147. LAS CUATRO ESTACIONES

 LAS CUATRO ESTACIONES

El Ciclo del Planeta alrededor del Sol
Las estaciones del año son de suma importancia en el arte mágico. Marcan las fases vitales por las que pasa el planeta y nos ayudan a practicar los hechizos. Al igual que ocurre con las fases lunares, las estaciones mueven energías. Tienen un patrón energético poderoso y este patrón podemos aprovecharlo.
Hace más de 20 años practiqué un hechizo primaveral con una maceta. En ese hechizo había que enterrar la petición con otros ingredientes mágicos y un huevo. El hechizo debía hacerse justo en el Equinoccio de Primavera, y si todo iba bien, la petición se cumpliría en el Solsticio de Verano. Durante los tres meses que duraba la estación, había que regar la maceta cada día mientras repetías el conjuro -y concentrabas la energía-. Curiosamente mi petición ¡se cumplió en el Solsticio de Verano!
Cuando descubrí este poder me quedé alucinado al comprobar lo efectiva que es la magia natural. Comprendí que la corriente vital funciona y si aprendemos a usarla nuestra magia mejora. Cuando me puse a investigar más, me di cuenta que la mayoría de la gente ignoraba este poder. Era como si nadie tuviera interés en descubrir la magia estacional. Aunque todos sabían lo que significaban las estaciones, la parte mágica pasaba desapercibida. De modo que me puse a practicar con el patrón estacional. Al hacerlo observé pautas energéticas que podía aprovechar en mis hechizos. Y al incorporarlas los resultados mejoraron. En esta lección vamos abordar las estaciones como fenómenos naturales dentro del tiempo mágico. Y lo vamos a hacer desde el principio.
¿Qué poder tienen las estaciones?
¿Es cierto que la energía circula de forma diferente en cada una?
¿Cómo se puede aprovechar esta energía en los hechizos?
Las estaciones son los periodos de tiempo donde la Naturaleza manifiesta cambios climáticos propios de la zona geográfica. Dependiendo del lugar donde te encuentres, el ciclo estacional varía. En el hemisferio Norte y Sur, las estaciones son cuatro y van invertidas en su ciclo. Cuando en el hemisferio Norte es Verano, en el hemisferio Sur es Invierno. Y cuando en el Sur es Otoño, en el Norte es Primavera. Esto es así, debido a la inclinación del eje planetario, que es el que provoca el fenómeno estacional.
Al igual que los demás planetas del Sistema Solar, la Tierra sigue una órbita elíptica alrededor del Sol llamada eclíptica. Esta órbita tarda 365 días y medio en completarse y origina el año civil que todos conocemos. El planeta también gira sobre sí mismo provocando el día y la noche, pero el giro planetario no es recto -en proporción a la eclíptica-, sino que está ladeado. Esto significa que si miramos el planeta desde el espacio, lo veremos inclinado levemente. Actualmente la inclinación planetaria es de 23º aproximadamente. La inclinación del eje es la causante de que el planeta no reciba la misma proporción de luz en su viaje. Y esta es la razón del cambio estacional.
Si observamos el año civil y lo dividimos en cuatro partes, notaremos que la cantidad de luz que recibe el planeta es distinta y obtendremos las cuatro estaciones. El comienzo de cada estación se denomina Equinoccio o Solsticio. Los Equinoccios (del latín aequinoctium aequus nocte- “noche igual”) son los días en los que el Sol está situado en el plano del ecuador celeste y ocurren el 20 de Marzo y 23 de Septiembre. En estos días el Sol alcanza su cénit (visto desde la Tierra). Suceden dos veces al año y como su nombre indica, el día y la noche duran lo mismo. Cuando llegan los Equinoccios de Primavera y Otoño, los rayos solares caen de forma equilibrada en los dos hemisferios. El planeta recibe la misma proporción de luz, porque en ese momento se encuentra perpendicular sobre el ecuador. En estas dos fechas del año, el día dura doce horas y la noche otras doce. Por eso se consideran “días equilibrados”, pues la luz y la sombra están igualadas .
