EL PODER INTEGRAL DE LAS HIERBAS
Tradición, Ciencia y Magia
Si eres un alumno curioso, y quieres ir más allá de este listado, tal vez quieras saber qué ciencia oculta hay detrás de cada asignación mágica.
¿Por qué el Romero aleja la mala suerte?
¿Por qué el Eucalipto limpia Larvas Astrales?
¿Cómo sé lo que hace una hierba a nivel mágico?
Para saber las energías que mueven las plantas, los brujos modernos usamos tres métodos de información:
-La tradición popular
-La ciencia médica
-La virtud mágica
La tradición popular es un compendio de información esotérica. Es el resto de lo que se practicó alguna vez.
En algún momento alguien debió de probar el Tomillo y comprobar que era bueno para la gripe. Muchas hierbas tienen leyendas mágicas asociadas a su poder, y en algunos casos coinciden con sus propiedades médicas y mágicas.
Sabemos que el Saúco, por ejemplo, es un arbusto lleno de leyendas. Está asociado a las Hadas y a otros seres mágicos. La tradición cuenta que es un arbusto bendito, con un gran poder brujeril. Sin embargo no debe cortarse, porque se piensa que el que lo corta, sufre de infortunio.
Si analizamos lo que hace el Saúco a través de la ciencia médica, comprobamos que tiene muchas virtudes contradictorias. Las hojas, corteza y frutos verdes, son venenosos. Pero las flores y frutos maduros, son comestibles. Dependiendo de la parte que usemos y de su madurez, nos servirá para una cosa u otra. De modo que es normal escuchar leyendas contradictorias sobre él.
A nivel energético (mágico) las flores de Saúco sirven para aumentar la visión astral. Ayudan a establecer contacto con los espíritus y abren los canales de comunicación con el “Yo Sabio”. Los frutos maduros son muy poderosos en los trabajos psíquicos, y se pueden usar para encontrar el origen de un problema.
Analizar el poder del Saúco a través de la tradición, la ciencia y la magia es lo más acertado. Te permite trabajar de forma segura y descubrir sus poderes ocultos.
Si acabas de descubrir una hierba nueva, estará bien que leas las propiedades físicas antes de usarla. Luego puedes investigar el folclore y la tradición local, pero si quieres trabajar con el ánima de la planta, tendrás que conectar con ella -para ver lo que mueve en los otros mundos-.
Hay datos que ni la ciencia ni la tradición te aportan. Sabemos por ejemplo, que el Olivo es un árbol que baja la tensión y trae paz al corazón cuando se toma. Esto lo sabemos por la ciencia. A nivel tradicional también sabemos que es un árbol asociado a la paz, por la paloma de Noé que apareció después del diluvio. Pero lo que nadie te cuenta es que el Olivo es un árbol ayudante de las almas. Para saber esto necesitas experimentar con él, conectar con su ánima y ver cómo actúa en los otros planos de la realidad.
Cuando los videntes antiguos, usaron las hierbas en sus hechizos, empezaron a percibir las energías sutiles que movían. Las hierbas tienen poder aquí, en este Plano Físico y allá, en los Planos Sutiles. Y ése poder es el que usamos cuando practicamos los hechizos.
Los brujos nos hemos especializado en el poder oculto de las hierbas porque trabajamos con sus ánimas. No nos limitamos al poder medicinal físico, sino que vamos más allá, de esta dimensión.
Sabemos que las ánimas vegetales existen y actúan en los otros planos igual que aquí. De modo que para usar las hierbas en la magia debemos tener en cuenta los tres aspectos para aprovechar al máximo sus virtudes.
LA TEORÍA DE LAS SIGNATURAS
Hace quinientos años Paracelso nos enseñó que las plantas tenían signoso señales externas que nos indicaban para qué servían o qué curaban. Esta ciencia antigua se llamó “Teoría de las Signaturas” o “Doctrina de los Signos”. Y viene a explicar que a veces las plantas muestran signos externos, que revelan sus virtudes.
La Nuez por ejemplo es una fruta que se parece al cerebro humano. Hoy en día sabemos que comer nueces (maduras) es bueno para prevenir enfermedades cardiovasculares y cerebrales. Curiosamente la Nuez se parece al cerebro, y este parecido sería el “signo” o “señal externa” que nos indicaría su propiedad.
Los signos -o señales- se pueden encontrar en las formas de las hierbas, en las raíces y frutos. Si partes un Tomate maduro y miras cómo es por dentro, descubrirás que se parece al corazón humano. El Tomate es bueno para el corazón, y ciertamente ayuda a que esté más sano. De modo que ése sería el signoque nos indica su propiedad medicinal. Si partes una Zanahoria y miras su tronco, verás que se parece a un ojo humano. Y curiosamente la Zanahoria es buena para la vista.
