RITUAL DE YULE
El Nacimiento de la Luz
El Solsticio de Invierno tiene suma importancia para los brujos porque es un momento sagrado. En la comunidad pagana el Solsticio de Invierno recibe el nombre de Yule (del escandinavo “Jul”, que significa “Rueda”). Y aunque no todas las tradiciones lo conocen con el mismo nombre, lo cierto es que esta definición es la más popular.
Como fiesta solsticial que es, Yule marca el comienzo oficial del Invierno y esto ocurre cuando el Sol entra en el signo de Capricornio. Astronómicamente hablando es el día más corto del año en el Hemisferio Norte y la noche más larga. A partir de aquí los días comienzan a alargarse y las noches se acortan. Este fenómeno ya lo observaron los antiguos sabios y lo entendieron como el momento en el que la Madre Naturaleza da a luz al Dios del Sol -como niño sagrado-.
Asociar el Solsticio con el nuevo ciclo es algo natural. En Diciembre la Naturaleza duerme, las cosechas están paradas, los árboles se encuentran desnudos y la Tierra reposa. Es un momento de máxima oscuridad, y es justo ahí, cuando el Sol nace trayendo la esperanza de la vida. Si ves el Solsticio como una promesa de luz que se cumple cada año, tal vez te resulte fácil de entender esta fiesta milenaria.
Cuando empecé a celebrar las fiestas paganas europeas, me di cuenta que el Solsticio de Invierno es especial porque marca el comienzo del año. Como Yule marca el fin de un tiempo y el nacimiento de un “nuevo Sol”, es un buen momento para trabajarnos a nosotros mismos, conectar con nuestro interior y encontrar la energía necesaria para renacer. De modo que si lo deseas, quizás quieras celebrarlo con una ceremonia que te permita alinearte el ciclo estacional.
Una forma de celebrar Yule consiste en representar el vientre de la Diosa con algún gesto simbólico y celebrar el nacimiento del Sol en todo su esplendor. Si resulta que esta es la primera vez que vas a celebrar Yule, quizás te resulte difícil entender el concepto pagano del Dios Sol y la Diosa, y automáticamente lo relaciones con Jesús y María. Eso es normal cuando eres cristiano, pero has de saber que esta idea es más antigua que el cristianismo.
Las fiestas paganas están centradas en las fuerzas de la Naturaleza, y están representadas por dioses y diosas. En este caso la Diosa es la Madre Naturaleza. Y el Dios, el Sol que renace de su vientre[1]. Saber, que Jesús no nació en Diciembre y que su figura se usó para erradicar a los antiguos dioses solares, sorprende bastante. Pero si eres capaz de ver más allá del cristianismo y comprendes que esta fiesta celebra la luz, podrás practicar el ritual sin sentirte peor por ello.
El siguiente ritual es el que practico cada año para honrar este momento. Este es un ritual que celebra el parto de la Diosa como madre del Sol, y te permite alinearte al Invierno para que tú mismo puedas renacer. Practícalo para conectar y trascender y sobre todo para despertar tu luz interior.
Tiempo adecuado: Solsticio de Invierno
Elementos Necesarios:
1 Tronco de Yule decorado
1 Vela Blanca
1 Vela Verde
1 Vela Amarilla
1 Vela Roja
1 Cinta blanca
1 Plato con tierra
1 Aceite de Oliva (para ungir)
Preparación:
1. Despeja tu altar (o mesa central) y coloca el tronco decorado en el centro. A su alrededor forma un triángulo invertido para representar el útero de la Diosa (C). Este triángulo se conoce como Yoni en la cultura hindú y representa la matriz del universo. Para formarlo usa la cinta cortada en tres trozos.
2. En la punta inferior del triángulo coloca el plato con tierra. En la punta izquierda coloca el cáliz con agua. En la derecha coloca el incensario con incienso (varilla o cono).
3. Sobre el tronco coloca la vela verde, amarilla y roja. Estas velas representan respectivamente la esperanza, el nacimiento del Sol y la nueva vida.
4. Pon el plato de aceite al lado del tronco. Con este aceite te ungirás en la autobendición. Si lo deseas puedes añadir elementos navideños como Cedro, Hiedra, Piñas, Nueces, frutos secos, minerales, etcétera.
5. Toma la vela blanca y marca en ella tu nombre completo y fecha de nacimiento 3 veces. Ponla sobre la tierra para representarte a ti.
6. Ahora relájate y apaga las luces eléctricas para que la habitación esté totalmente a oscuras. Como el Solsticio es la noche más larga del año, vamos a recrear este acontecimiento cósmico en total oscuridad. Ten las cerillas a mano para encenderlas cuando lo necesites.
