9. El REENCUENTRO CON EL ESPÍRITU DE LA NATURALEZA
-El Paseo de la Bruja-
Para conectar de nuevo con las Fuerzas Naturales y sentirnos uno con ellas, las escuelas iniciáticas han diseñado numerosos ejercicios, técnicas y rituales que nos ayudan a agudizar nuestros sentidos. Estos ejercicios constituyen el entrenamiento básico de cualquier bruja, y están diseñados para alcanzar la iluminación de la consciencia.
Cuando despertamos la consciencia de unidad y comprendemos que todo está unido, los límites en nuestra mente desaparecen. La consciencia empieza a ver “más allá”de nuestra realidad física y al lograrlo accedemos a la información que nuestra alma nos ofrece. Esta información es llamada por los chamanes “El conocimiento silencioso”, ya que es una información que llega directamente desde tu espíritu (sin necesidad de usar palabras).
El conocimiento silencioso es parecido a la intuición, la inspiración o la videncia. Funciona cuando acallas el parloteo diario de tu mente y abres tu interior al Espíritu de la Naturaleza. Este conocimiento, si está bien dirigido, nos permite vivir la vida de forma mucho más relajada, tranquila e inspirada. También nos ayuda a ser más intuitivos, resolver problemas y a detectar peligros.
Cuando nos abrimos a las energías de la Naturaleza desde el interior, nuestra mente puede acceder a un conocimiento mucho más avanzado. Al hacerlo, nos damos cuenta de que existe algo más de lo que vemos y nuestra fe se aviva. Cuando meditamos, rezamos, estamos relajados o simplemente “no hacemos nada”, también podemos acceder al reino del espíritu de forma natural.
En occidente no estamos acostumbrados a escuchar a la voz del alma porque preferimos usar el poder mental. Nos hemos acostumbrado a enfocarnos en el exterior, a ser prácticos y funcionales, de modo que para volver a escuchar a nuestro espíritu, necesitamos acallar el parloteo mental (aunque sea por unos momentos). Para hacerlo vamos a seguir un patrón de formación que nos ayude a lograrlo poco a poco, para que se restablezca la conexión original que teníamos al principio.
Pretender abrir la consciencia del alma, de un día para otro, no cabe en nuestra mente “civilizada”. Necesitamos seguir un patrón que nos parezca suave y lógico. Si ahora mismo te sientes alejado del mundo natural, necesitas recuperar tu conexión y ponerte a tono con el Espíritu de la Naturaleza. Para hacerlo puedes empezar poniéndote a tono con el ritmo biológico de la Tierra.
En algunas escuelas mágicas se aconseja dar “Un Paseo de Bruja” para captar las energías vitales y sentir el poder del “Alma de la Naturaleza”. Hacer esto de manera consciente nos ayuda a sentir el viento fresco, el poder vegetal y la energía de la Tierra. También nos predispone al trabajo interior y mejora nuestros sentidos psíquicos. Cualquier amante de las antiguas costumbres se beneficia si sale de su entorno y se conecta de nuevo con la Tierra. No hay mejor cosa que visitar la Natura en su propio territorio para relajarse, calmar el estrés, abrir los sentidos y conectarse con el Espíritu.
Starhawk y Hilary Valentine, autoras de “El Aprendizaje de una Maga”- Editorial Edaf- recomiendan dar este paseo diario como si fuera un ritual sagrado. De hecho lo que lo convierte en sagrado es el estado silencioso de observación consciente que tienes mientras lo haces. Aunque vivas en una ciudad muy poblada, estoy seguro de que cerca de ti tienes parques, zonas verdes y árboles que visitar. Pasear por esas zonas en silencio, puede ayudarte a re-conectarte y a sentir la energía del Espíritu.
Si piensas que vives en una zona "poco mágica", te equivocas. Todos los rincones de la Tierra tienen su propia magia y está bien darle una oportunidad a tu zona. Aunque estamos acostumbrados a ver lugares sagrados con historia (como Sthonehenge o las Pirámides) lo cierto es que cualquier zona natural tiene su gracia. Un bosquecillo, un riachuelo o una playa tranquila son perfectos para conectarte. Si le das la oportunidad a tu zona, seguro que acabas sintonizando con el Espíritu Natural que allí reside.
Cuando encuentres una zona que te guste, relájate y observa. Observa la vida vegetal y animal. Observa qué tipo de plantas, musgos, árboles, insectos y especies lo habitan. Recuerda que el Gran Espíritu de la Naturaleza está ahí. Respira y percibe la vida que existe a tu alrededor, por encima y por de bajo de ti. Recuerda que todo el planeta está lleno de vida. Sé consciente de su presencia y siéntete feliz de que así sea.
