57. TU PIEDRA MADRE

57. TU PIEDRA MADRE
Tu Maestra Personal
Las piedras son algo más que simples canales de energía. Son unidades de consciencia. Además de ofrecernos sus virtudes para mejorar nuestras vidas, también nos ayudan a crecer como personas y a sanar nuestros bloqueos internos.
Durante millones de años las piedras han superado todo tipo de pruebas, han recogido las enseñanzas de la Tierra y han decidido llegar hasta nosotros para ayudarnos a evolucionar.
En la comunidad mágica, se dice que cada piedra tiene una personalidad propia. Cuando queremos desarrollar un aspecto de nuestra personalidad o necesitamos una de sus cualidades, basta con buscar la piedra cuya personalidad necesitemos y llevarla con nosotros para acoger su maestría.
Y así el Cuarzo Rosa nos enseña a amar y a ser dulces. El Cuarzo Verde nos ayuda a equilibrarnos. La Amatista nos consuela y protege. El Ágata nos hace creativos y la Turmalina nos libera de las ataduras.
Además de encerrar virtudes específicas, las piedras también representan arquetipos o patrones mentales. Estos patrones constituyen aspectos esenciales de la vida, como son el amor, la maternidad, el poder, la salud o el dinero. Cuando te sientes atraído hacia una piedra concreta, tu inconsciente está buscando su patrón porque ve en ella lo que necesitas para sentirte completo.
Observar qué piedra es la que más te gusta, te da una pista acerca de lo que busca tu inconsciente. Algunas personas tienden a comprar la misma piedra de forma instintiva. Aunque sepan que ya la tienen en casa, cuando la ven en los mercados, no pueden resistirse a la tentación y la compran. Esta atracción procede de nuestra mente inconsciente, y viene a darnos un mensaje relacionado con nuestro comportamiento o con alguna cualidad interior que necesitamos sanar.
La “Piedra Madre” es ésa piedra. Es el mineral más grande que tienes en tu altar. Es el que sobresale por encima de todos o el que mas se repite en tu colección. Si al repasar tus piedras descubres que la más abundante es la Malaquita o la Piedra Luna, ésa es tu “Piedra Madre”. Ella está ahí para hacerte un diagnóstico, darte un mensaje personal y ofrecerte la mejor solución. Aunque ella no pueda hablar como una persona, su deseo es que seas tan feliz como puedas y sientas la plenitud de la vida.
Si descubres que tu “Piedra Madre” es la Amatista, puede que tu atracción hacia ella derive de una necesidad de amor, protección y consuelo. También es posible que sientas atracción hacia la alta espiritualidad y las deidades femeninas. La Amatista es el arquetipo de la “Gran Madre”. Es una piedra de apoyo y consuelo. Si es la piedra que más acumulas, tal vez necesites la bendición de tu madre, y de forma inconsciente tu interior busque en la piedra, la seguridad que añoras.
Si tu “Piedra Madre” es el Lapislázuli, puede que tu búsqueda interior vaya dirigida hacia la conexión con el cosmos, los ángeles o los seres superiores. Es posible que necesites más guía o añores la presencia de un maestro personal. Teniendo en cuenta que el Lapislázuli es el “cielo” y la “eternidad”, y su arquetipo está vinculado con el “Padre Celestial”, puede que necesites equilibrar esa energía en tu interior, y el propio Lapislázuli sea la manifestación de tu deseo.
Si escogiste la Piedra Luna, puede que estés muy vinculado con el psiquismo, el mundo de la noche y la videncia. Y si escogiste el Cuarzo Verde, tal vez tu valor más importante esté relacionado con la salud, las hierbas, los bosques, la prosperidad y la energía telúrica en general.
Sea cual sea tu “Piedra Madre”, sus propiedades mágicas te dan información. Para que puedas analizar el mensaje psicológico de cada piedra, te recomiendo revisar el “Listado de Piedras y Virtudes” y examinarlo de forma personal. Aunque te parezca algo difícil de hacer, en realidad es bastante sencillo. Si lees las virtudes de la Obsidiana Nevada, en el listado encuentras: “Paz mental, equilibrio, auto comprensión, ayuda a superar crisis”. Estas palabras son un resumen de sus virtudes, pero si extiendes la información, podrás encontrar muchos datos reveladores.
