64. LAS DIMENSIONES DEL UNIVERSO
Los Planos Invisibles
Cuando practicas la magia y te involucras en su desarrollo, te das cuenta de que la magia es tanto un arte como una ciencia oculta. Y más allá de los objetos físicos que vemos, las energías invisibles nos rodean.
El Universo está lleno de planos dimensionales donde existe la vida en distintos grados de densidad. Lo que popularmente llamamos el “más allá”, no es más que la parte invisible de las otras dimensiones.
Los planos son realidades paralelas que se superponen unas con otras. Son como dimensiones superpuestas y que fluctúan unas con otras creando una resonancia universal. Cada dimensión esta formada por una energía diferente, yendo de la más densa o terrenal, hasta la más sutil o divina.
Los magos y las brujas, así como los videntes y médiums, conectamos con estos planos a través de nuestra consciencia. Porque es la consciencia la que puede conectarse con ellos. Si quieres ser una bruja eficiente necesitas conocer cómo es ése otro lado, y aprender qué seres lo habitan.
En el ocultismo, el más allá se ha definido como “Mundo Oculto”, “Planos Dimensionales” “Esferas Invisibles” y nombres parecidos. La tradición esotérica está llena de información al respecto y familiarizarte con estas realidades, hará que tu formación sea más completa. Ir a ciegas por el otro lado es peligroso, porque aunque haya seres bondadosos que nos quieren, no todos buscan lo mejor para ti.
Lo primero que tienes que saber es que el Universo es multidimensional. Esto significa que más allá de la materia que vemos, existe otra realidad que no vemos con nuestros sentidos cognitivos. La ciencia nos dice que todo lo que existe en el Universo está compuesto por energía. La energía es una fuerza inmaterial que puede tomar forma cuando se condensa (masa). El Universo físico que vemos es pues, energía materializada, por eso podemos verlo, sentirlo y tocarlo. Pero más allá de esta materialización, está la energía inmaterial (no visible), dando forma a otras realidades.
La física nos dice que todos los cuerpos materiales tienen dimensiones. Los cuerpos ocupan un lugar en el espacio, por lo tanto se pueden medir. Las dimensiones son formas de medir los cuerpos que percibimos. Y el número de cada dimensión determina cómo es ése cuerpo.
Si un cuerpo tiene una dimensión es una línea.
Si tiene dos, es un cuadrado.
Si tienes tres es un cubo -porque tiene ancho, alto y fondo- (tres dimensiones).
Siguiendo con este sistema de medida científico, podemos decir que nuestro cuerpo y el Universo que vemos, se encuentran en la tercera dimensión -porque son las dimensiones que podemos percibir-. Para la ciencia clásica la realidad esta compuesta por estas dimensiones (alto, bajo y ancho) más el tiempo (que algunas veces también se cuenta como unidad de medida). Sin embargo, los descubrimientos de la física cuántica van más allá.
Teniendo en cuenta que la materia en esencia no es materia si no energía ondular, su cualidad ondulatoria le permite tener más de tres dimensiones y vibrar en varios lugares a la vez. De modo que la “materia” puede superponerse en muchas dimensiones o espacios.
Algunos científicos han dicho que existen once o más dimensiones en el Universo. Otros sostienen que existen más de veinte. En realidad, en número es sólo un sistema que intenta ordenar la estructura del Universo para que lo entendamos.
Stephen Hawking postuló que estas dimensiones son invisibles para el ojo humano, porque las ondulaciones gravitacionales nos impiden verlas. Esto significa que la materia y la energía pueden manifestarse de forma mucho más compleja y avanzada de lo que pensamos.
Sabemos que la materia está compuesta por partículas y átomos. Los átomos son las partículas más pequeñas de la materia. A su vez, cada átomo se compone por un núcleo compuesto de electrones y protones que se mueven a gran velocidad alrededor del núcleo. Los electrones tienen una carga eléctrica negativa y los neutrones una positiva. Gracias a la fuerza electromagnética que existe en cada átomo, los electrones y neutrones giran constantemente.