Por su parte los Solsticios (del latín solstitium –Sol y statum-stare sol estático”), son los tiempos en los que el Sol parece no cambiar de trayectoria durante varios días alrededor de su fecha. Es cuando el Sol alcanza su máxima altura en su viaje (y mínima) con respecto al ecuador. Ocurren el 21 de Junio y el 21 de Diciembre. Cuando llega el Solsticio de Verano la luz del Sol alcanza su máxima altura en el hemisferio. Y cuando llega el Solsticio de Invierno, alcanza el mínimo anual. Esto significa que durante el Solsticio de Verano el Sol está más alto en el cielo (visto desde la Tierra) y en el de Invierno se ve más bajo. Por eso los días en Verano son más largos y en Invierno más cortos.
El Solsticio de Verano está considerado el “día de la luz” y el de Invierno “el día de la sombra” (por simple fenómeno lumínico). Los países que se encuentran cerca del ecuador terrestre (Ecuador, Colombia, Brasil, Indonesia, etc) tienen estaciones más suaves y el cambio no es tan significativo como en los hemisferios. Y en lugar de dividir el año en cuatro estaciones, lo dividen en época de lluvias (Invierno) y época seca (Verano). Debido a que el clima es más tropical en estos lugares, el fenómeno estacional es menos perceptible, pero las estaciones se dan por igual. En el Polo Norte y Sur, las estaciones también son distintas. Se dividen sólo en dos: Verano e Invierno. Y una vez más la inclinación del eje planetario es la causa de este fenómeno.
Los que vivimos en los hemisferios Norte y Sur, percibimos el cambio estacional de forma notable. El fenómeno del ciclo es repetitivo y provoca que la energía de la Naturaleza ascienda y descienda (continuamente).
Cuando llega la Primavera la luz empieza a bañar el hemisferio y los días se van alargando. Notamos que las noches se acortan y la vida resurge en el planeta. Es entonces cuando las plantas renacen, los animales despiertan y un aire de alegría inunda la Tierra. Cuando llega el Verano y la luz alcanza su máxima expresión, el Sol logra su punto más alto sobre el horizonte. Entonces el hemisferio recibe la mayor cantidad de luz y se produce el día más largo y la noche más corta. A partir de aquí, la luz empieza a perder fuerza y la influencia solar comienza a declinar. El viaje planetario provoca que la luz comience a menguar a favor del otro hemisferio. Cuando llega el Equinoccio de Otoño la luz y la sombra se vuelven a igualar. Ahora el día y la noche duran lo mismo (pero a favor de la sombra). Poco a poco la sombra va ganándole terreno a la luz. El clima se va enfriando y es entonces cuando las plantas, los animales y todo el ecosistema, se preparan para la llegada del Invierno. Ahora los árboles de hoja caduca comienzan a perder sus hojas, los animales hibernan y algunas aves (como las golondrinas) comienzan a emigrar. Cuando aparece el Solsticio de Invierno la sombra alcanza de nuevo su máximo poder. Es entonces cuando se produce el día más corto y la noche más larga. En este momento el Hemisferio recibe poca luz, la oscuridad predomina y tendemos a recogernos en casa. Cuando observamos el año solar desde la Tierra, nos damos cuenta que el viaje produce un cambio constante de luz-sombra-luz. Cada año que pasa la Tierra experimenta un ciclo de ascenso y descenso lumínico. Y esto provoca que la energía vital del planeta esté en movimiento.
Aunque esta información parezca muy básica, en realidad revela el misterio de la corriente estacional que usamos los brujos. De la misma forma que la fuerza vital de la estación afecta a la vegetación y a los animales, su poder puede conjurarse para que actúe en los hechizos. Puede hacerse si te alineas a la corriente de la estación y diriges la energía al trabajo que estás realizando.
OBSERVA EL PATRÓN ESTACIONAL DE TU ZONA
Y aprende a sumarte a su ritmo
La mejor forma de alinearse a la corriente estacional, consiste en observar qué cambios se producen en el lugar donde vives. Si observas lo que ocurre en tu ciudad durante un año entero, te darás cuenta que tanto el clima, como el ciclo vegetal y animal, tienen su propio ritmo. Este ritmo es particular de tu zona, pues cada lugar experimenta el ciclo de un modo distinto.