La Obsidiana Nevada es una gran maestra. Nos ayuda a entendernos más a nosotros mismos y nos deja vislumbrar nuestras luces y sombras. Hace que saquemos fuerzas de flaqueza y nos enfrenta a nuestros miedos de forma directa. Cuando no tenemos paz mental, nuestro estado emocional se agita y perdemos el equilibrio con nuestro auténtico ser. También perdemos la conexión con nuestro “Yo Sabio”, dejando nuestra esencia desatendida. Al perder esta conexión, dejamos de ser nosotros mismos y al hacerlo abrimos la puerta a la negatividad.
Si descubro que la Obsidiana Nevada es mi “Piedra Madre”, además de darme sus virtudes, su presencia me está diciendo que necesito aceptar mi propia sombra, enfrentar mis miedos y recuperar el equilibrio para que pueda superar cualquier obstáculo con valor. Aunque acumular Obsidianas en casa estará bien, si quiero entender el mensaje y sanar este desfase, tendré que analizar qué me cuenta ésa piedra para que mi mente consciente lo entienda.
Cuando sanas el desequilibrio que te muestra la piedra, de repente algo cambia en ti, y sientes que tu interior se ha iluminado. Esto pasa cuando comprendes y aceptas el mensaje de la piedra y es entonces cuando su maestría ha calado en tu interior.
Trasladar los poderes de las piedras al lenguaje psicológico, nos ayuda a descubrir cómo somos, cual es nuestro estado interior, en qué punto evolutivo nos encontramos, cual es nuestra búsqueda y qué valores (o carencias) predominan en nuestra vida.
Si hasta ahora no has revisado tu colección bajo esta perspectiva, te recomiendo que lo hagas. Las piedras son mucho más antiguas que nosotros, y como maestras de la Tierra, tienen la capacidad de guiarnos por la vida de forma íntegra. Nos dejan ver esos puntos ciegos de nuestra personalidad e iluminan nuestra consciencia para que seamos libres. Están aquí para ayudarnos y cuando escuchamos su mensaje la liberación nos llega.
Desde la Experiencia: recuerdo que la primera vez que visité una tienda de piedras, me sentí atraído irremediablemente hacia la Amatista. Cada vez que veía una en el escaparate, entraba y la compraba. Sin saber muy bien porqué, sentía que la piedra me ayudaba, y automáticamente me la traía a casa. Al descubrir que la Amatista estaba relacionada con la madre y la protección, descubrí que mi atracción hacia ella derivaba directamente de mi devoción a la Diosa. En ella buscaba la asistencia espiritual de la madre, el consuelo en los momentos difíciles y la orientación personal. Esto, sacaba a la luz a mi “niño interior” y revelaba que en lo más hondo de mi interior me sentía desprotegido. Al darme cuenta de esto, integré su enseñanza en mi mente y me libré de esa necesidad. Para hacerlo compensé la carencia emocional con ejercicios de autoestima, afirmaciones positivas y trabajos de independencia y seguridad. También equilibré la energía con piedras “masculinas” como son el Citrino y el Lapislázuli. Pero sólo cuando analicé el mensaje de la Amatista, pude equilibrar esta carencia y sanar el conflicto. Aunque es cierto que todas las piedras y sus patrones mentales están en nosotros, necesitamos saber lo buscamos en ellas para iluminar nuestro mundo interior. Si te gusta acumular muchas piedras en casa adelante, hazlo, pero preguntarte siempre qué buscas en ellas.
Actualmente utilizo muchísimo la Amatista. Lo hago desde la paz y la gratitud, pues sé que ella me ayudó a sanar mi “niño interior”. Cuando alguien está muy necesitado se la recomiendo para que encuentre seguridad y protección, pues ella es como una madre que nos ayuda a crecer y a madurar.
Ejemplos prácticos:
He descubierto que mi “Piedra Madre” es el Ámbar. Sé que es una resina protectora, pero no sé de qué me está protegiendo. He consultado varios libros especializados y he descubierto que también protege de las tendencias autodestructivas. Al analizar mi vida, me he dado cuenta de que lo que busco en él (o él en mí) es protegerme de mí mismo. Sé que tengo que elevar mi autoestima, quererme y valorarme más, y dejar de soñar para vivir mi realidad y mejorarla.