Cuando seas consciente de que ése lugar también es sagrado, saluda al Espíritu de la Naturaleza con tus propias palabras. Si lo deseas puedes pronunciar una afirmación que te ayude a conectar. Por ejemplo:
Gracias Oh Gran Espíritu de la Naturaleza
Porque estás aquí, junto a mí
Con esta sencilla frase afirmas que el Espíritu está en todo y te unes a su energía desde tu interior. Si lo deseas también puedes mantener una conversación con su presencia, contarle un problema, o rogar su asistencia. Por ejemplo:
“Oh Gran Espíritu de la Naturaleza
Ayúdame a encontrar solución a este dilema…”
“Oh Gran Espíritu del Universo
Envíame una señal para saber cual es el siguiente paso…”
Al Espíritu de la Naturaleza le encanta enviarnos mensajes y soluciones de lo más inesperadas, de modo que cuando acabes tu paseo, ábrete a todas las posibilidades. Tal vez recibas una llamada al día siguiente o en pocos días te llegue la respuesta que necesites. Cuanto más practiques tu paseo de brujamayor conexión tendrás y más información recibirás.
Te diré que en los propios paseos también puedes encontrar la respuesta o el mensaje que necesitas en ése momento. Puedes encontrar objetos, piedras o elementos con un significado especial para ti. Tal vez un día encuentres una piedra pulida y sientas la necesidad de traerla a casa y ponerla en tu rincón personal. O tal vez encuentres una pluma significativa o veas a un animal que te aporte un mensaje. Ábrete a la información que llega y escucha tu interior.
Si practicas este paseo a diario, comprobarás que la conexión con la Naturaleza es variable. Habrá días que sentirás una gran energía y alegría. Otros serán más serenos y relajantes, y puede que ése sea el mejor regalo del momento. No pienses que será igual cada día. Varía según las energías. Esto ocurre porque tú no eres el mismo en cada momento y la Naturaleza tampoco. Si percibes estos cambios en tu conexión, no te sientas peor. Acepta que la Naturaleza no es estática y aprende a adaptarte a sus ciclos cambiantes.
En la conexión con el Espíritu también influyen las energías naturales como el clima, el ambiente y la propia red de energías de los elementos. Si no estás acostumbrado a observar tu entorno desde este estado, haz la prueba para ver cómo te sientes. Tal vez rompas el patrón limitado de tu conexión y descubras otra forma de trascender.
Si eres muy ritual y necesitas marcar el comienzo de tu paseo con algún gesto, puedes hacer una oración antes de empezar, comenzar el paseo, conectar y cuando llegues a casa dar las gracias de nuevo. Este sistema ritual te ayudará a declarar que estás haciendo una conexión espiritual con la Naturaleza.
Si no sabes qué decir, aquí tienes la oración que digo yo:
Oh Gran Espíritu que otorgas la Vida
Que alimentas nuestro mundo y el mundo invisible
Ilumina mi sendero por la Tierra y por el Cielo
Para que mi alma se conecte a tu Poder
Concédeme tu Bendición oh Sabio Espíritu
Para que pueda servirte a través de los Oficios
Sin Daño alguno y por el Bien común
Que así sea
Desde la Experiencia: En casa tenemos la costumbre de pasear por el entorno rural para ver qué vegetación existe. Hacer esto nos ayuda a descubrir los árboles, las plantas y flores que se cultivan por la zona. Cuando visitamos las huertas, los valles y el monte y lo hacemos en consciencia, sabemos que no estamos recorriendo el campo, sino "El Templo del Espíritu". Muchas veces encontramos raíces, cortezas de árboles o ramas que recogemos y usamos en nuestro altar. Otras veces simplemente tenemos paz. “El Paseo de la Bruja”. Es un ejercicio sencillo, pero cargado de poder si lo haces desde esa apertura interior. Luego, cuando llegas a casa y te relajas, las sensaciones que has vivido te acompañan todo el día. En este punto puedes darte un baño de agua caliente, beber un té confortable y meditar sobre lo que has percibido. Cuando practiques el paseo, tal vez descubras que instintivamente acudes siempre al mismo sitio. Y puede que con los días, ese lugar se convierta en un espacio sagrado para ti. Si te ocurre esto, tal vez hayas encontrado tu “Templo exterior” de conexión. Si continúas con el paseo diario, tu consciencia se expandirá y comprenderás porqué los antiguos sabios sacralizaron la Naturaleza.
¿Por qué no lo intentas?
Sabio y Bendito Seas
El Brujo Shiva