En mi pueblo el cambio estacional sigue el ritmo del Mediterráneo. De modo que cuando llega la Primavera, la vida resurge. De Mayo a Junio la vegetación está en auge y aparecen la mayor parte de las plantas. A partir de Agosto, Septiembre y Octubre es tiempo de frutas y las huertas van a toda marcha. Aquí es donde se celebran las principales fiestas populares, pues el pueblo celebra la cosecha de la viña, el trigo y la almendra. A partir de Octubre y Noviembre la Naturaleza reposa. Es tiempo de barbecho pero también de preparar la nueva semilla. A finales de Otoño se abre la veda y los cazadores visitan el monte. Los hongos y setas empiezan a brotar, sobre todo si el fin del Verano ha sido lluvioso. Cuando llega Febrero la Naturaleza brota de nuevo. Todavía hace frío (y algunas veces nieva), pero la Tierra empieza a resurgir de su letargo. Aunque cada año es diferente (según el clima), el ciclo estacional se repite. Y esto me da unas pautas sobre qué tipo de energía se mueve en cada estación.
Observar lo que ocurre te ofrece un montón de datos y correspondencias que puedes usar en tu práctica mágica. Te ayuda a comprender que el ritmo estacional no es algo automático, sino que se produce paulatinamente. La parte práctica de la observación es que te permite descubrir si algunos acontecimientos mágicos ocurren en una misma estación. Así fue como me di cuenta del poder mágico de la Primavera y de otros secretos que te enseñaré a continuación.
Cuando observé el ciclo estacional del pueblo, empecé a anotar los fenómenos más significativos que se producían en la zona. Apunté la fecha oficial de la estación, la luminosidad del Sol, la época de lluvias, las nevadas, la época de siembra y cosecha y el ciclo animal de la comarca. Al terminar el año me di cuenta que tenía un listado de correspondencias de lo más efectivas. Cuando comparé las correspondencias con los libros de magia, observé que había diferencias notables. Me di cuenta que mis correspondencias no eran iguales a las de otros brujos que vivían en América o Inglaterra. Y era normal que fueran distintas, pues el clima y la vegetación también lo eran. Esto me hizo entender que la corriente estacional varía dependiendo del lugar donde vivas. Y mantenerte fiel a ella es lo más acertado que puedes hacer si quieres usarla en tu magia.
Si estás acostumbrado a leer libros de magia y correspondencias estacionales, necesitas entender este punto. No es lo mismo vivir en América del Norte que en España, Francia o Argentina. Cada lugar del mundo tiene su propio patrón climático, vegetación y fauna. Y esto afecta a tu magia.
Observar el clima y asociarlo a tu vida también puede ayudarte a descubrir patrones repetitivos curiosos. Por ejemplo: cada vez que nieva en mi pueblo, sé que es un año positivo para mí. Y aunque parezca algo extraño, la nieve me aporta suerte. Esto lo he podido comprobar en varias ocasiones. Hace cuatro años nevó en el pueblo de manera sorprendente. La nieve derribó varios poster de electricidad y el pueblo se quedó incomunicado 24 horas. Sin embargo cuando repasé los acontecimientos de mi vida, me di cuenta que el año fue muy positivo para mí. El año pasado volvió a nevar en el pueblo y me sucedió lo mismo. Fue un año lleno de noticias victoriosas. De modo que la nieve y la suerte están relacionadas en mi vida.
El patrón estacional nos influye más allá de lo que piensas, de modo que si aprendes a observar y lo apuntas todo, podrás establecer correlaciones y pautas. Para crear tu lista de correspondencias puedes empezar apuntando la fecha oficial de la estación, la luminosidad del Sol, los colores predominantes, las hierbas que florecen, el clima y la época de siembra y cosecha. Anota los trabajos que se hacen en el campo y también las fiestas populares. Apunta todo lo que puedas, pues cuantos más datos incluyas, mejor entenderás el ciclo estacional de tu zona.
Si quieres hacer una investigación más profunda puedes hacerte estas preguntas:
¿Cuándo empieza cada estación?
¿Qué colores tiene el campo?
¿Cuáles son las plantas y árboles autóctonos?
¿Qué es lo que más se cultiva en la zona?
¿En qué época se siembra y cosecha?
¿En qué mes aparecen las flores?
¿Cuándo empiezan a caer las hojas de los árboles?
¿Cuándo hay más tormentas torrenciales?
¿Ha habido nevadas importantes?
¿Cuándo sucedieron?
¿Qué animales habitan la zona?
