellas malas que sentimos y decidir se feliz, también nos ayuda a sanarnos.
Si descubres que durante tu infancia viviste un impacto y ahora lo ves con otros ojos, trata de sanar tu interior y liberarte de ése pensamiento-emoción. Libera tu corazón del dolor y suelta ése programa doloroso que no te deja ser feliz. Ahora eres un adulto, con poder y voluntad, y puedes elegir seguir alimentando ése programa o disolverlo a través del perdón.
Cuando sanamos nuestro interior, las limitaciones de la mente desaparecen.
El miedo se esfuma y empezamos a pensar de forma diferente.
Esto nos hace sentir de forma diferente y actuar de forma diferente.
Borra tus programas mentales tóxicos.
Una forma de borrar pensamientos tóxicos y creencias limitantes, consiste en practicar este ejercicio.
1. Piensa en ése recuerdo que tanto te daña y limita.
2. Ahora pon tu dedo índice en tu cabeza.
3. Di tres veces: “Anulación de Programa”.
4. Piensa que ése pensamiento pierde el poder en ti.
5. Imagina que algo en tu interior se desactiva y deja de afectarte.
6. Ahora pon tu dedo sobre el corazón y di tres veces: “Activo el Programa del Amor”.
7. Siente que el Amor te inunda y llena de energía positiva.
8. Hazlo sintiendo amor en ti y aceptándolo en tu vida. Tú te mereces lo mejor y estás trabajando para que tu mente sea fuerte y feliz.
Este simple ejercicio te hace “atrapar” ése programa, anularlo y disolverlo de tu mente. Al mismo tiempo te ayuda a activar otro programa positivo que sí te sirva (amor). Puedes llevarlo a cabo con cualquier recuerdo tóxico que te asalte, con cualquier miedo o temor insospechado, y contrastarlo con otra energía positiva que sí quieras tener.
En este ejemplo yo he usado la palabra “Amor”, pero tú puedes escoger la que más te guste. Puedes usar, Salud, Alegría, Paz, Felicidad, Merecimiento, Éxito, Inteligencia, Capacidad, Libertad, Valor, etc.
El ejercicio también puedes hacerlo para superar cualquier información tóxica que te afecte, desde una historia que te contó tu madre y ahora ves que te influye en tu forma de pensar, hasta en eso que viviste el año pasado con tu amiga y necesitas soltar de tu cabeza.
Si recuerdas a un profesor o compañero del colegio que te hizo daño y todavía te duele, significa que ésa herida todavía sangra. Desprograma ése pensamiento y sánalo con otro opuestos.
El punto de este ejercicio está en que te analices a ti mismo y limpies tu mente de bloqueos, miedos, barreras y negatividad. Puede que te parezca absurdo, pero no hay nada como cortar ésos patrones mentales y corregirlos con otros positivos, para que tu mente suelte lo que no sirve, y tome lo que sí te ayuda
EL PODER DE LAS CREENCIAS
Detrás de los programas están las creencias. Las creencias son pensamientos profundos que “crean” nuestra realidad desde la mente. Si crees algo y en tu interior lo aceptas como verdad, estás dándole emoción y haciendo que tu cuerpo reaccione de acuerdo a ése pensamiento.
Si tienes muchas creencias, asegúrate de que te benefician, porque si no lo hacen, tal vez limites tu felicidad. Aquí no me refiero a la creencia religiosa que tengas, sino a lo que crees sobre ti mismo.
Las creencias limitantes son esos pensamientos inconscientes que tienes acerca de ti mismo. Cada vez que piensas “no puedo hacerlo”, “para mí resulta imposible”, “no estoy preparado”, etc, estas creando un programa mental negativo que limita tu avance. Te limita porque lo piensas, lo crees y lo aceptas como verdad.
Los programas mentales que se crean en tu cerebro pueden ser positivos o negativos.
Pueden ayudarte a lograr tus metas o pueden bloquearte.