Comprobar que algunas hierbas se parecen a los órganos que curan, es muy curioso. Y esta observación fue lo que determinó la Teoría de las Signaturas.
El nombre popular de las plantas, a menudo también está asociado a la propiedad curativa. La Viborera por ejemplo se usaba antiguamente para sanar la picadura de las serpientes. Y la Cola de Caballo servía para cuidar y fortalecer el cabello.
Ver en los signos externos las propiedades medicinales (y mágicas) de las hierbas, fue una tradición antigua. Plinio el Viejo, ya se dio cuenta de este detalle y lo contó en su Historia Natural.
Muchos siglos después, Paracelso investigó la tradición popular y la desarrolló, añadiendo más conocimientos. Para Paracelso, el poder medicinal de una hierba estaba en su ánima, que era una extensión del Gran Espíritu. En sus obras se nota claramente una tendencia religiosa cristiana. Teniendo en cuenta que sus obras fueron escritas cuando la Iglesia todavía perseguía a los herejes, y los condenaba a muerte, en sus libros tuvo que reseñar la intervención divina para nos ser perseguido por las autoridades del momento.
Además de ser médico, astrólogo y alquimista, Paracelso también fue un mago. Viajo por toda Europa y aprendió remedios curativos de diversas fuentes. Su afán por el conocimiento le hizo convertirse en uno de los médicos más notables de la época. Lo bueno de Paracelso es que nos ayudó a entender cómo actúa el Reino Vegetal y sus obras todavía nos inspiran.
Paracelso usó tres sistemas (o claves) para identificar el poder de una hierba:
La clave binaria
La clave elemental
La clave astrológica
La clave binaria está basada en observar el equilibrio de fuerzas que hay en la propia planta. Las dos fuerzas que actúan directamente sobre las plantas, son el Sol y la Tierra. Cuando una semilla de Almendra cae al suelo, se opone a las energías externas. Resiste y se mantiene firme. Sólo cuando los elementos entran en ella y rompen su caparazón, entonces la semilla se abre y decide germinar. Esta conjunción de fuerzas, hace que la planta crezca y se desarrolle. Y aquí, las dos fuerzas básicas son el Sol (energía) y la Tierra (materia).
Así pues, más que un sistema de identificación de virtudes, la clave binaria nos ayuda a entender cómo operan las energías naturales en las plantas, para crecer y concentrar su poder.
Algunas plantas como la Vid, concentran su poder en los frutos y no en las hojas. Otras como la Cúrcuma lo hacen en las raíces. Y saber donde se concentra el poder, es la clave para saber qué parte usar.
Si te dicen que uses Cúrcuma para atraer el dinero, tal vez pienses en comprar una planta. Pero si no sabes donde reside su poder, tu hechizo no funcionará como debe.
La clave elemental está basada en la asociación con los Cuatro Elementos. Si una planta se parece al Agua o tiene virtudes que nos recuerdan al Agua, entonces ésa planta tiene una gran asociación con el Agua. La Lechuga, la Sandía y las Algas Marinas, están regidas por el Agua por razones obvias. En cambio la Pimienta Negra, el Cardamomo y el Jengibre están asociados al Fuego. Lo están porque pican y dan calor cuando los tomas. Las plantas de Tierra tienen un aroma terroso y su energía está asociada a lo material. Y las de Aire son trepadoras, ligeras, de hojas delgadas y altas.
La clave elemental clasifica las hierbas –y árboles- a través de los Cuatro Elementos. En muchos libros de magia herbal se dice: “Canela-Elemento regente: Fuego”. Si lees esto y no te explican por qué, te quedas con un vacío mental. La razón que hay detrás de esta información, es la clave elemental, que trata de asociar ésa planta con su Elemento dominante.
Aquí la asociación está creada por la “Ley de Semejanza”, que busca similitudes entre las fuerzas naturales.
Usar la clave elemental nos ayuda a trabajar con las fuerzas de los Elementos presentes en las hierbas. Si quiero hacer un hechizo para avivar el fuego en mí, puedo escoger tres hierbas fogosas que activen ése Elemento en mi personalidad. Si al revisar mi “Test de los Elementos” (Ver Lección), descubro que tengo carencias de Fuego, puedo conjurar tres hierbas y llevarlas conmigo en un saquito de tela roja. Si además de eso añado una piedra roja como el Granate o el Jaspe Rojo, entonces estaré creando un amuleto de Fuego para que se avive mi energía.
La clave elemental también puedes usarla para preparar fórmulas que trabajen con ése Elemento. Si quieres preparar un Polvo de Fuego, puedes mezclar: raíz de Jengibre, corteza de Canela y hojas de Laurel. Esta mezcla es fogosa y además está diseñada en base a la Fisiognosia. Incluye una raíz (abajo) una corteza (medio) y unas hojas (arriba). Las tres hierbas actúan por la causa, de modo que servirá a tu propósito. Puedes conjurarla y trabajar con ella para que aporte energía vital. Por cierto esta mezcla es muy poderosa, aviva tu energía vital y si eres muy nervioso tal vez te desborde. En casos de tristeza, apatía o falta de energía es perfecta, pero en personas súper sensibles no.