¿Hay caza?
¿En qué época se abre la veda y se cierra?
¿Cuándo se celebran las fiestas principales del pueblo?
¿Por qué?
Si no tienes acceso a esta información, pregunta a tus padres, vecinos o amigos. Mira en Internet o consulta a los agricultores de la zona. La gente del campo tiene mucha información sobre el ciclo estacional porque ¡viven con él! Si tienes la suerte de conocer algún agricultor, cazador o pescador, no dudes en preguntarles.
Si vives en la ciudad y no puedes tomar lo silvestre como punto de referencia, observa el entorno que te rodea. Acude al parque y observa el cambio estacional en los árboles. Analiza la flora y los animales. Observa si las ardillas recogen los frutos en Otoño para sobrevivir en Invierno. Observa si las mariposas salen en Primavera, o si las lagartijas se dejan ver en Verano. Fíjate en los detalles y verás que hay cosas propias de cada estación.
El folclore popular también es una fuente inagotable de información estacional. Si investigas las tradiciones locales, descubrirás que muchas fiestas populares tienen un origen agrícola relacionado con el ciclo estacional. Por ejemplo: en mi pueblo las fiestas principales se celebran el 2 de Agosto. Esta fiesta es cristiana y celebra la Virgen de los Ángeles, pero la fecha está escogida porque en ésa época ¡el trigo está listo para cosechar! Agosto es un mes asociado a la abundancia de la Tierra en el Mediterráneo porque en ése mes las huertas fructifican. La comida abunda y la prosperidad fluye. Y esto hace que la gente se sienta feliz. De modo que esta es la causa original de las fiestas.
Cuando estudias el origen de las fiestas, te das cuenta que las fechas más significativas están relacionadas con el ciclo estacional. Estas fiestas ya se celebraban antiguamente en honor de los dioses paganos. La mayoría de las fiestas populares siguen el ciclo solar y expresan el viaje estacional. Incluso El Nacimiento de Jesús, la Fiesta de San Juan Bautista, la Pascua de Primavera, El Día de Todos los Santos, o el 1º de Mayo, están guiados por este ciclo. Son los restos del paganismo original que sobrevivió y todavía se celebran. Si eres pagano o Wiccano ya sabrás esto, pero si no lo eres está bien que lo sepas.
En el mundo antiguo el curso natural era la clave de la espiritualidad y las fiestas estaban vinculadas directamente al ciclo de la Tierra. Era normal que así fuera porque la Naturaleza era la base de la vida. Celebrar la época de siembra, cosecha y barbecho era natural porque todos dependíamos del ciclo. Esto nos permitía mantener una relación directa con la Naturaleza y sentirnos parte de ella. En lugar de ver el ciclo como algo externo a nosotros, sentíamos que el cambio también era nuestro. Y las celebraciones nos ayudaban a sintonizarnos con el ciclo.
LO QUE OCURRE AFUERA SUCEDE DENTRO
Las estaciones reflejan nuestra vida
Cuando observas el ciclo estacional y conectas con él, te das cuenta que todo lo que ocurre en el exterior, también influye en tu interior. La energía vital que se mueve en la Naturaleza te afecta física, mental y emocionalmente. Lo hace incluso sin que tú te des cuenta. Esta influencia viene a corroborar la famosa frase ocultista que reza: “Lo que está arriba está abajo” o “Lo que está afuera sucede dentro”.
Los estudios científicos confirman que el cambio estacional influye en nuestra vida, en nuestro estado de ánimo y salud. La cantidad de luz recibida, los días lluviosos, el frío, el calor o el polen, son la causa. De la misma forma que los animales y plantas se ven afectados por el cambio, nosotros también sentimos su efecto. En Primavera solemos estar alegres, sentimos la energía de la vida circular por nuestro cuerpo y el flujo vital se eleva. Es por eso que decimos que en Primavera la sangre se altera. En Verano tendemos a la expansión social, dormimos menos y buscamos sociabilizarnos. El calor y la luz nos invitan a hacerlo (pero si no estamos totalmente equilibrados y sabemos encauzar ésa energía, podemos sentirnos irritados). En Otoño nos calmamos de nuevo y tendemos a recogernos en casa. Es cuando la energía se sosiega y a veces nos sentimos melancólicos. Y en Invierno buscamos el apoyo del clan familiar para sentirnos protegidos y a salvo. Es cuando interiorizamos y buscamos el apoyo en nuestras raíces.
