136. EL CIRCULO MÁGICO

 EL CÍRCULO MÁGICO

El Campo Energético que te Protege
Cuando avanzamos en el sendero mágico y empezamos a practicar hechizos, debemos protegernos para evitar que la negatividad nos invada. Los magos sabemos que más allá de lo que ven nuestros sentidos, existen energías invisibles. La mayoría de estas energías son buenas y actúan bajo conciencia, pero otras no tanto. No todo lo que existe en el más allá es bueno para ti. Y saberlo es necesario para evitarte problemas.
Normalmente los hechizos que buscan el bien, no están expuestos a las fuerzas oscuras, porque para hacerlos necesitamos elevar la vibración. Cuando trabajas la magia con devoción, amor, justicia y bondad, la ética que te guía eleva tu energía y protege tu hechizo. Hace que suba de nivel y esto lo eleva por encima de las fuerzas hostiles. Sin embargo, cuando haces limpiezas, sanaciones, desbloqueos energéticos y otras labores (cuya función es la de sanar o limpiar la maldad), la negatividad puede “verte” y afectarte. Cuando tu trabajo es muy sanador y está vinculado a otra persona, las entidades oscuras perciben tu labor, y a menudo tratan de frenarte para que no termines tu trabajo.
Esto es lo que le ocurrió a la terapeuta que hizo la sanación sin protegerse a sí misma. Al hacer la limpieza sin protección, las entidades oscuras que estaban dañando a la familia se percataron de su labor e intentaron frenarla. Lo intentaron a través del miedo, pero afortunadamente no lo lograron. Lo bueno de aquel caso fue que la terapeuta enseguida lo detectó, y siguió su trabajo centrada en la luz.
¿Pero qué hubiera pasado si no se hubiera protegido?
¿Qué hubiera ocurrido si hubiese entrado en pánico?
Seguramente se habría afectado a ella misma y habría abandonado la curación. Si en lugar de mantenerse equilibrada, le hubiera prestado atención a ésa negatividad (alimentándola), o se hubiera dejado vencer por el miedo, posiblemente habría abandonado. Pero afortunadamente no lo hizo. Ella supo mantenerse centrada y terminar la sanación con amor. Cuando te centras en ti mismo y mantienes el equilibrio interior, la negatividad deja de afectarte porque comprende que no puede contigo. Si te mantienes elevado, la energía positiva que tú mismo generas, disuelve cualquier influencia oscura y esto te protege.
Además de seguir la ética y trabajar con amor, la tradición recomienda aplicar técnicas de protección que nos mantengan a salvo. Estas técnicas son muy populares entre las brujas porque son necesarias, pero muchas veces las pasamos por alto. Algunas brujas piensan que están totalmente protegidas del mal, por el simple hecho de ser brujas. Esto en realidad no es cierto, porque de alguna manera todos estamos expuestos al vaivén de las energías. Los seres humanos somos volubles y tenemos altibajos energéticos. Debido al estrés y preocupaciones diarias, nuestras energías suben y bajan de acuerdo a lo que vivimos en cada momento. Y este cambio emocional puede hacer que la negatividad nos invada.
Si estás llevando a cabo todos los ejercicios, visualizaciones, rezos y prácticas que te he enseñado, seguramente tu energía ya esté muy equilibrada. Pero aun necesitas aprender a protegerte mediante una técnica efectiva.
EL CÍRCULO MÁGICO
Una tradición ancestral que afirma la Vid
La mejor forma de protegerte a ti mismo antes de hacer un hechizo, consiste en proyectar el círculo mágico visualizándolo a tu alrededor. Esta técnica es la que más usamos los brujos en la actualidad. Proyectar una burbuja de luz que repele la negatividad, te mantiene a salvo y hace que las energías tóxicas no te alcancen. La técnica del círculo es la más efectiva que conozco, pero la clave para que funcione está en comprender su mecanismo.
A lo largo de las últimas décadas, las brujas han hecho un gran esfuerzo para hacernos entender lo importante que es el círculo y la función real que desempeña. Cuando los aprendices oyen hablar del círculo, sin querer piensan que la protección es un dibujo pintado en el suelo. Creen eso porque así lo han visto en las películas. Sin embargo el verdadero círculo no es un dibujo pintado. Es una energía sutil que tú proyectas a tu alrededor formando una esfera. La energía que proyectas es la que canalizas de la Tierra y el Cielo y se mantiene flotando a tu alrededor -como un campo de fuerza-.