Aunque no lo sepas, tus creencias son las que crean tu propia realidad.
Creer por ejemplo, que eres un inútil porque alguien te lo dijo alguna vez, es una creencia limitante. Pero si tú lo crees y sientes que es cierto, entonces estás programando tu mente para que así sea. Si eres listo y usas ése comentario para estudiar más, aprender y ser mejor, entonces has sabido transformar ésa creencia tóxica, y convertirla en un aliciente para tu avance. Pero si te aferras a ésa creencia y no haces nada, la creencia tumbará tu vida.
Dependiendo de cómo acojas las creencias externas y las integras en ti, así te afectan.
Las creencias tienen un importante impacto en la dirección de nuestra vida.
Todo lo que creas sobre ti mismo puede ayudarte o destruirte.
Si crees que puedes ser feliz, lo serás.
Si crees que eres un fracasado, lo eres.
Si crees que eres feliz, lo eres.
Si crees que eres mala persona, ya lo eres.
Si crees que eres generoso, lo eres.
Para romper las creencias limitantes has de tomar consciencia y darte cuenta de que sólo tú mismo puedes limitarte o liberarte. Tú eres el creador de tus creencias, eres su constructor, su juez y su libertador. Todo a la vez.
Analizar las creencias más profundas es necesario si quieres lograr objetivos.
Puede que te preguntes:
¿Son tan potentes nuestras creencias?
Sí, lo son. Lo son incluso más allá de lo que pensamos.
Si observas cómo trabaja un mentalista profesional, te darás cuenta del poder que puede llegar a tener una creencia.
“Una vez vi un show televisivo en el que un hipnotizador pidió voluntarios de la audiencia para que los hipnotizase. El hipnotizador le pidió a un hombre del público que se tumbara en una mesa y le dijo que su cuerpo era ahora tan rígido como un trozo de acero. Después colocó dos sillas a ambos extremos de la mesa para apoyar en ellas la cabeza y los pies del hombre y quitó la mesa. El cuerpo del hombre permaneció sostenido por esas dos sillas. Era tan rígido como el acero, porque él lo creía así. Más tarde, en el mismo número, hipnotizó a otras personas, pero esta vez les dijo que no podrían levantar el bolígrafo que había sobre la mesa. El bolígrafo, les dijo, era más pesado que un camión de dos toneladas. No podrían levantarlo. ¡Pruébenlo, sin embargo, añadió, “pero el bolígrafo es inamovible”. Una persona tras otra intentaron levantarlo. Recuerdo en particular a un hombre que tenía un cuerpo enorme y musculoso, un culturista. Cuando intentó levantar el bolígrafo su rostro adoptó una mueca, empezó a sudar y los músculos de los brazos se contrajeron tanto que las venas se hincharon. ¡Pero no pudo levantar el bolígrafo!. Y la razón de que no pudiera hacerlo no radicaba en su incapacidad, incluso un bebé hubiera podido, si no en que se creía incapaz de ello. De hecho estaba convencido de que no podía.
-Los Diez Secretos de la Riqueza Abundante-
Adam J. Jackson.
En este ejemplo vemos cómo puede actuar una creencia en el Cuerpo Físico de la persona. Si tú crees en algo inconscientemente, ésa creencia toma forma en tu vida física.
Las creencias actúan de la misma forma.
Logramos aquellas cosas que creemos poder alcanzar.
Si ahora mismo no te gusta cómo va tu vida, comienza a cambiar tu programa mental.
Analiza tus pensamientos y evalúa si te ayudan a lograr la vida que quieres.
Nuestra sociedad está llena de creencias limitantes:
Las chicas son sensibles.
Los chicos no lloran.
Las mujeres deben casarse y tener hijos.
Tú no vales para ese trabajo, no tienes talento.
Esa profesión sólo es para cuatro privilegiados.
Nunca alcanzarás el éxito en la vida.
Eres un inútil.
Las noticias han informado de que viene otra crisis.