Si quieres usar esta mezcla con su Elemento dominante, puedes rociarla sobre una vela (Fuego) para que la energía se libere. Las hierbas de cada elemento, trabajan muy bien cuando se usan con su propio elemento en los hechizos.
Usar la mezcla de hierbas a través del Elemento que las gobierna es lógico. Aunque esto sólo es el principio. Hay muchas combinaciones interesantes que veremos enseguida.
Algunas hierbas tienen más de un Elemento dominante, como puede ser la Cúrcuma. La raíz de Cúrcuma es dulce, algo picante y amarga. Todo esto la vincula a la Tierra, al Fuego y al Aire, haciendo que su poder sea mayor.
Para que puedas identificar las hierbas en relación a los Elementos, aquí tienes un cuadro explicativo que te servirá como guía:
Las hierbas de Tierra son frías, secas, terrosas y nutrientes (azucaradas).
Las de Agua son húmedas, frías y acuáticas.
Las de Aire son frías, secas, aromáticas y trepadoras.
Las de Fuego son picantes, calientes, pinchosas e irritantes.
El Espíritu está en todas las hierbas, porque todas tienen ánima.
Otra forma de clasificar las hierbas a través de los Elementos, consiste en usar la Fisiognosia vegetal.
Tierra Raíces
Agua Savia
Aire Hojas, Cortezas y Resinas
Fuego Flores
Espíritu Frutos y Semillas
Las raíces son de Tierra porque están unidas a ella. La salvia es de Agua porque es líquida. Las cortezas, hojas y resinas son de Aire porque “vuelan” y marcan límites. Las flores son de Fuego porque surgen gracias a la acumulación de energía sexual. Y los frutos y semillas son del Espíritu porque en ellas se concentra la nueva vida. Esta clave es la más sencilla y lógica, porque la Fisiognosia te guía a la hora de identificar la parte que está vinculada a un Elemento.
Por último, la clave astrológica, utiliza los signos zodiacales, vinculados a su elemento regente. Para clasificarlas debes conocer lo básico de la Astrología.
Los signos de Fuego son Aries, Leo y Sagitario.
Los signos de Tierra son Tauro, Virgo y Capricornio.
Los signos de Aire son Géminis, Libra y Acuario.
Los signos de Agua son Cáncer, Escorpio y Piscis.
Si quieres encontrar una planta vinculada a Aries, debes escoger hierbas de Fuego, porque el Fuego es el Elemento regente de este signo. Si miras el cuadro anterior, sabes que las plantas de Aries son penetrantes, picantes, rojizas, retorcidas y medianas. Y con esta guía puedes escogerlas.
El sistema astrológico también usa el significado de los Siete Planetas a la hora de asociar hierbas. Los planetas regentes son:
Luna
Marte
Mercurio
Júpiter
Venus
Saturno
Sol
El Sol y la Luna, aunque no son planetas en sí, se interpretan como “planetas” y su influencia se tiene en cuenta. De acuerdo a la influencia que ejercen estos cuerpos celestes sobre la Tierra, el ocultismo ha clasificado las hierbas y sus partes, con el sistema planetario.
Las raíces y hojas secas pertenecen a Saturno Cosas ocultas, Muerte, Ancestros.
Las semillas y cortezas a Mercurio Comunicaciones, Potencialidades.
La madera, el tronco y los pinchos a Marte Fortaleza, Valor, Pasión, Defensa.
Las hojas a la Luna Elevación, Cambio, Avance.
Las flores a Venus Sexualidad, Fertilidad, Amor.
El fruto a Júpiter Prosperidad, Expansión, Justicia.
El ánima en sí al Sol Espiritualidad, Divinidad.
El Sol es el centro de poder, de modo que el ánima vegetalle pertenece.
La clave astrológica da muchas opciones, sobre todo cuando asociamos el poder de los planetas con las partes de las plantas. En el siguiente cuadro tienes un resumen para que veas como asociaron los sabios, las plantas con los planetas.
Si buscas crear una fórmula amorosa de Venus, puedes escoger tres hierbas de aroma dulce, con forma delicada y tonos suaves. Puedes escoger pétalos de Rosas, Hibisco y Jazmín. Estas tres flores son dulces, delicadas y floridas. Las tres trabajan los temas amorosos (Venus). De modo que podrías usarlas en amuletos, sahumerios o velones conjurados.