Cuando empecé a enseñar la técnica del círculo a los alumnos, empecé diciéndoles esto. Todos entendieron el concepto a la primera, sin embargo cuando los vi practicar, me di cuenta que no proyectaban el círculo. Tan sólo lo imaginaban y lo hacían sin proyectar la energía. Esto hacía que su círculo protector fuera muy débil y no cumplía su función. Pensando en la situación comprobé que la mayoría creía que con visualizar era necesario. Sin embargo la parte energética es tan importante como la visualización, pues si no aprendes a proyectar la energía el círculo no se sostiene. Para solucionar el problema desmenucé la técnica del círculo en partes y les hice practicar ejercicios de familiarización. Les enseñé a practicar por partes y al final todos aprendiendo la técnica al dedillo.
Como este curso no difiere a mis enseñanzas físicas, empezaré a hablarte del círculo desde el principio.
En las religiones mágicas el círculo-esfera tiene mucha importancia porque se considera el templo sagrado. Antes de celebrar un ritual o fiesta sagrada, las brujas proyectan el círculo alrededor de las personas para que ninguna energía tóxica nos moleste. Normalmente esto lo hace la Suma Sacerdotisa o el encargado del ritual. Para hacerlo la persona recoge la energía de la Tierra-Cielo y la proyecta visualizando una burbuja que envuelve el espacio ritual. Cuando se termina la ceremonia, el círculo se recoge y la energía sobrante se descarga en la Tierra para que cualquier cosa que se haya adherido a él, se descargue. Todo el proceso se hace visualizando y recitando plegarias. Si conoces la Antigua Religión seguramente ya tengas esta información, pero si no la conoces necesitas aprender el mecanismo.
Algunos autores cuentan que la tradición del círculo proviene de la magia ceremonial, aunque los estudios avanzados demuestran que ya se utilizaba mucho antes de que la magia ceremonial se extendiera por toda Europa. Si escarbas un poco en la historia, comprobarás que el círculo se usó como mecanismo de protección en muchas tradiciones.
En la tradición persa se usó como símbolo de la bóveda celeste y por ende estuvo asociado a la divinidad. En la tradición babilónica se usó para medir el tiempo, representando el fin del tiempo lineal y el comienzo de la eternidad. Luego sirvió para representar el ciclo de los cielos y esto derivó en la famosa Rueda Zodiacal. Se sabe que el Zodíaco actual es de origen babilonio y todavía se usa en nuestros días.
En las culturas de Europa el círculo también estuvo presente como símbolo de conexión con lo divino. Cuando los antiguos sabios observaron los cielos y el movimiento del cosmos, se dieron cuenta que tanto el Sol como la Luna “giraban” en círculos. Incluso las estrellas lo hacían en un giro constante y eterno. La propia Naturaleza también mostraba el ciclo de las estaciones de manera circular, de modo que el círculo en sí mismo era sagrado.
Esta observación hizo que el círculo se asociara a lo divino y para dejar constancia se construyeron monumentos megalíticos con forma circular. Algunas construcciones antiguas como las de Dromgeg o Stonehenge siguen este patrón. Los expertos piensan que estas construcciones no eran templos funerarios, sino calendarios gigantes que ayudaron al hombre a conectarse con el cielo.
Cuando analizamos estos datos, llegamos a la conclusión de que la forma circular está presente en todas las culturas, y su misión es la de unificar la energía de la Tierra con la del Cielo. Esto, llevado a nivel mágico nos hace entender que en realidad, el círculo tiene una función principal: unificar tu consciencia con el plano divino.
A nivel simbólico el círculo es una figura protectora porque contiene en su interior lo que hay que proteger. Un círculo es una línea que se cierra sobre sí misma y por ello representa la unidad, lo absoluto, y la perfección. Es el símbolo del Padre Cielo (Plano Divino) en unión con la Madre Tierra (Plano Físico).
En la magia popular el círculo como protección se ha venido usando desde los tiempos antiguos. Los famosos “Cordones rojos” que nos protegen del Mal de Ojo, los “Cinturones mágicos”, los “Anillos de poder” o las “Coronas mágicas”, que tanto se usaron en la antigüedad, tienen su base en esta idea. Incluso la idea de trazar estelas alrededor de las ciudades, los templos y las tumbas para cerrar el paso a los enemigos (ya fueran almas errantes, plagas o intrusos) se basa en este principio.
En la tradición popular el círculo está presente en los rituales de fertilidad. Las famosas “Danzas del fuego” que se practican en toda Europa con el objetivo de invocar las bendiciones, son circulares. Si giras en círculo alrededor de una hoguera, estás representando el movimiento de los planetas alrededor del Sol (que es la hoguera). Al hacer esto estás representando un movimiento cósmico y por “Ley de Semejanza” atraes la energía divina.