-Testimonio de alumno- 2017-
Al leer lo que cuentas he recorrido mi casa y he contado los minerales que tengo. El que más se repite es el Citrino. Me encanta su color, pero al leer tu artículo me has hecho pensar. Está asociado al sol, a la creatividad y la abundancia. Creo que veo en él a mi Padre que me anima a ser una mujer independiente, fuerte y segura. Soy empresaria y me está costando mucho esfuerzo sacar mi empresa adelante. Creo que mi inconsciente busca la presencia del Padre Sol para que mis proyectos salgan bien. Ahora sé que escogí bien mi piedra. Gracias.
-Testimonio 2018-
Mi “Piedra Madre” es el Lapislázuli. Sé que los egipcios lo usaban en sus joyas como amuleto de tránsito hacia el más allá. Creo que la llevo tanto porque en realidad tengo miedo al infierno. Como es una piedra que nos ayuda a superar los obstáculos del más allá, creo que la escojo porque en realidad necesito liberarme de ese miedo al castigo divino. Buscando más información sobre el asunto, he descubierto más datos sobre la espiritualidad, y me he dado cuenta de que Dios no me castiga, en realidad soy yo misma la que se sabotea y condena. Interesante punto de vista. Gracias Brujo…!
-Testimonio 2019-
¿Cuál es tu Piedra Madre?
¿Desde cuanto la tienes?
¿Cuál es la más abundante de tu colección?
¿Cuál es la más grande de todas?
¿Qué mensaje crees que te está diciendo?
CÓMO TRABAJAR CON TU PIEDRA MADRE
Tu Aliada Espiritual
Además de ayudarte a conocerte a ti mismo, la “Piedra Madre” también es tu aliada espiritual. Si después de entender su mensaje sientes que quieres seguir trabajando con ella, hazlo. Yo lo hago, porque el vínculo que sientes después de la sanación es maravilloso.
La “Piedra Madre” puede funcionar como puente de conexión con el Espíritu y trabajar como patrocinador de tu magia. Puede ayudarte a centrar la atención en tus devociones diarias y ser el punto de encuentro entre tu consciencia y el Universo.
Si ya sabes cual es tu “Piedra Madre” escoge la que más te guste y colócala en tu altar. Si lo deseas, adquiere otra que sea más grande para darle mayor protagonismo.
Purifícala con los métodos que has aprendido. Cuando la tengas lista, medita con ella igual que hiciste con “La Piedra Consejera”. Si es una piedra muy grande como para ponértela encima, simplemente tócala y haz la meditación. Luego, actívala con el siguiente ritual para que sea tu ayudante.
Ritual de Activación de la Piedra Madre
Tiempo adecuado: Luna Llena
Elementos Necesarios:
Tu Piedra Madre
Los Elementos del Altar
5 Velitas de Té
Procedimiento:
1. Prepara el altar para la ocasión. Coloca el Pentáculo en el centro y encima coloca tu “Piedra Madre”.
2. A continuación relájate y practica “El Ejercicio de Enraizamiento”.
3. Cuando termines el ejercicio toca la campana tres veces para marcar el comienzo del ritual.
4. Enciende una cerilla de madera y prende la vela negra diciendo:
Hágase la Luz en este altar
5. Enciende la vela blanca y di:
Que la Luz sea
6. Toma una cerilla y enciende la vela roja del fuego. Enciende también el incienso. Respira profundamente y siente el aroma inundando tu espacio sagrado.