No me siento preparado para hacer este trabajo.
Siento que soy inferior a mis compañeros.
Estos comentarios los oímos cada día, pero no te aportan soluciones. Pueden ayudarte a informarte y a estar al corriente de lo que ocurre, pero aferrarse a ésa información, sin pensar en otra cosa, destruye tu vida.
Las creencias que hay en nuestra mente son las que mueven las fichas de nuestras vidas. Son ellas las que forman nuestra realidad.
Si te estás analizando y descubres que tienes creencias limitantes, no te atormentes por eso. Todos creamos creencias limitantes sin darnos cuenta, el punto está en transformarlas con otras creencias positivas.
Hace unos meses recibí un mensaje de una amiga que estaba pasando por un bache profesional. Para ayudarla le di varios consejos y la recomendé que pusiera una tienda online.
Ella tenía una tienda física donde venía Plata y objetos de Oro, pero el negocio se frenó. Pensando en la situación, me dijo que ya lo había pensado hace años, pero alguien le dijo que no lo hiciera, porque ya había muchas tiendas online vendiendo (¿?). De modo que no lo hizo.
¿Qué…?
¿Has frenado tu propia profesión sólo porque alguien te lo haya dicho?
-Sí, y ahora pienso que debería haberlo hecho..!
Aquí tenemos un ejemplo de cómo actúa una creencia limitante.
Ella recibió una información externa y decidió creerlo. Sí, fue ella la que lo decidió. Su mente. De modo que ésa creencia frenó su avance futuro. Intentando hacerla ver el problema, le dije:
Ponte en contacto con un distribuidor de tiendas online y hazlo ahora.
-¿Ahora? No es muy tarde…?
Por favor….!.
Estás repitiendo el mismo patrón de hace años y si sigues así, nunca tendrás tu tienda online soñada.
¿No te das cuenta?
Eres tú la que no deseas crecer.
Eres tú la que limitas tu propio avance profesional.
Eres tú la que por miedo no quieres dar un paso más en tu formación.
Tu mente va contra ti, y si no tomas consciencia de esto y reaccionas, jamás tendrás lo que deseas. Darás vueltas y vueltas al asunto, buscarás excusas y nunca harás nada. Quítate el miedo de una vez y apúntate a un curso de ventas online para que te familiarices con el tema.
TU VIDA ES EL ESPEJO DE TUS CREENCIAS
Una forma sencilla de descubrir cuales son tus creencias consiste en observar tu vida y ver los resultados. Si a lo largo de tu vida has logrado gran parte de tus objetivos y eres feliz, significa que tus creencias te ayudan. Enhorabuena…!. Pero si descubres que no logras nada o lo poco que logras se esfuma enseguida, significa que tus creencias te bloquean. Ataja el problema y atrévete a mirarte en el espejo de tu mente.
Si quieres cambiar tu vida has de comenzar por cambiar tu propia mente. Esto se hace llenando tu cerebro de información positiva. Sólo cuando decidas llenar tu mente de cosas positivas, información, datos, etc, disuelves tus programas oscuros y avanzas.
Si eres muy rígido, tal vez te resistas al cambio y tu mente será tu mayor enemigo. En cambio si tienes una mentalidad abierta y estás dispuesto a modificar tus modelos de pensamiento -por otros más elásticos y avanzados-, podrás superar cualquier obstáculo.
En los últimos tres años he estado enseñando lecciones de magia a través de las redes sociales. Analizando los resultados descubrí que los alumnos que superaban las lecciones del Plano Mental tenían más probabilidades de alcanzar el éxito en sus vidas. En cambio, aquellos que no ponían interés en potenciar su propia mente se quedaban atrás. A menudo se metían en líos sin darse cuenta y luego se preguntan porqué el destino era tan malvado con ellos. La razón de su fracaso era que el aprendiz no deseaba cambiar su programa mental y esto provocada el caos en su vida.