Cualquier forma circular (esfera, ovoide, burbuja, etc) representa el movimiento del cosmos y por ende la evolución misma. Cuando danzamos en círculo estamos recordando la figura del Huevo Cósmico -que es la eternidad-. Estamos expresando cómo se manifiesta la vida, ya que nuestras células, átomos y electrones también son esféricos. Incluso la Luna, el Sol y los planetas lo son. De modo que “usar el círculo”, “danzar en círculo” o “proyectar el círculo”, es afirmar nuestra unidad con la creación.
EL CÍRCULO MÁGICO
Un campo de fuerza de alta protección
Cuando investigas la historia del círculo, te das cuenta que estos datos son los restos que han quedado de la tradición. Sin embargo necesitas ir más allá para entender el mecanismo energético del círculo y usarlo en tu magia.
Trabajar con el círculo es un arte tan simple como misterioso. Cuando con él, te das cuenta que algo extraño se activa en tu mente. La percepción que tienes del tiempo y del espacio, se suspende. La igualdad se impone y tu consciencia se conecta con las realidades invisibles del Espíritu. Aunque tú no hagas nada –más que estar ahí dentro-, el hecho de proyectarlo y mantenerte en él, hace que tu “Yo Sabio” se active y se conecte con los planos superiores. Esto es así porque la propia energía del círculo te ayuda a cambiar tu estado de consciencia.
En la comunidad mágica decimos que el círculo actúa como un portal dimensional donde tu consciencia puede viajar entre los mundos. Actúa igual que los monumentos megalíticos de la antigüedad. Su energía favorece la conexión y despierta los sentidos psíquicos. Cuando empecé a trabajar con el círculo y lo incorporé a mis prácticas, me di cuenta que ciertamente funcionaba. Su presencia no sólo me ayudaba a conectar con el otro lado, sino que el propio círculo mejoraba mi arte.
Haciendo un resumen de sus beneficios, puedo decirte que el círculo:
 Delimita el espacio sagrado.
 Relaja el cuerpo y la mente.
 Te protege de la negatividad exterior.
 Te recarga de energía vital (Tierra-Cielo).
 Te limpia de los patrones mentales tóxicos.
 Te conecta a tu “Yo Sabio”.
 Te invita a la acción mágica.
 Te eleva espiritualmente.
 Te ayuda a potenciar los rezos y visualizaciones.
 Contiene el poder que generas.
 Te hace sentirte vivo y unido al Universo.
 Te conecta con la red cuántica del Espíritu.
CÓMO FAMILIARIZARTE CON EL CÍRCULO MÁGICO
A través de un círculo físico
La mejor forma de familiarizarte con el círculo consiste en construirlo físicamente para que puedas entrar en él y analizar cómo te sientes en su interior. Si tienes espacio en casa, te aconsejo trazarlo en el suelo. Para formarlo puedes recurrir a la sal, la harina, el arroz, la tiza, cintas o un cordón ancho. También puedes usar minerales o cualquier elemento que te permita trazarlo físicamente.
Las medidas tradicionales del círculo son de nueve pies de diámetro. Esto es casi tres metros (2,75 cm aproximadamente). Esta medida es la que se aconseja en los libros de Wicca como punto de partida, pero sólo es una recomendación. Nueve pies de diámetro da un círculo bastante agradable para practicar sin sentirte limitado. Te permite moverte por dentro, girar y tener en su interior las herramientas necesarias para practicar tus hechizos.
Si no tienes espacio siempre puedes reducirlo. Muchas brujas y magos prefieren dibujar círculos pequeños por cuestiones prácticas. Si estás en una habitación pequeña, la idea de un círculo enorme no resulta práctica. Personalmente he trabajado en círculos de tres metros y en otros de metro y medio. Y todos funcionan porque cuando entiendes su mecánica, te das cuenta que el espacio que tengas no es tan importante como la proyección energética.
Si tienes la suerte de tener un jardín o patio trasero, y quieres formar el círculo de nueve pies, hazlo ahí. Dibujarlo y verlo en el suelo te ayudará a despertar los sentidos y cuando entres te sentirás conectado. Las brujas que trabajan al aire libre suelen marcar el círculo con elementos naturales. Como saben que la sal daña las plantas, recurren a la harina para formarlo. Esta opción también es muy válida porque la harina simboliza la pureza y la abundancia.
