12. EL PENTÁCULO, SÍMBOLO DE LA MAGIA

12. EL PENTÁCULO
El Símbolo de la Magia
Para representar el poder de la Naturaleza y sus fuerzas vitales, la tradición mágica ha recurrido a diversos símbolos que expresan su poder. Uno de estos símbolos es el Pentagrama.
El Pentagrama (del griego: πεντα, penta: “cinco”, y γράμμα, gramma: “escritura”, “dibujo” o “línea”) es una estrella dibujada con cinco tramos rectos. Es el símbolo de la magia y está considerado como el emblema de la luz.
Desde la noche de los tiempos el Pentagrama ha sido asociado a las estrellas y al hombre que busca conocer la realidad más allá de las apariencias. Posee una antigüedad de más de diez mil años y los descubrimientos arqueológicos han confirmado que ya se utilizaba como símbolo mágico-religioso por los sumerios.
Pitágoras ya lo utilizaba como símbolo de salud y sus seguidores lo llevaban para reconocerse entre ellos. Su proporción geométrica contiene el secreto matemático conocido como “sección áurea”, que todavía emplean artistas y arquitectos. Leonardo Da Vinci lo utilizó como guía en su famoso “Hombre de Vitrubio”, representando la simetría básica del cuerpo humano y por extensión del Universo en su conjunto.
El Pentagrama es un símbolo cargado de historia. Incluye múltiples significados que nos ayudan a comprender su poder.
Para los egipcios estaba asociado a las estrellas, -morada celestial donde descansaban las almas de los difuntos-. También estaba vinculado con la diosa Sothis (“la brillante del año nuevo”) que era la personificación de la estrella Sirio, y cuya aparición anunciaba la crecida anual del Nilo.
Para los griegos representaba la estrella Higia, que era la diosa de la curación, la limpieza y la sanación (de ahí la palabra “higiene”) y era usado como símbolo de salud, bienestar y bendición.
En los ritos de Mitra se vinculaba a la luz que nos ilumina. Afirmando que la presencia divina ya está con nosotros (en nuestro interior). El psicoanalista Carl Gustav Jung nos recuerda su uso en los misterios mitríacos diciendo:
Soy una estrella que camina con vosotros y brilla desde lo hondo”[1].
En la cultura mesopotámica, Isthar (la diosa del cielo), estaba asociada a la primera estrella de la mañana, que en realidad es el planeta Venus, y los árabes la asociaron a la diosa Allath.
Desde los tiempos arcaicos, las estrellas han despertado el interés de todos los pueblos. Su significado ha sido dado por la semejanza que tienen con la “luz eterna” del alma. Una estrella brillante en el cielo es como la luz del alma dentro de cuerpo. De modo que mirar hacia el cielo y ver las estrellas ha sido un gesto de fe y esperanza en el más allá.
En las culturas antiguas las estrellas estaban vinculadas a la realeza y su “aparición” reflejaba la llegada de un nuevo poder. Tanto en Egipto, como en Oriente Próximo las estrellas han sido representantes de la divinidad. En la tradición judía, la llegada del Mesías estuvo anunciada por una estrella y su aparición permitía profetizar su llegada.
Su estrella se levantará como la de un rey. (Antiguo Testamento. Leví, 18-3).
Como podemos ver, el poder de las estrellas y la asociación con “la llegada de la luz” es ancestral y universal. En todas las culturas y pueblos las estrellas están vinculadas al poder superior. Esto nos hace comprender que el Pentagrama, es en realidad un símbolo sagrado y ancestral que nos vincula con la eternidad del Universo. No es más que un símbolo de la luz-consciencia que tenemos en nuestro interior.
La luz que nos ofrece el Pentagrama ilumina nuestro interiortrayendo la esperanza de la salvación a la humanidad. Cuando dibujamos este símbolo, estamos representando al ser humano con las piernas y los brazos abiertos, expresando “la apertura de consciencia” que se ha de tener, para trascender a través de la Naturaleza. Cada una de las puntas encarna a los cinco sentidos cognitivos (vista, oído, tacto, gusto y olfato), ya que son los portales por donde recibimos las percepciones del reino natural. En este sentido el Pentagrama representa al “microcosmos” (o ser humano) dentro del “macrocosmos”, o Universo que nos rodea.
