65. EL PLANO FÍSICO
También llamado “Plano Físico”, “Plano Material” o “Mundo de las Formas”. El Plano Físico es el plano de la materia. Es el que percibimos con nuestros sentidos cognitivos (tacto, olfato, gusto, vista, oído). De modo que el Universo físico que vemos, se encuentra en este nivel de consciencia.
Como es obvio, el Plano Físico lo compartimos con otras especies evolutivas -como son los animales, las plantas, los peces, las aves, los insectos, etc-. Cuando miramos al exterior y vemos la Naturaleza, lo que vemos es el nivel más denso de la materia. Y eso es el Plano Físico manifestado en la 3ª dimensión.
El Plano Físico está dividido en distintos niveles o grados de condensación de la materia. Dependiendo de lo condensada o sutil que sea, la materia puede manifestarse de forma sólida, líquida, gaseosa, plásmica o etérica.
La materia sólida, líquida y gaseosa, son bien conocidas por la ciencia y todos estamos familiarizados con ellas. Una piedra se percibe como sólida. El agua y las bebidas como líquidos. Las nubes y el vapor como gaseosos. En cambio la materia plásmica y etérica son menos conocidas porque son imperceptibles.
Estos cinco estados de la materia se corresponden con el sistema de los Cinco Elementos que hemos conocido. Y así, cada Elemento está asociado a un estado de la materia.
Materia Sólida Tierra Acciones
Materia Líquida Agua Emociones
Materia Gaseosa Aire Pensamientos
Materia Plásmica Fuego Deseos
Materia Etérica Éter Consciencia
Cada estado material puede así mismo cambiar de acuerdo a la manipulación que se produzca sobre él. Las cosas sólidas pueden ser sólidas o cambiar de estado si se someten a presiones altas.
El Agua por ejemplo puede mantenerse líquida, congelarse o evaporarse.
El Aire puede seguir siendo volátil o condensarse y volverse líquido.
El Fuego puede mantenerse, apagarse o incrementarse.
El Éter puede cargarse positiva o negativamente según nuestra voluntad.
Como puedes ver, los estados básicos del Plano Físico son variados. Algunos son perceptibles, pero otro no. Y aun así, todos ellos entran dentro del Plano Físico. Cuanto más sutil y refinada sea la materia, mayor es su frecuencia energética (ondulación molecular). Y esto hace que se encuentre más cerca de los Planos Sutiles.
Si comparamos los estados básicos de la materia con la teoría de los Cinco Elementos, y las fuerzas correspondientes del ser humano, podríamos relacionarlos de este modo:
Cuerpo Físico Tierra Sólido Acciones
Cuerpo Emocional Agua Líquido Emociones
Cuero Mental Aire Gaseoso Pensamientos
Cuerpo Astral Fuego Plásmico Deseos/Creencias
Cuerpo Etérico Éter Etérico Consciencia
Como la materia sólida, líquida y gaseosa, ya son conocidas por todos, nosotros vamos adentrarnos en las dos más misteriosas, como son la plásmica y la etérea. Estas materias son sutiles e imperceptibles, pero forman parte de esta tercera dimensión y son igual de influyentes que las otras.
La Materia Plásmica (Fuego)
El plasma es un estado de la materia mucho más sutil que el gas y por él viaja la electricidad. Es un estado parecido al gaseoso pero su composición química le permite conducir la electricidad. Fue descubierto por William Crookes en el año 1935 y la comunidad científica lo llamó “el cuarto estado de la materia”.
El plasma está presente en todo el Universo. Es gracias a él que la energía puede manifestarse de forma física (luz). Los átomos del plasma se mueven ligeramente. Cuanta más alta es la temperatura que se ejerce sobre él, más rápido se mueven sus átomos, y cuando estos colisionan entre sí, se producen efectos eléctricos.
El Universo está lleno de plasma. Las estrellas, las galaxias, las estelas de los cometas, las auroras boreales, el espacio que hay entre los planetas y las galaxias, se forman gracias al plasma. Nuestro planeta también está rodeado de plasma. Gracias a él la electricidad puede conducirse por la atmósfera.
Cuando se producen las tormentas eléctricas y caen los rayos, lo hacen transportándose gracias al plasma. Si no hubiera plasma en nuestra atmósfera, los rayos no podrían producirse ni viajar por el espacio. El plasma también está presente en el Sol, y actúa como una lámpara gigante sobre el sistema solar. También está presente en el fuego y en las velas que usamos a diario.
Por su naturaleza molecular, el plasma es un gran conductor de la energía. Es neutro por sí mismo. Su energía es variable e inestable, y esto lo hace modulable a distintos factores externos.