Cuando tengas dibujado el círculo, toma una brújula y busca los puntos cardinales. En cada dirección coloca un elemento:
Norte: Tierra o Sal
Este: Incienso o Plumas
Sur: Vela Roja
Oeste: Copa con Agua
Pon los elementos justo en el límite del círculo (en la circunferencia que marca el propio círculo). Ahora que tienes los elementos equilibrando la energía, métete dentro del círculo. Permanece de pié o sentado (como quieras) y observa la estructura física que tiene. Relájate y siéntete feliz en su interior. Si te apetece recitar una oración que te ayude a conectar, puedes saludar al Espíritu diciendo:
Saludo al Gran Espíritu de la Naturaleza
Oh Gran Espíritu que otorgas la Vida
Que alimentas nuestro mundo y el mundo invisible
Ilumina mi sendero por la Tierra y por el Cielo
Para que mi alma se conecte a tu Poder
Concédeme tu Bendición oh Sabio Espíritu
Para que pueda servirte a través de los Oficios
Sin Daño alguno y por el Bien común
Que así sea
Respira profundamente. Siente que estás rodeado por un centro de energía positiva que te envuelve. Si lo deseas puedes recitar una afirmación que te ayude a armonizarte con los elementos. Por ejemplo:
Yo Soy la Tierra del Norte
Equilibrando mi cuerpo ahora
Yo Soy el Aire del Este
Equilibrando mi respiración ahora
Yo Soy el Fuego del Sur
Equilibrando mi pasión ahora
Yo Soy el Agua del Oeste
Equilibrando mis emociones ahora
Yo Soy el Espíritu del Centro
Padre Cielo y Madre Tierra
Equilibrando mi energía ahora
Visualiza la energía de cada elemento armonizándote. Siente su poder en tu interior y deja que la magia te envuelva. Permanece en este estado todo el tiempo que quieras. Si te apetece rezar, hazlo. Y si no te apetece hacer nada más, disfruta del momento. Algunas brujas cuando empiezan a trabajar con el círculo se sientan y dejan que las energías fluyan. Cuando sientas que has terminado y quieras salir, da las gracias al Espíritu por su ayuda. Si no has sentido nada, agradece igualmente.
Te doy las gracias oh Gran Espíritu de la Vida
Que la Luz de tu presencia me acompañe siempre
Sal del círculo y observa tus sensaciones.
¿Cómo te sientes?
¿Te sientes bien?
¿Te has sentido protegido?
¿Te has sentido acogido por los elementos y el círculo?
¿Has tenido ganas de quedarte más tiempo o preferías salir corriendo?
¿Te sentiste en paz o te sentiste atrapado?
¿Entraste en el círculo con miedo, dudas, desconfianza?
¿Cuánto tiempo crees que ha pasado?
¿Te has sentido conectado al Espíritu?
Repite este ejercicio 7 días seguidos.
Hazlo cuando estés relajado y si puede ser a la misma hora.
Practicar este ejercicio puede aportarte muchas sorpresas. Si no estás acostumbrado a los ejercicios sencillos, te recomiendo que lo pruebes y analices tu interior. Ten presente que el círculo cambia tu estado de consciencia aunque no te des cuenta. Su poder hace que trabajes tu capacidad de autocontrol, disciplina, paciencia y concentración. Fortalece tus defensas psíquicas y te limpia de la basura astral de manera natural.
Si no estás acostumbrado a escuchar tus giros mentales, observa lo que sientes en tu cuerpo. Es posible que la primera vez te sientas nervioso, extasiado o sugestionado. Bien. Esto es normal al principio. Conforme practiques tu mente se adaptará al círculo y tu cerebro se familiarizará con la sensación. Puede que con los días te sientas más cómodo y comprendas que el círculo es tu gran aliado.
Algunas brujas cuentan que su primera experiencia con el círculo las llenó de energía. Al salir se sintieron alegres, felices y con ganas de acción. Otras cuentan que la experiencia les sacudió por dentro y activó sentimientos encontrados. Teniendo en cuenta que la estructura del círculo potencia la conexión, es normal sentir “cosas extrañas”, pero recuerda que no tienes nada que temer.
Nota: si te sientes prisionero dentro del círculo, tal vez necesites aprender a relajarte y a controlar tus impulsos. Las personas mentalmente activas no saben estarse quietas mucho tiempo en un espacio limitado y si te ocurre esto, necesitas aprender a controlarte. En la comunidad mágica, decimos que al círculo hay que entrar en perfecta paz y con perfecta confianza. Esto significa que tu actitud ha de ser positiva y armoniosa. Entrar en un círculo buscando poderes o fenómenos paranormales, no es la cuestión en absoluto. Él te ayuda a controlarte y a despertar tu consciencia, pero no sirve de mucho si no buscas la armonía.