El Pentagrama es por excelencia el símbolo de los magos y las brujas, nuestra bandera natural. Es el estandarte que nos guía en la constante búsqueda de la verdad. Su poder destierra la discordia de la separación engañosa del ego, ayudándonos a ver la luz del cosmos brillar ante nosotros y dentro de nosotros. Ante él todas las fuerzas negativas desaparecen.
A lo largo de los años el Pentagrama ha sido objeto de muchos estudios tanto históricos y mágicos. Félix Llaugé Dausá, en su obra “Manual de Magia Práctica”- Ediciones Martínez rosa, S.A- nos dice:
“El Pentagrama o estrella de cinco puntas, emblema de la magia positiva y de lo esotérico, simboliza la armonía entre los cuatro elementos de la naturaleza. Fuego, Tierra, Aire y Agua, con el Espíritu humano, y por ende, el equilibrio entre las energías Elementales dentro de nosotros mismos y el medio ambiente”.
Para Doreen Valiente (Suma Sacerdotisa de la Wicca Gardneriana) las líneas del Pentagrama no sólo representan a los cinco elementos, sino que también forman el viaje del buscador. U así, la línea superior representa al Espíritu o fuente divina de la vida. Desde ése punto hacia abajo-izquierda la energía de la vida desciende al mundo de la forma (o Plano Físico). A continuación la línea sube hacia arriba, hasta el ángulo superior de la derecha, representando que la energía asciende a partir de las formas primitivas a lo largo del proceso evolutivo. La línea que atraviesa la figura hasta el ángulo superior-izquierdo simboliza el progreso, la realización en el plano material, la inteligencia, la abundancia y el poder. El siguiente punto que desciende hacia el ángulo de abajo-derecha, es la caída o el final de ese poder. Y la línea que asciende de nuevo desde el punto más bajo es la resurrección o renacimiento del ser. En este sentido el trazado de la estrella viene a representar el viaje iniciático que nos muestra los altibajos de la vida y de la evolución[2].
En la magia ceremonial el Pentagrama se utiliza para “abrir y cerrar” los portales de las dimensiones. Para esto se dibuja en el aire como signo de limpieza, sanación, bendición y protección. Trazarlo en el aire es invocar la asistencia de los elementos y unirnos al Quinto Elemento, a través de nuestra consciencia. Cuando lo dibujamos estamos enfatizando la idea de que la estrella-consciencia es la puerta hacia la iluminación de nuestro espíritu. Es el canal por donde nuestra alma puede saltar este Plano Físico y subir de nivel, para llegar al Plano Divino (o “conexión divina”).
Cuando el Pentagrama está rodeado por un círculo (la eternidad), se conoce como el Pentáculo (del latín “pentaculum”). Y el símbolo se completa en la unidad de todo lo existente. Así pues el símbolo viene a ser como una puerta que nos abre la vía al conocimiento secreto. Nos ayuda a la hora de buscar la verdad y nos permite alcanzar la sabiduría y la iluminación. Si aprendemos a ver este símbolo como el faro que nos guía en medio de la oscuridad, podremos descubrir los misterios de la Naturaleza y la luz que brilla dentro de nosotros.
Seguro que habrás visto muchas veces este símbolo en los altares de las brujas y los magos. Ahora ya conoces la razón. Nosotros también lo usaremos en nuestro sendero para invocar, atraer, bendecir y vincularlos a los poderes de la Naturaleza. Lo usaremos en su auténtica naturaleza, y esto es para conectarnos con la luz.
Nota: En los últimos siglos se ha formado mucho revuelo en torno al Pentagrama. A menudo los aprendices de magia se encuentran confusos con él y no saben discernir si es un símbolo “benéfico” o malvado”. Al estar vinculado con el Satanismo, se ha creado una idea equivocada acerca de su verdadero significado. Esta confusión es relativamente moderna, ya que el Pentagrama (como hemos visto) fue un símbolo sagrado en cualquiera de sus formas.