Cuando encendemos velas en casa estamos trabajando con la energía del plasma. La aureola que vemos alrededor de la llama de una vela es el plasma. Y cuanto más calor toma una vela (u hoguera) mayor es el plasma que se concentra en ella. Por esta razón las velas sirven como mecanismos mágicos, pues hacen de puente entre los distintos estados de la materia.
El plasma es un buen conductor de la consciencia. Hace de puente entre a 3ª dimensión y las superiores. De modo que ayuda a conectar con los Planos Sutiles. Por esta razón usamos el fuego y las velas en nuestros trabajos mágicos. Cuando concentramos una intención sobre una vela, y lo hacemos imprentando en ella nuestra voluntad (consciencia), ésa vela tiene el poder de captar nuestra intención (energía) y dirigir nuestra voluntad hacia los planos superiores del cielo. Es por esto que las velas funcionan cuando las usamos de forma consciente.
El núcleo planetario (que es lava) también tiene plasma, y cuando los volcanes sueltan su lava, el plasma está presente en ella. Te diré que la lava de los volcanes también tiene plasma. El magma es muy rico en plasma porque alcanza miles de grados. Por eso “La Piedra Volcánica” la usamos como herramienta de protección.
A partir de los años 60 el plasma empezó a usarse en la industria moderna. Se empezó a incluir en la tecnología por su conductividad eléctrica. Hoy en día encontramos el plasma en nuestros televisores modernos -que funcionan gracias a una pantalla de plasma-. También lo encontramos en las bombillas de bajo consumo, así como en las pantallas de ordenadores y carteles luminosos.
Lo curioso del asunto, es que nuestro cerebro también funciona de forma eléctrica. Gracias a los impulsos bioeléctricos que se producen en las sinapsis, nuestras neuronas se comunican entre ellas, y esto permite que nuestra consciencia pueda modular la energía plásmica y dirigirla hacia un objetivo.
Cuando concentramos nuestra intención sobre la llama de una vela, nuestro cerebro (consciencia) es capaz de modular la energía y lograr resultados. A través de nuestra mente podemos imprimir objetos con intenciones y a través del fuego/plasma enviarlos a los planos sutiles. Por eso usamos el fuego en la magia, porque es el gran portal que nos comunica con el más allá.
¿Te das cuenta lo importante que es ésta energía?
La Materia Etérica (Éter)
Es la materia no física que cubre todas las cosas. En el mundo oculto se comprende como la matriz energética que existe antes de que las cosas tomen forma. Se identifica como el campo energético de los seres. Algo así como la energía sutil o aureola que nos rodea (Aura).
Se puede decir que es la materia más sutil e invisible del Plano Físico, porque es la más refinada. Explicar la materia etérica resulta complejo, pero podemos entenderla como el esbozo que dibuja un arquitecto antes de ponerse a construir un edificio físico. O como el patrón que sigue la energía antes de condensarse y materializarse.
Todo lo que existe en el Universo tiene materia etérica. Dependiendo de cómo se exprese ésta materia, puede tomar forma plásmica, gaseosa, líquida, sólida o seguir siendo etérica.
Para llegar al estado sólido, la materia etérica debe pasar por los estados anteriores, ya que la condensación de la energía, necesita pasar por aquellos estados antes de llegar a ser palpable. Al ser la materia más alejada de la sólida, se considera la más refinada del Plano Físico.
La materia etérica es ondular. Está presente en las galaxias y en todo el Universo. En nuestro planeta se encuentra en el campo magnético de la Tierra. Y en las capas de la atmósfera que nos protege de las radiaciones solares. También está presente en las “Líneas Ley”, que son los canales energéticos por donde circula la energía etérica del planeta. Cuando una o varias Líneas Ley se cruzan, el punto de conexión se denomina “Hartmann” y son los lugares donde la energía es más intensa. Estos puntos vienen a ser como los Chakras del planeta. Es decir, los vórtices donde la energía etérica es más intensa.
Se sabe que el hombre antiguo captó estos canales y en ellos levantó monumentos megalíticos, dólmenes y menhires. Cuando el ser humano pasa un cierto tiempo sobre estos lugares, la consciencia puede captar esta energía y conectar con los planos superiores. Por esta razón se consideran “lugares sagrados”, pues ahí es donde la energía etérica del cielo y de la tierra fluye con mayor intensidad.