Algunas personas tienen problemas para adaptarse a una estación determinada porque sienten que les afecta a su salud. Si te ocurre esto empieza a mirar el ciclo con tus ojos de bruja. Acércate a la Naturaleza y súmate a su ritmo. Siente que ella es tu mejor compañera, practica tus paseos y alineaciones (Ver abajo) y deja que su energía forme parte de ti. Si sufres de alergia a las gramíneas o algún desajuste propio de la estación, acéptalo como parte del ciclo. Pon remedio para sentirte mejor y aprende a disfrutar del cambio. Cuanto más hagas esto, mejor bruja serás y más energía vital fluirá sobre ti.
Te diré, que cuando entendí el concepto estacional y empecé a organizar mi vida de acuerdo su patrón, toda mi vida mejoró. Al aceptar el ciclo entendí que no podía luchar contra la corriente, sino que era mejor usar esta energía a favor de la vida. Al fin y al cabo así era la Naturaleza y si quería aprovechar su poder, debía armonizarme con el ciclo. Para hacerlo empecé a observar los cambios estacionales de la zona, practiqué las alineaciones y me sumé a la corriente vital. Cuando lo hice comprobé que mi salud mejoró, mi mente creativa se clarificó y mis rituales cobraron más fuerza. Al meditar sobre el ciclo entendí lo que decían las brujas acerca de unirse a la Naturaleza. Y comprendí lo importante que era mantener la conexión con el ciclo.
CÓMO ARMONIZARSE CON LAS ESTACIONES
Las Alineaciones Estacionales
La mejor forma de alinearte con la corriente estacional consiste en salir al exterior, visitar la Naturaleza y abrirte a su energía. “Los Paseos de Bruja” son fantásticos para lograr este contacto pues te permiten sentir el ciclo de manera directa. Cuando tienes la costumbre de pasear por el entorno, notas el cambio estacional. Percibes la variación de la luz y esto te alinea a la corriente de la vida. Si además de hacer esto te apetece practicar un ritual para conectarte, puedes practicar las siguientes alineaciones:
 La Alineación de la Primavera. Cuando llegue el Equinoccio de Primavera (20 de Marzo si vives en el Hemisferio Norte y 22 de Septiembre si vives en el Sur), ponte ante tu altar, levanta las manos hacia el frente y afirma:
Primavera encantada
Corriente estacional
Te saludo este día con amor y confianza
Diosa de la Vida que giras la Rueda
Haz que mi energía aumente
Salud y Juventud, Amor y Belleza
Que el don de la Vida me colme
¡La Primavera y Yo somos Uno!
¡La Primavera y Yo somos Uno!
¡La Primavera y Yo somos Uno!
Respira profundamente. Imagina que en cada inspiración la energía vital de la Primavera entra en tu cuerpo colmándote de energía, salud y dones. Haz esto varias veces hasta que sientas que te alineas con la estación de las flores.
 La Alineación del Verano. Cuando llegue el Solsticio de Verano (21 de Junio en el Hemisferio Norte o 21 de Diciembre en el Sur), ponte ante tu altar, levanta las manos hacia el frente y afirma:
Verano Sagrado
Corriente estacional
Te saludo este día con amor y confianza
Padre de los Cielos iluminas mi senda
Haz que mi poder se incremente
Conciencia y Verdad, Salud y Abundancia
Que el Don de la Visión me colme
¡El Verano y Yo somos Uno!
¡El Verano y Yo somos Uno!
¡El Verano y Yo somos Uno!
Respira profundamente. Imagina que en cada inspiración la energía vital del Verano entra en tu cuerpo colmándote de luz y poder. Haz esto varias veces hasta que te alinees con la estación del calor.
 La Alineación del Otoño. Cuando llegue el Equinoccio de Otoño (22 de Septiembre en el Hemisferio Norte o 20 de Marzo en el Sur), ponte ante tu altar, levanta las manos hacia el frente y afirma:
Otoño Encantado
Corriente estacional
Te saludo este día con amor y confianza
Madre de la Vida que giras la Rueda
Haz que mi energía me armonice
Abundancia y Gratitud, Paz y Bienestar
Que el don de la Sabiduría me colme
¡El Otoño y Yo somos Uno!