La actitud mental que tengas ante la vida y tu predisposición para aprender marcará la diferencia. Las personas que tienen una actitud abierta al aprendizaje son mucho más aptas para modificar su mente y programarla para el éxito. En la vida sólo llegamos a lo que mentalmente estamos preparados para asumir, de modo que tu preparación mental es esencial.
A lo largo de estos años también he comprobado que la magia es para valientes. Cuando nos atrevemos a romper el patrón mental que nos limita, el cambio nos llega. Tomamos decisiones diferentes, nos sentimos más seguros y logramos el triunfo esperado. Ocurre porque hemos roto el programa mental limitante, dando paso a otro más positivo.
Ser consciente de tus propios pensamientos te ayuda a descubrir qué patrón hay en tu mente.
¿Pero qué tiene que ver esto con la magia?
En realidad todo, porque tu mente es la que crea de acuerdo al programa que tengas en ella (seas consciente de ello o no).
La “Ley de Semejanza” nos dice que lo similar se atrae.
Si en tu mente hay programas tóxicos, toxicidad será lo que tendrás en tu vida.
En cambio, si hay programas de victoria, la victoria te seguirá a donde vayas.
He comprobado que si quiero tener éxito con la magia debo practicarla desde mi propio estado mental positivo. Si lo hago, mis hechizos se vuelven más rápidos y efectivos. Pero si no lo hago desde ése estado mental, el fracaso se impone.
Cuando analizas el poder de tu mente, te das cuenta del gran poder que tienes en ti. No hay nada más alucinante que reprogramar tu mente con un programa positivo y aplicar la magia para obtener resultados increíbles. Tú también puedes usar este poder -todos podemos- y la clave para hacerlo está en tomar consciencia de tu propia capacidad.
Las creencias positivas pueden ayudarnos mucho. Pueden mejorar nuestra vida, elevar la autoestima, sanarnos, abrir nuevas oportunidades y hacernos más sociales y felices. También pueden propiciar encuentros exitosos y mejorar nuestra vida –a todos los niveles-.
¿Qué crees que hay detrás de una persona exitosa?
¿Crees que hay suerte, fortuna o un destino programado?
Detrás de cualquier persona exitosa -que se ha hecho así misma-, hay una creencia fuertemente arraigada. Hay pasión, trabajo, dedicación y esfuerzo. Aunque el factor suerte puede jugar a tu favor en un momento determinado, si tu cerebro no trabaja a favor de la suerte no lograrás el éxito. Y si lo logras durará poco tiempo, porque en ti no hay una creencia de éxito arraigada.
Activa tus creencias positivas
1. Haz una lista de aquellas creencias positivas y negativas que tiene sobre ti mismo.
Sé sincero y saca todos tus temores, dudas y bloqueos.
2. Ahora céntrate en las cosas buenas que quieras aumentar en ti.
3. Escoge una palabra (por ejemplo Autoestima).
4. Ahora pon tu dedo índice en tu cabeza.
5. Di tres veces: “Activo la Autoestima en mí”
6. Piensa que ése pensamiento se activa en tu cabeza.
7. Imagina que una luz en tu interior se activa y empieza a trabajar.
8. Ahora pon tu dedo sobre el corazón y di tres veces: “Activo el Poder de la Autoestima”.
9. Siente que la autoestima te inunda y llena de energía positiva.
10. Hazlo sintiendo amor en ti y aceptándolo en tu vida. Tú te mereces lo mejor y estás trabajando para que tu mente sea fuerte y feliz.
Este simple ejercicio te hace “activar” ése programa en ti. Te ayuda a integrarlo en tu mente. Puedes llevarlo a cabo con cualquier energía que necesites activar, ya sea amor, libertad, inteligencia, capacidad, etc.
Puedes repetirlo siempre que quieras, sobre todo cuando sientas que tu energía está baja.
Sabio y Bendito Seas
El Brujo Shiva
****************
[1] “El Gran Libro de los Sueños”. Emilio Salas. Ediciones Martínez Roca. 1998.