56. CONECTA CON TU VERDADERA VOLUNTAD
La Meditación de la Galaxia
Saber hacia donde te diriges es absolutamente necesario si quieres lograr objetivos. De lo contrario, eres como un barco que va a la deriva. Si no sabes cual es tu meta, das vueltas y vueltas y repites los mismos errores. Tu mente se queda atrapada en un laberinto sin salida. Y lo peor de todo, es que cuando te ocurre esto, ni si quieres te das cuenta.
Cuando sentimos que no avanzamos, debemos detenernos y meditar sobre nuestra auténtica voluntad.
¿Qué es lo que realmente quiero?
¿De verdad lo deseo?
¿Es algo interior y natural o viene impuesto por el exterior?
¿Mi vida la estoy dirigiendo yo mismo?
¿O estoy siendo manipulado por otros?
No siempre es fácil saber lo que quieres, sobre todo si constantemente recibes consejos, datos y recomendaciones. Cuando no sabes lo que realmente deseas, el paloteo mental es mucho mayor en tu cabeza y el caos puede ser terrible.
“Quiero tener dinero.., no espera, mejor quiero encontrar otro marido.., o mejor.., que mi suegra se mude y nos deje en paz….No no, espera..!, mejor que mi compañero de trabajo se marche de la empresa, porque es un auténtico tirano….”.
Si te sientes así, necesitas clarificar tu mente para que tu magia no se vuelva contra ti. Aunque no te lo creas, pedir cosas que realmente no quieres y no lograrlas, es la mejor bendición que puede concederte el Universo.
Cuando vayas a programar tus piedras -o a practicar cualquier magia-, asegúrate de que tu mente está libre de dudas y miedo. Si te sientes inseguro o con la autoestima débil, trabaja en primer lugar ese estado. Si tienes miedo, afróntalo para que las sombras de tu interior no te dominen.
Para atajar el problema puedes buscar más información, consultar a otros expertos y analizar sus opiniones. También puedes usar técnicas de concentración, oraciones o afirmaciones positivas. Cuando me siento inseguro o mi autoestima se debilita, acudo a mi altar y digo:
Yo Soy (nombre y apellidos)
Yo Soy (nombre y apellidos)
Yo Soy (nombre y apellidos)
Algo tan sencillo como esto -dicho con sentimiento y voluntad-, te hace recordar que tú eres un ser único y original. No eres tu hermano mayor viviendo su vida. No eres tu madre, ni tu abuelo, ni tu vecino. Tampoco eres ése influencer que sigues en las redes sociales y tratas de imitar. Cuando recuerdas esto y repites tu nombre en voz alta, recuperas tu propia identidad, aquí y ahora.
Cuando seas consciente de tu propia vida, afirma:
Yo Soy el Poder de la Cocreación
Yo Soy el Único Constructor de mi Destino
Yo Soy un Ser Individual
Aquí y ahora, en este momento, me conecto con mi Yo Superior
Aquí y ahora, en este momento, me conecto con mi auténtico Ser
En perfecta sintonía con todos mis cuerpos
Yo Soy la armonía de mis pensamientos, palabras y acciones
En el nombre de mi Yo Superior
Que el Espíritu de la Luz descienda en mí
Yo Soy (nombre y apellidos)
Yo Soy (nombre y apellidos)
Yo Soy (nombre y apellidos)
A continuación deja que tu mente reciba el impacto de las palabras. No hagas nada más. Sencillamente deja que tu inconsciente reciba el mensaje y se ponga a trabajar. Si te da sueño al cabo de un rato, duerme. Ya que es la forma que tiene el cerebro de “ordenar” la confusión mental.
Repetir esta técnica de vez en cuando puede ayudarte mucho. Sobre todo si sientes que tu vida no te pertenece, o descubres que te has dejado arrastrar por otros. Normalmente la claridad mental vuelve al cabo de unos días (dependiendo del grado de confusión que tengas). Pero lo bueno de esta técnica, es que te "obliga" a ser tú mismo en todo momento.
Otra técnica que practico a menudo para saber si de verdad quiero lo que se suponer que quiero, consiste en practicar “La Meditación de la Galaxia”.Es una meditación que te ayuda a conectar con la naturaleza de tu deseo y a descubrir lo que no ves por ti mismo. Si estás pidiendo algo concreto y no lo consigues, ponla en marcha para descubrir si de verdad es lo que quieres o para acceder a datos que puedas pasar por alto.
La Meditación de la Galaxia
1. Ponte de pie ante tu altar o en un lugar tranquilo. Asegúrate de escoger un sitio donde nadie te moleste.
2. Practica el “Ejercicio del Enraizamiento” estando de pie, visualizando cada paso.
3. A continuación piensa en lo que quieres obtener. Recréate pensando en tu deseo. Si quieres saber si montar un negocio sería bueno, visualiza cómo sería, donde estaría y qué forma tendría. Si quieres cambiar de país, piensa en ése país y en los pasos burocráticos que tienes que hacer. Piensa en cada detalle y analiza cómo te sentirías si ya lo tuvieras.
4. Sigue con esta visualización tratando de ver en el ojo de tu mente cada detalle. Si realmente quieres algo, podrás sentir la emoción de la alegría y visualizar la escena.