¡El Otoño y Yo somos Uno!
¡El Otoño y Yo somos Uno!
Respira profundamente. Imagina que en cada inspiración la energía vital del Otoño entra en tu cuerpo colmándote de luz y poder. Haz esto varias veces hasta que sientas que te alineas con la estación del cambio.
 La Alineación del Invierno. Cuando llegue el Solsticio de Invierno (21 de Diciembre en el Hemisferio Norte o 21 de Junio en el Sur), ponte ante tu altar, levanta las manos hacia el frente y afirma:
Invierno Sagrado
Corriente estacional
Te saludo este día con amor y confianza
Madre de la Vida y Señor del Sol
Que la Luz del Universo retorne
Salud y Protección, Amor y Bendición
Que los Dioses protejan mi destino
¡El Invierno y Yo somos Uno!
¡El Invierno y Yo somos Uno!
¡El Invierno y Yo somos Uno!
Respira profundamente. Imagina que en cada inspiración la energía vital del Invierno entra en tu cuerpo colmándote de luz y poder. Haz esto varias veces hasta que te sientas conectado al Invierno.
Con estos simples ejercicios estás conectándote a la energía vital de la estación. Estás fusionándote con el ciclo para que tus energías se unan a las suyas. Algunas brujas practican las alineaciones para mantenerse armonizadas y otras antes de practicar la magia estacional. Tú puedes usarlas como desees, pues cuanto más las adaptes a tu estilo mejor funcionarán. Si al hacerlas te sientes conectado, equilibrado y armonizado, significa que ¡las necesitabas! A veces nos alejamos tanto del ciclo estacional que cuando reconectamos, sentimos que hemos recuperado algo sagrado y antiguo. Si te ocurre lo mismo toma consciencia del ritmo y retoma tus prácticas para que tu conexión se mantenga.
Si el trabajo estacional te atrae y deseas involucrarte más en la conexión, puedes crear tus propias alineaciones de acuerdo a las energías que vayas observando. El segundo año que hice la observación, escribí cuatro rezos de alineación de acuerdo al ciclo. Para hacerlo usé palabras sencillas y añadí los conceptos paganos de la Diosa y el Dios. Al recitarlas en voz alta me di cuenta que el rezo me unía conscientemente al flujo estacional y mi energía aumentaba. Era como si ya no trabajara sólo, pues la alineación me permitió fusionarme con el ciclo.
Alineación de Primavera
Energías Benditas de la Primavera
Renacimiento de la Vida
Equilibrio, Florecimiento y Alegría
Que mis energías se alineen con las vuestras
Oh Antiguos Dioses de la Tierra
Doncella Blanca y Guardián del Bosque
Bendecidme con los dones del Espíritu
Que la Armonía se haga presente
Y que todos los seres encuentren la Paz
Alineación de Verano
Energías Benditas del Verano
Imperio de la Luz
Consciencia, Sabiduría y Poder
Que mis energías se alineen con las vuestras
Oh Antiguos Dioses
Madre Tierra y Padre de la Luz
Bendecidme con los dones del Espíritu
Que la Armonía se haga presente
Y que todos los seres encuentren la Paz
Alineación de Otoño
Energías Benditas del Otoño
Poder del Cambio
Equilibrio, Cosecha y Templanza
Que mis energías se alineen con las vuestras
Oh Antiguos Dioses de la Magia
Padre Sol y Madre de la Hacienda
Bendecidme con los dones del Espíritu
Que la Armonía se haga presente
Y que todos los seres encuentren la Paz
Alineación de Invierno
Energías Benditas del Invierno
Sabiduría Profunda
Renacimiento, Vida y Esperanza
Que mis energías se alineen con las vuestras
Oh Antiguos Dioses de la Tierra
Madre Eterna y Señor del Sol
Bendecidme con los dones del Espíritu
Que la Armonía se haga presente
Y que todos los seres encuentren la Paz
Nota: si observas cómo practican las alineaciones las brujas, quizás descubras que algunas las hacen días antes de que la estación comience oficialmente. Esto ocurre porque a veces los efectos de la estación se notan días antes de la fecha. Y empezar las alineaciones antes, te ayuda a sintonizarte. Yo también lo hago así, porque he comprobado que hacerlo prepara mi cuerpo y mente para el nuevo ciclo. Cuando empiezo a notar los indicios del cambio estacional, preparo el altar con elementos que recojo en mis paseos, Y cuando llega la fecha oficial repito la alineación y “El Ritual de Conexión con los Elementos de la Vida”. El altar lo dejo decorado toda la época porque me ayuda a recordar en qué fase me encuentro. Y cuando se acerca la siguiente fase lo renuevo. Tú también puedes hacer esto pues la decoración del altar te ayuda a expresar el espíritu del momento.
