47. LA MEDITACIÓN CON TU PIEDRA CONSEJERA
La Conexión con el Espíritu de la Piedra
Ahora que has encontrado tu “Piedra Consejera” tómala entre tus manos y dale las gracias por elegirte. Llévala a casa y lávala con agua y jabón para esté limpia. Colócala en tu altar (o donde creas correcto) y siente que una nueva amiga ha llegado a tu vida. Sintoniza con ella, tócala, mírala y siente su energía. Recuerda que es un ser vivo cargado de historia, energía y poder. Siente su rugosidad, textura y temperatura. Acércala a tu corazón y siéntete agradecido por este regalo de la Tierra.
Para que puedas conectar con ella de forma profunda, practica esta meditación durante varios días seguidos.
1. Túmbate en la cama y relájate.
2. Coloca tu “Piedra Consejera” en tu pecho y sujétala con las dos manos.
3. Cierra los ojos y respira profundamente.
4. Suelta las tensiones del día y entrégate en paz al ejercicio.
5. Cuando estés relajado, dirige tu consciencia hacia la piedra.
6. Piensa que es un ser vivo que tiene un mensaje para ti.
7. Visualiza que la piedra comienza a emitir energía y amor incondicional.
8. Siente que su materia desprende luz y buenas vibraciones.
9. Continúa respirando suavemente y ábrete a los mensajes que tiene que darte.
10. Presiona suavemente la piedra hacia tu pecho para sentir su presencia.
11. Escucha la información que te da.
12. Coloca la piedra sobre tu frente y repite el ejercicio dejando que la información llegue.
13. Pídele a la piedra que te aporte la información que buscas o que tenga preparada para ti. Para hacerlo dirígete a ella diciendo:
Espíritu de mi Piedra Consejera
Ayúdame a despertar mi consciencia
O algo como:
Espíritu de mi Piedra Consejera
Hazme ver mis fallos para que pueda corregirlos
14. A continuación relájate y observa los pensamientos que circulan por tu mente. Deja que tus reflexiones vayan libres. Cuando estés a punto de dormirte, la información llegará a ti. Trata de no dormirte para recordar los datos. Esta información proviene de tu “Yo Sabio” y a menudo trae mensajes, recuerdos o ideas que te ayudan a conocerte más a ti mismo. Si estás buscando la solución a un problema, ten en cuenta los mensajes. A menudo la información que nos aporta nuestro “Yo Sabio” a través de las piedras sorprende al “Yo Lógico”, y luego descubres que el mensaje era correcto.
15. Cuando consideres que la meditación ha terminado, cuenta mentalmente hasta tres y abre los ojos (uno…, dos…, tres…)
Respira profundamente y da por terminada la meditación. Levántate y pon los pies en el suelo para que tu cuerpo y mente vuelvan a la normalidad. Toma tu “Piedra Consejera” y consérvala en su lugar.
La meditación ha terminado.
Este ejercicio te ayuda a sintonizar con el espíritu de la piedra. Te permite comunicarte con ella y acceder a la información que tiene reservada para ti. El lenguaje de las piedras es similar a la telepatía o a las intuiciones espontáneas. Puede llegar a través de inspiraciones, sueños o revelaciones. Sin saber cómo, de repente “sabes” cual es el mensaje, porque tu consciencia ha conectado con la información que tenía almacenaba en su interior. Para que la técnica funcione correctamente sólo has de practicar, escuchar y prestar atención. Si te sientes incapaz de percibir nada, practica el ejerció igualmente, pues tu inconsciente sí que recogerá la información de la piedra y tu la dará cuando lo considere necesario.
Consejo: para que tu relación con tu “Piedra Consejera” sea sólida y consistente, te recomiendo practicar esta meditación durante siete días seguidos. Al igual que has hecho con los ejercicios anteriores, la repetición aumenta el efecto y te permite entablar el vínculo interior necesario para que el trabajo sea efectivo. Recuerda que tu piedra es una amiga que ha venido a ti para ayudarte, y al igual que haces con tus mejores amigos, necesitas mantener la relación para que la comunicación sea fluida.
Desde la Experiencia: cuando practicamos esta meditación, nos damos cuenta de que el ejercicio no sólo nos ayuda a calmar el estrés, sino que también permite la comunicación con nuestro “Yo Sabio”. A menudo los mensajes que recibimos de él son inesperados. Tal vez un día recibas información del tipo: “Cuando conociste a tu marido yo guiaba tus pasos…”, o del tipo: “Tu misión en esta vida es…”. No te sorprendas si en tu mente aparecen datos que no esperabas o recuerdos que creías olvidados. Esta es la señal de que estás comunicándote correctamente con tu “Yo Sabio” a través de la piedra. Cuando termines la meditación ya podrás reflexionar con tu “Yo Lógico” la información que has recibido y decidir qué hacer con ella.
Nota: Si tuviste un día difícil o has estado bajo un estrés afilado, tu “Piedra Consejera” puede liberarte de la negatividad que te ronda. Es posible que te ayude a dormir mejor y a descansar por las noches. Esto es especialmente beneficioso cuando necesitas restaurar el equilibro en tu ser. Un exceso (o carencia) energética no te favorece en absoluto y la piedra es tu mejor aliada para recuperar la armonía.
Sabio y Bendito Seas
El Brujo Shiva