Investigando las partículas más diminutas de la materia, la ciencia descubrió que además de los átomos, neutrones y protones, existen otras partículas mucho más pequeñas llamadas cuarts, leptones, mesones, etc. Todas estas partículas infinitesimales, son las que componen nuestro Universo Físico (cuerpos incluidos). Pero más allá de toda esta materia sólida, existe una energía más pequeña e inmaterial que puede manifestarse en distintos lugares al mismo tiempo.
La Teoría de las Cuerdas afirma que existen varias realidades a la vez. Una partícula o filamento energético puede estar en varios lugares a la vez, precisamente porque su estructura es ondular. Y esto indica que más allá del Universo Físico que vemos, existen Multiuniversos o Realidades Paralelas operando al mismo tiempo.
Si esto es así, entonces el Universo que vemos sólo es uno de ellos, y vivimos ignorantes de los demás porque no los percibimos. La teoría cuántica enseña que nuestra consciencia es la que determina en cual Universo vivimos, en cual plano de existencia elegimos vivir.
Los científicos a menudo utilizan el ejemplo del gato de Schrödinger para explicarlo[1].
Imagina que pones un gato dentro de una caja sellada con un átomo radioactivo en su interior. Cuando el nivel de radiación alcance un punto determinado, activará un mecanismo que matará al gato. Mientras la caja esté cerrada, cualquier hipótesis sobre cuando ocurrirá es válida. Sin embargo, hasta que no se abra la caja, no se sabrá lo que ocurrió realmente. De modo que el gato, puede estar vivo o muerto porque no hemos abierto la caja.
A nivel energético, la teoría cuántica nos dice que el gato está vivo y muerto a la vez, porque sólo la consciencia de quién abra la caja, determinará el mecanismo del átomo. Y será su consciencia la que determine si está vivo o muerto. Este ejemplo trata de explicar cómo actúa la materia ondular a nivel cuántico. El gato es la ondulación de la energía, de modo que nuestra consciencia es la que determina si los filamentos que forman la materia del gato, viven o mueren.
Te pondré otro ejemplo sencillo: imagina que buscas una partícula cuántica por la casa y a oscuras. Hay varias posibilidades: que esté en la habitación, en el salón, en el baño o en el pasillo. Hasta que no enciendas la luz, la partícula esta en todos los sitios a la vez –potencialmente-. Pero será sólo cuando “lo encuentres”, que la partícula se hará presente en ésa habitación. Hasta que tu consciencia no decida encontrarlo, la partícula seguirá presente en todos los sitios a la vez.
¿A qué resulta increíble?
Pues es lo que la física cuántica ha descubierto.
En palabra sencillas esto significa que nuestra consciencia es la que tiene el poder sobre las partículas ondulares que componen nuestra materia haciendo que se materialicen. Y así, nuestra consciencia es la que tiene todo el poder de materializar esta partícula o esta otra.
Esto -llevado a un nivel práctico-, nos enseña que nuestra consciencia es la que tiene el poder de crear nuestra vida. Y dependiendo de lo que elija nuestra consciencia, así será nuestra realidad. Esta enseñanza coincide con la filosofía antigua griega que afirmaba que somos dioses creadores de nuestro destino. La conclusión de todo esto, es que todas las posibilidades están en nosotros.
Los seres humanos también estamos creados por energía en vibración. Nuestro Cuerpo Físico sólo es la parte visible de lo que somos en realidad. Además del Cuerpo Físico tenemos otros “cuerpos energéticos” que son parte de nuestra naturaleza, y su conjunto se denomina Aura (Ver Lección “El Cuerpo Energético”).
Cuando un vidente o un chamán entra en trance, puede conectar con los planos invisibles a través de su consciencia. Aunque su Cuerpo Físico esté aquí -en la tercera dimensión-, su mente puede viajar por ésos otros planos, moverse, captar información e interactuar con los espíritus. Como la consciencia no es física (sino energética), es ella la que puede viajar en el espacio-tiempo (saltando la gravedad) y permitirnos percibir las realidades invisibles. Como puedes imaginarte, la consciencia es el alma, lo que siempre nos han dicho que tenemos.