CORRESPONDENCIAS ESTACIONALES
Las estaciones del año también sirven para establecer correspondencias con las etapas de la vida humana. La Primavera está asociada a la juventud y si fuera un ser humano rondaría entre los 0 y 20 años. El Verano está asociado al desarrollo y si fuera humano rondaría entre los 20 y 40 años. El Otoño está asociado a la madurez y a escala humana sería entre los 40 y 70 años. Y el Invierno está asociado a la ancianidad y en la edad humana abarca de los 70 hasta la muerte.
Esta asociación es puramente agrícola y tenerla en cuenta nos ayuda a entender nuestra propia evolución. Si tienes menos de 20 años estás en la Primavera de tu vida. Tienes energía y ganas de vivir. Si tienes más de 40 años, estás en el Verano. Tu energía es más estable, pero todavía notas el efecto fogoso en tu cuerpo. Si tienes menos de 70 estás en el Otoño de tu vida y la madurez rige tu vida. Y si tienes más de 70 tu ciclo está en la fase invernal y saberlo te permite aprovecharlo y disfrutarlo. Todos los seres vivos estamos dentro del ciclo estacional y tomar consciencia nos ayuda a realizar los cambios que sintamos necesarios. Cada una de estas fases tiene su curso experimental y vivencias, y compararlas con las estaciones nos hace más conscientes.
A nivel horario las estaciones también están relacionadas con el ciclo del día y de la noche.
 El Amanecer sería la Primavera (comienzos).
 El Mediodía el Verano (expansión).
 El Atardecer el Otoño (declive).
 Y la Noche correspondería con el Invierno (muerte).
Lo mismo se puede decir de las fases lunares, que se relacionan con el ciclo estacional por simple analogía.
 La Luna Nueva sería el Invierno (descanso).
 El Cuarto Creciente Primavera (crecimiento).
 La Luna Llena el Verano (máxima energía).
 Y el Cuarto Menguante el Otoño (descenso).
Aunque esta información parezca pueril, en realidad te ayuda a entender que tú también formas parte del ciclo estacional. Todo lo que existe en la Naturaleza es rítmico y está sujeto al cambio. Y si aprovechas la corriente del momento, tu vida mejora.
En la siguiente gráfica he marcado un resumen con las energías que se mueven en cada estación. Este patrón es el que sigue mi zona. Si quieres puedes usarlo como modelo para crear tu propia gráfica. Cuando tengas la tuya puedes añadir colores, símbolos, flores o palabras que representen cada estación. Si lo imprimes y pones en tu altar, te servirá como recordatorio y te ayudará a mantenerte conectado. En el siguiente cuadro he resumido las energías predominantes de mi zona para que tengas un ejemplo práctico. Pero recuerda que tú debes crear tu propia lista para que sea funcional. Si vives en España reconocerás cada energía y la sentirás parecida a la tuya, pero si vives en otro país, establece tu propia tabla. Atrévete a apuntar en tu agenda los datos, pues cuanto más personal sea tu lista, mejor funcionará para ti y mejor te alinearás a la energía estacional.
Sabio y Bendito seas
El Brujo Shiva
Puede ser una imagen de texto que dice "Primavera Cuarzo Cuarzo Creciente Amanecer 0-20 ños Barbecho Befbocho Siembra Planificación Floración Aire Invierno Cuarzo Menguante Noche 70-Muerte Nacimiento Barbecho Reposo Arraigo Tierra Crecimiento Expansión Poder Fuego Verano Luna Liena Mediodía 20-40 anos M Maduración Cosecha Gratitud Agua soiendew SEPOEN Otoño Luna Menguante Atardecer 40-70 años doele ει Brujo Shiv Shiva"
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