Nota: la Radiestesia es la ciencia que se ocupa de detectar estas líneas y ver los efectos que provoca en la vida humana, animal y vegetal. Si quieres investigar más te recomiendo las obras de Mariano Bueno “La Casa Sana”. Ediciones Martínez Roca. También puedes consultar obras de Geobiología para ilustrarte.
En los seres vivos la materia etérica puede verse en nuestro Aura. Su presencia se puede percibir a través del tacto, la vista y los sentidos psíquicos. Las personas más sensibles pueden verla en forma de colores o sentirla como filamentos de energía. Aunque parezca algo extraño, en realidad todos podemos sentir la materia etérica a través de nuestra piel. Para hacerlo basta con sensibilizarnos y captar su presencia.
Muchas veces los alumnos deseosos de “ver” la energía etérica fuerzan su visión tratando de percibirla. Si te ocurre lo mismo no te engañes. Es más fácil sentirla a través de las manos y la piel, que tratar de verla con los ojos físicos. A nivel energético la vista es lo que más nos engaña. Es la que nos aleja de la verdadera energía y a menudo nos hace ver cosas que no son. En cambio la piel y las sensaciones son más directas. Si al tocar algo percibes sensaciones extrañas, tu cuerpo está captando la energía etérica (por mucho que tu vista te diga lo contrario).
La función de la materia etérica es variable. En nosotros hace que tomemos energía del exterior y la soltemos. También nos incita a alimentarnos y a liberar lo que nos sobra por medio de las necesidades biológicas. Hace que las especies sientan el deseo de comer, vivir, reproducirse y evolucionar. Otorga sensibilidad al Cuerpo Físico y nos permite sentir la energía de la vida en nosotros. Es por la materia etérica que podemos mantener el calor en nuestro cuerpo y percibir las buenas o malas sensaciones.
La materia etérica también es el medio por donde viajan los pensamientos, las ideas y la comunicación con los planos superiores. De modo que las proyecciones mentales viajan por esta materia tan sutil. En el sistema elemental del Pentagrama, la materia etérica está representada por el Éter, que es el elemento más sutil de todos. Por eso la llamamos “Materia Etérica”, pues está formada por Éter.
Algunos magos de escuela científica han identificado el Éter con el “Campo de Higg”, que es una energía invisible, presente en todo el Universo. Cuando las partículas elementales interactúan con este campo, la energía adquiere masa (se materializa). De modo que el Campo de Higg sería el estado etérico de la materia correspondiente al Éter.
Saber que existe una energía sutil (física, pero sutil) en el Universo y que nosotros podemos trabajar con ella de manera consciente, es una gozada. Cuando meditamos y recibimos inspiración, ésta información llega a nuestra mente de las dimensiones superiores a través de la materia etérica.
Se dice que los guías espirituales se comunican con nosotros y nos dan información a través de la materia etérica (la nuestra y la suya). Al acercarse a nuestra dimensión, los guías envían sus mensajes y éstos llegan a nosotros en forma de impresiones, flases de información o inspiración. Cuando estamos relajados nuestra materia etérica también se relaja, y nuestra consciencia puede percibir la información de forma mucho más clara.
¿No te ha pasado que has estado meditando y de repente has sabido la solución?
Cuando te pasa esto, tu materia etérica actúa, se alinea y conecta con los planos superiores. La materia etérica también actúa como si fuera una “grabadora de información”. En ella se graba la experiencia de lo ocurrido, los pensamientos, sentimientos y acciones. Es en esta materia donde se encuentran los registros de lo vivido -tanto por nosotros mismos, como por los demás seres que habitan el Universo-. Gracias a ella podemos practicar la Psicometría y sentir sensaciones cuando tocamos objetos.
Al ser la grabadora de experiencias, la materia etérica nos permite sentir la energía que tienen las cosas. Cuando tocas un objeto y sientes que está “sucio”, percibes ésa energía gracias a tu propia materia etérica (o Cuerpos Sutiles) que te conectan con la materia etérica de ése objeto.
Cuando programamos unas piedra para que cumpla un propósito, la programación mental o emocional que le incluimos, se impronta en su materia etérica. Cuando programamos una vela para que cumpla un objetivo, nuestra intención queda impregnada en su materia etérica. Si la materia etérica no existiera, no podríamos realizar este trabajo ni interactuar con los planos superiores, pues ella es el puente de conexión más cercano al más allá (o planos superiores).
¿Has usado tus Cuarzos Maestros y han aparecido rostros en ellos?
Si la respuesta es sí, has de saber que quién modula la materia de las piedras, son los espíritus y seres de otra dimensión. Ellos son seres reales, con energía, de modo que pueden modular la estructura molecular de la materia.