EL CÍRCULO AMPLIFICA TU ENERGÍA INTERNA
Potenciando lo que llevas en tu interior
Durante los últimos años he estado observando cómo reaccionan las personas cuando están en su interior. Y me he dado cuenta de que el círculo revela lo que llevamos dentro.
Cuando un adolescente entra en el círculo, puede tener miedo, sentirse juzgado o simplemente sentirse protegido. Dependiendo de lo que lleve en su interior, el círculo remueve su energía de forma variable. Cuando una persona malvada entra en el círculo, la maldad y el egoísmo que domina su mente salen a flote. Y al hacerlo asocia el círculo con el poder de los demonios (sus demonios internos). Cuando una sacerdotisa entra en el círculo, su espiritualidad se agudiza y su energía positiva se activa. La declaración del servicio a la vida que ha prestado, reflota en su consciencia y su energía se pone en marcha. Y cuando un vidente entra en el círculo, su capacidad psíquica despierta haciendo que trabaje el doble y tenga mayores visiones.
Como potenciador de la energía que es, el círculo actúa como una lupa de consciencia. Magnifica lo que llevas dentro. Si tu voluntad predominante es el bien, el círculo te ayudará a mejorar tu capacidad. Pero si tu voluntad predominante es el mal, hará que veas tu propia oscuridad para que seas consciente de ella y la transformes.
Si eres una persona miedosa, aprende a confiar en el Espíritu cuando estés en el círculo. Si percibes que algo malvado intenta molestarte desde afuera, centra la atención en tu corazón. Comprende que es tu mente la que no te deja ser feliz y recupera el control de tu psique. Si lo deseas haz el “Ejercicio del Enraizamiento” para asentar tus energías y mantente centrado. No prestes atención a lo externo y vuelve a centrarte en la armonía.
EL CÍRCULO TE EQUILIBRA Y ELEVA
Siempre que tú se lo permitas
Cada vez que entro en el círculo (sin la idea de hacer nada), me doy cuenta que estar ahí dentro calma mi mente. Si estoy nervioso, estresado o con preocupaciones y me mantengo en el círculo, enseguida me calmo. Es como si algo extraño me protegiera y tranquilizara. Si entro cuando estoy agotado enseguida me recargo de energía. Y si estoy confuso enseguida clarifico mi mente. El círculo actúa como una cámara sagrada de regeneración y cuando lo aprovechas tu energía se restaura.
Después de trabajar muchos años con el círculo, he llegado a la siguiente conclusión: el círculo mágico te armoniza. Hace que tus energías se restauren si le permites que lo haga. Algunas brujas cuentan que el hecho de formar el círculo y meterse dentro, les ayuda a despertar su poder interior.
Cuando era adolescente y formé mi primer círculo, lo hice en el suelo. Al entrar en él y tumbarse en la tierra, comprendí que ése espacio delimitado era sagrado. Lo era porque la circunferencia activaba en mi mente el concepto sagrado del espacio. Al sentarme en el suelo se me ocurrió tumbarme y esperar. Empecé a mirar el cielo despejado y en poco tiempo me calmé por completo. Me encontraba relajado y despierto a la vez. La paz me inundó y de repente empecé a visualizar el Universo. Sentí que mi cuerpo se elevaba y aunque estaba tumbado, la sensación era de ingravidez. Me sentía relajado, sereno y feliz. Sin saber porqué, mi mente se conectó con la galaxia y me sentí maravillado.
Cuando volví a conectarme a mi cuerpo, sentí que mi mente había viajado. Lo que ocurrió en realidad es que hice un viaje astral. Mi consciencia se trasladó al Universo y me conecté con otras dimensiones. Aunque no tengo recuerdos del viaje, lo cierto es que cuando salí y retomé mi vida, me sentí de maravilla. Era como si hubiera conectado con algo regenerador. Mi mente se sentía totalmente fresca y despierta. Como cuando te recargas de energía divina. Esto me hizo entender que el círculo actúa como portal dimensional. Cuando lo usas en paz y confianza, tu mente trasciende y el círculo te ayuda en tu práctica. Si ya conoces el círculo mágico te recomiendo trazarlo físicamente y meditar en él. Hacerlo te ayudará a sintonizarte de nuevo y hará que recuperes la ilusión por la magia.
Sabio y Bendito Seas
El Brujo Shiva
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