7. Relájate y siéntete conectado con el Espíritu.
8. A continuación, recita una oración que te ayude a proteger tu trabajo.
La Oración del Arte Mágico
Ven a mí oh Gran Espíritu
Y haz que mi conjuro sea lleno de tu don
Dale la virtud de los maestros veteranos
Dale la grandeza de tu santa bendición
Haz que sea justo el resultado de mis obras
Haz que tu presencia tome ahora posesión
Gracias Gran Madre
Porque estás aquí
9. Toma la “Piedra Madre” entre las manos y acércala a tu corazón. Afirma con solemnidad:
En el nombre de la Madre de la Tierra
En el nombre del Dios del Sol
Y en el nombre del Espíritu de la Vida que arde en el interior de mi corazón
Yo invoco ahora al Poder Universal
Y a la Luz del Gran Sol Central en el Corazón de la Galaxia
Para que vengan y me asistan en esta obra, las Fuerzas Positivas de la Luz
Llamo a los Cuatro Elementos creadores
De la Tierra, del Agua, del Aire y del Fuego
Para que coloquen su energía vital en esta (di el nombre de la piedra)
Y equilibren sus vibraciones afirmando mi Servicio a la Vida
Llamo a los Espíritus Maestros del Cielo
Y a los Hijos Luminosos de la Tierra
Con los Seres Elementales que custodian nuestro Planeta
Para que le otorguen su Poder Sanador
Y conviertan este (di el nombre de la piedra) en un Cáliz lleno de Bendiciones
Pido que todos mis bloqueos, traumas y limitaciones
Sean disueltos en la Luz del Gran Espíritu
Materializada en esta Piedra procedente de la Tierra
Y en cuyo fuego creador se originó
Que este (di el nombre de la piedra) sea cargado de energía
Que sea lleno de todas las virtudes, gracias y poderes sanadores
Para que todo aquel que lo mire o lo toque
Reciba una carga de Bendición Universal procedente del Espíritu
En cuyo amor y creación nos encontramos todos
Pido que este llamado sea sellado
Y que sea equilibrado para el Bien de la Vida
Bajo la Gracia Divina y en Armonía con Todo
Que así sea
(3 veces)
10. Respira profundamente y visualiza que la piedra se llena de luz. Piensa que verdaderamente está conectada a las fuerzas superiores, y siéntete feliz de dedicarla al servicio divino.
11. Cuando sientas que la piedra está lista, colócala en el altar.
12. Toma fuego de una de las velas del altar y enciende cada las cinco velitas para darle luz. Cuando todas estén encendidas, relájate y observa la piedra. Si sientes la necesidad de recitar otra oración hazlo.
Oh Gran Espíritu que otorgas la Vida
Que alimentas nuestro mundo y el mundo invisible
Ilumina mi sendero por la Tierra y por el Cielo
Para que mi alma se conecte a tu Poder
Concédeme tu Bendición oh Sabio Espíritu
Para que pueda servirte a través de los Oficios
Sin Daño alguno y por el Bien común
Que así sea
13. Deja consumir las velas y el incienso totalmente. Antes de retirarte da las gracias diciendo:
Te doy las Gracias oh Sabio Espíritu
Por todo lo bueno que me das cada día
Por ser Tú la Luz que guía mi vida
Por darme el Amor que viene de Ti
Gracias Espíritu, porque estás aquí, junto a mí
14. Para terminar la activación toca la campana 3 veces y siéntete feliz.
El Ritual ha terminado.
Sea cual sea tu “Piedra Madre” con este ritual la activas y haces que trabaje para ti. Ella actúa como una centralita. Al trabajar con ella te estás conectando con tu patrón mental, y este patrón puedes aprovecharlo para servir a la vida. Si estás mal te ayudará a desbloquearte. Si estás bien mejorará tu vida de acuerdo a su maestría.
Como te puedes imaginar con tu “Piedra Madre” puedes realizar todos los ejercicios que has aprendido anteriormente. Con ella puedes meditar, realizar peticiones tal como hiciste con “La Piedra Consejera” y vincularte directamente a su propia maestría. También puedes ponerla en tu mesita de noche si sientes ésa necesidad o llevarla contigo de viaje. Si te apetece crear “El Círculo de Piedras Consejeras” para que te asista en un caso concreto, no lo dudes y hazlo.
Atención: la “Piedra Madre” no es una deidad a la cual debas adorar. Tampoco es un ser que pida tu devoción incondicional. Ella es una parte de la Madre Tierra que vino a ti para ayudarte y como tal, así has de verla. Cuando trabajes con ella piensa que estás ante un maestro instructor. Te ofrece su sabiduría, te ayuda a conectar con tu patrón mental, y esta conexión es la que te permite equilibrar tus energías.
Sabio y Bendito Seas
El Brujo Shiva