Cuando hacemos magia, rezamos y meditamos, estamos acelerando nuestra consciencia para que pueda conectar con eso planos. Por eso es tan importante rezar, meditar y practicar los ejercicios que estás aprendiendo.
El ocultismo occidental ha definido las dimensiones como “Planos Dimensionales”. Es la forma más habitual de llamarlos. Pero en el ocultismo las dimensiones no se ven como parámetros de medida física, sino como estados de consciencia. Porque como dice la física cuántica, es la consciencia la que puede viajar por ellas e interactuar.
LAS DIMENSIONES Y LOS CUERPOS SUTILES
Universo Multidimensional vs Ser Multidimensional
Más allá de nuestra consciencia, los Planos Sutiles existen, y existen desde el origen de los tiempos. Existen incluso antes de que el Universo Físico fuera creado por la divinidad (llamada por nosotros El Gran Espíritu).
Los textos antiguos cuentan que al principio de los tiempos, lo primero que se creó fue el Universo espiritual (Plano Divino). Cuando el Gran Espíritu tomó consciencia de sí mismo, extendió su energía, creando millones de almas inmortales, repartiéndolas por los planos superiores. Estas almas eran partes de sí mismo, de modo que contenían el patrón de su imagen y semejanza.
Conforme la energía fue desacelerando, el patrón original del que estaba creado, fue condensándose y descendiendo hasta que tomó forma en el Plano Físico. La energía se concentró en un micropunto (que hoy llamaríamos “subatómico” o “cuántico”) reuniendo en ella todo el patrón del Plan Divino. Cuando esto ocurrió, se creó el Universo que vemos. Y fue en ése momento que ocurrió el Big Bang (o gran explosión cósmica que cuentan los científicos).
Así pues los planos sutiles existen desde siempre, sólo que nosotros (los humanos) no los detectamos. Los seres humanos tenemos acceso a todas las dimensiones de manera natural, sólo que todavía no hemos alcanzado la evolución en nuestra consciencia para lograr el contacto lo al cien por cien. Hay que tener en cuenta, que la raza humana es muy joven comparada con el Universo. Todavía estamos en fase de desarrollo, y para conectar con el otro lado, necesitamos entrenarnos y desarrollar nuestro potencial.
Las escuelas iniciáticas han ordenado las dimensiones en siete planos distintos. Estos planos se conocen como:
Plano Divino
Plano Búdico (o Crístico)
Plano Espiritual
Plano Astral
Plano Mental
Plano Emocional
Plano Físico
Encontrarás libros y páginas en Internet que nombran estos planos con otros nombres, pero en esencia es lo mismo. La categorización es un intento de ordenar la densidad de la energía y clasificarla de modo comprensible.
Cada uno de estos planos tiene su propia frecuencia vibratoria. Para acceder a ellos, hemos de elevar nuestra consciencia y alinearnos a la misma frecuencia de cada plano. En la práctica sólo podemos conectar con ellos cuando nuestra frecuencia se alinea a su propia vibración ("Ley de Semejanza").
Lo bueno del asunto es que nuestro “Yo Sabio”, ya está conectado a ésas dimensiones, sólo que no lo percibimos. Por eso es necesario entrenarnos en despertar la consciencia para usar toda nuestra capacidad.
Los maestros avanzados nos han enseñado a conectar de manera consciente con las dimensiones sutiles. Las técnicas que nos enseñan son ejercicios de concentración, cánticos y rezos. Cuando practicamos “El Ejercicio de Enraizamiento”, cuando rezamos y meditamos ante el altar, estamos conectándonos al otro lado con nuestra consciencia. Y cuanto más lo hacemos, más poderoso es el vínculo -porque más conscientes somos de su presencia-.
