127. LA OFRENDA A LAS AGUAS

  LA OFRENDA DE LAS AGUAS

El Agradecimiento de la Bruja
Cuando terminamos el trabajo de conexión con las aguas y nos sentimos curados, un sentimiento de agradecimiento florece. Este sentimiento puede incluir un punto místico porque el agua remueve nuestras emociones más profundas.
Si después de hacer el trabajo te sientes confortado, puedes hacerle una ofrenda de agradecimiento al Agua. Esta ofrenda puede empezar por visitar las zonas de abastecimiento para tomar consciencia.
¿De dónde viene el agua que bebes?
¿Dónde está el pozo que abastece la ciudad?
¿Has ido a visitarlo?
¿Dónde está el río más cercano?
Visitar los pozos que abastecen tu hogar te puede ayudar a ser consciente de la comodidad que tienes. En muchos pueblos del mundo el agua potable no existe. Sin embargo nosotros la tenemos al alcance de la mano y podemos disfrutarla cuando la necesitamos.
En mi pueblo el agua que bebemos procede de un pozo que está bajo una montaña llena de Pinos. La zona está cerca de la primera ermita y se sabe que data del 1.700. Cuando los primeros franciscanos llegaron a la zona buscaron agua para establecerse y al lado crearon el primer poblado. Luego cuando el pueblo se extendió, se hizo otro pozo para asegurar el abastecimiento y el original se mantuvo. Actualmente está abierto al público porque es una zona tranquila y se puede visitar sin problemas.
Además de conocer y visitar el pozo, también puedes practicar un ritual de ofrenda como homenaje. Las ofrendas al Agua son más comunes de lo que aparenta. En algunas tradiciones existe la costumbre de presentar regalos a los ríos y fuentes, por su ayuda. En Tenerife por ejemplo existe la costumbre de engalanar las fuentes una vez al año. Cuando llega el Solsticio de Verano las cofradías religiosas decoran las fuentes, llenándolas con flores y frutas, y las mantienen así durante las fiestas populares. Obviamente lo hacen dentro de su marco religioso, pero la ofrenda es de origen pagano.
Agradecer al agua su presencia es algo natural. Si vives en una isla y no tienes agua dulce, te mueres. De modo que presentar una ofrenda de agradecimiento es más que razonable. En Europa también existe la costumbre de presentar ofrendas a los pozos con fama de curativos, así como a los ríos y los mares. Muchos dioses y diosas locales, están relacionados con las aguas y esto hace que los devotos acudan a rezar y agradecer. Actualmente las diosas más conocidas dentro de la comunidad latina son Yemayá y Oshun. Aunque también hay otras deidades antiguas como pueden ser Brighit (celta), Afrodita (griega), Venus (romana) o Airón (hispano).
Estas diosas y dioses tienen un vínculo asociado a los mares, ríos, pozos y fuentes. Como el agua es necesaria para la vida y ella es puente de conexión con el más allá, resulta comprensible que se relacione con las deidades locales. Si investigas un poco verás que existen muchas leyendas asociadas a los pozos vinculados a los dioses y seres mágicos. Las sirenas, las ondinas, las nereidas y los tritones son un ejemplo de ello.
Si estás dispuesto a hacer tu ofrenda al Agua puedes volver a tu fuente favorita o a ése estanque donde meditaste y te curaste. La ofrenda puede incluir un ramo de flores, frutas, galletas, dulces o cualquier cosa que la Naturaleza acogerá con gusto. Si vas a llevar frutas te recomiendo quitarles la etiqueta de envasado y cualquier cosa que no sea biodegradable. Ten en cuenta que tu ofrenda no debe ensuciar el lugar, de modo que revisa cada cosa que lleves.
El uso de las velas también es aceptable como ofrenda, aunque jamás debes dejarlas encendidas cuando te marches. Si la ofrenda la vas a hacer alrededor de una fuente, asegúrate de que las velas están fijas y no puedan volcarse. Si se apagan por el viento no te sientas contrariado. Quizás el Espíritu del Agua no quiera velas y prefiera frutas y flores. Los perfumes, las bebidas, los dulces y abalorios ecológicos, también son aceptables.
En algunos pueblos de Tailandia la ofrenda a las aguas consiste en presentar una guirnalda de flores y arrojarla al mar como si fuera un collar que le entregas a la Diosa. Estos gestos son populares en muchas religiones y puedes adoptarlos si quieres. Si te sientes muy agradecido por algo que ocurrió en tu meditación del Agua, puedes escribir una carta con palabras de agradecimiento, llevarla al río y arrojarla para que se disuelva. Escribir las palabras “Gracias Diosa del Agua por sanar mi corazón” o “Gracias Espíritu del Agua por tu ayuda”, expresan lo que sientes de forma directa. Por lo tanto guíate por lo que sientas y deja que tu fe se exprese.