¿Pero cómo lo hacen?
Al acercarse a ellas, los espíritus y seres modifican la materia etérica del mineral, a través de su propia materia etérica (espíritu). Lo hacen a través de su voluntad. Por eso podemos ver rostros y caras en las piedras, porque la estructura etérica de las piedras ha sido modificada por la suya.
Cuando los espíritus (o seres) se acercan a nuestra tercera dimensión, impregnan la materia de las cosas y la transforman a nivel molecular. Los minerales y los elementos naturales que usamos en los rituales, son capaces de mostrar este cambio porque son elementos neutros. Obviamente cada uno de los Elementos que usamos en la magia, tiene una capacidad distinta de modulación. Las piedras, el agua, la madera, las hierbas, los metales y prácticamente todo lo que existe en la Naturaleza, es capaz de sentir ésa energía.
Cualquier objeto físico, si está cargado de intención puede conservar en su materia etérica la información que haya sido impronta en él. Y puede conservarla durante millones de años. Los minerales son especialmente eficaces en el registro de la información. Gracias a su composición molecular, ellos pueden almacenar datos y conservarlos hasta que alguien o algo, lo detecte.
El planeta entero tiene su propio registro de la memoria etérica. Cuando conectamos con el cuerpo etérico del planeta, podemos acceder a la información de la historia planetaria y captar la información de lo que se ha vivido en cada lugar. Los clarividentes más avanzados pueden conectar con la historia de la Tierra y recoger la información de civilizaciones antiguas. Gracias a su percepción refinada, los clarividentes pueden captar la historia de una ciudad o de un continente entero. Toda la información guardada del planeta y de la humanidad, se conserva el cuerpo etérico del planeta. Es lo que se conoce como el “Egregor Planetario”.
También has de saber que para trabajar con la materia etérica, no hace falta tocar físicamente un objeto. Basta con dirigir tu consciencia (voluntad) hacia él. El pensamiento (consciencia) puede viajar por la materia etérica porque todo está formado por esta materia. De modo que no es necesario tocar algo físicamente para cargarlo de energía. Un espíritu por ejemplo, no tiene Cuerpo Físico y sin embargo puede influenciar en la materia etérica de los objetos hasta llegar a la física. Por lo tanto, la consciencia es la que tiene todo el poder.
La materia etérica es lo que permite que “La Fórmula del Vinagre con Sal” funcione. Cuando la sal y el vinagre se evaporan y detectan presencias o energías densas, su materia etérica se distorsiona mostrando en la sal, la energía que existe en el ambiente etérico de la casa. Por eso podemos “leer” la sal y ver qué mensajes nos cuenta.
La materia etérica también es lo que permite que la magia funcione a distancia. Pues ella es el fluido misterioso que lo conecta todo. Gracias a las leyes de “Contigüidad” y “Semejanza”, nuestra consciencia puede viajar en el tiempo-espacio y enviar información hacia otra persona, lugar o situación. Por eso la magia funciona a distancia, porque en esencia, todos estamos conectados por esta materia etérica.
Cuando nuestra consciencia conecta con la materia etérica de forma profunda, puede percibir lo que existe más allá. También puede interactuar y producir hechos “sobrenaturales” como son la telepatía, la mediumnidad, la percepción extrasensorial, la auto sanación, etc. Si queremos desarrollar nuestras capacidades psíquicas y espirituales, necesitamos comprender que todo está lleno de materia etérica. Necesitamos sensibilizarnos y darnos cuenta de que efectivamente estamos rodeados de energía sutil.
El entrenamiento de una bruja consiste precisamente en eso. Consiste en ir más allá de la materia física a través del desarrollo de la consciencia. Las fórmulas del empoderamiento elemental, son una buena forma de trascender la tercera dimensión, porque nos ayudan a concentrar la atención y nos permiten expandir la consciencia.
Nosotros para entrenarnos, estamos usando técnicas mentales, meditación, oraciones, rituales y todas las fórmulas preparatorias que estamos aprendiendo aquí. Cuando estás ante tu altar, cuando das tus “Paseos de Bruja”, cuando practicas “El Ejercicio de Enraizamiento”, y rezas tus devociones, estás activando tu consciencia para que sea ella, la que acceda a los planos etéricos y module la energía. Si tu concentración es natural y profunda, tu consciencia puede llegar a percibir estas dimensiones y sentir los mensajes de los espíritus. Obviamente cuanto mayor sea tu entrenamiento, mejor será tu conexión y mayor será tu “viaje” por las dimensiones.
Sabio y Bendito Seas
El Brujo Shiva