5. A continuación, visualiza que estás en el Universo. Imagina que estás en medio de la galaxia y las estrellas brillan a tu alrededor. Visualiza que los brazos de la Vía Láctea están a tu alrededor, girando y brillando con destellos de luz.
6. Siente que estás en el centro de la galaxia, en la parte más luminosa de su núcleo. Al estar dentro de la galaxia, de repente sientes que el Universo está vivo y el giro de las estrellas se produce a tu alrededor.
7. Piensa en las estrellas como seres vivos y siente que son almas viejas y sabias que vienen a ayudarte. Aunque ellas no pueden hablar como tú, sí que perciben tu presencia y tú notas que ciertamente están vivas.
8. Vuelve a pensar en tu objetivo estando en el corazón de la galaxia. Piensa en ése negocio que deseas montar (o en ése proyecto que tanto buscas).
9. Afirma mentalmente (o en voz alta) lo que quieres. Hazlo de manera resumida y concreta. Por ejemplo:
“Querida Galaxia me gustaría abrir un negocio en un centro comercial…”
10. Presentar tu deseo a la Vía Láctea, es confiar en el Espíritu, y pedir la ayuda a los poderes superiores.
11. A continuación ve cómo los brazos de la galaxia van girando mientras tu deseo está siendo revisado por las estrellas. Ellas no te juzgan, pero sí te mostrarán la autenticidad de tu deseo y te revelarán si es lo que de verdad quieres o no.
12. Ahora pon la atención en la parte superior de la galaxia. Encima de ella está manifestada la naturaleza de tu deseo. ¿Qué ves? Si ves una esfera luminosa, llena de brillo y pura, tu deseo es verdadero y acertado. En cambio, si ves una esfera vacía o con sombras, tu deseo no es verdadero y te estás engañando.
13. Sea cual sea la naturaleza de tu deseo, dale las gracias a las estrellas por su ayuda y termina la meditación. Vuelve a pensar en la tierra y en tu cuerpo físico. De este modo asentarás las energías y tu mente volverá al estado normal.
14. Cuando termines, bebe agua y muévete por la casa para pensar en la respuesta que has recibido.
Desde la Experiencia: a menudo practico esta meditación en mi espacio sagrado. La practico cuando me descubro a mí mismo pensando mucho sobre cualquier objetivo. Si descubro que mi mente está obsesionada sobre un proyecto y no lo consigo, “me meto en la galaxia” para ver qué fallos hay en mí, que no consigo descubrir. Cuando lo hago y miro hacia arriba, enseguida “veo” la naturaleza de mi deseo.
Si es luminoso, sé que estoy bien encaminado, pero si es oscuro, sé que no es la voluntad de mi “Yo Superior”. La última vez que practiqué esta técnica lo hice para descubrir un proyecto. Habiendo pensando en abrir una tienda esotérica en un centro comercial, y rumiando mucho sobre ello, decidí “meterme en la galaxia” para descubrir si de verdad eso era lo que quería. La primera parte de la meditación fue genial, todo era luz, armonía y hermandad espiritual. Sentía la presencia de las estrellas vivas y ciertamente estaban protegiéndome. Sin embargo, cuando me sentí preparado para ver la naturaleza de mi deseo y “mirar” hacia arriba, descubrí algo oscuro. Encima de mí había una esfera oscura y llena de sombras. Era una esfera artificial, llena de pensamientos tóxicos y desequilibrados. Al verlo en mi mente, me asusté y terminé la meditación, pero comprendí que ése deseo, en realidad, no era mío. Era el fruto de opiniones y supuestos externos sobre lo que se suponía debía de hacer.
¿Pero realmente era lo que quería?
No. Era una imposición social externa. No era mi auténtico deseo, sino una creación artificial de los demás. Al descubrirlo me sentí contrariado, y decidí dar un paso más, para ver si eso era realmente lo que quería. Para hacerlo, empecé a visitar el centro comercial donde se suponía que yo debería abrir mi negocio. Empecé a hacerle muchas visitas, tratando de familiarizarme con él y verme en él (si daba el paso). Y un día, al visitar una feria esotérica, la respuesta llegó.
Visitando los puestecillos de venta y el mercado esotérico, comprendí que eso no era lo que yo deseaba, y me di cuenta de que mi “Yo Superior” tenía razón. Seguir mi línea a través de las redes y mantener mi tienda online como estaba haciendo hasta ahora, era la mejor opción. Tanto a nivel personal, como espiritual y económico, hacer lo que ya hacía era lo mejor. El sueño de montar una tienda física era algo externo, no era mi voluntad real. Por lo tanto, acepté mi verdad y dejé de alimentar ése pensamiento que en realidad no era tan bueno.
Enfrentarte a tu “Yo Superior” no siempre te da la respuesta que esperas, pero te dice la verdad. Cuando practicas esta meditación, has de hacerlo buscando la verdad (no el beneplácito de los demás). No hay peor cosa en el mundo mágico que autoengañarse a uno mismo, creyendo que tal o cual cosa, te dará la felicidad. En realidad, la felicidad está en ser siempre tú mismo, pues cuando dejas de serlo, estás alejándote del Espíritu y de tu propia esencia divina.
Sabio y Bendito Seas
El Brujo Shiva