Cuando llegues al lugar puedes meditar y establecer una comunicación con el Espíritu del Agua y explicarle tu visita. Luego coloca la ofrenda en un lugar seguro –cerca del Agua-. Si lo deseas puedes practicar “El Saludo del Agua” para entrar en sintonía (o cualquier rezo que te ayude a expresar lo que sientes).
Bendito seas oh Espíritu del Agua
Diosa Madre, Fuente de la Vida
Que la pureza que emanas esté en mi corazón
Y mi ofrenda sea grata a tus sentidos
Bajo la gracia divina y en armonía con todo
Que así sea
Algunas brujas sienten que lo mejor es no bañarse en el río cuando están presentando las ofrendas, porque ése momento es para el Agua. No es que ocurra nada malo si te bañas, pero si así lo sientes puedes cumplir esta pauta. Cuando coloques la ofrenda enciende las velas y el incienso (si lo has incluido). Habla con el Espíritu del Agua y muéstrale tu agradecimiento. Si lo deseas puedes arrojar varias monedas al río en señal de pago por el servicio prestado. Arrojar monedas al Agua es una costumbre antigua y expresa gratitud.
Como puedes ver las ofrendas al Agua son bastante libres porque dependen de tu fe, gusto y estilo mágico. Cuando el sentimiento de gratitud se apodera de ti, la estructura ritual tiene menos importancia que la propia expresión de agradecimiento. De modo que conéctate a tu fe y déjate llevar por lo que sientas.
La última vez que hice esta ofrenda fue en el río que pasa cerca de mi pueblo. Después de hacer meditación y diversos trabajos con el Agua, me sentí agradecido y quería reconocer su ayuda. Para la ofrenda compré un frasco de miel, un paquete de pastas, frutas y velas. También llevé una botella de mistela (vino dulce) y dulces de mantequilla. Cuando acudí al lugar, lo primero que hice fue relajarme y disfrutar del entorno. Saludé al Agua con la oración y le di las gracias por su ayuda. Luego, busqué un lugar estable donde poner la ofrenda con tranquilidad. Quería que la ofrenda estuviera cerca del agua pero al mismo tiempo quería que se mantuviera segura. Inspeccionando la zona encontré un hueco escondido en el acantilado. Me pareció ideal como altar provisional, así que empecé a preparar la ofrenda.
Lo primero que hice fue limpiar la piedra de suciedad. Retiré los restos de colillas que había, las hojas secas y otros desechos que encontré. Luego rocié la piedra con un poco de miel como homenaje a la Diosa. Encima de la piedra puse los alimentos, los dulces y las flores. Cuando sentí que la ofrenda estaba presentada, cerré los ojos y recé una oración de gratitud.
Oración de Gratitud a las Aguas
Te doy las gracias oh Gran Madre
Diosa de las Aguas
Por todos los favores recibidos
Por la sanación de mi cuerpo, gracias
Por la salud de mi familia, gracias
Por el amor que me acompaña, gracias
Por la paz que me gobierna, gracias
Por calmar mi sed, gracias
Por bañar mi cuerpo, gracias
Por limpiar mi alma, gracias
Por sanar mis errores, gracias
Por liberar mi corazón, gracias
Por la felicidad de mi vida, gracias
Por darme bendición, gracias
Por todos tus favores
Gracias, gracias, gracias
Después de rezar tomé la botella de vino y lo rocié por encima salpicando toda la ofrenda. Como la botella tenía tapón de rosca pude abrirla sin problemas. Retiré la botella de cristal y la guardé en la bolsa que llevaba. Cuando dejé las velas ardiendo sentí que hacía lo correcto. Después de sentirme en paz, me retiré a pasear por la zona. Quería esperar unos minutos a que las velas se consumieran un poco. Estaba claro que no iba a dejar las velas sin vigilancia, de modo que hice tiempo paseando por la zona. A la media hora me acerqué de nuevo al río para ver cómo estaba la ofrenda. En ese momento el corazón me dio un vuelco.
¡Santo Cielo! ¡Donde está la ofrenda!
Miré por el acantilado y quedé estupefacto cuando vi que la ofrenda no estaba en su lugar. Busqué por el río y descubrí que la ofrenda ¡estaba en la charca de abajo! En el agua flotaban las frutas, los dulces y todo lo demás. En la zona no había nadie más que yo, de modo que me puse a pensar con lógica.
¿Habrá sido el viento?
¿O algún animal que lo ha tirado sin querer?
No. Lo que ocurrió fue que mientras estaba paseando por la zona la corriente subió y arrastró toda la ofrenda. Lo único que quedó en la piedra fue una Manzana.