7. Ahora siéntate o permanece de pié ante el altar a oscuras. Guarda silencio e imagina que el mundo duerme. En esta oscuridad de la vida, te sientes en paz. A pesar de que no puedes ver nada, te sientes protegido porque estás en el vientre de la Diosa. Imagina que has vuelto al vientre original y un nuevo ciclo va a comentar para ti. Permanece en este estado todo el tiempo que quieras. Cuando sientas que quieres nacer, enciende una cerilla y afirma:
Hágase la Luz en este Altar
Que la Luz sea
8. Enciende la vela blanca y di:
Aquí me presento en esta hora delante del altar sagrado
Para iniciar el ritual de los misterios
Salve y Permiso al Gran Espíritu
Su luz, paz y bendición sean mis consejeros
Y su gracia esté conmigo en el ritual de los misterios
9. Haz todos los ejercicios para prepararte a ti mismo: “Ejercicio de Enraizamiento”, “Proyección del Círculo”, encendido de las velas del altar y “La Oración del Arte Mágico”). No enciendas las velas del tronco todavía.
10. Enciende el incienso y afirma:
Oscura es la visión
Y velado es ahora el misterio
Noche oscura y brillante Luna
Este y Sur, Oeste y Norte
Escuchad la Runa de las Brujas
Tierra y Agua, Aire y Fuego
Escuchad ahora mi pregón
Despertará a la Vida el Dios de la Luz
Y la Gran Madre traerá al Niño Prometido
No siento miedo aunque el mundo esté envuelto en sueño
No siento miedo aunque los vientos fríos soplan
No siento pena porque la sombra pasará pronto
Suenan las campanas de la nueva vida
Y el ritual de la Luz comienza
11. Toca la campana 3 veces.
12. Pon tus manos alrededor de la vela blanca y afirma:
Oh Gran Madre de todos nosotros
Que eres la Fuente Universal
Tú que has recibido mil nombres desde los tiempos antiguos
Tú que eres Madre de todos los dioses y de todos los hombres
En el ritual de los Misterios Invernales
Yo me presento ante ti y busco la Luz de tu Rostro
Oh Tú que vuelves fértil al mundo
Y devuelves la alegría donde antes no existía
Oh Tú que gobiernas el tiempo y el espacio
Y en cuyo vientre se renueva la existencia
Yo invoco ahora tu clemencia oh Gran Madre
Para que tu amor se haga presente en nuestro mundo
Ábrenos la puerta de la vida oh Señora, la puerta que no tiene llave
Ábrenos la puerta de la luz para que el Sol renazca de tu ser
Sea yo participante del sagrado nacimiento
Y testigo vigilante de la Luz Universal
13. Enciende la vela verde (esperanza) y afirma:
Enciendo esta vela en tu honor oh Gran Madre
Para que nos traigas al Niño Prometido
Que la esperanza de la vida se mantenga
14. Enciende la vela amarilla (iluminación) y afirma:
Enciendo esta vela en tu honor oh Gran Niño Sol
Para que traigas la luz a nuestro pueblo
Que la luz retorne a la Tierra
Y tu presencia ilumine toda la existencia
15. Enciende la vela roja (vida) y afirma:
Enciendo esta vela en tu honor oh Gran Espíritu
Para que los misterios de la luz sean revelados
Que tu bendición descienda sobre nosotros
Concediéndonos salud, amor, abundancia y protección
16. Toma la vela blanca en tu mano y afirma:
Oh Madre del Sol
Oh Dios mismo del Sol
La Rueda del Año gira y el mundo cambia
¿Quién se resistirá al cambio?
¿Quién impedirá la llegada de la Luz?