Cuando analizamos las enseñanzas místicas, aprendemos que cada una de las dimensiones están unidas (o vinculadas) a una parte de nuestro ser. Y es a través de nuestro Cuerpos Energéticos, que podemos percibir e interactuar con ésas dimensiones.
Nuestra Anatomía también es Multidimensional
De la misma forma que el Universo es multidimensional, nosotros también lo somos.
El ser humano está formado por siete cuerpos sutiles en similar proporción y frecuencia que los Planos Sutiles. Y conectamos con los planos a través de nuestros propios Cuerpos Sutiles.
Los Cuerpos Sutiles son:
El Cuerpo Divino Alma Pura
El Cuerpo Búdico (o Crístico) Sabiduría
El Cuerpo Espiritual Iluminación
El Cuerpo Astral Deseos
El Cuerpo Mental Pensamientos
El Cuerpo Emocional Sentimientos
El Cuerpo Físico Acciones
Estos siete cuerpos son nuestras capas áuricas, y son igualmente energías invisibles que están en nosotros. Y así, a través del Cuerpo Físico, conectamos con el Plano Físico. A través del Cuerpo Emocional conectamos con el Plano Emocional, y a través del Cuerpo Astral conectamos con el Plano Astral.
Cuerpo Divino Plano Divino
Cuerpo Búdico (o Crístico) Plano Búdico (o Crístico)
Cuerpo Espiritual Plano Emocional
Cuerpo Astral Plano Astral
Cuerpo Mental Plano Mental
Cuerpo Emocional Plano Emocional
Cuerpo Físico Plano Físico
El punto de unión entre nuestro Cuerpo Físico y los demás, se encuentra en nuestros Chakras, que son los vórtices por donde pasa la energía (Ver Lección “El Cuerpo Energético”, y “Los Siete Chakras Maestros”). La sujeción entre la consciencia y el Cuerpo Físico se mantiene a través de un cordón energético llamado “El Cordón de Plata”. Este cordón, no es más que una fijación que unifica nuestros cuerpos sutiles con el físico.
Cuando morimos, este cordón se rompe y el alma se libera del Físico, quedándose sólo con los demás cuerpos sutiles. Conforme vamos ascendiendo por los planos superiores, vamos desprendiéndonos de cuerpos hasta quedarnos con el alma pura. Y ahí, es cuando podemos unirnos (si lo deseamos) a la fuente divina.
Aunque ascender al cielo parece fácil, en realidad no lo es tanto, porque para hacerlo debemos liberarnos de todas las energías tóxicas que hayamos podido cargar en nosotros.
En su conjunto, los Planos Sutiles tratan de explicarnos la estructura energética del Universo (visible o invisible), y los Cuerpos Energéticos tratan de explicar cómo es nuestra anatomía humana. Juntos (ser humano y Universo) interactúan constantemente en un flujo de energías que varía de acuerdo a nuestras propias fluctuaciones.
Algunos autores han intentado clasificar los Planos Sutiles con los Cuerpos Sutiles y el número de las dimensiones. Si repasamos la información, podemos decir que la 1ª, 2ª y 3ª dimensión, pertenecen a este Plano Físico, de modo que interactuamos en ella a través de nuestro Cuerpo Físico, Mental y Emocional.
Cuando comemos, trabajamos y descansamos estamos en la tercera dimensión. Usamos el cuerpo, la mente y las emociones. Cuando nos vamos a dormir, nuestra consciencia entra en las otras dimensiones, y puede acceder a la información que allí se encuentre. Los famosos “Viajes Astrales” son eso precisamente. Y se producen cuando nuestro cuerpo energético sale del físico y viaja por las dimensiones sutiles.
Conectas con los Planos que vibras en tu frecuencia
La “Ley de Semejanza” también se aplica a los Planos Sutiles. Dependiendo de la vibración que tengamos en nuestro interior, así conectamos con los Planos Sutiles.