Si lo que buscas es una fórmula de Marte para protegerte de enemigos, puedes usar tres hierbas picantes, tóxicas o espinosas. Puedes escoger pinchos de Rosal (rechazo), Pimienta Negra (alejar enemigos) y Abrojo (defensa). Después de conjurar la mezcla con tu intención, puedes usarla en tu hechizo o ritual.
Si lo que buscas es una fórmula Solar para mejorar tu éxito, puedes usar frutas como la Mandarina, la Uva y el Higo. Y si lo que quieres es mejorar tus estudios, puedes escoger plantas penetrantes como el Anís, el Comino y el Avellano.
Para que sepas lo que hace cada planeta, guíate por este resumen:
Luna n
La madre, lo femenino, asuntos familiares, fertilidad, hijos, bebés, viajes, intuición, sueños, viajes astrales, videncia, comunicación con el más allá.
Marte K
La defensa, valor, coraje, contra enemigos, fuerza física, guerras, luchas, pasión, sexualidad, conquistas, dominios.
Mercurio I
La comunicación, estudios, mensajes, entendimiento, destreza, redes sociales, vecindad, viajes cortos, publicidad.
Júpiter L
La expansión, poder, finanzas, prestigio, reputación, filosofía, justicia, ley, viajes al extranjero.
Venus J
El Amor, relaciones, sexualidad, belleza, poesía, arte, música, sociabilidad.
Saturno M
Los ancestros, sabiduría, linaje, protección, herencias, tierras, fincas, ancianidad, karma, paciencia, estabilidad, sabiduría,
Sol a
El padre, poder, éxito, victoria, riqueza, carrera profesional, honor, patrimonio.
Si te gusta usar la clave astrológica en tus fórmulas, puedes invocar la influencia del planeta que estés usando -para que empodere tu mezcla-.
Imagina que has preparado una mezcla de Marte para defender tu territorio.
Has recogido las hierbas y ahora vas a conjurarlas.
Pensando en la mezcla marciana que estás haciendo, crees que será bueno nombrar a este planeta para que colabore con la causa.
Piensas en tu objetivo y dices:
Yo os conjuro oh hierbas poderosas
Para que levantéis un escudo protector
Anuléis los ataques enemigos y me protejáis de todo malhechor
En el nombre de Marte, Señor de la batalla
Que vuestras energías activen mi campo protector
Sin daño alguno y por el bien común
Que así sea
Incluir el planeta en tu conjuro, le da más fuerza a tu oración. Es cierto que esto no es obligatorio para que la mezcla funcione, pero puedes probarlo y ver el resultado.
Lo mismo puedes hacer cuando uses la mezcla.
Si la vas a rociar alrededor de tu casa para protegerla de ladrones, al tiempo que la rocías puedes decir algo como:
Poder de Marte
Espíritus Guardianes
Haced que esta propiedad esté protegida
Sin daño alguno y por el bien común
Que así sea
A lo largo de los años he comprobado que las fórmulas herbales planetarias más demandadas, son las de protección y amor.
Un conjuro amoroso con tres hierbas de Venus podría decir:
Yo os conjuro oh plantas seductoras
Para que el amor y la pasión se manifiesten
Haced que mis encantos se potencien
Y la alegría venga a mí
Diosa Venus, Espíritus del Amor
Traedme el triunfo en mis conquistas
Sin daño alguno y por el bien común
Que así sea
Otro conjuro que podrías decir para activar tus hierbas sería:
Yo os conjuro oh Espíritus de Venus
Con el poder de estas hierbas bienhechoras
Haced que mis encantos se potencien
Y el Amor se manifieste junto a mí
Sin daño alguno y por el bien común
Que así sea
Cualquier mezcla planetaria se puede usar en un hechizo sencillo, llevarla encima en una bolsita o quemarla en un velón con la petición. Dependiendo de lo que necesites la aplicación, varía.
Si conoces la Astrología y quieres incluir el signo del planeta que estás usando, puedes dibujar su símbolo en un papel y ponerlo en tu hechizo o marcarlo en la cera de tus velas. Cuanto más te involucres con la energía que usas, mejor funcionará.
Resumen: cuando invocas el poder planetario sobre tu mezcla, la energía de ése planeta actúa. Fíjate que aquí estás inyectando una energía extra a tu conjuro, que se une a las ánimas conjuradas y a los Espíritus Colaboradores que te asisten. El punto está en mezclar todas las energías -para que bajo tu voluntad-, cumplan su objetivo.
Nota: si te parece una tontería llamar a un planeta para que te ayude, vuelve a pensarlo. Un planeta es un cuerpo físico, tiene poder, y ejerce una influencia notable sobre la Tierra. También ejerce influencia sobre el reino vegetal y espiritual, y ésa fuerza conviene aprovecharla. Aunque no sepas mucho de Astrología, incluir los planetas en tus conjuros, los empodera.
Sabio y Bendito Seas
El Brujo Shiva