Ella es la Madre de todos
Ella se encuentra en todo
El Dios de la Luz ha nacido
Renovando la esperanza en nuestro mundo
Oh Sol Dorado
Alumbra la Tierra
Alumbra los Cielos
Alumbra las Aguas
Alumbra los Vientos
Alumbra los Fuegos
Ofrécenos tu bendición
Y que la Rueda gire a nuestro favor
17. Da 3 vueltas alrededor de la mesa con la vela en la mano. Hazlo en el sentido horario. Mientras giras afirma:
Que gire y gire y gire
Que gire y gire y gire
Que gire y gire y gire
18. Detente ante el altar, relájate y afirma:
Alégrense los corazones
Porque el Dios del Sol ha nacido
Y las tinieblas se han consumido
Que cesen todas las penas
Que cesen todas las guerras
Que la luz del Dios brille entre nosotros
Y el mundo reconozca su bondad
Seas bienvenido oh Dios del Sol
Luz que siempre retornas
En todos tus nombres y múltiples atributos
19. Ahora que el Sol ha nacido, coloca la vela en el altar (sobre el plato con tierra) y afirma:
Aquí presento mi ofrenda en el altar
Para honrar la vida renacida
Que los Antiguos Dioses bendigan mi existencia
Colmándome de dicha y sanación
Ilumina mi mente con tu luz oh Gran Dios del Sol
Para que salga de mi propia oscuridad
Ilumina mi corazón con tu candor oh Gran Madre
Para que conozca y ofrezca el amor
Bendecidme con el don de la Consciencia
Oh Gran Espíritu que otorgas la Vida
Para que recorra el sendero de los sabios
20. Toma una gota de aceite y unge tu frente, corazón y manos con él. Siente la energía luminosa del Dios y la Diosa en ti. Inspira profundamente y acepta la bendición en tu Aura. Afirma:
Bendice mis pies para que recorran la antigua senda
Bendice mis rodillas para honrar la fuente de la vida
Bendice mi falo (útero) para que sienta el placer de la vida
Bendice mi corazón para que ame y ofrezca compasión
Bendice mi boca para que pronuncie palabras de consuelo y alabanza
Bendice mi mente para que busque la luz de la verdad
Bendice mi alma para que comparta la grandeza de los dioses con los hombres
Visualiza que tu aura brilla con fuerza y afirma:
Bendíceme oh Gran Madre-Padre
Que de ti vengo y a ti voy
Que mi cuerpo, mente, alma y corazón
Sean siempre útiles a la vida y al amor
Sin daño alguno y por el bien común
Que así sea
21. Siente que las bendiciones divinas te colman. Respira profundamente y permanece unos instantes ante el altar. Quizás te apetezca meditar unos minutos y pensar en tu nuevo ciclo, o tal vez quieras escuchar música para sintonizar con tu propio espíritu. Cuando sientas que has terminado, despide las energías diciendo:
Despertó a la Vida el Dios del Sol
Y la Gran Madre su amor nos derramó
Que la Luz descienda a la Tierra
Y su amor inunde toda la existencia
No siento miedo aunque el mundo esté envuelto en sueño
No siento miedo aunque los vientos fríos soplan
No siento pena porque la sombra pasará pronto
Suenan las campanas de la nueva vida
Y no hay ser que la detenga
El viaje de la luz comienza
Que sea en buena hora
(Toca la campana 3 veces)
El Dios del Sol ha nacido
Y su fuerza nos ha bendecido
En Paz nos hemos encontrado
En Paz nos despedimos
Y en Paz nos volveremos a encontrar
Hasta nuestro próximo encuentro
Salve y despedida
Incline la cabeza en actitud de reverencia y deje consumir un ratito las velas.
El ritual ha terminado.
Atención: deja encendidas las velas un rarito y luego apágalas. Vigílalas constantemente y cuando vayan por la mitad, apágalas. Muchas brujas cuando celebraron este ritual dejaron el tronco olvidado y descubrieron que prendió fuego a la mesa. Jamás abandones el ritual con las velas encendidas.
Conserva el tronco en casa hasta que acaben las Navidades. Luego quémalo en un lugar natural y guarda un trocito de carbón como signo de bendición. Algunas brujas conservan el tronco todo el año y lo queman en el Solsticio de Verano. Otras lo queman antes de la Primavera como signo de renovación. También es correcto hacerlo así, de modo que guíate por tu intuición.
Nota: cuando desmontes la mesa conserva la cinta blanca. Puedes usarla para proteger a una mujer embarazada (Ver “Hechizos de Primavera”) o enlazarla en tu escoba de bruja como recuerdo.
Empezar el ritual en la oscuridad nos ayuda a recordar que a pesar del frío la vida renace con alegría. A mí me gusta celebrarlo totalmente a solas como ritual de renovación, pero si tienes hijos y quieren participar, estará bien que los guíes para que comprendan el misterio del Solsticio. Si te animas a celebrar este ritual, quizás notes que tus sentimientos se remueven.
Cuando mi amiga Josefa celebró por primera vez este rito, me contó que el ritual le había recordado a un parto de verdad. La sensación que le produjo fue la de asistir a un nacimiento en el que ella misma se sentía la madre y el niño. Y efectivamente de eso se trata. Cuando te alineas con el Solsticio de Invierno, tú mismo eres el Sol que nace desde el vientre cósmico de la madre. Todos los seres humanos hemos nacido gracias a una madre y un Sol cósmico –que es nuestra alma-. Y el hecho de celebrarlo marca un nuevo ciclo para ti. Es como un nuevo comienzo y el ritual debería animarte a seguir con tu vida y formación mágica.
Sabio y Bendito seas
El Brujo Shiva
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[1] En algunas tradiciones la imagen de Gran Madre está representada por tres diosas que representan el movimiento creador, destructor y regenerador. Obviamente la idea central es la misma, pero está bien saberlo por si quieres investigar.