Si quieres conectar con el Plano Espiritual, debes elevar tus vibraciones, pensamientos y emociones. Porque si no lo haces, no puedes conectar. No es que alguien te impida hacerlo (que también puede ser), sino que tú mismo no has refinado tu propia energía, y por lo tanto no puedes hacerlo. La consciencia conecta con aquello en lo que vibra, ya sea de forma consciente o inconscientemente.
Las personas que viven tristes, amargadas o albergan sentimientos oscuros, conectan con los Planos Astrales más bajos. Sus propios sentimientos maliciosos activan su conexión con estos planos, y eso les provoca más negatividad en su vida. En cambio las personas positivas, bondadosas y devotas conectan con los planos más elevados.
La conexión con los planos depende enteramente de ti.
Es tu consciencia la que decide elegir con qué frecuencia conectar.
Según vibras, así conectas, y esto nos recuerda una vez más la Ley de la Atracción.
Las personas materialistas que no creen en nada, viven en unas coordenadas físicas, mentales y emocionales concretas. Normalmente no pasan de ahí, por eso no se conectan con los planos invisibles. Cuando lo hacen sienten que es su imaginación o piensan que han vivido sueños lúcidos. Esto les hace vivir una vida castrada porque se niegan a estos planos de la existencia. Puede que detrás de esta negación haya una mentalidad ofuscada. O quizás sea miedo a lo desconocido, y ese miedo les haga cerrarse a cualquier otra manifestación de vida. Bien, esto es algo comprensible. Si no conoces algo lo temes, pero las enseñanzas ocultistas tienen como único fin descubrir la realidad y aprender a trabajar con ella. Estudiar ocultismo nos ayuda a conocer más el Universo y a nosotros mismos. Y esa es la gran ventaja.
Los Planos están llenos de Vida
El Universo en su totalidad (visible e invisible) es un lugar muy poblado. Todos los planos están llenos de seres, espíritus, consciencias y energías. Cuando el Gran Espíritu formó la creación, creó todo tipo de seres para que el Universo fuera abundante en vida. Y así, cada plano tiene su propia forma de vida, seres, energías y fuerzas.
Teniendo en cuenta que cada plano está formado por un tipo de energía, los seres que lo habitan, están formados por una energía similar al plano que lo habitan. De modo que cada plano puede dividirse en varios niveles (o subplanos) según su densidad.
Nosotros estamos en el Plano Físico de la Tierra, y para estarlo necesitamos un Cuerpo Físico que soporte nuestra alma mientras estamos aquí. Los seres que habitan la tercera dimensión pueden tener Cuerpo Físico (como los animales, vegetales y minerales) o pueden tener sólo un Cuerpo Plásmico o Etérico (como los Elementales, Duendes, Ondinas, Elfos y Salamandras).
Estos seres viven en ésos planos sutiles, pero dentro de la 3ª dimensión. Están aquí, sólo que no los vemos porque su materia es más sutil que la nuestra. No es física como el cuerpo, sino plásmica o etérica.
En los planos superiores los seres pueden tener cuerpo etérico o no haberlo tenido nunca. De hecho algunos seres como los Arcontes nunca lo tuvieron. Se mantuvieron en ésos planos sutiles sin encarnarse en la Tierra. Otros seres más positivos, como las consciencias angélicas, tampoco tuvieron cuerpo físico nunca. Se mantuvieron en los planos elevados desarrollándose en ellos. Algunas consciencias angélicas sí que decidieron encarnarse en la 3ª dimensión de la Tierra para aprender o trasmitir un mensaje. Son los llamados “Maestros” o “Avatares” de todas las religiones, que vinieron para enseñarnos a crecer.
Para que puedas entender mejor los planos, y descubrir cómo es cada uno, vamos a analizarlos por separado. Y vamos a incluir algunas técnicas que te ayudarán a trabajar con ellos.
Sabio y Bendito Seas
El Brujo Shiva
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[1] La paradoja de Schrödinger fue concebida en el año 1935 por el físico austríaco Erwin Schrödinger, que expuso el ejemplo del gato como ejemplo para explicar cómo funciona la mecánica cuántica. Desde entonces se usó en diferentes textos, libros y obras.