¿En serio?
¿Querrá decir que el Espíritu del Agua ha tomado mi ofrenda y quiere darme esa Manzana?
Aunque pensar así era tentador, tenía dudas. No sabía si era casualidad o ciertamente el espíritu del río tomó la ofrenda. Como no sabía qué hacer, decidí seguir mi instinto. Tomé la Manzana que quedó, la lavé en el agua del río y dije: “Gracias oh Elemento del Agua, Diosa Madre por tu ayuda. Que tus bendiciones desciendan sobre mí”. Comí la Manzana y metí los restos en la bolsa. Al comer la Manzana sentí que era un regalo de la Diosa. Era como comulgar con el espíritu del río. Finalmente al ver que todo estaba seguro y tranquilo, me marché.
Descubrir que la ofrenda fue arrastrada por las aguas me llamó la atención. Pensar que el río tomó la ofrenda me causó felicidad. Quizás todo fue casualidad, pero la experiencia me enseñó que si trabajas con el Espíritu de la Naturaleza, debes dejar que participe. A veces ocurren cosas así y verlas como señales del Espíritu alimenta tu fe.
Nota: te diré, que si algún animal se come tu ofrenda no pasa nada. Tu ofrenda es un regalo a la Naturaleza, y los animales también forman parte de ella. Lo mejor es poner la ofrenda en un lugar donde no sea visitado por los humanos, porque si la gente lo ve ¡pensarán lo peor de ti! Aunque te fascine presentar ofrendas al río, lo mejor es hacerlo en un lugar no frecuentado por las personas. No busques que sea vista por los demás, ni pretendas que la gente sepa lo que acabas de hacer. Tu ofrenda es algo entre tú y el Agua, de modo que busca un lugar discreto.
Los ríos, las fuentes, los pozos y los mares son lugares llenos de energía. Aunque no sigas a una diosa o a un dios concreto del Agua, si trabajas con ella, tu ofrenda llegará. Incluso si la ofrenda no se la traga el río, agradecerle sus favores es natural cuando te sientes feliz. Cuando veo a las sacerdotisas Yoruba presentar sus ofrendas, me doy cuenta del arraigo de estas costumbres. Lo mismo me pasa cuando veo a las sacerdotisas de la Diosa trabajar en el pozo de Ávalon. O cuando observo el pozo de Lourdes y percibo la energía materna de la Diosa. El agua está presente en todos los pueblos del mundo y es normal que esté vinculada a la divinidad. Aunque ofrendar al Agua te parezca primitivo, en realidad te ayuda a recordar que todo es sagrado en la Naturaleza.
Te diré, que las ofrendas al Agua no necesitan ser complejas o costosas para ser efectivas. Pueden ser humildes y cargadas de amor. Tu ofrenda puede ser tan simple como una oración dicha con sinceridad ante el río o al mar que visitaste. Por ejemplo:
Oración para presentar las Ofrendas
Oh Gran Madre, Señora de las Aguas
Fuente de la Vida que calmas nuestra sed
Acepta esta ofrenda que presento a tu servicio
Purifica mi interior con tu energía
Bendice mi corazón oh Señora
Que mi alma se mantenga limpia
Para que pueda servirte a través de los oficios
Sin daño alguno y por el bien común
Que así sea
Oración para presentar las Ofrendas (II)
Oh Gran Madre, Diosa de las Aguas
Tú que tienes las llaves de las cataratas del cielo
Y encierras las aguas subterráneas de la Tierra
Madre de los ríos, las fuentes y las lluvias
Señora del Océano
Purifica nuestras almas y calma nuestra sed
Limpia nuestros cuerpos con tu poder
Para que volvamos a ser dignos de tu grandeza
Yemayá, Afrodita, Isis, María
Señora de las Aguas Primordiales
Acepta esta ofrenda que te presento
Para que pueda servirte a través de los oficios
Sin daño alguno y por el bien común
Que así sea
A veces cuando estamos rezando y ofrendando al Agua, es fácil notar algunas gotas en nuestro cuerpo. Si te ocurre esto interprétalo como un gesto de colaboración por parte de la Diosa. Quizás sea un signo de aprobación o un mensaje de que necesitas sanar algo más.
Cuando hacemos ofrendas en grupos y alguien se moja sin querer, el símbolo es “necesidad de purificación”. Si vas con tus amigos o hijos y ocurre esto, tal vez ésa persona necesite purificar sus emociones y recuperar la paz interna. Si llueve ese día y te mojas, no lo veas como un castigo, sino como un gesto de purificación. Este tipo de experiencias son más comunes de lo que aparenta, de modo que cuando estés haciendo la ofrenda observa los detalles y guíate por tu intuición.
Sabio y Bendito seas
El Brujo Shiva
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