¿Pero de donde viene la confusión?
Cuando llegó la Edad Media el Pentagrama se usó para representar a las cinco llagas de Cristo. La Iglesia -en su intento de convertir al pueblo-, acogió los símbolos paganos ancestrales para favorecer la conversión. Tiempo después, cuando los opositores del clero se revelaron contra el poder dominante, empezaron a invertir los símbolos sagrados en señal de protesta contra la Iglesia. Invirtieron la cruz, invirtieron el Pentagrama y cualquier símbolo asociado a la tiranía del poder religioso -que en esos momentos se encontraba en su punto más corrupto-. Los Satanistas acogieron el antiguo símbolo del Pentagrama y lo invirtieron para representar al diablo. Si embargo, la autenticidad y pureza de este símbolo, sigue estando ligada a la vida y a la conexión con la Naturaleza.
Los magos y las brujas de la actualidad seguimos usando el símbolo tal como lo fue en su origen. Lo usamos tal como la Naturaleza nos lo muestra. Teniendo en cuenta que la asociación del Pentagrama invertido-diablo es algo relativamente moderno, necesitamos limpiar la contaminación que ha recibido y rescatar su auténtico origen.
Para un mago o una bruja, el Pentagrama simboliza la Naturaleza (se ponga derecho o invertido). La visión de que el Pentagrama invertido es “malvado” no tiene cavidad en la tradición original. En algunas tradiciones paganas podrás ver el Pentagrama invertido representando a la Diosa Oscura y las deidades de la Tierra. También lo verás en las iniciaciones de segundo grado, representado la conexión interior. Pero jamás representa “el mal” o la negatividad, sino un paso más en la iniciación que nos lleva al conocimiento completo de nosotros mismos.
Si no conoces el Pentagrama déjame decirte que éste es uno de los símbolos más naturales y sagrados que existen. Llevarlo encima es tomar consciencia de que la presencia divina ya está en ti. Es reconocer que el poder sagrado del Espíritu te reconoce y bendice. Si necesitas sentirte más seguro con el Pentagrama, observa las manifestaciones de la Naturaleza y comprueba cómo ella misma te lo muestra. Las flores de cinco pétalos (como las Petunias, el Hipérico o la “Flor de cera”) lo revelan. La propia Naturaleza lo muestra continuamente a través de sus creaciones más hermosas, y esto es para que conozcamos su virtud.
Para que puedas familiarizarte con él, puedes dibujarlo por ti mismo. Toma un papel y un bolígrafo y dibuja la estrella de un solo trazo (sin levantar el bolígrafo). Hazlo hasta que puedas formarla sin problemas. Dibújala sabiendo que estás manifestando un símbolo que evoca el poder de la luz. Una vez lo tengas, colócalo en un lugar donde lo veas a menudo. Ponlo en tu habitación, debajo de tu almohada o en tu escritorio. Familiarízate con él hasta que puedas imaginarlo sin problemas. Hacer esto pondrá de manifiesto tu búsqueda de la verdad y te armonizará con las Fuerzas Vitales de la Naturaleza.
Consejo: en el mercado esotérico podrás encontrar todo tipo de Pentáculos ya elaborados. Algunos incluyen simbología pagana, celta, egipcia o runas. Normalmente están decorados con emblemas o “palabras de poder” para incrementar su significado. Si te gustan los más elaborados analiza bien cada símbolo para que conozcas su significado. Así estarás seguro de su simbología.
En nuestro viaje iniciático usaremos el Pentáculo para afirmar la luz que existe dentro de nosotros. También lo usaremos para practicar ejercicios y devociones. Lo haremos siguiendo la antigua costumbre y esto es afirmando el servicio a la vida.
Sabio y Bendito Seas
El Brujo Shiva
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[1] “Misterios, Enigmas y Rituales Ancestrales”. -Matilde Pepín. Colección Tierra Viva. 2003.
[2] La Brujería del Futuro.- Doreen Valiente. Equipo Difusor del Libro, S.L. Madrid. 2005