EXPERIENCIAS CON EL ESPEJO NEGRO

 EXPERIENCIAS CON EL ESPEJO NEGRO

Una herramienta limitadora si no sabes usarla
A lo largo de los años he tenido muchas experiencias con el Espejo Negro y los espíritus. Y quiero contarte algunas para que comprendas que el espejo es una herramienta poderosa. Tengo que decir, que antes de trabajar con el Espejo Negro, ya trabaja con los Espíritus Colaboradores, y verlos por primera vez me impactó. Cuando empezaban a mostrarse visiblemente, yo me preguntaba quienes eran. Mi curiosidad me hacía preguntarme constantemente quiénes podían ser.
¿Son familiares?
¿Son desconocidos?
¿Por qué están aquí?
Aunque estas preguntas son fáciles de responder, en ese momento no tenía clara la respuesta. De modo que lo primero que hice para clarificar mis ideas fue observar mi vida. Mi trabajo iba bien, en casa había buen ambiente y no sentía ninguna sensación de negatividad. Esto me tranquilizaba bastante porque si los espíritus fueran malvados, entonces las cosas irían fatal.
Aunque esto me lo decía a mí mismo para relajarme, yo quería saber más. Estaba claro que cuando invocaba ayuda a los Espíritus Colaboradores, ellos acudían y ayudaban, de modo que no era raro que el espejo mostrara sus rostros.
Un día cuando puse el Espejo Negro (con Aluminio) a trabajar, sentí que necesitaba limpiar la sala de energía, pues se notaba densa. Parecía como si algo raro se hubiera colado, de modo que me puse a limpiar. Para eso limpié el altar, guardé el espejo en el cajón y purifiqué la sala físicamente. Después de ordenarla quemé sahumerio de Olivo con Incienso y Rosas. Sé que esta mezcla eleva la energía del ambiente devolviendo la paz a los espíritus, de modo que la usé. Como quería limpiar muy bien la sala, quemé un carboncillo durante toda la semana. Para no ahumar demasiado la casa, abrí las ventanas mientras el sahumerio ardía. Al hacerlo me relajé, recité una oración de paz y dejé que se consumiera el carboncillo. Después de terminar la semana me di un baño de descarga con hojas de Olivo, Rosas y Ruda. Al salir del agua me sentí como nuevo.
A la semana siguiente centré mi mente en desarrollar mi psiquismo y espiritualidad. A estas alturas, ya me había dado cuenta de algo: aunque el Espejo Negro mostraba a los espíritus, mirarlo constantemente no me ayudaba. Al fin y al cabo ya sabía que ellos estaban ahí y el espejo funcionaba, pero había caído en la trampa de mirar el espejo constantemente. Y eso frenaba mis avances (por eso lo guardé en el cajón).
Para recuperar el poder interior, dejé de pensar en los espíritus por un tiempo y retomé mis devociones diarias. Al hacerlo, me di cuenta que las devociones me sentaban bien, pues me alineaban a mi Yo Sabio y empoderaban mis propios talentos. Aunque contar con la ayuda de los espíritus es genial, tú debes hacer tu trabajo. No puedes esperar que ellos lo hagan todo por ti. Tú también debes empoderarte. Y así lo hice. Al recuperar mis devociones me centré en la Diosa, los elementos y ejercicios mentales. Durante un mes entero no llamé a los espíritus. Si ellos querían ayudar, lo harían igualmente, aunque yo no los llamara. Obviamente sí lo hacían, y yo estaba encantado de recibir su ayuda, pero quería centrarme en mi propio desarrollo.
Cuando pasó el mes, me di cuenta que mi psique se había empoderado. Mi autoestima se elevó y me sentía feliz de recuperar los ejercicios de entrenamiento mental. Y esto ocurrió porque en lugar de pedir ayuda a los espíritus, tomé el control de mis capacidades. Curiosamente al hacerlo, la ayuda de los espíritus aumentó, y esto me daba mucha felicidad. Cuando tu mente está equilibrada y en paz, el canal de comunicación con el otro lado, se agudiza. Lo hace porque estás haciendo tu trabajo. Estás engrasando tus propios sentidos y esto mejora la conexión.
Cuando practicas tus devociones, estás atendiendo a tu propio espíritu. Lo estás equilibrando, alimentando, empoderando, y eso te aporta alegría. A veces se nos olvida que nosotros también somos espíritus, sólo que ahora estamos metidos en un cuerpo. Con esto si estás centrado mucho en el espejo o en los espíritus, puedes perder autonomía, soberanía, poder. Lo pierdes porque le estás dando el poder al otro, en lugar de autoafirmarlo. El Espejo Negro es genial para trabajar, descubrir la verdad, meditar, etc., pero lo que no puedes hacer es darle todo tu poder. Si lo haces estás frenando tus avances. Ya sé que ver cosas en el espejo es alucinante, y es normal que reacciones con impresión la primera vez, pero cuando pasa el tiempo y te calmas, necesitas recuperar el control.
Eres tú, el que debe empoderarse.
Eres tú, el que dirige la energía de los espíritus según tu intención.
Eres tú, el que tiene el poder.
Eres tú, el que necesita realzar tu voluntad.
Cuando hablo en las redes sociales sobre los Espíritus Colaboradores y el Espejo Negro, la gente se queda alucinada porque no los conocían. Quieren saber más y más y esto es normal al principio. Sin embargo, el tiempo y la práctica te demuestran que necesitamos mantener el equilibrio.
¿Quiénes son estos espíritus?
Son seres que captan tus vibraciones y se acercan a ti por Ley de Semejanza. Nuestros pensamientos, emociones y deseos, generan energía, y esa energía atrae como un imán a los espíritus. De modo que los espíritus que tú atraigas y salgan en tu espejo, serán similares a tu vibración.
¿Pueden ser familiares?
Sí, claro que sí. Pero aquí los lazos de sangre no son tan importantes como la afinidad que tengamos con ellos. Muchas personas tenemos más afinidad con amigos o vecinos que con la propia familia, y en el más allá esto se nota. Si en vida tuviste una buena relación con tu vecino y os queríais, quizás su espíritu sea un colaborador y venga a ayudarte de vez en cuando. En el más allá lo que cuenta es la emoción, la verdad interior, y eso puede reflejarlo el espejo. Que sean familiares o no, no es tan importante como parece, por lo tanto, no ha de importarte demasiado quienes sean.
Cuando esté en el más allá, a mí me gustaría colaborar con los videntes o brujos que trabajen la energía. Me gustaría “chivarles” información, orientarles y guiarles por el camino. De la misma forma que ahora recibo ayuda de ellos, pienso que cuando esté en el otro lado, estará bien ayudar.
El Espejo Negro es una herramienta fabulosa si sabes usarla. Pero no te ayudará si eres obsesivo, maníaco o psicótico. Como cualquier poder mágico, la clave para inclinar la balanza hacia un lado u otro depende de ti. Aunque no pensaba incluir este texto en esta lección, al final decidí hacerlo porque pensé que era necesario. Si eres una bruja equilibrada, para ti no será necesaria esta información, porque ya la conoces o intuyes. Pero si eres muy obsesiva necesitas repasarla y autoanalizarte.
Ahora que ya conoces esta información, es el momento de seguir por la ruta del Agua. Todavía queda mucho por aprender, de modo que recupera tu alegría y sigue adelante.
Sabio y Bendito seas
El Brujo Shiva
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Sandra Alseda
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